Comenzaba la tarde del día cuatro cuando escuché una fuerte discusión a las afueras de la habitación que Chaerin y yo compartíamos. Ella había ido a buscar nuestro almuerzo mientras yo intentaba descansar, pues al parecer estar muriendo y tener o con tu novia terriblemente ardiente al mismo tiempo es más que agotador.

Me levanté rápidamente y cubrí mi cuerpo con las sábanas.

No me importaba que Bom, Minzy y Sunny supieran que había tenido o con Chaerin. Nos habían escuchado después de todo.

— ¡¿Qué sucede acá?! —Pregunté alarmada a Bom, Minzy y Sunny, quienes estaban sentadas en el suelo jugando a las damas chinas. Chaerin reía a un lado, y tenía mi plato de comida entre manos.

De inmediato voltearon a  verme, y las cuatro abrieron tanto los ojos que pensé que se les saldrían.

Chaerin corrió rápido hasta donde yo estaba y se colocó frente a mí. Ella no quería que me vieran ni a mí ni a mi estúpida sábana con olor a o.

— ¡¿Es en serio, Chaerin?! ¡Ya todos la vimos!  —Exclamó Bom con los brazos cruzados. Estaba alzando una ceja y se veía algo molesta—. Eres una estúpida novia celosa y posesiva.

— Lo sé. Lamento si te molesta.

— A mí no me molesta —La tranquilicé mientras acariciaba sus brazos. No sabía que había pasado, pero no quería verlas pelear. Estábamos muriendo, y que muriéramos siendo infelices no era uno de mis deseos.

— ¡A ti solo te importa que te de o todas las noches, Dara! —Exclamó Bom con furia.

Mala idea.

— Vuelve a hablarle así y te partiré la cara —Amenazó Chaerin apuntándola con su dedo. Sé que Bom no lo dijo con mala intención, pero supongo que mi novia estaba alterada en ese momento.

— ¡Basta! —Esa fue Sunny. No habría esperado menos de ella.

— ¡Ella fue quien inició todo esto! —Chilló.

— Es una estupidez pelear por algo así, Bom.

— ¡Tú también estabas enojada!

— Lo estoy, pero no por eso voy a golpearla hasta la muerte... Y tú también deberías calmarte un poco, Chaerin.

— ¡Yo me calmo cuando...! —Empezó a gritar Chaerin.

Digamos que tenía problemas de ira.

— Hazle caso a Sunny, amor —Susurre mientras apoyaba mi mentón en su hombro. Quería abrazarla, pero mis brazos estaban demasiado ocupados manteniendo las sábanas en su lugar, y haber permitido que ésta se cayera solo la habría alterado más.

— Está bien —Suspiró mi novia.

Bien. Otra guerra había sido evitada.

— Ahora van a contarme qué sucedió —Dije mientras me sentaba en el sofá y reacomodaba la sábana. Chaerin se aseguró de que se mantuviera en su lugar.

La entiendo. No me habría gustado que nadie, ni siquiera mis amigas, vieran su cuerpo.

Ella era solo mía.

— Sun, Min y yo estábamos jugando a las damas chinas —Comenzó a explicar con furia mi mejor amiga— cuando tu novia vino a buscar tu comida... Supongo que estaba muy necesitada de otra ronda contigo en esa puta cama, porque no vio donde pisaba y nos tiró el juego... ¡Y yo iba ganando!

— ¡Por Dios, Bom! ¡Estaba ganando yo! —Se quejó Sunny con evidente molestia.

Quise abofetearme al instante. No podía creer que pelearan por algo tan estúpido.

— ¡Ni siquiera nos pidió perdón! —Se quejó mi mejor amiga.

— ¡Es solo un juego, Bom! —Intentó justificarse mi novia.

— ¡Justicia! —Exclamó Sunny.

Creo que si Minzy se hubiera levantado del suelo y hablado habría estallado la tercera guerra mundial en esa pequeña área de aislamiento.

— Chae, mi amor, discúlpate... —Le pedí suavemente.

Puede que me aprovechara del poder que tenía sobre ella en ese momento, pero el hambre me estaba matando y necesitaba que aquel conflicto se solucionara rápido.

— Pero Dara...

— Discúlpate y promete que la próxima vez serás más cuidadosa.

— Pero...

— ¡Maldita sea, Lee Chaerin, tengo hambre!

Ella simplemente se cruzó de brazos y resopló antes de mirar a Bom, Sunny y Minzy, ésta última sentada en el suelo con un semblante amenazador.

— Lo siento. La próxima vez voy a fijarme bien en su estúpido juego.

— ¡Dara! —Chilló Bom.

Las quería, pero debo admitir que me daban dolor de cabeza algunas veces.

— Ya tuviste lo que querías, Bom. Ahora déjala en paz. Tengo hambre.

— No me vengas con eso —Murmuró Sunny—. ¿Cuántas veces te comiste a Chaerin en la madrugada?

Todas miramos a Sunny con los ojos completamente abiertos.

Chaerin se sonrojó, y creo que yo también. Minzy comenzó a reír.

— ¿Qué? —Preguntó Sunny seriamente ante nuestra graciosa reacción— No es como si no supiéramos que tienen o cada vez que pueden.

— ¡Por la Santísima Trinidad, Sunny! —Esa fue Bom, siempre exagerando— Tú eres un ángel. No puedes hablar de estas cosas. Está prohibido.

— No soy ningún ángel, Park Bom—Murmuró mientras elevaba una de sus cejas—. ¿De dónde crees que salió, Seo? ¿Crees que es producto del Espíritu Santo?

Creo que el estar muriendo, el poco espacio y la reciente pelea la estaban volviendo un poco loca.

— Puedo darte detalles de cómo Taeyeon y yo creamos a Seohyun si es lo que necesitas...

— ¡No! —Se negó de inmediato Bom. Se veía completamente aterrorizada.

Yo también lo estaba, así que rápidamente me dirigí a nuestra habitación.

Chaerin me siguió, pero no sé si lo hizo porque tampoco quería escuchar las experiencias uales de Sunny o porque lo que más amaba en el mundo era estar a mi lado.

— Aun no puedo creer que pelearan por algo tan estúpido —Me reía mientras volvía a recostarme en la cama y reacomodaba la sábana sobre mi cuerpo.

—Sé que fue algo estúpido, pero Bom empezó todo esto. Yo solo estaba intentando defenderme—Intentó justificarse—... ¡Me llamó pasiva! ¡Pasiva!

Reí ligeramente porque me parecía increíblemente gracioso que mi mejor amiga hiciera enojar  a mi novia con algo tan pequeño.

— Aun tengo tu almuerzo acá —Dijo Chaerin después de unos minutos mientras se sentaba a mi lado en la cama. Yo coloqué mi cabeza sobre sus piernas y le permití acariciar mi cabello con su mano libre.

Se sentía increíblemente bien.

— Aliméntame —Supliqué sentándome en la cama, junto frente a ella, y haciendo el mejor de mis pucheros. Llevé la sábana conmigo. No quería distraerla.

Ella terminó cediendo.

Luego de alimentarme y regalarme unos cuantos increíbles besos, Chaerin se quedó dormida.

Supongo que la noche anterior le estaba pasando factura después de todo.

Yo decidí ir a bañarme, y mientras el agua golpeaba la sensible piel de mi espalda me permití suspirar mientras recordaba el comienzo de mi historia con Chaerin.

El principio del fin.

Tenía catorce cuando papá me cambió de colegio por asuntos de trabajo.

No me desagradaba la idea, pues en ese estudiaba Bom, mi mejor amiga. Allí conocí a Minzy, quien se llevaba increíblemente bien con Bom a causa de su amor incondicional a Beyoncé, y también a Sunny, quien trabajaba en la biblioteca escolar.

Fue allí donde vi a Chaerin por primera vez, y jamás imaginé que se convertiría en el primer y último amor de mi vida.

Yo estaba en la biblioteca buscando un libro de historia cuando la vi a mi lado.

No sé si buscaba el mismo libro que yo