“hyunjoong que tal  si…. Jugamos a las escondidas” decía Somin animosamente

“no,  que tal si mejor cruzamos la carretera para ver  el bosque“

“NO, papa me mataría si se enterara que cruzamos la carretera, además es muy peligroso”

“que ases con mi gorra” vino disgustado, Yong Hwa

“No es tuyo”

“dámelo es mío”

“no te lo daré”

“dámelo o sino le diré a mi padre que dijiste que me votarías a la calle cuando el muera”

“es mentira yo nunca dije eso”

“claro que  no lo dijo” entonces intervino Somin

“Tú nunca tuviste padre y no vas a tener al mío” dijo esto lo empujo haciéndolo caer entonces trato de pegarle con una piedra en su cabeza a lo que Somin intervino

“quieto, no lo hagas lo vas a matar, suéltalo……….. Le voy a decir a papa te castigara por esto”

“no podrás acercarte a papa, no oíste lo que dijo el Dr. Choi” diciendo esto se marchó.

“Hyunjoong estas bien?”

“como podre vengarme,  no importa el tiempo que pase con tal de poder vengarme”

“Si quieres podemos cruzar la carretera “

“no”

“por favor ¿sí?”

“ahh, está bien vamos”

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Los cruzaron la carretera y fueron hasta el fondo del bosque y se encontraba una roca gigante, pero lo más extraño aun es que tenía la forma de un castillo pequeño.

“oh, es hermoso hyunjoong parece un castillo”

“si parece un castillo pequeño”

“que este sea nuestro castillo, nuestro no lo dejemos jamás”

“tienes razón Somin este es nuestro reino nos quedaremos aquí hasta la muerte”

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Pero la desgracia se ensañaría pronto con la familia. El Sr. Jung se encontraba enfermo, al borde de la muerte.

“¿Cómo esta doctor?” preguntaba la Sra. Ga In

“Descansa en paz”

 “no, no “decía Ga In junto a Somin llorando

“pueden subir arriba, para rezar por su alma, Bong Ho alista el ataúd y también el auto para llevarlo”
Ga In y Somin subieron al cuarto solo quedaron en la sala Hyunjoong y Yong Hwa

“Ya no te queremos con nosotros, mi padre ya no oirá otra de tus intrigas. Ve a ayudar a Bong Ho a traer el ataúd y limpia el auto para el funeral, ahora yo soy el amo”

Hyunjoong no podía hacer nada más que obedecer sus órdenes ya no había nadie que lo proteja como lo hacía el Sr Jung. Estaba solo.