Preparen los pañuelos y el helado... :'v

No conté cuantas veces hicimos el amor ese día, pero debieron de ser varias tomando en cuenta que solo salimos a almorzar y cenar y que al siguiente día estaba tan cansada y adolorida que me fue casi imposible levantarme.

Comenzaba el día tres.

- Por favor -Supliqué a Chaerin mientras colocaba mis brazos alrededor de su cintura. Ella estaba intentando levantarse, pero mi peso sumado con su propio cansancio no se lo permitían-. Cinco minutos más...

- Eso dijimos hace cinco minutos, amor -Bostezó-. Tenemos que desayunar.

- Por favor. Estoy cansada... Y todo por tu culpa -La acusé.

- ¿Mi culpa? -Preguntó intentando fingir estar ofendida-. Fuiste tú quien quiso continuar luego de la cena.

- Sí, pero tú empezaste todo esto -Me justifiqué-. Y eres tan jodidamente y que no pude resistirme -Agregué. Habría hecho algún tipo de movimiento tentador de no haber estado tan estúpidamente cansada.

- ¡Lee Chaerin! -Escuchamos gritar a Sunny tras la puerta mientras la golpeaba con todas sus fuerzas. Para ser una chica bajita tenía una voz bastante intimidante cuando estaba enojada- ¡Más te vale sacar a tu novia de allí o iré yo misma! -Amenazó- ¡Tengo hambre! -Lloriqueó finalmente.

Creo que sus amenazas fueron suficiente para Chaerin, pues en menos de lo que pensaba ya se había levantado y estaba vistiéndose. Ella me ayudó en la tarea, y sé que se esforzó mucho, pues su especialidad era desnudarme.

- ¡Buenos días, Chaera! -Nos saludó Bom con una sonrisa- ¿Tuvieron una buena noche?... Sé que sí, las escuche...

Me sonrojé de inmediato y miré el suelo con nerviosismo.

— ¿Podrían pensar en nosotras la próxima vez? -Preguntó Sunny. De inmediato abrí mucho los ojos, y Chaerin hizo lo mismo que yo. Estábamos sorprendidas por su petición-¡Ew! ¡No de esa forma! Lo que quise decir es que no pudimos dormir bien porque los gritos de ustedes dos se escuchaban hasta en la Antártida... ¡Y ahora llegan tarde a comer!

- Lo sentimos -Murmuré suavemente.

- Lo único que sentiste anoche fue a Chaerin en...

- ¡Basta! -Exclamó mi novia-. Es hora de comer, no de hablar.

Y Bom solo le hizo caso porque ella también tenía tanta hambre como Sunny.

Chaerin fue a hablar con Min, quien estaba en un rincón del lugar comiendo los emparedados que nos habían dado. No creo que Minzy le haya dicho alguna palabra, pero Bom, Sunny y yo la vimos sonreír.

- ¿Ni una palabra? -Pregunté- ¿Ya intentaron hablarle de Beyoncé o...?

- Yo lo intenté -Murmuró Bom tristemente-.Ni una palabra.

- ¿Y no intentaron conversar con ella sobre sus sentimientos o...?

- Lo intenté. Sabes que soy buena para eso -Dijo Sunny con melancolía-... Pero ella solo escucha, Dara. Es como si el Virus Letal le hubiese cortado la lengua.

- Tal vez... Deberíamos intentar algo más.

- ¿Algo cómo qué? -Preguntó Bom con curiosidad.

Les conté mi plan rápidamente, y no sé si aceptaron porque era bueno o porque era el único que teníamos.

Caminamos lentamente hasta donde Chaerin y Minzy estaban y nos sentamos junto a ellas. No hace falta decir que yo me coloqué al lado de mi novia, pero sí que me abracé a su cintura y deposité un tierno beso en su mejilla.

No sé qué le había dicho Chaerin antes de nuestra llegada, pero ella tenía una ligera sonrisa en el rostro.

- ¿Qué sucede? -Nos preguntó mi novia con preocupación.

- Queremos hablar con Min -Contestó Bom de inmediato mientras miraba a nuestra callada amiga.

Bom y ella solían llevarse muy bien antes de que nos contagiáramos. Hablaban de Beyoncé todo el día, y se reían como locas por cosas que solo ellas entendían.

Supongo que la extrañaba.

Minzy nos miró con confusión.

- No tienes que decir nada si no quieres, pero necesito que asientas o niegues con la cabeza a las preguntas que vamos a hacerte-Murmuró Sunny suavemente mientras acariciaba la mano de mi amiga.

-Necesitas desahogarte, Min-Dije.

Y ella no se negó ante esto, pues era cierto.

- ¿Estás bien? -Preguntó Sunny dulcemente.

Minzy negó con su cabeza y miró el piso tristemente.

Claramente no lo estaba, pero necesitábamos que ella lo admitiera.

- ¿Extrañas a Daesung? -Quiso saber Chaerin.

Daesung era el novio de Minzy y primo de Bom. Él trabaja en un depósito, y su relación iba bastante bien... O eso era lo que creía.

Mi amiga asintió lentamente, y sabía lo que sentía.

Yo también habría extrañado a Chaerin de haber estado sola en el área de aislamiento.

- ¿Crees que podamos salvarnos? -Esa fui yo.

Ella se negó.

En ese momento no supe si era positivo el saber que era realista o negativo el que no tuviera esperanzas.

- ¿Tienes miedo? -Interrogó Bom.

Y Minzy asintió rápidamente antes de lanzase a llorar sobre los brazos de mi amiga más alta.

Sunny también la abrazó, y Chaerin y yo nos sumamos.

Y en medio del abrazo las cinco lloramos, tal vez porque realmente lo necesitábamos.

- Esto es una mierda -Solté. Y era exactamente lo que pensaba.

- Espero que quien haya creado este estúpido virus este pudriéndose en el infierno -Dijo Bom entre dientes.

- Odio esto. Lo odio -Siguió Chaerin, y podía sentir sus lágrimas humedeciendo mi hombro a través de la tela de mi holgada camiseta gris.

- No quiero morir -Sollozó Sunny. Ella jamás guardo rencor por el creador del virus ni por la vida, pues era demasiado buena para eso. Ella solo quería tener un poco más de tiempo.

Minzy se quedó callada nuevamente, pero sé que pensaba lo mismo que nosotras.

- Rompamos algo -Sugirió Bom-. No creo que vayan a decirnos nada... Estamos muriendo de todas formas.

Todas aceptamos.

Yo quería romper algo, y Chaerin, Bom, Minzy e incluso Sunny lo querían también.

Necesitábamos romper algo.

Necesitábamos deshacernos de la ira.

Chaerin fue la primera.

Tomó uno de los platos del desayuno y lo lanzó contra el suelo, haciendo que este se rompiera en mil pedazos. Bom hizo lo mismo con el suyo, y el resto de nosotras la imitó.

También volteamos los sofás y rompimos el cuero de estos. Pateamos las paredes y gritamos tan fuertemente que terminé con un terrible dolor de garganta.

A la hora del almuerzo comimos tan rápidamente que cualquiera habría pensado que íbamos a morir ahogadas, y al final rompimos los platos, los vasos y arrojamos las sobras.

- ¡Bom! ¡Cuidado con tu cara! -Exclamó Chaerin, y antes de que nuestra amiga se diera cuenta ya había un montón de restos de comida en su rostro.

- ¡Vas a morir, pasiva! -Gritó mi amiga mientras perseguía a Chaerin por toda la habitación.

Bom usaba cualquier tema molesto para fastidiarla.

- ¡Vamos, Bom! ¡Métele la comida por la nariz! -Esa era Sunny. Jamás creí que fuera una chica violenta, pero creo que el que estuviésemos rompiendo y pateando cosas durante toda la mañana le afectó un poco.

Bom por fin logró atrapar a Chaerin y la colocó contra la pared mientras le llenaba el rostro con las sobras del almuerzo.

Se alejó con una sonrisa triunfante y un brillo travieso en la mirada.

A veces Bom era como una niña amante de las travesuras que no se rendía hasta conseguir lo que quería. Y a mí me encantaba esto de ella.

- ¡Chaerin! -Grité. Quería divertirme un poco antes