Capitulo 1
Idol por accidenteEstabas sentada en un banco del parque, sentías la suave brisa en tu cara y manos. Estabas tan relajada, que pasara lo que pasara nada te haría enfurecer, hasta que de repente notaste un fuerte golpe en la cabeza, abriste los ojos y viste un balón. De nuevo eran esos niños, los hijos de tus vecinos, siempre que estabas relajada, ellos conseguían sacarte de quicio. Uno de los niños se acercó a ti y dijo:
- Lo siento, yo...
- ¿Lo sientes? Ya es la séptima vez que me dais esta tarde con el balón.
Le devolviste el balón, te levantaste y volviste a tu apartamento dando un paseo. Otro día había pasado, igual que el anterior. Tus días eran monótonos, pero preferías que fueran así en vez de caóticos. Llegaste a tu apartamento, te sentaste en el sofá y encendiste la televisión, viste que estaban dando You're Beautiful y pensaste: “Debe ser caótico estar en un grupo de chicos siendo una chica, no me gustaría estar en esa situación”. Continuaste viendo el drama hasta que te quedaste dormida en el sofá.
Llegó la mañana siguiente, te levantaste del sofá, te dolía la espalda y fuiste hasta la cocina estirándote. Miraste la nevera y no había comida, se te había olvidado hacer la compra. Te duchaste, te cambiaste de ropa y saliste para buscar algo de comida. Fuiste a un pequeño supermercado y cogiste un bote de café, solo debías agitarlo y bebértelo. Pagaste el café y fuiste al parque de siempre y te sentaste en el banco, mientras te bebías el café, no te gustaba, pero era lo único que te podías permitir y no podías ir con el estomago vacío. Terminaste el café y lo lanzaste ha la papelera, como de costumbre, cayó en el suelo. Te levantaste, cogiste el bote y lo tiraste correctamente al contenedor, mientras pensabas: “Un día, conseguiré encestar”. Te volviste a sentar en el banco y cerraste los ojos. La paz y la tranquilidad inundaban tu cuerpo, podías sentir una gran relajación, pero en ese momento, notaste algo en tu cabeza. Te diste la vuelta y viste a los hijos de tus vecinos riéndose, intentaste mantener la calma y dijiste:
- ¿Que ocurre? ¿Por que os reís?
- Será mejor que te quites eso del pelo – Dijo uno de los niños mientras se reía -.
Tocaste la parte de arriba de tu pelo recogido y era un chicle. Intentaste relajarte, pero era inútil. Te levantaste y comenzaste a perseguir a esos niños. Entraron a su apartamento, pero tu comenzaste a llamar al timbre, la puerta se abrió y era la madre, te miró muy sorprendida y dijo:
- ¿Que ocurre? ¿A que viene tanto escándalo?
- … - Sin decir nada, te diste la vuelta y enseñaste el chicle pegado en el pelo -.
- ¿Pero como...? Lo siento mucho, los castigaré, no volveran a pisar la calle hasta que tengas 30 años.
- Es lo único que pido, eso y que lo mandéis al extranjero.
- Es que el viaje está muy caro – Obviamente, no lo decía enserio, pero eran unos niños muy problemáticos - Si quieres yo te pago el corte del pelo.
- No hace falta, pero que no vuelva a ocurrir.
Entraste en tu casa, te pusiste una gorra y fuiste hasta una peluquería. Cuando entraste enseñaste tu pelo a la peluquera y sin decir nada, comenzó a cortarte el pelo. Cuando saliste de la peluquería, comenzaste a dar un paseo, pasaste por delante de un escaparate y te viste reflejada en el cristal y pensaste: “Parezco un chico... La verdad es que no estoy nada mal, pero de esta manera... ningún chico se fijara en mi”. Continuaste caminando y un hombre se acercó a ti y te dijo:
- Disculpa... ¿tienes un momento?
- ¿Que quiere?
- Tu cara... - Se acercó a ti, por o que tu diste un paso hacía atrás – Tu cara... es muy femenina, pero se nota que eres un chico.
- ¿Eh?
- ¿Quieres formar parte de un grupo de chicos que está a punto de debutar?
- ¡¿Eh?!
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