—Dream in the rain. —Tarareaba la acaramelada terminando de aclararse el cabello. Apenas terminó de ducharse, se envolvió en una toalla y caminó a su habitación, cuando cerró la puerta de su habitación sin dejar de tararear inmediatamente dio un grito ahogado al voltear— Me cago en la... —Se muerde la lengua—, Casi me matas de un susto, Soojeong.

—Se que no soy tan bonita, pero no es para tanto. —Replicó la castaña tratando de parecer ofendida.  

—¿Que quieres, Kristen?

La castaña inmediatamente llevó una mano a su pecho tratando de parecer lo más escandalizada posible— ¿Acaso no puedo venir a ver a mi hermana mayor sin tener dobles intenciones?

Jessica en respuesta alzó las cejas con aquella mirada de "¿Enserio me harás ese truco a mi?".

Kristen resoplo.

—Vale... Me haz atrapado —Hizo un puchero—, Es que necesito que me lleves al centro comercial —Replicó enseguida colocando sus ojos de cachorrito—, Necesito una cosas y papá no puede llevarme, porque va a ver su partido de fútbol.

—Kristen... —Comenzó la acaramelada sacando de su closet una muda de ropa.

—Sica por fi por fi —Dijo haciendo aegyo—, Prometo no molestar en el camino... No mucho.

Jessica entre cerró los ojos.

—Sica por favor.

—Vale... Esta bien. —Se rindió.

—¡Si!

—Pero Krystal también va, debe dejar de oler libros y respirar algo de aire puro, ya debe de estar de color de las paredes.

—Vale —Dijo felizmente la menor de las gemelas sin importarle aquel detalle—, Eres la mejor hermana del mundo. —Exclamó besando sonoramente su mejilla.

—Vale vale, pesada —Dijo en tono risueño—, Ahora vete para que pueda cambiarme en paz.

—¡Como digas hermana! —Hizo un saludo militar antes de salir de la habitación dando saltitos mientras Jessica negaba divertida.

Kristen se lanzó al lado de su hermana gemela que como cosa rara estaba leyendo.

—Espejito espejito, ¿Que tan bella me veo hoy? —Preguntó la menor rodando para ver a la contraria.

Krystal despegó la vista de su libro para mirar a su reflejo.

—Tan bella como tu hermana. —Respondió siguiéndole la corriente. Como siempre lo hacia.

—Yo lo sabía. —Respondió chulesca— Arreglate, Jessica nos llevará al centro comercial. 

—¿Nos? —La castaña arqueo las cejas.

—En realidad solo quería que me llevará a mi, pero Sica teme que te vuelvas un objeto más de la casa. —Respondió con simpleza mientras iba al closet y le sacaba una muda de ropa a la contraria.

—No es para tanto. —Replicó enseguida.

—En realidad pensaba llevarte a la fuerza pero me ibas a golpear seguro. Como Unnie ya lo hizo, es decir que ya éstas obligada a ir, estoy fuera de peligro de que me golpees. —Repuso enseguida.

—Exageradas.

—Anti social. —Dijo para picar a Krystal.

—Y tu eres demasiado social. —Respondió chinchuda.

Kristen al contrario de enojarse, solo alzo sus cejas con picardía mirando a su hermana con una sonrisa ertida.

—Sabes que tengo un don para usar la lengua. —Contestó y tuvo que agacharse para evitar que la almohada de Krystal le diera. 

—¡Kristen! —Dijo ofuscada.

—¡Krystal! —Respondió de la misma manera con expresión risueña. Su hermana era tan fácil de picar.

Debo admitir que hasta enojada me veo adorable, los genes Jung pensó la menor con chulería.

—Eres insoportable.

—Y tu tan mojigata, nos complementamos. —Cerró el closet.

—¡No soy mojigata! —Dijo con mala expresión.

De nuevo el cúbito de hielo pensó tentada de la risa, Krystal debía aprender que esa mirada no funcionaba con ella.

—Es verdad, se me olvidaba que tan mojigata no eres. —Repuso con picardía. Y hay estaba Kristen el "Terremoto Jung". Tan brutalmente directa y sincera.

Krystal casi se ahoga con su saliva.

—¡Fuera! —Respondió mientras se ponía roja.

—Oh vamos Krystal —Se colocó las manos en las caderas—, No tiene nada de malo hablar de o, que además te recuerdo la misma Naeun pasó meses pegada a ti como una lapa, lo que me hace pensar que no solo yo tiene buenas habilidades lingüísticas.

Krystal término de sonrojarse hasta las orejas con los labios presionados.

Kristen salió corriendo a su habitación cuando su hermana comenzó a lanzarle cosas.

—¡Pero que violenta! —Exclamó corriendo— ¡Eso me demuestra que en otra actividades, de preferencia lingüísticas, no eres tan pasiva! —Siguió sin algún rastro de vergüenza.

—¡KRISTEN!

—No puedo creer que encerraras a Kristen en su closet. —Dijo Jessica con los hombros temblandoles, trarando de aguantar la carcajada que burbujeaba en su garganta.

—De tantos lugares, tuvo que escoger ese. —Dijo la menor con mala expresión y los brazos cruzados.

—Oh vamos Kris, no es tan malo —Respondió risueña Krystal—, Si solo fue media hora, comparados con los diez años que estuviste hay, no fue mucho.

Jessica tuvo que aparcar a un lado de la calle soltando la carcajada que llevaba aguantándose todo el rato.

—¡KRYSTAL!

Pensar que casi se agarran de los pelos en el auto pensó la acaramelada caminando tras sus hermanas que estaban tomadas de las manos mirando las diferentes tiendas como si nada hubiese pasado.

—Bipolares. —Murmuró la acaramelada quien sufrió daños colaterales de aquella casi pelea. Un rasguño y un golpe en el abdomen.

—Unnie. —Llamaron a la vez y Jessica alzó la vista con el ceño fruncido tratando de aparentar molestia, rápidamente la expresión cambio al ver una pequeña caja con el logotipo de su tienda favorita de donuts.

—¿Que pasa? —Preguntó con cautela la mayor.

—Queremos disculparnos por nuestra actitud en el auto. —Comenzó Krystal con tono avergonzado.

—Si eso. —Repuso con rapidez ganándose un golpe en la nuca por parte de Krystal—, ¡Que digo! Si Unnie disculpanos por ese comportamiento tan infantil. —Trató de arreglar con voz ahogada de los nervios al sentir la mirada amenazante de Krystal.

Por otra parte Jessica miraba la caja pensando cuando rayos las gemelas habían comprado aquello.

De seguro estaba tan metida imaginando como las mataba que ni me di cuenta cuando se fueron pensó Jessica.

—Esta bien. —Contestó con una tranquilidad pasmosa mientras tomaba la caja.

Krystal alzó las cejas.

—¿Seguro?

—Que si pesadas. —Le dio una mordida a su donut de chocolate— Iré con Yuri, ustedes traten de no quemar nada. —Respondió antes de irse.

No pues de nada pensó Kristen.

Solo fue una vez, no sabíamos que el papel se encendía tan rápido pensó Krystal recordando aquel accidente.

—Bueno, iré un momento a la tienda de discos —Avisó Krystal luego de estar un rato en silencio—, Por favor ten cuidado y no te acerques a la tienda de animales. —Advirtió  antes de irse.

¡Y dale! No fue mi culpa ¡no sabía que los peces no se bañaban en agua caliente! Pensó la menor con culpabilidad y se encogió de hombros.

—Igual, Memo no era feliz, le hice un favor. —Trató de reconfortarse a si misma mientras empezaba a caminar.