GaEul seguía llamando a YiJeong, desde ayer que no repondría sus llamados y seguía sin hacerlo, había algo… era un poco extraño, sentía que algo no estaba bien, no solo porque JiHoo seguía sin llamarla y también ignoraba sus llamadas, era algo interno en ella. Pero debía ser la presión de los rumores, necesitaba aclarar las cosas con YiJeong.

Como siempre sus niños siempre le alegraban, ellos si sabían ver el mundo de la manera correcta sencilla y divertida. Jung Nam estaba mirándola, desde que dejaron de ir la clínica su noona lucia tan triste, Hyung debía hacer algo al respecto, no le gustaba verla así. Se acerco a ella con un libro y la miro largamente antes de hacerle saber que estaba esperando que ella lo mirara.

-Miss GaEul…- no le gustaba llamarla así pero en clases debía hacerlo.- miss…- le volvió a decir.-

-¡¿Qué?!...- exclamo asustada… a veces se perdía pensando en JiHoo, pero no tenía que hacerlo en horario de clases, por mucho que los chicos estuvieran ocupados con sus deberes, ella debía estar atenta a sus niños.-

-ya termine…- le dijo siempre con esos ojos curiosos.- ¿puedo leer un libro?...- le dijo mostrándole su tesoro, era el libro que su Hyung le había dado.-

-sí…- le dijo con una voz temblorosa al ver el libro, no sabía que había pasado… era doloroso, ya habían pasado más de cuatro días y no tenía idea de cómo estaba JiHoo…-

-noona…- le dijo con toda confianza.- ¿podemos ir a ver a Hyung?...- quizás con eso ella dejaría de estar triste.-

-…- sonrió forzadamente, ella también quería verlo… pero no podía.-no… él está ocupado…- le dijo como si no pasara nada, pero todo estaba mal.-

-¿pero cuándo podremos verlo?...- le insistió.-

-no lo sé…- le dijo sinceramente y levanto la vista al sentir que sus ojos podían traicionarla.- ve a leer tu libro…- le sugirió volviendo a sonreír para esconder sus sentimientos.-

Ese día fue terrible, cada ves que miraba su teléfono sentía que él la iba a llamar, pero eso nunca pasaba… ¿Por qué no le regresaba sus llamadas?. Pasaron las horas, los niños se comportaban tan bien que incluso le daba tiempo a pensar en más cosas que solo trabajo, lo bueno es que la hora de salida llego y poco a poco el salón se fue vaciando. Solo quedaron la dulce maestra con su fiel alumno, el pequeño andaba tras los pasos de ella y GaEul intentaba lucir como siempre feliz y dispuesta a jugar con él, estaban divirtiéndose con los títeres cuando el sonido del teléfono de ella comenzó a sonar, busco en su bolsillo nerviosa y alegre, debía ser él.-

-hola…- le dijo mientras sonreía feliz, estaba esperando escucharlo…-

-Hola.- le dijo preocupado.- siento no haberte llamado antes, pero estaba muy ocupado.-

-sí…- le dijo con decepción, no era JiHoo era YiJeong quien hablaba, volvió a sentarse.- me di cuenta…-

-¿GaEul sucede algo?.- pregunto algo preocupado, su voz estaba desanimada.-

-no… solo…- toco con sus dedos la cabeza, debía dejar de pensar en él… seguramente mañana estaría en la clínica y podrían hablar. Retomo sus ideas y entonces se acordó de los rumores.- YiJeong, necesitamos hablar…- le dijo seria.-

-¿ahora?...- intento parecer sorprendido, la verdad es que esperaba esa frase.-

-sí… es urgente.- le apremio y miro a Jung Nam que seguía toda la conversación con sumo interés.-

-¿puedes venir al museo central?, estoy algo ocupado pero si vienes podemos hablar…- le dijo mientras sonreía complacido.-

-iremos enseguida…- le dijo mientras bajaba la mirada al niño.-

-te espero…- le dijo mientras cortaba la llamada.-

Se miro en uno de los tantos espejos que decoraban el salón, no estaba tan ocupado para ir a buscarla, pero pronto lo estaría, justamente hoy se abriría al publico un nuevo salón dentro del museo, donde él daría la bienvenida al público y la prensa, un momento propicio para que todos vieran lo cercano que eran. Arreglo su corbata y salió a enfrentar las cámaras y micrófonos, siempre sabia que decir y como sonar encantador, pero sus pensamientos no estaban en esas palabras, su mente solo podía pensar en ella… este era el momento decisivo, ahora tenía la oportunidad de recuperarla.

GaEul llevo a Jung Nam a conocer el museo central de Corea, propiedad de la familia de YiJeong, era sabido por casi todo el mundo que él era un hombre poderoso, además de talentoso. Subiendo las escaleras noto que había más publico de lo habitual, quizás se debía a una nueva atracción y por eso es que YiJeong estaba tan ocupado. Paso dentro mirando de un lado a otro, tomando su tiempo para enseñarle a Jung Nam unas cuantas obras de arte, también de alfarería y otras cosas… el niño estaba encantado, nunca había asistido a un museo, mucho menos había visto tantas maravillas juntas. Estaba explicándole a Jung Nam como es que se elaboraban los jarrones de arcilla cuando YiJeong toco el hombro de ella, esa sonrisa que siempre brillaba se encontró con los ojos cansados de ella, aunque lucia de esa forma tenía el brillo tan peculiar que encantaba por su inocencia.

-lo siento… ¿te asuste?.- le dijo como siempre luciendo tan encantador.- ah… Jung Nam te está acompañando, que bien… espero que te gusten los museos.- le dijo mientras sonreía de medio lado y metía su mano en el bolsillo.-

-no… estaba distraída…- le dijo bajando la mirada, cada vez que lo miraba sentía culpa y le recordaba que no sabía nada de JiHoo.-

-aun no termino… ¿podrías esperarme unos 10 minutos?...- le pidió serio mientras miraba sobre su hombro, demasiado tarde para hacer un cambio de planes, al verla sintió que no era correcto seguir con su idea pero las cámaras ya dirigían sus lentes hacia ellos.-

GaEul asintió con la cabeza, solo para cerrar sus ojos, fue cegada por una luz blanca y antes de que volviera a abrirlos ya sentía murmullos y voces extrañas. No sabía que pasaba hasta que escucho la pregunta que menos deseaba escuchar.

-¿Srta. es usted la novia secreta del gran artista So YiJeog?.-

Las luces seguían proyectándose hacia ella, pero entonces YiJoeng la oculto tras su cuerpo, solo vio la espalda de su traje impecablemente liso, seguro él estaba acostumbrado a esto pero para ella… todo era aterrador, la idea de tener personas que se interesaran en su vida la volvía loca. Lo único que hizo bien fue tomar a Jung Nam por los hombros para dejarlo bien pegado a su cuerpo.

-por favor…- les dijo mientras se ponía nervioso al ver la insistencia de la prensa.- La Srta. GaEul no está acostumbrada a este tipo de intervenciones…- les dijo mientras sonreía tan encantador como siempre.-

-¿entonces son novios?...- le insistió otro periodista.-

-No, lamentablemente la Srta. GaEul solo es una buena amiga, una persona muy querida…- les dijo con pesar en su mirada.- por eso les pido que sean amables con ella.-

-¿Por qué dice lamentablemente?, ¿tiene que ver con las fotografías que los dan como pareja?.-

-por favor…- repitió con su vos amable.- responderé todas sus preguntas pero vayamos hacia la otra sala…- les dijo mientras se dirigía hacia el otro salón, no sin antes darle una mirada a GaEul, ella se veía tan asustada… ¿se había equivocado?.-

GaEul se quedo sujetando a Jung Nam, los dos estaban muy pasmado con lo sucedido antes, tanto que se quedaron un par de minutos quietos, se movieron solo cuando vieron que YiJeong volvía con una de sus manos en los bolsillos, no tenía la sonrisa de antes, más bien lucia algo apagado.

-siento… lo que paso…- les dijo a los dos, y luego se agacho para ver cara a cara al niño.- no lo esperaba…- le dijo sinceramente.-

-Descuida… nosotros estamos bien…- le respondió ella sonriendo, era hora de que Jung Nam volviera a casa y si él no tenía tiempo para hablar podrían hacerlo mañana.- YiJeong, debo llevar a Nam a casa…-

-entonces vamos…- le dijo de inmediato, no iba a pasar un día más sin ella.- los llevare y así podemos detenernos a comer algo y hablar… ¿te parece?.-

Los periodistas tomaron un par de fotografías más cuando los tres salieron del museo, a pesar de que el plan se trataba precisamente de hacerle saber al mundo entero que ella era la mujer que amaba, sabía que ella estaba afectada, sabía que quizás sus pensamientos no estaban dirigidos hacia él y que quizás… su corazón tampoco, esto le dolía… pero no más que hacerle daño. No era una molestia llevar al niño a su casa, deseaba agradarle al pequeño, pero este ya tenía a su preferido y como no, si JiHoo le había salvado la vida. Una vez que dejaron al niño el camino hacia el restaurante se hizo más incomodo, los dos permanecieron callados en el auto e incluso lo estaban cuando tomaron asiento en la mesa, se miraron y ella bajo la mirada… ¿Qué estaba pensando?, acaso era en él…

-GaEul…- empezó a decir y ella dejo su bolso sobre la mesa…-

-necesito ir al baño…- le dijo cortante mientras se levantaba pidiendo disculpas.-

Se quedo con las palabras en la boca, esa chica se estaba volviendo toda una experta en esa práctica, no le bastaba con tener su corazón en sus manos, sino que también tenía sus palabras. Pronto desapareció de su vista… ella era la única mujer que había amado en su vida, entonces… ¿Por qué le hacía daño?, no estaba jugando limpiamente con ella… ni siquiera estaba haciendo bien las cosas, pero este era el único camino que vio para llegar a tenerla. En eso sus pensamientos fueron distraídos por una melodía… ¿una canción de moda?, miro hacia el bolso de ella… estaba sonando y sonando, miro hacia la dirección de los baños, ella seguía sin aparecer. Sin querer ser un curioso, metió la mano dentro del bolso, si alcanza el teléfono bien, si no… pues lamentablemente perdería esa llamada. Para mala o buena suerte estaba justo en la entrada.

-buenas noches…- dijo en tono formal al apretar el botón.-

-¿YiJeong?...- no era la persona que esperaba respondiera.-

-JiHoo…- le dijo mientras miraba de nuevo en dirección al baño, era mejor que ella llegara pronto.-

-¿estás con GaEul?...- no podía ser… ellos estaban juntos. Se llevo la mano al cabello y lo sujeto con fuerza.-

-sí… estamos cenando pero…- le dijo mientras sentía remordimientos, quizás esta era su oportunidad.- quería…- la llamada se corto...- JiHoo…- le repitió mirando la pantalla, la llamada habia sido cancelada.-

En ese mismo instante aparecía GaEul con su rostro algo pálido y esos ojos redondos inexpresivos. Lo miro algo perdida al verlo sujetando su teléfono, pero el cansancio, la tristeza o quien sabe que… no la hizo cuestionarse esa acción.

-mi teléfono…- le dijo al llegar a la mesa.-

-era JiHoo…- le dijo sin mentiras, sin intentar ocultarle nada.-

-¡JiHoo!...- exclamo sorpresivamente alegre.- ¿Qué dijo?... cuando regresa…- le pregunto curiosa, seguro era muy temprano allá, por eso no la había llamado antes y ahora que los días del congreso habían terminado todo volvería a ser como antes.-

-nada…- le respondió dolido, no la había visto sonreír así… no por él.- corto…-

-¿Qué?... no… dijo nada…- repitió decepcionada, JiHoo no era el típico chico expresivo pero tampoco era tan frio… no con ella.-

Luego de hablar un poco y comer ambos se fueron por separado, GaEul no deseaba seguir molestando a YiJeong y además… tenía ganas de llorar, pero no podía hacerlo en frente de él. YiJeong se quedo más amargado que nunca, ya le había hecho daño a propósito a JiHoo pero esta vez… realmente deseaba deshacer el mal.

Esa noche fue tan largo y dolorosa, al otro día llevaba los ojos hinchados pero no fue el ultimo día que lloro, luego de intentar llamar varias veces a JiHoo y de ver que sus llamadas no eran si quieras tomadas en cuenta se canso, el plazo que él le dio se había vencido hace una semana… él… seguía sin presentarse en el consultorio, todos los días pasaba por fuera y sus puertas seguían cerradas, estaba tan desesperada que incluso iba a beber té con JiYeong, que curiosas vueltas daba la vida… hace un mes atrás no deseaba volver a hablar con él y ahora pasaba algunas tardes conversando de sus últimos cuatro años ausentes.

Es tarde como siempre iba caminando por fuera del consultorio cuando lo vio abierto, el corazón le dio un brinco y como un niño que entra a una dulcería busco intrépidamente por todos los rincones conocidos, necesitaba ver a su querido doctor, al que tanto extrañaba, pero en cambio solo encontró el rostro alegre de su mejor amiga.

-JanDi…- le dijo mientras la miraba curiosa, llevaba la bata de médico y una sonrisa de oreja a oreja.-

-¡GaEul!...- le dijo alegremente mientras corría a abrazarla, varias semanas había pasado desde que la vio por última vez.- estoy tan feliz…- le dijo mientras la soltaba.-

-¿Qué haces?...- estaba más confundida que nunca.-

-JiHoo me pido que me hiciera cargo de la clínica…- le dijo mientras seguía sonriendo y mirando el primer lugar donde su inspiración llego.- ¡Ah! amo este lugar…- le dijo mientras estiraba los brazos al techo.-

-¿Qué hizo qué?...- le pregunto mareándose un poco, no… ¿eso qué significaba?.- pero… él es el doctor de aquí…- le cuestiono sujetando su frente, estaba sintiéndose más mareada con la noticia.-

-¿GaEul… que pasa?...- le pregunto antes de que su amiga se fuera hacia él lado.-

Sentía los parpados pesados cuando intentaba abrir los ojos, seguro que había soñado todo eso… intento levantarse pero otra vez la sensación de mareo le sobrevino, era molesto sentir que el mundo giraba a su alrededor, pero era peor intentar abrir los ojos y no poder hacerlo.

-no te levantes…- le dijo su amiga.-

-¿Qué paso?...- le pregunto finalmente abriendo los ojos y suspirando, estaba agotada…-

-te desmayaste…- le dijo mientras ponía su mano en la cabeza.- aun que no tienes fiebre y tus signos están bien… creo que debe ser cansancio…- le dijo mientras sonreía.-

-¿JiHoo… donde esta?.- le pregunto mirándola.-

-en Inglaterra…- le dijo mirándola con curiosidad.- ¿Qué pasa?...-

-…- desvio la mirada, no sabía que decirle… ¿Qué estaba enamorada de él?, no… sonaría casi ridículo, menos a ella…- yo… pensé que iba a regresar en esto días…- le mintió cerrando los ojos.- estoy trabajando mucho y pensaba en hacerme un chequeo médico…-

-GaEul… no deberías trabajar tanto, puedes enfermar si no te cuidas…- le dijo comprensivamente.- pero si necesitas un chequeo médico yo puedo hacerlo, JiHoo no va a regresar a Corea hasta el próximo semestre…- le informo soltando una risa.- se quedara a tomar un curso completo en una de esas universidades extranjeras ajaja… él sí que es brillante.-

-¿Cómo?...- pregunto mirando hacia el vacio.-

-sí… le ofrecieron una vacante y acepto, creo que es lo mejor que le ha pasado… ya sabes lo mucho que ama ser médico y así tendrá más experiencia.- metió sus manos en la bata blanca.- mientras yo me hare cargo de todo lo que tiene que ver con la clínica…- la miro sonriendo.- dijo que estabas ayudándolo en las tardes, ¡así podremos estar juntas mucho más tiempo! como antes…- le dijo alegremente.-

-sí… - no debía llorar.- como antes…-

Al salir de la clínica solo pudo ir a una parte, al lugar donde sus desamores siempre eran escuchados, donde su corazón roto siempre encontraba consuelo, aunque solo fuera provisorio. El estudio de YiJeong estaba solitario, ¿Dónde estaba él?, miro cada una de las nuevas piezas de alfarería… todas tenían una extraña constitución, pero aun en su extraña forma eran hermosas y llamativas, este era el milagro de su mano… una mano que no podía hacer más que cosas hermosas como esas. De pronto empezó a llorar… ese llanto ahogado que brotaba desde el fondo de su alma, no podía ser detenido, solo escuchado y apaciguado con suaves caricias en su cabello y mejillas. Sin tener que pedirlas unas manos cálidas tocaron su piel húmeda por las lágrimas, levanto la mirada solo para encontrar la compresión en los ojos de YiJeong, él… de todos los hombres que había conocido y de los que se había enamorada JiHoo era el primero en abandonarla sin motivos.

-lo siento…- le dijo él mientras la abrazaba y escuchaba su llanto, él era responsable de ese dolor y también podía detenerlo… pero tenía miedo de perderla, tenia tanto miedo de terminar solo y sin su amor que prefería arriesgarse a vivir un tiempo más en la mentira.-

JiHoo tocaba su pecho una y otra vez, ese dolor que se había formado hace unas semanas no desaparecía, no había nada malo en su cuerpo, se había hecho algunos exámenes para asegurarse, este dolor que seguía molestándolo y que lo despertaba en las noches era solo el dolor de un corazón roto. No había creído completamente en las palabras de YiJeong, sabía que de todos sus amigos el más traicionero era él, pero si había respondido el teléfono de ella no era por mera casualidad… ella seguramente estaría mejor con él, podía ofrecerle cosas… su cariño, intentar cambiar y hacerla feliz. Pero no él, solo tenía para ofrecerle dolor… todas las personas que amaba terminaba de alejándose o perdiéndolas definitivamente, era su destino estar solo y por fin lo había comprendido, después de tanto dolor y seguir aguantando la angustia en su cuerpo lo había aceptado, se estaba resignando a la idea de que GaEul era la mujer de su vida. Pero para eso necesitaba tiempo y distancia… para poder verla en los brazos de YiJeong y no sentir que su vida no tenía sentido.