Había pasado la primavera brillante aquella en la que fue la última vez que hablé con Byul, todo dio paso a un verano lleno de esperanzas, pero también de ese gran silencio de nuevo.

Decidí ir a Jeju a solas a pesar de que mi hermana había insistido en acompañarme, yo decidí que realmente necesitaría buscar una conexión, una para volver a empezar, para volver a creer.

 Decidí que Byul debería desvanecerse de mi vida, al menos del lugar irrevocable que había usurpado hace años, no sería fácil, no cuando amarla todavía me resulta igual que respirar, los recuerdos siguen vivos en la memoria de mi alma, pero era hora de buscar la manera de guardarlo en el baúl de los recuerdos.

Soy recibido por un Jeju de atardeceres rojos, festivales de comida y personas amables.

Al llegar me siento en la arena, cierro los ojos y oro a algún Dios que pueda ayudarme a volver a empezar, dejo que la arena se hunda entre mis dedos, la brisa marina maravillosa golpean mi nariz y el sabor a sal se queda en mis labios, hace tanto tiempo no respiro así, y no vio un cielo tan azul.

Seopjikoji fue el lugar turístico que elegí en mi segundo día de vacaciones, a pesar de que el pequeño hotel donde me hospedo me ofrecía un tour, lo quería hacer sola. El sol brillaba en su esplendor mientras caminaba por un camino que  me dirigía al lugar donde ansiaba sacar fotos, la cima  de un risco, mientras caminaba  veía flores amarillas alrededor, no había demasiadas personas por ser día laboral, pero odie la elección de mis zapatos, tan incomodo, me siento en una de las bancas e incluso desde aquí puedo ver el paisaje inundado de aves volando, todo parecía sacado de una postal.

—Esos zapatos son una pésima elección para esta caminata— la voz divertida de Byul, un gorro en su cabeza y sus manos en los bolsillos de jeas cargo verde, parecían sacado de un kdrama  romántico.

Sorprendida por el hecho de que esto es real o producto de mi mente, la miro con confusión lo que hace que ella se ría.

Pienso que esto es una broma, o fui traslada a un mundo paralelo, la Byul de hace unos meses en la boda, me miró con amargura y dolor cuando se alejó, ¿dónde quedó? a cambio una Byul de mirada amigable y bromista estaba frente a mi.

–No tenía otro par, y pensé que no caminaría tanto—  me levanto, camino hacia ella, la miro sigilosa no pudiendo aun procesar que este aquí.

—De todos los lugares te tuve que encontrar de nuevo eonni –Su  voz se vuelve neutral seguimos paradas una ante la otra

—Aunque trato de correr, aunque trato de huir de alguna manera terminó encontrándote si no es físicamente lo haces en mis sueños, me sigo preguntando si valdrá la pena luchar contra el destino

Yo trago saliva incapaz de decir nada, me pica la garganta vine aq