IX. Si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo

“Rumores y más rumores. Ciertas fuentes muy cercanas a Tiffany Hwang y Kim TaeYeon, aseguran que ambas chicas están en una relación y no con algún chico, sino entre ellas mismas" —Dispatch.

“Después de tanto tiempo de especulación, las miembros de SNSD, Kim TaeYeon y Tiffany Hwang, deciden darles a sus fans lo que piden: Una relación" —SportsSeoul.

“Miembros de SNSD, deciden salir del closet. Tanto como Tiffany Hwang como Kim TaeYeon, han aceptado a sus amigos y conocidos, tener una relación” —AllKpop.

“Las chicas de SNSD admiten que están de pareja. Después de muchos dimes y diretes, Kim TaeYeon y Tiffany Hwang, han decidido establecer una relación" —Koreaboo.

Tiffany estaba con sus ojos pegados a su computadora. La chica estaba más que asombrada de cuán mentirosos podían ser los medios de comunicación amarillistas. Ese "rumor" de que estaba saliendo con TaeYeon, estaba por todo el internet. La rubia no sabía qué hacer, era verdad, pero aún no estaba lista para decirlo públicamente, ni siquiera se los había dicho a sus padres, pero algo tenía que hacer, si sus padres miraban esas publicaciones, enloquecerían, y Tiffany tenía que hablar con ellos de esto.

—Buenos días, princesa —TaeYeon se acercó lentamente a su novia mientras la abrazaba por detrás, la rubia al sentir las manos de la bajita en su cuerpo, sintió cómo el corazón comenzaba a latir rápidamente y hasta se olvidó de todas esas asquerosas publicaciones que había en internet.

—Bueno días, amor —la rubia estaba sentada en una silla giratoria y al sentir a TaeYeon detrás de ella, hizo que la silla girara junto con ella para quedar frente a frente con la bajita. Ambas sonrieron y Tiffany puso ambas manos en las mejillas de TaeYeon y se acercaron hasta que sus labios se fundieron en un tierno y maravilloso beso. Al separarse, Tae seguía con los ojos cerrados y la rubia la miró, sonrió ante el acto de su bajita y enamorada novia.

— ¿Por qué te levantaste tan temprano? —Tiffany miró su reloj y en efecto, eran las 8 a.m. La rubia suspiró e hizo que la bajita mirara la computadora de Tiffany. La bajita se sorprendió al ver toda clase de artículos que aseguraban una relación con Tiffany. No pudo evitar sonreír ante lo acertados que eran los medios amarillistas, pero al mismo tiempo se molestó un poco, era su privacidad y ni siquiera era pública con sus amigos, ni siquiera con sus padres.

—Si mi padre llega a ver esto, se va a molestar y no porque estoy enamorada de una chica, sino porque lo supo por segundas personas y no por mí o por nosotras —Tiffany tenía razón y la castaña apoyaba ese comentario de su novia. Sus padres iban a reaccionar de la misma manera que los Hwang.

— ¿Y qué vamos a hacer? —la rubia vio como la castaña seguía mirando la pantalla de la portátil. No irían hasta California, tenían muchas cosas que hacer en Seúl y no les daría tiempo de nada. Tenían qué hacer algo.

—No podemos ir a California a hablar con mi familia, ni con los tuyos. Lo que tenemos que hacer es llamarlos y decirles antes de que se enteren y de la manera equivocada —Tiffany suspiró y TaeYeon la abrazó.

—Lo siento, pequeña —inmediatamente la rubia miró directamente a esos ojos que tanto le fascinaban.

—No te disculpes, amor, es algo que eventualmente tendríamos que hacer. No tan rápido, por supuesto, pero es por el bien de ambas. Aparte, mi familia te adora —la castaña le sonríe a su novia.

—Bueno, mi madre también te adora, pero de igual manera será una noticia fuerte —la rubia la miró. —Quiero decir, estábamos saliendo con chicos, ella pensaba que tú te casarías con Nichkhun y yo encontraría a alguien para formar una familia, sabes cómo son las madres.

—Todavía podemos hacer eso, solo que en lugar de que yo esté casada con Nichkhun, estaré casada contigo —la castaña miró sorprendida a Tiffany e iba a decir algo pero inmediatamente, Tiffany unió sus labios con los de la castaña.

—Por supuesto—Tiffany rió ante la sonrisa boba que TaeYeon tenía en su cara. Minutos después escuchó que su celular sonaba, miro el identificador de llamadas y era Yuri.

—Hola, Yul.

— ¿Ya viste toda esa mierda que está en internet? —TaeYeon miró como Tiffany caminaba hasta la cocina y comenzaba a buscar en el refrigerador algunas cosas para hacer de desayunar. —Bájate de tu Tiffany-Planeta y contesta lo que te pregunté —Yuri gritó.

—Sí, Yuri. Lo hemos visto. Es basura, no sé cómo carajos se enteraron —la bajita se dejó caer en el sillón de la sala.

— ¿Qué van a hacer? —la bajita miró a la rubia y esta solo le sonrió.

—Hablaremos con nuestros padres primero, después ya veremos —la morena solo respiró fuertemente.

—Tus amigos tienen que saber eso, TaeYeon —la bajita rodó los ojos. —Y no me ruedes los ojos.

—Cállate, Kwon. Además tú no te quedas atrás, tienes que decirles a los demás que andas con la gatita —escuchó cómo Yuri comenzó a reír.

—Que atrasada estás, cordero enamorado. Mientras tú descansabas con tu rubia, Sica y yo, trabajábamos y aprovechamos para decirles a las chicas que estábamos juntas —TaeYeon bufó.

—Tú solo me llamas para molestar y hacer que mis nervios se pongan de puntas, terminaras matándome, Kwon Yuri —y la bajita iba a seguir hasta que Tiffany se acercó a ella y le quitó el teléfono.

—Si me dejas viuda tan joven y hermosa, te juro que haré lo imposible para que Sica se quede conmigo. Así estaremos a mano —se escuchó la risa contagiosa de Jessica y como Yuri solo hablaba cosas sin sentido.

—Ahora no es por ser cortante ni nada por el estilo, pero mi corderito tiene que desayunar. Nos vemos mañana, chicas —y sin más Tiffany cortó la comunicación entre la bajita y la morena. Tiffany besó la mejilla de TaeYeon. —Es hora de desayunar, bebé.

TaeYeon como sonámbula, caminó hasta la cocina siguiendo a Tiffany. Vaya efecto que la pequeña rubia tenía en la más bajita, con solo un beso en la mejilla, podía hacer con esa castaña lo que la otra chica quisiera. A TaeYeon le encantaba que Tiffany fuera tan atenta con ella, hacía tres semanas que la rubia se había mudado con ella y se sentía la mujer más feliz de todo el planeta.

El desayuno había terminado entre beso y alguno que otro toqueteo por parte de ambas chicas. Al terminar se limpió la cocina y ambas fueron a sentarse a la sala. El momento había llegado, primero hablarían con la familia de Tiffany, después y obviamente, seguiría el turno de los Kim. A la bajita le sudaban las manos, estaba nerviosa, mientras que Tiffany, se sentía un tanto nerviosa, pero no tanto como la bajita.

— ¿Papá? —fue lo que dijo Tiffany al haber escuchado una voz al otro lado del teléfono.

—Soy Carmen, Srita. Hwang, en un momento le llamo al Sr. Hwang —la rubia esperó hasta que su padre contestó la llamada.

—Princesa, ¿cómo estás? ¿Pasa algo? —Tiffany sonrió ante la eminente preocupación de su padre.

—Tranquilo, pami, estoy bien, solo llamaba para saludarte y decirte un par de cosas —Tiffany miró a TaeYeon y esta asintió.

— ¿Un par de cosas? ¿Qué son esas cosas, Srita? —Tiffany volvió a sonreír junto con TaeYeon.

—Pondré el altavoz, TaeYeon está aquí conmigo —Tiffany puso el altavoz.

—Hola, Sr. Hwang —saludó la castaña.

—Oh TaeYeon, qué gusto saber de ti —la bajita sonrió.

— ¿Qué es