Ellos

TRES por TRES


ELLOS

 

Él, 27 años. Cursa el 6°to ciclo de Administración de Negocios
 

Habían transcurrido unos cuantos minutos desde que había despertado, recostado aún en su cama mantenía una amplia sonrisa. Las cosas salían como quería, todo había tomado el rumbo que siempre quiso, pero que por un determinado tiempo no fue.
 
Permaneció recordando todo lo que en un momento vivió, sin embargo, su sonrisa fue desapareciendo poco a poco, tenía que admitir que por más que hayan pasado los años aquellos eventos lo marcaron, fueron demasiadas cosas para alguien tan joven. Quizás otras personas habían sufrido más que él, pero eso tampoco quitaba que él haya sentido el dolor que sintió. Sus amigos fueron parte primordial para salir adelante, sin ellos, no sabría en que él hubiese terminado.
 
Pensar en ellos hizo que su rostro volviera a iluminarse, agradecía eternamente tener ese tipo de personas cerca a él, ellos hacían su vida más fácil, y mucho más divertida.

Hace no mucho, había tenido una excursión a las montañas con ellos. Pero sin saber cómo, tuvieron la suerte de terminar en una fiesta. La casa de campo de uno de sus compañeros de facultad estaba cerca de donde ellos estuvieron, y no desaprovecharon la oportunidad de asistir. Una fiesta antes de ingresar a clases no caía mal.
 
 
Otro recuerdo de aquel día llegó a su mente. En ese tipo de fiestas, no pensó encontrar a alguien que era cercano a una de sus amigas. No le gustó la forma en la que le encontró, casi sin poder sostenerse en pie, pero al lado de otra mujer que no era la que él conocía.
 
¿Tenía que avisarle a ella? Lo dudó, quiso, pero era a su vez consiente que ellos estaban distanciados. Era lo habitual en ellos, así que decidió no hablar.
 
Así que, con aquella idea salió de su cama en dirección al baño, tenía que asistir a clases, era su penúltimo año, y tenía que seguir con su vida. No era su problema.
 
 
 
 
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Él, 22 años. Nuevo estudiante de la carrera de psicología.
 
 
 

El moreno, leía con lentitud aquel libro sobre sus manos, repasaba lo que estaba inscrito en el, su apariencia con su intelecto no encajaban con el cliché de estudiante, pero era algo que lo dejaba sin cuidado. Su vida, sus decisiones.

Dejó de leer unos instantes aquella lectura para centrar su atención en su hermana mayor. La rubia, hacia su gran entrada al salón, tenía un gesto serio y preocupado a la vez, pero que al verlo, su mirada suavizó. Su apariencia, al igual que la de él, no aparentaba su edad, era mayor, sin embargo, eran el sin fin de número de veces que lo habían tomado a él como el mayor.
 
— ¿Ahora sí estás lista?—Comentó con un pequeño dejo de diversión, puesto que, hace no más de un cuarto de hora, al querer despertarla terminó recibiendo un fuerte impacto de la almohada de ella.

La más baja, optó por asentir con su cabeza a medida que tomaba con rapidez el zumo de naranja que se encontraba sobre la mesa.

— ¿Eso es todo?—Levantó la voz en son de protesta—. Cada día estás adelgazando más.

— Te preocupas sin razón –sonrió. Tomó las llaves del vehículo que ambos compartían, para después lanzárselas a su hermano – ¿puedes conducir hoy? ¡No puedo creer que ya estás en la Universidad!
 

Con una tonta charla, ambos hermanos salieron de su hogar tomados del brazo en dirección al vehículo que esperaba por ellos unas plantas más abajo.
 
 
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Él, 24 años. Estudiante de tercer año de la facultad de Derecho.
 
 

A pesar de haberse mantenido largos minutos bajo el agua helada, seguía sintiendo su cuerpo más que cansado. Las vacaciones habían culminado, y con ello su diversión.

Empezó a vestirse, su primera clase empezaba en dos horas, pero tenía que estar con sus amigos con los que no tuvo contacto en verano, y pasar un momento con su novia.

Habían discutido hace unos cuantos días, ésta vez ella no se comunicó con él, y no estaba de más ser él quien la buscara esta vez. Nuevamente revisó su celular, no tenía mensajes de ella, pero tenía que darle la razón.

Sabía que se estaba comportando como un tonto con ella, el más reciente problema había sido porque él no supo defenderla de las bromas de sus nuevos amigos.
 
 
Ambos creían que la edad no era un obstáculo para el amor, pero aquel pensamiento que ambos guardaron desde tiempos atrás, empezaba a salir a la luz con los recientes hechos. Habían pasado por tanto en su relación, pero todo había cambiado en los últimos meses. El ingreso de él en la universidad había sido para ambos una excusa más para estar juntos, pero fueron las malas juntas que hicieron de él el hombre que era ahora.
 
Le destrozaba saber que la mujer que amaba sufriera por su culpa, pero no podía evitar sentir aquella adrenalina en su cuerpo cada vez que hacía lo que hacía. Era joven, y en el fondo sabía que estaba llevando su vida a la cesta.

Cerró los ojos y recordó la última fiesta de ayer, la disfrutó, la música, el alcohol, todo, todo fue genial. Pero a su mente llegó la imagen de ella llorándole y pidiendo que dejara de actuar así, ¡y así lo iba a hacer! La fiesta de ayer iba a hacer la última a la que iría. Prometía que iba a cambiar. O eso creía.
 
 
 
Deje su mensaje en la casilla de voz.
 
 
 
Ella le había cortado. Suspiró. Ella no quería hablarle. Pero ya tendría alguna oportunidad para que lo disculpara.
 
 
 
 
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Ella, 21 años. Nueva estudiante en la carrera de psicología.
 
 
 

Ambas hermanas, platicaban de charlas banales en el auto de su padre. Éste, sonreía ante lo que sus hijas decían. La mayor, le platicaba a la menor sobre lo que le acontecería en su nueva vida, mientras que esta o asentía o le aseguraba que no se preocupara por ella.
 
 
Soojung, pretendía sonreír, estaba junto a las personas que merecerían verla alegre, y aunque nunca haya sido de las personas que sonreía con facilidad, sí solía hacerlo. Habían pasado cuatro años desde la última vez que pudo otorgarle aquel gesto a sus seres más cercanos. Supo lo que era la tradición. Su novio, la estuvo engañando por muchos meses con una de las personas que menos pudo creer. Ambos se reían de ella a sus espaldas. Él fue su primera vez. Él fue su primer amor. Sin embargo, le ocasionó el suficiente dolor como para refugiarse en la frialdad que ahora la caracterizaba.
 
 
— Entonces, cualquier duda que tengas, te pierdas dentro, o no encuentres tu salón me llamas y en dos minutos yo te ayudaré, ¿sí? —Declaró su hermana. Soojung, volvió a asentir con un pequeño gesto de cansancio. Su hermana, Jessica, estudiaba en el mismo lugar donde ella también iba a empezar a hacerlo, eso le garantizaba que no iba a estar sola, pero que también que la tendría sobre ella en todo momento.
 
 
Hubo un momento en el que Soojung dejó de existir, eso era lo que todos decían. No comía, casi no hablaba, sus calificaciones en la escuela cayeron, sus amigas no sabían qué hacer para ayudarla, lo que llevo que muchas personas se alejaran, quedándose más sola de lo que podía soportar.
 
 
— Bueno, ¿al menos podrías decir “Sí hermana, sí entendí”?.—Volvió a hablar Jessica un poco más cansada del mutismo de su hermana.

— Sí hermana, sí entendí —Fue lo que dijo a medida que se recostaba con mayor comodidad en el respaldo del asiento trasero del auto, mientras su mirada cruzaba con la de su padre, que la observaba con adoración pero tristeza. Tomando mayor fuerza, por él. Dirigió su mirada a su hermana. — ¿Cómo fue tu primer día aquí? —Fingió interés. Pretendía aparentar frente a su familia, sobre todo a su padres, pues fueron ellos quienes nunca la dejaron, claro que su hermana también, pero ellos sabían respetar su espacio, a diferencia de ella. — ¿Y el tuyo papá?
 
 
Y con una nueva conversación iniciada por la menor, siguieron el camino hacia el campus de ambas hermanas.
 
 
 
 
 
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Ella, 27 años. Cursaba el 9to ciclo de la carrera de psicología.
 
 
Su atención solo estaba en la pantalla de su teléfono móvil, re leía las conversaciones con su pareja, o no pareja, a esas alturas no sabía lo que eran. Discutían más de lo permitido. Ya no existía el romanticismo que hubo hace unos años. Esa era la relación más larga que ella había tenido, ¡Eran más de cinco años! Cinco años que ella había compartido su vida con la de él. Pero que en los últimos meses, se estaba yendo por la borda.
 
No tuvieron un comienzo muy adecuado, y pensaba que ahora lo estaba pagando. Ambos habían lastimado en el camino a muchas personas, en aquel entonces solo estaban ellos, y sin importarles más, siguieron con lo suyo.
 
Empezó siendo un juego, ella ya era una mujer, y él un chiquillo que apenas iba a terminar el colegio a duras penas. Lo conoció siendo el más descuidado de su clase, estaba por llevarse nuevamente el año. Pero todo cambió cuando él la conoció a ella. Él ya tenía una vida. Pero ella. . . Ella era todo lo que él quiso y no sabía que quería. Tras conocerla, la vida de él dio un giro de 180°, empezó a llevar a casa las mejores notas del grado, empezó a ser un hombre.

No supo cuando fue cuando él se enamoró de ella, pero no podían ser. En su corazón también aguardaba alguien más, o era lo que él quería creer. No quería lastimarla, pero así lo hizo. Se sentía un miserable, pero su corazón le ordenaba amar a otra. Estuvieron escondiéndose como algo “más” casi un año.
 
Ella no sabía que él estaba con alguien más, ella también se estaba enamorando. Sus encuentros empezaron a aumentar, y la pasión con ello. El éxtasis que ambos sentían al lado del otro les hacía ver que solo eran ellos, y nadie más.

Pero no midieron sus actos, muchos sufrieron cuando se supo la verdad, incluyendo ellos.

Taeyeon dejó de leer sus mensajes, para empezar a ver las imágenes que ella guardaba en su celular, que sin darse cuenta la hacían sonreír. Lo extrañaba y lo necesitaba, quería que estuvieran juntos en ese preciso momento. Pero las palabras de quién en un momento fue su mejor amiga llegaron a su cabeza, y con ello volvió a la realidad, ¿en dónde se encontraba ella? Simplemente desapareció, pero cuando se supieron noticias de ella. . . No parecía que hablasen de la misma chica que te daba la sonrisa más hermosa del mundo, la misma que te decía que por más que estés mal podrás recuperarte.

No importaba lo que dijeran de ella. A ella también la extrañaba. Si ella pudo perdonarla, ¿por qué ella no podría? Tan solo esperaba tener noticias muy pronto de ella, y que en esta oportunidad sean buenas.
 
 
 
 
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Ella, 25 años. Cursa el 6°to ciclo de Administración de Negocios
 
 
 
 
 
 
 
 
No recordaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había pisado aquel campus, muchos rostros le eran nuevos, temía no encontrar a aquellas personas con las que había compartido tantos eventos, tantas aventuras y a los que les guardaba los mejores recuerdos. Mordió su labio inferior. Desde el momento que tomó aquella decisión supo que las cosas no podrían salir como quisiera, pero ahora que tenía una segunda oportunidad, iba a aprovechar cada instante y cada momento. Giró su rostro, y se encontró con la mirada de su compañero. Este, tenía el ceño fruncido y una sonrisa torcida, habían pasado los años, pero su mirada seguía haciéndola sonrojar. Sólo eran amigos, pero le era inevitable no tornarse rosa junto a él.
 
 
— ¿Qué? –musitó con suavidad.
 

En cambio, él solo negó con la cabeza mientras cruzaba los brazos y dirigía su atención hacia otro lado. Ella entendió su silencio.
 

Esperaron unos minutos más con los respectivos papeles en sus manos hasta que oyeron que eran los siguientes en entrar a la oficina del decano. Sólo faltaban unos detalles, y todo iba a empezar.
 
 
 
 
 
 
 
 

NOTA DE LA AUTORA:
 
 
 
¡Hola por allá! Eh, como verán no tengo una portada/poster para la historia, soy mala editando esas cosas y no sé donde pedirlas. En fin, este es un capitulo muuuuuuuy largo, ¿qué les pareció?
En esta novela planeo hacer tres parejas que son mis favoritas “Yoona x Donghae; Kai x Krystal y Baekyun x Taeyeon”, la historia para la primera pareja la planeo hacer tensa, para la segunda un amor más relajado y juvenil, y para la última una historia más fuerte.
 
 
Lo que sí, me gustaría más que nada leer sus comentarios, no sé muy bien cómo usar esta página, por eso, para irla continuando pediré comentarios, solo eso, quizás es mucho, pero me gustaría leer las suficientes opiniones de qué es lo que les gustaría leer, no se molesten, por favor. 
Sin más, ya tengo un par de capítulos más, quizás actualice dos veces por semana, pero como señalé, la continuidad depende de sus respuestas.
 
 
Tengan una excelente semana, no se olviden de comentar, o decirme que quieren o que quito.
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Thank you!

Comments

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tyniss #1
siguela! porfi