Éramos ella y yo en el pequeño mundo que habiamos creado juntas. En ese mundo donde no existía nadie más. El lugar donde podía ser yo y ella no trataría de juzgarme, más bien era mi apoyo y en la persona que podía confiar o al menos eso pensé. 

No se cuando cambio y fue apartandose de mi. No se el motivo de su abandono, nunca me lo explico por eso no supe entender la situación. 

De un día para el otro cambio o no me fije en las señales que estaban frente al mío, tal vez las ignore y por esa razón me encuentro en esta situación. 

Me dije a mi misma que ella regresaría y que todo estaría bien, trate de darme aliento para no desistir. Pero falle en el intento. 

El primer día fue doloroso, era como estar caminando entre cuchillos y aunque desangrara no moriría. 

Sabía muy bien que no regresaría pero mi tonto corazón no perdía la esperanza de volverla a ver, y que mi castaña me dijera que solo salió a visitar a sus padres y no había señal por alguna falla por eso no había podido comunicarse. Porque su ropa seguía aquí junto a la mía. Sus cosas no se habían movido del lugar donde ella siempre las colocaba. Su olor seguía en el aire y su escencia permanecía junto a mi. 

Pasó un mes y ella no volvió. Di todo por perdido. Comencé a resignarme. Quité las fotos, puse toda su ropa en fundas de basura, queme todo eso junto a los regalos que nos habiamos dado desde que iniciamos la relación. Todo eso lo deseche y me dolió pero sin embargo no llore. No le daría el gusto de verme destrozada. 

Otro mes más paso, perdí contacto con los pocos amigos que tenía y por desgracia eran los mismos amigos que compartía con ella esa es la razón por la que me aleje. 

Varias veces intentaron hablar conmigo pero yo los rechace, y de esa manera dejaron de insistir y se alejaron. Se esfumaron y no supe nada de ellos. 

Cinco meses habían pasado desde su partida, nose porque ese día decidí salir de casa. Mi corazón comenzó a latir como loco y mis manos sudarón y eso que hacía frío. Nos encontrabamos en epoca de nieve, pero sin embargo me sentía arder. 

Camine un buen tramo desde mi casa hasta el parque, pare cerca de un árbol y ahí a lo lejos la ví. No puedo describir esa sensación que me embargo aquel día, se veía hermosa y su cabello era negro. Tenía una gran sonrisa en el rostro, iba acercarme. Quería abrazarla y besarla, pero todo se vino abajo. Un chico se le acerco y la beso. 

Por primera vez en mi vida sentí como algo caliente caía por mis mejillas. 

Quizás fueron lagrimas contenidas de todo el tiempo que no llore o fue verla besandose con alguien más. Algún día lo sabré. 

Tal vez fue el magnetismo que sintió o fue la intensa mirada que tenía encima pero ella volteó y me vió. Su rostro era inexpresivo no había brillo en sus ojos cuando me miró y supe ahí que ella me había abandonado porque ya no me amaba. 

Pero fue muy cobarde para decirmelo. Y la odie por eso. Todo este tiempo me hizo pensar que yo era la culpable. Pero no, ella la tenía por cobarde. 

Así que tome lo poco que tenía de dignidad y me fui de ahi sin mirar atras. 

Pero sabía que no estaba bien, no me di cuenta de que mi tiempo vital se acababa en ese momento.

Solo sentí como algo metalico golpeaba mi cuerpo y salía disparada por el aire. 

Fue el destino quien quizó que me cruzará con ella de nuevo. Para verla, para amarla y odiarla. 

Solo escuchaba gritos pero eran tan ligeros que no dañaban mi audición, veía una luz blanca a lo lejos, me atraía hacia ella y me hacia sentir en paz. Creo que tal vez por fin descanzaría y ya no tendría dolor. 

Poco a poco comencé a cerrar mis ojos, tenía mucho sueño y quería dormir ya nada me detenía.

Y lo último que escuche fue su voz llamando mi nombre pero yo no respondí porque ya no habia fuerzas en mi, asi que cai derrotada en un sueño profundo del cual jamás despertaría.

Bueno aquí esta el oneshot.