XI 

POSSESSION

-Kyungsoo, te ves…..- Baekhyun solo trata de ayudar, pero no tiene ni la menor idea de como.- terrible…-

Logran sacar al antisocial de su habitación para llevarlo a la cafetería de la universidad, donde cupones de becas hacen el truco para que Kyungsoo coma como se debe, pero apenas juega con su comida antes de alejarla y apoyar los codos en la mesa.

-¿Te pasa algo?...-

Kyungsoo no quiere hablar, no necesita hablar.

-No…-

-…estas perdiendo peso…¿Seguro que estás bien…? A-antes no podía verte las costillas.- Jongdae no lo toca, pero lo examina, las sudaderas ligeras no esconden su raquítico estado, ni el aroma de un hombre que no se ha bañado en días o evitado cambiarse de ropa cuando se mancha.- Al menos termina de comer si no quieres hablar..-

Kyungsoo come solo porque no soporta las miradas preocupadas sobre el.

-¿Mataste a alguien…?- pregunta Baekhyun luego de verlo comer por unos minutos, Kyungsoo los trata como si fueran intrusos en su vida algunas veces, pero incluso ellos saben que está escapando de algo….-

D.O. sigue masticando pero piensa en ello.

- no lo se…- dice entre bocados, sin mirarlos.

Baekhyun y Chen no preguntan, sus pocos instintos aseguran que es mejor así. Demasiada información de Kyungsoo puede ser dañina. 

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LA culpa no se lava con el cuerpo de una mujer.

Kyungsoo aprende esa lección con los días, a la mala y de tajo. No puede prolongar más lo inevitable, tiene que volver a su casa, sus padres están preocupados aunque se muestran comprensibles. Hay demasiada tarea y trabajos para su pequeño Kyungsoo.

Su pequeño Kyungsoo intentara cubrir su cuerpo con el de otro ser humano esta noche.

Los señores Do no deben preocuparse porque esta noche su pequeño Kyungsoo no estará satisfecho hasta que su pelvis arda y su miembro amenace con eyacular sangre. Buscará una razón a la falta de calor en el cuerpo de un hombre o una mujer y al no encontrarla rozará la desesperación y  el asco a su propia piel. 

Esta noche el pequeño Kyungsoo se quedará en la regadera y pensará en el calor que se le niega cruelmente, y en que tal vez el desprecio que siente por si mismo no es tan grande como la necesidad y el hambre.

Y soñará en o y en placer, pero no deben preocuparse, porque su pequeño Kyungsoo tiene buenas calificaciones y amigos,  no fuma ni bebe ni embaraza a sus compañeras…

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-Sehun…¡Sehun!!... Se que estás aquí, di algo…- varios pasos se dirigen hacia el, pero el entendido no dice nada, solo se queda en su lugar esperando a que llegue a el. – aquí estas… ¿Puedes dejar de jugar al muerto??  Tu mamá no deja de joder, llama cada 2 horas para preguntar por ti, tiene a mis padres locos…-

Junmyeon está agachado a su lado, pero Sehun no lo mira, solo mira el techo manchado de humo de viejas fogatas necesarias, no tienen luz eléctrica.

-además hueles terrible… Deberías volver  a casa…-

Sehun finalmente lo mira.

-¿Qué casa…?-

¿Qué casa…?

Y Junmyeon no responde, en su lugar se sienta junto a el y extiende una bolsa de pan y una botella de jugo.

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Cuando se tiene la mente siempre hirviendo es difícil imaginar el tiempo como lo hacen los demás, porque el calor no permite el paso al aburrimiento. El joven toro siempre tiene algo en que pensar, algo en que entretenerse cuando existe dinero ilimitado y una computadora con internet.

Sin embargo no tiene deseos de comprar nada, la comida llega con un servicio especial que solo deja la caja frente a la puerta, la ropa…la ropa nunca le ha interesado ni puede ponerse la mayoría de las camisas… no es necesario empezar a hablar de viajes….

Hubo un tiempo en que intentó hacer amigos en línea, pero todo se vuelve complicado cuando empiezan a hablar de formas físicas, de que cosas le atraen en otra persona, si puede mandar fotos,¿ o que opina de esos “animales”?? La mitad de esas personas no toleran la idea… la otra mitad hablan de situaciones imaginarias, donde intentarían hablar con ellos, algunos incluso piensan que es injusto que se les trate peor que a los animales “completos”.

Kai piensa mucho en estos  últimos, imagina que es verdad… pero al final todo cae en realizaciones certeras y comprensiones frívolas. Nadie tiene el tiempo ni la atención para enfocarse en ellos, los “animales”, porque una línea los divide y es muy obvia, es una pared inmensa que si se tuviera el dinero se volvería realidad….

No quiere analizar las cosas, no de nuevo, así que evita esos chats a toda costa, evita buscar lo que no quiere encontrar y se retrae más en su pequeño y único lugar a salvo.

Cuando se encuentra rodeado de tanto silencio puede entender mejor a su padre y su decisión.

Nadie puede ser feliz arrastrando a Kai tras de si. Kai es una granada adherida al pecho, enorme, obvia….aterradora.

Kyungsoo y esas pláticas en Facebook que durante semanas ha mantenido solo, confirman lo que piensa.

El mundo debe continuar y es mejor que lo haga sin el…sin ellos…

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Ha vuelto a su casa luego de 6 meses, un semestre completo y casi todas las vacaciones, sin mandarle mensaje a Kai en todo ese tiempo, apenas a sus padres para hacerles saber que no está muerto ni metido en drogas.

Toda preocupación de sus padres empieza y termina en las drogas.

-Me alegra que estés de regreso, Kyungsoo… estábamos preocupados por ti… - hay un silencio que le sigue al sonido de los platos y los cubiertos, de su padre inclinándose sobre la mesa para conseguir un poco de kimchi de los pequeños platos acomodados en el centro, específicamente para darle la bienvenida al primogénito.- ¿te…. Sucedió algo?... sabes que puedes confiar en nosotros..-

Kyungsoo sigue comiendo, sus 23 años apenas se notan en su rostro infantil, suave con la piel de un durazno y el calor de la leche tibia. Sin embargo posee el semblante típico pero no natural de aquellos que viven en su propio mundo, analizando el nuestro en silencio.

Al observar a su madre, la pregunta se responde y al mismo tiempo acaba con todas las demás que quieran hacerse.

-De todas formas… es un alivio que no estés metido en ningún problema. No importa que pase, llámanos más seguido, estamos preocupados por ti, somos tus padres.-

Se detienen de comer para poder verlo con gestos calmados.

No están verdaderamente preocupados, ellos no entienden cómo se siente la verdadera preocupación por un hijo.

Y Kyungsoo lo entiende, pero les sonríe de regreso, con todo el amor que tiene por ellos…

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Son las 2:14 de la mañana cuando se decide a poner un pie fuera de su habitación, la noche lo recibe húmeda y fresca, pero el está cubierto por varias capas de tela y una mochila con botellas de refresco, muy frías, que mantienen su espalda a la temperatura adecuada.

Frente a el la casa del minotauro se levanta con un único foco prendido.

La puerta está abierta y el entra sin escuchar a nadie, solo está la oscuridad y un sonido ligero de movimiento en el tercer piso donde Kai reside.

Entra justo a tiempo para verlo intentar bajar las escaleras con una mochila en la espalda.

-“¿A dónde vas?”-

No recibe respuesta aunque está seguro que Kai ya lo vio.

-“Pregunté a donde vas…”-

El minotauro sigue caminando hasta el primer piso donde lo mira desde arriba. Tan solo seis meses y ha crecido cerca de 4 centímetros. Irradia aún más calor, el aroma se volvió más fuerte, más intenso….

Kyungsoo lo mira de arriba abajo, intentando comprender que está pasando con el para que de la nada… quiera salir.

-“deja eso… volvamos arriba”- toca sus hombros y la sensación olvidada, el ardor de la piel vuelve y se transforma en energía eléctrica que lo recorre hasta la punta de los pies, levantando todos los bellos que cubren su tierno cuerpo.-

Lo suelta casi de inmediato, tiene la boca seca y se siente agitado, no puede soportar su peso en una sola pierna….

-“No me gusta que me ignores, lo sabes, no??... deja eso….”

Intenta quitarle la mochila pero el minotauro es obviamente más fuerte que el, solo tiene que tomarlo de la delgada muñeca para quitar su pequeña mano.

Kai lo mira a la cara por largos segundos donde solo pueden observarse los rostros. Tal vez si se queda quieto, si Kyungsoo no se mueve  rápidamente, Kai por si mismo entenderá lo absurdo de lo que intenta hacer…

-“Eres real…hyung?....”- Kyungsoo no se esperaba esa pregunta y le toma unos segundos comprenderla.

El minotauro no entiende, ¿Justo en ese momento?.... ¿por qué debe aparecer justo ahora…?

Kyungsoo solo es parte de su imaginación, siempre lo ha sido. Otra persona que encontró en un chat y habla acerca de los “animales”, entendiéndolos tal si fueran seres pensantes y con sentimientos, pero no realmente comprendiendo lo que quiere decir…

Debe alejarse de eso…

-“claro que soy real….” –finalmente se apoya contra los brazos de Kai para empujarlo hacia atrás, su pequeño cuerpo no hace mella en el minotauro pero el gesto está ahí…- “ se que no…pude contactarme contigo en mucho tiempo…y-“-

El ardor que siente en la cara es comparable a la primera vez que Kai enterró el puño en su pómulo, pero esta vez es más agudo, como si hubieran cortado su rostro con una navaja. No hay sangre ni el calor característico de un moretón que se expande como una mancha de tinta, solo ese ardor insostenible que le parte el rostro.

Su cuerpo es fácilmente empujado a un lado, el minotauro saldrá y la alucinación humana no puede impedírselo.

-¡ESPERA….!! No salgas….!!-

No puede impedírselo pero es persistente, toma a Kai de la muñeca para intentar jalarlo a la seguridad del edificio de departamentos, ese ha sido su refugio (un excelente refugio) por los últimos 20 años….

-¡¿por qué quieres salir?!...¿Qué estás pensando??!...-

Con la fuerza que aplica está seguro que le ha dejado marcado un moretón, pero Kai sigue caminando, poco a poco hasta la salida, la luz de la calle y de la luna empieza a reflejarse sobre sus pies por el halo de luz bajo la puerta.

-¡ESPERA, MALDITA SEA…!!!!-

Kai se voltea solo para enfrentarse al rostro del pequeño, el diminuto Kyungsoo, una imagen imaginaria, el recuerdo de un recuerdo. Tiene el rostro partido por la línea roja de su golpe, no sabe ni porque lo hizo, pero tenía que hacerle caso al estallido dentro de él, una chispa enorme e intensa de ira….

-“suéltame…”DYO….dyo…-

No está dispuesto.

-Eres demasiado listo para hacer esto… detente, por favor!!!…-

Kai lo hace pero solo para dejar de verlo y finalmente librar su mano de la pequeña prensa de Kyungsoo.

-“ se lo que va a pasar… “ –

-¿Entonces para que demonios vas??!!!...-

-“Ya sé dónde está el lugar, tengo que verlo...”-

Lo toma de la cadera para hacer un último esfuerzo, todas las energías, pocas que aún residen en el se concentran en las manos enterradas en la cadera de Kai. Sienten los tendones de sus dedos y muñecas al borde de reventar, pero no se detiene hasta que escucha lo pies de Kai dar un par de pasos hacia atrás.

-¡REGRESA!!...-

Aprovecha un tercer paso para hacer su agarre más fuerte y finalmente hacerlo tropezar con su propio pie. Kai pierde el equilibrio al evitar pisarlo, pero no cae, solo se tambalea y con ello evita que el cuerpo de Kyungsoo toque el piso, ambos se alejan de la puerta… uno más cansado y adolorido que el otro, pero en silencio mientras recupera la respiración y calma  por unos instantes el dolor en su cara.

-Entiendo que estés enojado…- la primera oración completa que sale de la boca de Kyungsoo.- pero ¿Qué mierda estás haciendo??...-

No tiene que decirle lo que encontrará si alguien llega a verlo… todos lo saben, incluso Kai.

-“Quiero verlo…” –

Kai solo mira al piso, pero lentamente se quita la mochila hasta que esta cae como un peso muerto en el suelo, retumbando en las paredes de todo ese primer piso vacío.

-…¿Acaso quieres morir…?- pregunta Kyungsoo, enderezándose finalmente para verlo a la cara.

-“¡SOLO QUIERO VERLO!!!”…-

La reacción no es violenta pero si lo sorprende cuando queda atrapado entre la pared y el enorme cuerpo del minotauro. Dura un instante antes de que lo suelte para que sus talones toquen el suelo nuevamente.

Y no queda otro sonido además de la respiración de ambos, errática y pesada.

No tienen mucho que decirse. La forma en que se comunican nunca ha sido normal, sin importar como puedan catalogarlo otras personas.

Conforman un mundo muy aparte, hasta que en algún punto, para Kyungsoo, estas realidades chocaron. Por primera vez  tiene que enfrentarse a lo que está pasando y la imagen que tiene enfrente.

-perdóname….-

Kai apenas lo mira por el rabillo del ojo, pero le hace saber que lo escuchó. Solo que el problema no es escucharlo, es aceptarlo….

-“No sabes ni de que te arrepientes… Déjame…”

Kyungsoo comprende todos los escenarios que abre ese “déjame”, pero no está dispuesto a aceptar ninguno.

-No, tienes que oírlo….-

-“pero no quiero… Y no tengo porque… Tuviste 6 meses para explicarte pero….”- va a decir algo más pero sus manos se transforman en puños que tiemblan por detener el ataque de ira, la sangre en su cabeza hierve de nuevo…-

Puede escuchar los zapatos de Kyungsoo acercándose a el, una parte de si le pide que se aleje, que tome la salida y se largue como tanto quiere, es la parte que necesita ver el exterior, que quiere respirar el aire de los árboles, sentir el calor del sol en su rostro, ver las caras de las personas, edificios, señalamientos, el río cercano, una tienda nocturna y sus luces blancas y de neón….

La otra parte es la que gana, la que permite que Kyungsoo tome el rostro de Kai entre sus manos y entierre los dedos entre su pelaje para girar la cabeza de toro en su dirección.

Con un par de dedos baja el cubrebocas y se acerca a él, tiene que agacharlo para que esté a su altura porque ya no basta con ponerse en puntas de pie.

Comienza a besarlo lentamente, primero los labios cubiertos del pelaje más suave y delgado en todo el minotauro, no puede mover los labios porque el tamaño no se lo permite pero se queda ahí, dejando pequeñas marcas de su propio calor entre el azabache.

Es una sensación diferente y aislada, pero sabe que se trata de Kai y de su cuerpo, sabe que está a salvo y cerca de la fuente de calor interminable, le recuerda que el no es como los demás, no es pequeño ni frágil o insulso. Es parte de otra cosa más grande e importante.

Es parte de Kai.

Restriega su rostro como una enorme caricia sobre el hocico de toro para hacerle sentir que está ahí y que no volverá a huir, no volverá a tener dudas aunque no sepa claramente en que se está metiendo.

Pero necesita el calor que irradia de Kai para recordarse que sigue vivo.

-No salgas…quédate conmigo…- pide en un susurro sin dejar de besarlo.- no te  vallas…-

Por unos segundos Kai se queda estático, está confundido por lo que pasa pero al escucharlo todo se siente en orden, cada pieza encaja de la forma que debería, como era antes, como quiere que siga.

Así que sus manos recorren la cadera de Kyungsoo para levantarlo del suelo y ponerlo a su altura.

Mientras camina hacia el tercer piso de regreso a su habitación, las caricias no se detienen, los besos pequeños continúan y ellos siguen sin darle nombre a lo que están haciendo.

A lo que siguen haciendo. 

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*sale de debajo de las rocas*

*Actualiza* 

*Vuelve a las rocas* 

Utena Ost CD 3.- Possession /Poison