—_Vamos TaeTae despierta_ .    Es cuche claramente la voz de Tiffany a lo que con lentitud fui abriendo mis ojos. — _Vamos Tae no seas una floja y levántate ya es tarde!_ . — Y nuevamente su voz volvió a rezumbar en mis oídos a lo que con cierta pereza me incorpore en la cama para caer en cuenta de algo — Fany. — Susurre notando que en la habitación solo reinaba la oscuridad. Lleve mis manos hasta mi rostro y allí di un par de palmadas en mis mejillas.-

—_Yah! Aun sigues allí? Vamos TaeTae, No seas una perezosa y levántate de una vez!_  . Su voz…Su dulce voz retumbaba en mi cabeza como tambores. — No sigas.. — Musite en voz baja. — _Porque no quieres que siga? No te gusta que te recuerde lo floja que eres, Eh?_ . —Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios para después negar con la cabeza. — _Entonces? Porque aun sigues allí como una tonta? Recuerdas que  prometiste ir hoy.._ . Luego que dijo aquello pude sentir como mi corazón se comenzaba a oprimir y las lágrimas amenazaban a salir. — Si..Lo prometí.. — Eso fue lo único que pude articular ya que un nudo en mi garganta hacia acto de presencian.-

 Me quede un rato más sentada allí en la cama para después levantarme y hacer las cosas que toda persona normal hacía en las mañanas; Bañarse, vestirse, arreglarse, acomodar su habitación y luego comer. Ya lista salí de la casa para ir a comprar unas rosas, pero no eran rosas normales, Eran rosas de color  rosado, las favoritas de Fany…De mi Fany. El lugar a donde prometí ir era un poco lejos así que subí a mi auto y me puse en marcha.

Mientras conducía los recuerdos invadieron mi mente y sin poder contenerme más las lágrimas que hace horas amenazaban con salir comenzaron a rodar por mis mejillas. Aunque ya a paso casi un año desde que mi Fany se fue de mi lado aun dolía, Dolía tanto hasta llegar al punto de desesperación, de querer gritar o inclusive en algunos casos querer golpear todo y mis nudillos eran testigos de eso.

No saben cuánto la extrañó, cuanto extraño su hermosa sonrisa o su rostro soñoliento, Aunque siempre puedo escuchar su dulces voz por las mañanas, no es lo mismo, No lo es! Solo hace que me duele más el no tenerla a mi lado. Solo quiero tenerla nuevamente entre mis brazo y respirar su dulce aroma, Poder decirle el cuanto la amo, Pero eso no se puede. Unos kilómetros más y ya había llegado al lugar, solo aparque el auto y en medio de un suspiro baje de este para encaminarme hasta el interior de aquel enorme cementerio donde solo se encontraba el guardia de turno en ese momento. Con una pequeña sonrisa lo salude antes de continuar mi camino hasta llegar.

—Aquí estoy como prometí. — Susurre antes ponerme de rodilla y quitar unas rosas marchitas que había traído hace uno meses atrás. — Te traje rosas, Son rosadas, como te gustan. — Sonreí para puedes dejarlas donde antes estaban las otras. — Sabes algo? Te extrañó mucho. Como quisiera volver  atrás y evitar aquel accidente donde lo perdí todo, donde te perdí  a ti. — Unas cuantas lágrimas cayeron de mis ojos  mientras cerraba con fuerza mis puños. — Te extraño mucho Fany.-

En ese punto ya tenía la vista completamente nublada y las lágrimas salían cada vez más y más. Siempre era lo mismo cada mes que venía aquí, Llorar hasta el cansancio y culparme de aquel accidente. Si tan  solo en aquella ocasión le hubiera hecho caso a Tiffany y nos hubiéremos quedado en casa como ella quería, Ella tuviera conmigo ahora, Tuviera mostrándome esa enorme y hermosa sonrisa con cual  cautivo mi corazón desde la primera vez que la vi en aquel parque.

Aunque ella ya no esté en mundo, Aun puedo escuchar su voz cada mañana, Ella sigue conmigo, a  mi lado y sé que siempre estaremos juntas como lo prometimos hace años atrás, Porque ella siempre fue y será mi primer y único amor. —Mi amada Tiffany la niña con la sonrisa más hermosa del mundo, espero que donde estés seas completamente  feliz, porque si tú eres feliz yo lo soy. — Susurre mientras limpiaba mis mejillas y una sonrisa se dibujó en mis labios. — Te amo. — Musite. — _Yo también te amo_.— Aquella pequeña sonrisa se hizo más amplia al escuchar su voz. — Nos vemos el próximo mes. — Y tras decir aquello me levante y Salí de aquel lugar sabiendo que ella siempre seguirá conmigo y eso me hacía más que feliz.