Es la quinta vez que Byun Baekhyun se sienta en la misma banca en el mismo parque, pero es la primera vez que escucha esos acordes.

Ese peculiar jóven toca una melodía diferente cada vez, algunas se considerarían buenas, otras no tanto, pero lo que maravilla a Baekhyun es el modo en el que el rostro del músico se transforma para dar lugar a una expresion totalmente seria que de pronto se ve interrumpida por sonrisas como chispas que brotan cuando atina a poner correctamente una nota difícil en medio de sus cadencias. Es por esto que para Baekhyun todas suenan portentosamente.

Y un día se preguntó si lo que le gustaba en realidad eran las canciones que desprendía el instrumento o era acaso aquel excéntrico que se sentaba en el césped junto al mismo árbol cada miércoles y cada viernes a concebirlas con ayuda del instrumento. Las dos primeras veces que esa disyuntiva le cruzó por la mente, Baekhyun se convenció de que se trataba de la primera posibilidad, la tercera vez comenzó a dudar y la cuarta vez se dió cuenta de que a pesar de sus constantes autonegaciones se encontaba, efectivamente, enamorado de un hombre cuyo nombre no conocía siquiera.

El nombre del jóven y excéntrico músico es Park Chanyeol, y por supuesto Baekhyun lo ignora, pues en realidad no tiene un verdadero motivo para acercarse a él y preguntarle su nombre, su unico interés hasta el momento era sentarse en una banca del parque a escucharlo tocar lo suficientemente cerca para verlo, pero lo suficientemente lejos para que él no lo viera.

Baekhyun también ignora que Chanyeol se dió cuenta de la prescencia de Baekhyun la tercera vez que éste se sentó en la banca que se encuentra al sudeste de su árbol favorito, pero no supone ni remotamente que la razón por la que se encuentra ahi cada miércoles y cada jueves es debido a él. A partir del día en el que Chanyeol se dió cuenta de la prescencia de Baekhyun inconcientemente comenzó a poner más ahínco en cada nota que toca, y de vez en cuando deja que se le escape un vistazo al sudeste, justo hacía la banca de Baekhyun.

Este miércoles en especial Baekhyun tiene un propósito, un propósito cobarde en verdad. Sostiene en sus manos temblorosas su cámara favorita, una cámara réflex. Sabe que lo que está a punto de hacer es extraño y sabe que esta al borde de eso llamdo acoso, pero siente el impulso de hacerlo, no tiene un motivo o un propósito, pero quiere hacerlo.

Lo hará.

Esta muy nervioso, aunque se convence de que no hay razón, sólo es una fotografía, piensa y trata de ignorar a su corazón desbocándose en su pecho.

Enfoca, hay mucha luz así que cierra el diafragma un poco, se limpia rápidamente el sudor de su mano derecha en el suéter a rayas, la mano con la que presionará el obturador... dispara.

Lo hizo.

Su corazón desacelera s ritmo gradualmente, sólo fue una fotografía, nadie se da cuenta y Baekhyun guarda torpemente la cámara en su mochila, junto con sus demás libros del instituto y unos cuantos papeles del trabajo. Coloca la mochila justo a su lado, para que no vaya a desaparecer de pronto con su cámara dentro y pierda todo el fruto de su esfuerzo.

Chanyeol afina cuidadosamente un par de cuerdas y comienza a tañer suavemente la guitarra.

La melodía que toca ese día Chanyeol llega de un modo especial a Baekhyun, lo hace sentir como si estuviese compuesta únicamente y especialmente para él. Sabe que es imposible y su imaginación es demasiada, así que se ríe de su propia arrogancia, se levanta de la banca, toma su mochila y manda una despedida silente a Chanyeol, un segundo antes de que éste termine, guarde su guitarra y se la cuelgue al hombro, mire una última vez al sudeste y se de cuenta de que Baekhyun ya se ha ido.