El más veloz [1/1] | versión en español

The Fastest / El más veloz | Songfic | espanglish

“Me miras diferente, me abrazas y no siento tu calor.

Te digo lo que siento, me interrumpes y terminas la oración.

Siempre tienes la razón”

 

¿Qué estaba haciendo mal? ¿Era acaso su nuevo corte de cabello el problema? ¿Había hecho algo que a Taemin le disgustara? ¿Le había puesto celoso que acompañara a KiBum a elegir unos zapatos nuevos?

No lo entendía. ¿Qué había hecho de malo? ¿Qué estaba haciendo mal?

HyeRi secó una perlada lágrima que había escapado inesperadamente de sus grandes ojos marrones, dejando un débil rastro de maquillaje sobre su mejilla. No quería salir del aseo. Sentía el corazón totalmente vacío, aún zumbaban en sus tímpanos las últimas palabras que Taemin le dedicara durante la cena.

“Me da igual que me ames… No te da derecho a entrometerte en mis cosas”.

Dolía. Como una daga filosa que iba atravesando milímetro por milímetro su alma. Dolía demasiado. Taemin había cambiado demasiado durante los últimos dos meses. Tanto que a veces le costaba reconocerlo, o aceptar que las duras palabras que salían de sus labios eran dichas por el propio Taemin. De repente, no encontraba ningún objeto firme al cual aferrarse.

Se apresuró a eliminar el rastro oscuro de sus lágrimas sobre la piel de su rostro con un pequeño paño de papel, y volvió a mirarse en el espejo. Intentó sonreír.

Fue como si los hilos de los cuales pendía su sonrisa, se hubiesen roto. Ya no estaba ahí la fresca y alegre HyeRi, no había rastro de ella. Aún así, recobró fuerzas de donde no la tenía, y consiguió sonreír falsamente. Muy falsamente.

Alzó la barbilla, pretendiendo estar bien, se arregló la bonita blusa en tonos cálidos y brillantes, y salió del aseo rumbo a la sala de estar. Conforme iba avanzando por el pasillo, escuchó a Taemin hablar por teléfono con alguien, y un frío impulso la hizo detenerse y pegar su pequeña espalda a la pared.

—Ya nada es igual, hyung, ya no me siento bien con ella… —Taemin esperó la respuesta al otro lado del auricular antes de volver a hablar, y el corazón de HyeRi se paró en seco al escuchar aquella hiriente frase —. Hablaremos mañana, tengo la sensación de que estuviera escuchándome con la oreja pegada a la pared.

El corazón de HyeRi se rompió en mil pedazos. Y se deslizó hasta el piso, quedándose sentada, con las rodillas pegadas al pecho, y su bonita falda brumosa, aquella que había comprado especialmente para él, quedó esparcida como llanto amargo por el frío suelo.

Contuvo las lágrimas. Se tragó el dolor. Levantó la cabeza. Y se puso de pie. No.

 

“Tu libreto de siempre, tan predecible ya… ya me lo sé”

 

— ¿Tienes ensayos o algún evento hoy? —Se atrevió a preguntar HyeRi, mientras tomaba el desayuno. Como relojito, se despertaba todos los días a las seis de la mañana, cocinaba algo delicioso, y lo ponía en la mesa, para que cuando Taemin despertara, lo comiera con alegría. Pero en las últimas semanas, Taemin retiraba su plato y argumentaba no tener apetito. O no haber querido eso para desayunar. Por días se había preguntado, torturándose a sí misma, si había puesto demasiada sal, o si había quedado crudo… Pero ahora lo sabía. Y no sabía si era peor o no debería dolerle tanto.

—No, pero Minho-hyung quiere que lo acompañe a elegir un regalo de aniversario de bodas para Vreneli —Comentó con tanto entusiasmo como si fuese a rendir testimonio de homicidio. HyeRi sólo bajó la mirada, sin poder sostenerla más en aquél ser humano que, simplemente, no la quería más en su vida y no tenía el valor de decírselo a la cara.

—Ah… —Murmuró desganada —Entonces, ¿Regresarás tarde de nuevo? —Preguntó cómo no queriendo la cosa, temiendo que la respuesta fuese afirmativa, aunque fue lo que consiguió. Taemin llevaba semanas llegando pasadas las doce de la noche, cuando ella ya estaba dormida. O pretendía estarlo. Se colaba entre las cobijas, y se quedaba en la parte más alejada de ella. La evitaba. No la tocaba más. Ni siquiera le daba un beso en la frente de buenas noches. Y ya no dormía con su brazo bajo su cabeza.

—Muy probable. Onew-hyung se ha comprometido con Lenie, y querrá festejarlo, no me esperes despierta —Taemin se levantó de la silla del desayunador, dejando sus alimentos intactos nuevamente, tan sólo había bebido el zumo de naranja, pero tampoco había tocado la taza de café que ella le había preparado. Nuevamente se preguntó que había hecho mal, y el impulso de gritarle a la cara tuvo que tragárselo, sintiendo que sus ojos de inundarían de lágrimas en cualquier momento.

Oppa… —Musitó HyeRi, tratando de evitar que sonara como un sollozo—¿Qué sucede? ¿Estás molesto por algo, cometí algún error? Dímelo, dímelo para saber dónde tengo que controlarme… —Lo último lo dijo sin poder evitar que sus mejillas fueran cruzadas por dos largas y gruesas lágrimas transparentes. Sentía aquella opresión en la garganta, aquella abrumadora sensación de derrumbe.

No era algo que ella podía controlar, simplemente lloraba cuando se sentía fatal. Y en ese momento, se sentía poquito peor que eso. Quizás aquél talento innato y poco apreciado de provocar lástima y pena en otras personas al fruncir el entrecejo y mostrar sus lágrimas con facilidad, ya tenían cansado y aburrido a Taemin, y no calaban más en él… Cuando en días lejanos se habría apresurado a estrecharla entre sus brazos y secar sus lágrimas con sus suaves pulgares, hoy sólo la miró echando un bufido frustrado y se acercó para secar bruscamente una lágrima que pendía de su barbilla.

—No digas tonterías. No has hecho nada malo. Sólo estoy un poco cansado. Si vas a salir, recuerda cerrar el ventanal de nuestra habitación… Nos vemos.

Y depositó un gélido beso sobre su frente. HyeRi seguía mirando al vacío que Taemin había dejado delante de ella, aún cuando escuchó el portazo detrás de aquél hombre que alguna vez la quiso todos los días. Estaba tan… desconcertada y herida.

 

“Así que corre, corre, corre, corazón. De los dos, tú siempre fuiste el más veloz.

Toma todo lo que quieras, pero vete ya. Que mis lágrimas jamás te voy a dar”

 

—Y… ¿Él no te ha dicho nada? —Inquirió Vreneli, sorbiendo del popote de sufrappé helado, con sus grandes ojos color miel abiertos de par en par por la sorpresa —. Seguramente es el trabajo, Minho también ha estado muy estresado estos últimos días. Llega tan cansado que, a veces, se olvida incluso de cenar. No me sorprendería si se olvida de nuestro aniversario, pero sé bajo la presión que han estado los cinco…

—Yo… Unnie, no sé qué hacer. No creo que se trate de sólo trabajo… le escuché hablando con alguien… diciendo que ya no se sentía bien conmigo. Y yo… Yo le quiero, pero me niego a ser un estorbo para él, y si yo simplemente me voy sin decirle nada…

— ¡HyeRi-ah! Basta, deja de decir tonterías como esas. ¿Cuántos años tienes? ¿Cinco? No eres ninguna chiquilla para salir huyendo en cuanto sientas miradas aprehensivas —La riñó la pequeña extranjera, recordándole que lo que no tenía de estatura, lo tenía en carácter —Si crees que Taemin ya no te quiere, plántale cara, no te quedes callada y exige respuestas. No puedes escabullirte sin dar explicaciones o un buen golpe en los bajos, ¿Me oíste?

HyeRi quiso reírse. Pero al momento de tan sólo sonreír vagamente y arrastrar la mirada por todo el local donde estaban, se quedó congelada en su sitio. Si su corazón estaba intentando reunir las piezas desquebrajadas, esta vez se rompió por completo.

—Será idiota… —Escuchó la grave acusación de Vreneli que siguió a una brusca inspiración. HyeRi giró bruscamente la cabeza hacia el deformado rostro de su amiga, escondiéndose de la mirada sonriente de Taemin, que entraba junto a otra hermosa mujer detrás de él —. ¡Este mocoso me va a escuchar la boca! —Vreneli se levantó hoscamente de su silla, totalmente enfadada de repente, provocando un ruido seco que hizo que varias cabezas a su alrededor se enfocaran en su dirección. Y puso sentir entonces la mirada fría y filosa de Taemin clavada en su espalda como un puñal.

—HyeRi-ah… —Escuchó el suspiro sorprendido de Taemin a unos pasos de ella. Juntando las fuerzas que ya no tenía en su interior, cuadró los hombros y se puso de pie, apenas controlando los fuertes estremecimientos de su cuerpo, sintiendo como cada célula de su ser iba recibiendo el dolor del impacto, como puntiagudas agujas bañadas en miel amarga —. No...

Se giró hacia él, con los labios temblándole inevitablemente por el dolor y la rabia que iba acumulándose en su interior, creciendo como una bola de nieve cuesta abajo, y su mente se puso en blanco cuando se enfrentó a sus grandes irises marrones. Cerró uno de sus puños con fuerza… Y estampó aquella misma palma contra la perfecta piel leche de Taemin. Y salió a paso rápido del local. Aumentando la velocidad a medida que las lágrimas empezaban a escapar como gotas de lluvia de sus ojos.

Corrió, y corrió… Y corrió hasta que no pudo seguir corriendo. Se detuvo un segundo, se sacó los altos tacones que tanto odiaba, y siguió corriendo descalza, entre aquél tumulto de gente que iba y venía entre las calles de un absurdo Seúl.

Cuando se percató de que estaba en la estación del tren, se dio cuenta de lo mucho que había corrido, y de lo lastimados que estaban sus pies, con las plantas sangrantes y sucias. Aún sollozando y temblando de frío, se sentó en una de las bancas de la desierta estación. Se abrazó a sí misma, enterrando el rostro entre sus brazos y rodillas, y sus lágrimas volvieron a borronear el paisaje. Estuvo así largo rato, hasta que escuchó los pasos apresurados, golpeteando el piso de madera del exterior de la estación. No alzó la vista. No tenía caso.

—HyeRi-ah… —Murmuró Taemin, sofocado, con la respiración pesada y agitada, deteniéndose a un par de metros de donde ella estaba. HyeRi no le contestó. Ni siquiera se movió. Controló sus sollozos, y esperó. Pero por varios minutos, ninguna palabra más fue pronunciada por Taemin. Aquél hombre al que, de unos meses al presente, desconocía.

—Está bien —Dijo finalmente, tras casi una hora de tenso silencio. Levantó el rostro, seco y mallugado por el llanto, y lo miró a través de la cortina lacia de denso cabello negro que lo separaba de su imagen descompuesta —. No te voy a reclamar. Quizás fue mi culpa. Te quiero, pero no pienso retenerte a mí lado cuando no soportas tenerme junto a ti...

—No digas cosas como…

— ¡Y tú no me mientas más! —Bramó adolorida, interrumpiéndolo, incapaz de controlar el tono furioso de su voz—Cambiaste. Ya no eres el mismo. No me quieres más, no tienes que fingirlo. No voy a aferrarme a ti… Eres libre, simplemente corre lejos de mí, no voy a perseguirte…

—Te equivocas… Ella es una coordinadora, sabes que no soy así, yo jamás te sería in…

—Quizás —Lo interrumpió de nuevo con amargura—Pero ahora… No necesito tu compasión ni tu lástima. Ya no. Aunque no tengas nada que ver con ella… No niegues el hecho de que, por mí, ya no sientes nada… Sólo márchate —Las lágrimas volvieron a cegarla, bajó el rostro y se llevó ambas manos a la boca, para ahogar sus gemidos.

—Lo siento, el daño que te hice… HyeRi, perdóname… Perdóname… Algún día, sólo perdóname…

Y se dio la media vuelta para alejarse a paso lento pero firme. Y a media puerta se quedó su corazón, roto como un cristal frágil que cae al suelo con violencia. Preguntándose si alguna vez podría levantarse de aquella caída que su corazón acababa de sufrir… Con la partida de Taemin y sus fuertes pasos calándole los huesos… Desgarrándole lo que le quedaba de alma.

 

“Así que corre como siempre no mires atrás. Así que corre como siempre, que no iré detrás.

Lo has hecho ya, y la verdad… Me da igual”

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Comments

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MomoAsia
#1
Hi! ame este songfic <3 Tiene mi canción favorita y de paso a Taemin, aunque me dieron ganas de llorar también :/ por un momento me sentí Hyeri u.u Por fis escribe otros mas! ya sea oneshot,drabble, etc..Me encanta tu forma de redacción y ortografia^^ Bye salu2
Candyy
#2
Que triste pero hermoso. :')<3
Nunca he odiado a Taemin tanto. -___-
angelastyles
#3
OMG. I'm not fluent in Spanish at all, but thanks to Google Translator, I was able to read this :3 teehee
I love it! I love the emotion, and I feel so bad for both Hye Ri and Taemin. I can really feel the pain that Hye Ri is going through. Spanish or not, you are a great writer and I love it! I wish I could translate this to English so that other people can read it! ^^ It's well written and full of raw and evocative emotions. <3