La semana se había ido volando y el celo de Nayeon por fin había terminado, ya asistía a clases de forma normal, sin embargo, sentía que Mina quería decirle algo pero no se atrevía a preguntar, después de todo, si era sobre lo que pasó aquella noche, no sabría qué decir. Le era muy difícil mentir frente a la pelinegra y eso era malo para ella.

Mina por su parte, tenía dudas sobre esa noche, pues después de caer inconsciente, no supo qué pasó con los hombres que las molestaban. Siempre que quería preguntarle a Nayeon, ésta cambiaba de tema o se hacía la que no escuchaba.

Ahora estaban en el techo de la escuela como cada descanso, Nayeon tenía su cabeza recargada en el hombro de la más alta mientras vestía una de sus sudaderas y es que a pesar de que su celo había pasado, sentía una enorme necesidad de mostrarle cariño a Mina.

—¿Ya me dirás que pasó esa noche? —La pelinegra seguía insistiendo.

—Ya te dije que ellos se fueron, les dije que llamaría a la policía. —Estaba firme con su versión.

—Ellos gritaban desesperados, no creo eso.

Nayeon suspiró y se reincorporó un poco para ver a Mina.

—Pues fue lo que pasó, ya olvídalo, ¿sí? —Pidió acercando su rostro al contrario.

Sin poder detenerse, dio un pequeño beso en la mejilla de aquella. Mina se sonrojó por ello y bajó su cabeza tratando de ocultar su vergüenza.

—Bien, tema olvidado. —Murmuró haciendo sonreír a Nayeon.

Al poco rato, Chaeyoung y Jihyo se les unieron y pasaron el descanso platicando mientras desayunaban. Mina podía notar la cercanía de aquellas y sonrió pensando que su mejor amiga por fin estaba conociendo a alguien y se le veía muy feliz.

En el salón de clases, Jeongyeon miraba los asientos vacíos, le molestaba en parte que las omegas pasaran tiempo con aquellas humanas. Momo era más tranquila en ese aspecto, no le importaba que sus amigas tuvieran más amigas.

—¿Cómo puedes estar tan tranquila? —Preguntó Jeongyeon.

—Porque ellas también pueden tener amigas, deja de ser tan sobreprotectora.

—Pensé que Jihyo sería tu omega, ¿qué pasó con eso? —La castaña enfocó su atención en aquella pelinegra.

—Lo hablamos pero ella no siente nada por mí y está bien porque yo tampoco. Quedamos como amigas. —Se encogió de hombros.

—Debiste insistir. No van a conocer a otras alfas que no seamos nosotras. —Chasqueó su lengua—. Voy a cortejar a Nayeon.

—Ella te dijo que no lo hicieras.

—Ella no sabe lo que quiere, ella necesita una alfa que la proteja, que la cuide y siempre esté con ella.

Momo tan sólo rodó sus ojos negando y prefirió ya no decir nada, Jeongyeon podía ser muy determinada en lo que quería aunque eso le trajera consecuencias, ya sea buenas o malas.

—Entonces nos vemos en la noche. —Chaeyoung recordaba y las demás asintieron.

Habían quedado en ir a caminar al parque o donde fuera después del trabajo de Mina, sería más como una cita doble pero ellas insistían en que era una salida de "amigas".

Las cuatro ingresaron al salón para ir a sus respectivos asientos, todo bajo la mirada de una castaña que miraba a Nayeon y Mina con cierto recelo.

Al término de las clases, cada quién se fue a su casa, se reunirían en la bodega donde trabajaba Mina

Nayeon llegó a la casa y se fue directo a su habitación, buscaría qué ponerse para aquella salida con Mina y sus amigas, claro. Comenzó sacando la ropa que tenía, que tampoco era mucha pero ya vería cómo combinar algo decente.

Jeongyeon miró confundida la actitud de la rubia y se dirigió a Jihyo.

—¿Qué le pasa?

—No lo sé. —Se encogió de hombros—. Ah, te aviso que en la tarde saldremos.

—¿Irán solas?