Jessica nunca tuvo  problemas con correr. Ella no era una persona atlética pero su trabajo como detective requería que  por lo menos fuera capaz de correr rápidamente. Eso incluía saltar entre tejados como una ninja como lo que estaba haciendo en este momento. Persiguiendo un sospechoso.

“¡Oh, mierda!” Jessica maldijo cuando tropezó con un tubo. La interacción hizo que sus pasos se hicieran más lentos. El sospechoso utilizo la escalera de incendios para deslizarse  y aterrizar a salvo en el suelo. Él sonrió mirando a su perseguidor quien se había quedado muy por detrás de él.

Sus pasos largos y rápidos, eran resultado que haber sido criado en la calle. Después de  voltear  la esquina del callejón, él seguramente obtendría  su libertad. Él sonrió ampliamente, pero de repente su cuerpo cayó miserablemente. No sabía por qué y cómo, pero de alguna manera había perdido el equilibrio y besó el duro asfalto con su cara.

“Auchhh…” Él gimió entonces intentó levantarse solamente para encontrarse con un afilado instrumento punzocortante empujando su espalda hacia abajo.

“No señor, yo no creo que pueda retirarse así después de haber asesinado  a un hombre inocente.” Él se sorprendió cuando el dueño de una suave y a la vez ronca voz habló. Era una mujer. Él ahora supuso que estaba siendo empujado hacia abajo por un muy afilado zapato de tacón aguja de mujer, porque estaba jodidamente sufriendo de dolor.

“¡¡Déjame ir… ustedes no tienen pruebas!! ¡Yo no lo mate!” Su adrenalina bombeada, sabiendo que él estaba siendo sometido por una mujer, ello  hizo que luchara más por liberarse.

“Aye, aye, aye… nosotros tenemos las evidencias, señor. Bien, si usted se mantiene quieto no será necesario hacerle un agujero en la parte posterior de su cráneo. Esta lesión no lo va matar…. Rápidamente sin embargo.”

Él dejó de moverse. La mujer era muy aterradora, él pensó que se estaba orinando los pantalones.

“Bien, porque estos son mi par favorito, y no quiero mancharlos.” Ella sonrió mientras empuja algunas hebras de cabello castaño fuera de su cara. En ese momento, Jessica apareció. Ella finalmente  encontró al sospechoso.

“¡Tiffany!” ajustando la respiración, Jessica se inclinó sobre su cuerpo y descanso sus manos en ambas rodillas. Ella no podía creerlo. Tiffany había arrestado al sospechoso. Otra vez. Por no mencionar de que Tiffany hizo el trabajo sin siquiera una sola arruga en sus ropas caras.

“Oh, Jessi. ¡Estaba esperándote! ¿Sabes que  podías perseguirlo a través del acceso directo que hay entre los edificios cruzando la calle?” Tifanny señaló hacia el lugar.

“No, no lo sabía” Y Jessica no quería saber cómo Tiffany obtuvo esa información. La rubia estaba segura, el genio castaño había memorizado el plano de la ciudad dentro de su lindo cerebro.

Espera, ¿lindo?

“Entonces… Jessi. ¿Puedo tener el honor?” la mano de Tiffany se acercó a la detective rubia. Jessica gruñó, sacó unas esposas de su bolsillo y se las entregó a Tiffany.

“Gracias. Muy bien, Kang-ssi… usted está bajo arresto por el asesinato de Park Chan Yeol. Usted tiene derecho a permanecer en silencio…”

Jessica rodó los ojos, siendo testigo de la escena ante ella. Tiffany le había dicho, que amaba la parte –esposar al sospechoso- de su trabajo. La rubia hizo una nota mental de que la preciosa mujer castaña no era un detective. Ella era una experta especial que le asignaron para ayudarla como su pareja.

“Jessica, ¿Qué tal una copa después del trabajo?” Tiffany quien estaba extremadamente alegre porque tuvo la oportunidad de arrestar al sospechoso le preguntó a la rubia.

“No puedo. Tengo una reunión con el equipo de antidrogas esta tarde.” La rubia contestó, después de hacer entrar al sospechoso dentro de un coche de policía, las dos caminaban lado a lado hacia el coche de Jessica.

“¿El equipo de antidrogas? ¿Cuál es tu asunto con ellos?” La castaña sabía que estaba siendo entrometida sobre el trabajo de su pareja, pero no podía evitarlo. Puesto que ella también tenía datos sobre la actividad de la División Antidrogas dentro de su cabeza, y su trabajo era famoso por sus altos riesgos. La División de Homicidios en la que ellas estaban también tenía riesgos pero eran más bajos que los de la División Antidrogas, por lo que Tiffany deseaba saber que tenía que ver Jessica con la División Antidrogas.

“Ellos necesitan una mano, en breve.” Jessica se colocó el cinturón de seguridad. Obviamente ella estaba ocultando información a su pareja genio.

“¿Qué clase de mano?” Tiffany inclino la cabeza.

“Es ayuda, Tiff… tipo de lenguaje, ¿lo entiendes?” Jessica indirectamente respondió mientras sonreía. Ella sabía que Tiffany lo tomaría como una ofensa.

“Eso es grosero. Por supuesto que sé el modismo, Jessica. Y sé que se trata de ayudar…” Tiffany puso mala cara. Ella ponía mala cara cada vez que su inteligencia era insultada. Aunque a la castaña le gustaba como la rubia la había llamado.

“Ellos solicitaron mi ayuda por mi experiencia…” Jessica rió, mientras observaba la expresión de la castaña que volvió a poner mala cara y luego estaba pensativa.

“Eres experta en el manejo de armas de fuego.”

“Sí.”

“Por lo tanto, ¿quieren tu ayuda para dispararle a alguien?”

Jessica frunció el ceño, y volteo a mirarla con una expresión incrédula en su rostro “Haces que suene como si yo fuera a cometer asesinato.”

“Disparar consecuentemente causar la muerte es un asesinato, Jessica.”

“Pero no cuenta si esa persona es un narcotraficante y está violando la justicia.”

“La definición demuestra lo contrario…”

“Oh, deja eso Tiff. Discutir contigo es estresante” la rubia estaba golpeando su volante para contener su enojo.

“Eso es raro Jessica. Lo que hacemos no es discutir… A mi simplemente no me gusta lo que vas a hacer. Discutir necesita que dos personas o más  debatan sobre pros y contras.”

“Suena como discutir para mi… “ Jessica replicó

Tiffany luego se quedo en silencio. Jessica estaba en lo cierto, esto era estresante y una de ellas tenía que parar.

Tiffany miró su reloj. Eran casi las 18:00 hrs. La mujer genio no tenía idea de lo que la mantenía controlando  la hora cada 10 minutos. Esto empezó cuando su pareja rubia salió junto con varios detectives de la División Antidrogas a la escena. Antes de eso, Tiffany había reunido información acerca de la misión que ellos llevarían a cabo.  Parecía una buena prospectiva, ya que ellos serian quienes harían una emboscada  al cuartel principal de los traficantes. Tiffany también se reunió brevemente con el jefe principal de la operación, Yuri Know. La morena alta parecía tener la suficiente confianza en la misión de hoy desde que ellos la habían planeado desde hace 2 meses atrás.

Jessica no era la única detective que ha dado una mano en esta misión. También participaban varios detectives de homicidio y Equipo de Asalto. Era como si todo mundo estaba desfilando para una guerra.

Aun así, Tiffany estaba muy inquieta en su asiento. La investigadora castaña nunca  se había inquietado tanto en su vida adulta, pero esta vez su cuerpo la había traicionado. Ella estaba inquieta y nerviosa durante casi 2 horas en la comisaria. El ambiente en el  departamento era comparable con el de un cementerio. Solo ella, 2 nuevos detectives, y el capitán en su oficina a la izquierda. La situación no ayudaba a su inquietante sentimiento.

La genio nunca creyó en la conjetura “instinto”. Pero Jessica si lo hacía, y en varios casos la rubia le había mostrado como el “instinto” de la rubia estaba trabajando eficazmente para resolver un caso. En este momento lo sentía. Ella sintió que la sensación ilógica no venía de su cerebro o de su corazón, sino de su estomago. El estomago de Tiffany estaba herido, y no era un dolor de estomago, y ella ya había  tenido su periodo. El dolor era más probablemente un resultado de una condición física la cual Tiffany odiaba admitirlo, era ansiedad.

Algo no está bien.

Tiffany saltó en su asiento cuando el sonido estático de la radio se escucho. Todos en la habitación, inmediatamente saltaron de sus asientos, el capitán también salió disparado de su oficina. La voz al otro lado del dispositivo era totalmente un caos.

“¡Necesitamos refuerzos, hay una fuego contra fuego aquí! ¡Repito, necesitamos refuerzos! Nuestra emboscada ha sido anticipada…” entonces los sonidos de disparos se escucharon.

“¡Oh, mierda! Oficiales caídos, ¡necesito refuerzos aquí! ¡Necesitamos al Equipo de Asalto!”

El capitán cogió la radio y apago el dispositivo, “Demonios, tengo a mis mejores oficiales ahí” Él cambio su atención hacia los dos detectives que permanecían en la división.

“Quiero a ustedes dos para que se unan al equipo, también repórtenme la situación  mientras ustedes están allí.” Él ordenó.

Tiffany estaba pálida, la situación había empeorado. Ella se levantó. No, esto no era ella. Ella no se mantendría inquieta en su asiento para siempre. Tenía que hacer algo.

“¿Capitán? Necesito su permiso para ir allí también.” Tiffany dijo con calma. Su cuerpo se había relajado y ella estaba en calma.

“¿Miss Hwang? No, no puedes. Sigues siendo un civil…” El capitán le sonrió suavemente. No era un secreto que el capitán había tratado a Tiffany como su propia hija. Por lo tanto, el anciano había decidido emparejar a Tiffany con su mejor subordinado, Jung Jessica.

“Capitán, creo que puedo ayudarlos. No necesita darme un arma. La tengo aquí…” Tiffany señaló su cabeza. Compuesta y serena, la castaña estaba rogando su capitán. Necesitaba ver a Jessica, lo que era extraño cuando