espero que les guste :)

Yunho Jung se encontraba leyendo su periódico en su casa. Todo estaba tranquilo, su casa estaba en silencio, hasta que llegó cierta persona de apariencia mayor.

- ¡Yunho, Yunho! ¡Yah Yunho Jung! - gritó aquella persona mayor, ya que el señor no le hacía caso

- ¿Amor? ¿Qué pasa? - preguntó Yunho, dejando de leer aquel periódico que tenía en sus manos

- Ayer estaba hablando con mi amiga... - explicaba Ana Jung - Y ella me estaba contando que su hija ya tenía un novio y...

- ¿Y?

- ¡Jessica no tiene pareja!

- ¿Y? ¿Hay algo de malo?

- ¿Algo de malo? Es malo, acaso... ¿Quieres que nuestra hija esté sola toda su vida? –

- No lo va a estar, Jessica es... Jessica, ¿Quién no quisiera estar con nuestra y hija?

- ¡¡Yunho!! –

- No seas dramática mujer, sabía que tanto juntarte con los Hwang te iba a ser mal –

- Me da igual, ahora mismo voy a llamar a Jessica y voy a hacer que me presente a su pareja

- ¿Qué? ¿Estás loca? ¿Qué tal si ella está soltera?

- Pues... pues la obligaré a conseguir a alguien - dijo con firmeza la señora Jung.

- Acuérdate que pasó cuando presionaste a Wheein, ¿Te acuerdas? Ella...

- ¡No me hables de Wheein ahora! Eso es algo que se descontroló de mis manos –

- Entonces...

- ¡Nada! Ahora mismo estoy llamando a Jessica para que me presente a su novio o que se consiga uno.

Afuera de la casa Jung:

Jessica Jung caminaba hacia la entrada de la puerta de su casa, cuando recibió un texto, y con una sonrisa abrió aquel mensaje:

- ¿Qué te parece si hoy vamos a tomar un par de botellas de soju?

- Me encantaría ;) ;) - respondió con una sonrisa

- Bien, te espero Jess, puntual por favor :)

- No llegaría tarde si eres tú preciosa, espérame :)
 

Jessica veía su celular con una gran sonrisa, pero todo cambió, cuando alzó la mirada y vio como Ana Jung, su madre con el ceño fruncido

- ¿Por qué esa sonrisa, querida? - dijo la señora Jung y cruzó sus brazos, haciendo que se vea más aterradora que nunca –

 - Papá...- dijo Jessica para que Yunho la ayude, pero aquel hombre sólo desvío la mirada

- Papá estás tan dominado...- pensó Jessica

- Sólo veía los mensajes de...-

- De tu novio... - completó la señora Jung.

- ¿Mi novio? - dijo con duda Jessica - Ah... Sí, veía los mensajes que me ha mandado mi novio.

- Mierda, ¿En qué me estoy metiendo?

- Así que... ¿Cuándo lo vas a presentar?

- ¿Presentar? - dijo con nervios Jessica

- Si supieras mamá, que no me van los hombres...-

- Sooyeon, debes presentarlo, ya me estoy haciendo vieja y quiero nietos –

- ¿Nietos? - dijo asustada Jessica

- Ni loca, a mí no me gusta esa cosa que les cuelga, tampoco quisiera que me la metan, ni loca, prefiero a las mujeres, con sus ys, largos y finos dedos, que dentro de una hacen maravillas y...

- ¡¡Jessica Jung Sooyeon, te estoy hablando!!

- ¿Mamá? –

- Así que mañana me traes a tu novio y me lo presentas, ¿Verdad Yunho? –

- Ehh, claro - dijo el señor Jung - Lo que tu mamá diga

 - Pero papá...- Jessica lo miró con súplica, para que le dé un poco de ayuda

- Lo siento Sooyeon - dijo con tristeza el señor Jung - Mañana lo tienes que traer

- ¡Es por eso que Wheein se fue de esta casa! - gritó furiosa Jessica y caminó hacia la entrada de la casa - Algún día yo también me iré, seguiré los pasos de Wheein y me iré.

- ¡No hables de Wheein, ella ya no es una Jung! - gritó la señora Jung

- Bien, ¡Me voy! - gritó furiosa

- ¿A dónde vas?

- ¡Voy a la casa de Tiffany! ¡No me esperen! - miró a sus padres y salió de la casa

- ¡¡Mañana quiero que me traigas a tu novio!! ¡¡No quiero que regreses a casa sin él! ¡Te lo estoy advirtiendo Jung Sooyeon! - fue lo último que escuchó Jessica al cerrar la puerta.

- Algún día Jessica se va a revelar Ana, no la hagas enojar, a pesar de que Wheein era más noble y era la menor se fue, y Jessica extrañamente está soportando tu carácter - dijo Yunho Jung con el ceño fruncido y salió de la sala

- Yo sé por qué hago esto, solo yo sé - dijo Ana Jung con un suspiro

En otro departamento:

Cierta pelinegra se encontraba limpiando la habitación donde dormía, hasta que escuchó como el timbre de su apartamento sonaba constantemente.

- ¡Ya voy! - gritó aquella pelinegra, pero el timbre seguía sonando, haciendo que frunciera el ceño - ¿Quién es...? - preguntó al abrir la puerta y se sorprendió al sentir dos brazos que la envolvían - ¿Jessi? - preguntó confundida, sabía que Jessica no era de dar abrazos y ser tan cariñosa

- Sólo abrázame, Tiff - dijo en un susurro la castaña

- Bien Jessi, pero entra al departamento - jaló a la mayor y esta vez la envolvió en un abrazo - ¿Estás bien?

- Sólo necesito cariño, Tiff - respond