Abrió sus ojos lentamente observando con atencion su alrededor quería cerrarlos y no saber nada del mundo, suspiro cansadamente y giro su cuerpo solo para encontrar la cama vacía, él tenía un mes evitándola; desde hace un mes que ya no se iban a dormir juntos, ya no comían juntos y cuando despertaba él ya no estaba ahí, tampoco podían mantener una simple conversación siempre terminaban gritándose, él se iba y ella terminaba  llorando en un rincón, quería terminarlo ya no quería saber nada de él pero aun lo amaba.

       Se levanto de la cama se arreglo tomo su teléfono y le mando un mensaje citándolo en ese lugar tan especial para ella, salió en su encuentro. Tenía miedo de verlo y no encontrar  ningún sentimiento en sus ojos, de ver como poco a poco para él  ya no era más que una extraña, sintió su corazón oprimirse cuando lo vio caminar hacia ella, dudando lo tomo por el brazo y juntos comenzaron a caminar. Como era costumbre para ella comenzó a contarle todo lo que había pasado en los últimos días; las charlas con sus amigas, las comidas con sus compañeros de trabajo pero él seguía sin prestarle atencion su corazón dolió, se había vuelto tan serio de la noche a la mañana ya no había frases bonitas ni esos pequeños detalles que atrapaban su corazón y la dejaban con un dulce sentimiento ahora todo era tan monótono sin sentimientos, pura costumbre.

     Comenzaron a caminar entre las calles llenas de gente, todo parecían cansados mostrando esas caras en blanco que demostraban cuan cansados del mundo estaban, decidió ignorar sus caras de fastidio y continuo hablando era consciente de que él no escuchaba nada de lo que decía podría jurar que él ni siquiera había notado que estaba junto a él. Choco con una mujer que pasaba a toda prisa, cayendo estrepitosamente pero él en ningún momento se giro a ayudarla, siguió caminando mientras ella lo veía tristemente, sonrió de una manera amarga y con el poco orgullo que le quedaba se puso de pie y lo siguió, era una tonta por seguirlo pero tenía que haber una forma de arreglarlo aun tenía una esperanza.

       Llegaron a su departamento, él se sentó cansadamente en el sofá quitándose el saco colocándolo  a su lado, ella entro dudosa siguiendo sus pasos  ocupando el lugar a un lado de él, quería hablarle pero a las primeras palabras el teléfono de él comenzó a sonar dejándola con la palabra en la boca él se apresuro a contestar, lo vio hablar y se dio cuenta de que sonreía de la misma manera que hacía con ella la misma sonrisa que ya no veía desde hace un mes, deprimida paso sus dedos por el saco, acariciándolo. Cuando él termino de hablar le arrebato el saco de las manos apresurándose a salir. –“deberíamos terminar”- dijo ella débilmente, él ni siquiera lo dudo, -“supongo que ya lo has decidido”- y sin más salió del lugar, ¿como esa persona que en algún momento fue tan cálida la trataba de esa forma tan cruel?.

      Se sentó en el piso, se sentía tan triste pero por algún motivo no podía llorar o era que simplemente su corazón se había cansado de  estar sufriendo, se abrazo a si misma después de todo eso sería mejor, terminar todo y hacer como si nunca h hubiera pasado nada entre ellos, como si fueran extraños.