Es poco común verla caminar sola, sin compañía. Supongo que no le sienta bien, aunque solitaria se ve más bonita.

Sus hermosos ojos reflejan su sufrimiento, aunque ella no lo acepta. «Yo lo veo todo», llegué a decirle alguna vez. 

Siempre pensé que tenía algo extraño, que un fantasma la perseguía. Y como siempre, tuve la razón. 

Algo la atormentaba, pero yo no podía ayudarla. Yo sólo podía observar y deducir. Allí conocí el significado de la impotencia.

El viernes era su día favorito. Sí, sí, muy cliché. Pero no, ella tenía una verdadera razón. Le recordaba el día en el que nos conocimos sin estar buscándonos. Como dicen, fue algo del azar. 

Tenía esa forma de ser poco.. convencional. O bueno, quizás esa no es la palabra correcta. Ella era totalmente agradable y linda, pero sus opiniones fuertes la diferenciaban de los demás. Tenía ese gran contraste. 

Muchas veces le pregunté cual era su comida favorita, pero esta cambiaba cada 2 días. Una pizza, papas fritas, sándwich, etc. Su lema era que "habiendo tanto para comer en el mundo, no lo puedes desperdiciar." Así que ella simplemente intentaba comer de todo. 

Tenía esa extraña pero tierna obsesión por el color rosado. Alguna vez le pregunté sobre ello, pero se limitó a responder que lo asociaba a mi olor. 

Me encantaba su nombre, éramos T&T, éramos una sola persona, un sólo ser, un solo amor.

Ella siempre parecía saber la respuesta a todo, jamás preguntaba por nada como yo generalmente hacía. 

No solía contar muchas cosas, pero a mi siempre me contaba todo. Eso que teníamos lo hacía especial, ella era especial para mi. 

Jamás pensé que podría perderla. Siempre creemos en que al final nos espera un "felices para siempre" en letras grandes. Pero no.

Ella solía huir de los problemas, y ese día no fue una excepción. Sólo que ella no esperaba el impacto de un auto, ella no estaba realmente enojada, pero aun así eso no era consuelo. Yo sabía que por nuestra tonta pelea, la había perdido. 

Hoy supongo que donde quiera que esté, sigue siendo esa mujer de 25 años que se comportaba como niña pequeña. 

Ella jamás perdería su esencia. 
La había perdido a ella, pero no a su esencia. Su esencia permanecería  en mi, a mi alrededor, para siempre.