TE EXTRAÑO

Extraño su cara. Echo de menos trazar su contorno con el dedo mientras dormía o trataba de comer. Echo de menos los pequeños toques que dejaba alrededor de nuestra casa;  las velas, la comida, la ropa tirada. Todo me recuerda a ella, todas las cosas que dejo atrás, sus fotos, sus libros, su hermana. Realmente pensé que se mudaría cuando ella lo hizo, pero está todavía aquí. En el sillón. Constantemente recordandomela.

Echo de menos que, no importa lo mucho que discutiéramos, no importa quién hiriese los sentimientos de quien, quien se sintiese menospreciada o ignorada, no importa el dinero de quien fuera robado, o quien  dijo a quien que olía como una vieja bruja, no importa quién puso un ratón muerto en la maleta de la otra, o quien trajo a quien de vuelta a la vida después de asfixiarla con una almohada, siempre supe que a la mañana siguiente estaríamos acostadas la una al lado de la otra. O supongo que debería decir; creí que sabía.

Extraño tener a alguien en mi vida con quien sentirme  lo suficientemente cómoda para sentarme en silencio durante horas y horas sin sentir la presión de decir una sola palabra. Recuerdo nuestros pequeños "silencios confortables" a menudo duraban varios días, incluso semanas; de manera que cuando por fin abríamos la boca para hablar todo lo que salía eran una serie de tartamudeantes chirridos de delfín. Extraño eso.

Echo de menos sus pequeños caprichos, como la forma en que lloraba mientras picaba las cebollas y seguía llorando durante horas después. A veces, incluso durante horas antes. Siempre sobre reacciono  a las cebollas.

Se llevo nuestro iPad. Lo extraño. Echo de menos las aplicaciones y juegos. Echo de menos revisar mi correo electrónico y navegar por Internet. Echo de menos los gráficos nítidos y lo sorprendentemente ligero que era. Me encantaba esa cosa.
 

Extraño ser su compañera en las noches de Pictionary con nuestras amigas, y la conexión implícita que teníamos. Todo lo que tenía que hacer era dibujar  unas orejas de conejo para yo gritar: "¡Estás durmiendo con Yuri!" No todas las parejas se pueden comunicar sin palabras de esa forma. Ni siquiera nuestras amigas de Pictionary, Yoona y Yuri.

Extraño entregarle el teléfono  cuando llaman pidiendo hablar con ella. Ahora me veo obligado a decir: "Sólo un segundo" y  tratar de imitar su voz porque me da vergüenza decir que se ha ido. Que se dio por vencida con nosotras. Que su hermana no se irá. Y todo eso.

Hay un vacío dentro de mí que una vez fue llenado por ella. La especie de vacío que se siente al golpear  un panel  secreto en la biblioteca de un viejo magnate de los negocios. Pero no hay  ropa interior de mujeres o recuerdos nazis escondidos detrás de mí panel. Sólo el vacío. Y la tristeza. Porque se ha ido, y se llevo  nuestro maldito iPad.

FIN.