POV Chunji 

Nuestros padres se habían reunido para programar la fecha de la boda, la cual se llevaría a cabo dentro de tres semanas. Aunque trataba de ocultarlo, Minzy parecía nerviosa por lo cercano que se encontraba nuestro matrimonio. Honestamente, yo estaba contento, bueno, en realidad era más que eso, era una enorme felicidad. Mi sueño de formar una familia con Minzy se estaba haciendo realidad.
Todos estaban felices por nosotros y nos ayudaron con los preparativos para la boda. Minzy había terminado su semestre en la universidad y pedía una baja temporal para concentrarse en el embarazo. Cada día que pasaba ella se veía más y más hermosa, su resplandeciente rostro me llenaba de alegría cada vez que me sonreía. Logrando hacer espacio en mi apretada agenda, visitábamos cada tarde el parque en donde siempre había niños jugando. Minzy adoraba verlos jugar, sus ojos brillaban aún más cuando veía a los niños. Mi madre empezaba a acercarse cada vez más a Minzy, ella seguido visitaba la casa para aprender a cocinar comida coreana, y ya que Minzy había perdido a su madre, era mi madre quien le aconsejaba sobre los cuidados de nuestro hijo.
Era otra tarde soleada de verano, desafortunadamente esta vez no podía asistir al parque con Minzy.

-Prométeme que te vas a cuidar mucho ¿de acuerdo?
-No te preocupes, Angy me acompañará
-Sra. Lee, es usted muy precavida
-Lo sé Sr. Lee
-Llámame cuando regreses ¿está bien?
-Sí, lo haré. Tú también cuídate mucho, OK

Terminé esa llamada con Minzy y me uní con mis demás compañeros al estudio de grabación. Algunas horas más tarde salí, encendí mi celular y mi buzón de entrada había múltiples mensajes y varias llamadas perdidas. Presuroso abrí el último.

[Minzy]
Chunji-sshi, sucedió algo. Estamos en el hospital.

-Angy

Adjunto venía la dirección de donde se encontraban. Me apresuré a avisarles a los demás y fuimos al hospital.

-¿Minzy está bien? ¿Qué fue lo que sucedió? - Pregunté angustiado a Angy quien esperaba afuera de la habitación
-Tranquilo, Minzy se cayó cuando intentó salvar a uno de los niños del parque, perdió el conocimiento por un momento, ella y el bebé afortunadamente están bien

Se tranquilizaba un poco mi corazón con la explicación.

-¿Puedo verla? - Pregunté
-Sí, creo que ya despertó - La chica se hizo a un lado y entré a la habitación

POV Minzy

Después de la llamada de Chunji, Angy me acompañó al parque. Mirábamos a los niños jugar en el parque cuando caminamos hacia la acera para acercarnos a una tienda y comprar algo para beber.

-Espérame aquí ¿está bien? - Decía Angy antes de cruzar la calle

Asentí y esperé a que ella regresara. Miraba la panorámica tarde de verano en el parque. Un par de niños jugaban a la pelota al otro lado de la calle cuando dicha pelota rodó llegando a uno de los carriles de la carretera, el semáforo justo había cambiado de rojo a verde y un auto se acercaba a  una velocidad mayor a la permitida, el sujeto hablaba por su celular y no se daba cuenta de la niña que corrió para recoger su pelota. El auto se encontraba a pocos metros, mis pies corrieron hacia donde se encontraba la pequeña y la abracé con fuerza, ambas caímos sobre la banqueta. Mi corazón estaba palpitando con fuerza debido a la adrenalina y mi espalda dolía por el impacto con el suelo.

-¡Unni! ¡Unni! ¿Te encuentras bien? - Preguntaba la niñita de cabello negro que había salvado

Mi vista empezaba a nublarse y pronto cerré los ojos, me desmayé ahí. Al parecer dormí por algunas horas y cuando desperté me encontraba en un cuarto de hospital. Me levanté bastante asustaba por lo que mi caída le pudiera haber provocado al bebé. La puerta se abría, Chunji entraba a la habitación y me miraba con una angustiada expresión.

-¿Te encuentras mejor? - Chunji se acercaba a la cama

Asentí apenada.

-Minzy, ¿Por qué hiciste algo tan peligroso? - Regañó - ¿No pensaste en ti o en el bebé?
-L-Lo siento - Escondí mis ojos que empezaban a llenarse de lágrimas

La habitación se quedó en silencio por algunos momentos mientras que solo se escuchaba la presurosa respiración de Chunji.
Enseguida su mano levantó mi rostro, su otra mano limpió mis mejillas y se acercó a mí para abrazarme.

-Lo siento - Decía él - No quise gritarte, solo estoy algo nervioso. Me preocupé mucho cuando supe que estabas en el hospital, tuve mucho miedo de perderte o de perder a nuestro hijo

Mis lágrimas aumentaron en cantidad. Yo también estaba asustada. Admito que me sentía bastante irresponsable por haber cruzado de esa manera la calle, pero no me hubiera perdonado si atropellaban a la niña frente a mis ojos.

-No llores - Chunji acercaba su mano a mi rostro para limpiar mis ojos - El bebé y tú estarán bien, no pienses mucho en lo que sucedió ¿de acuerdo?

Su cálida sonrisa se asomó en su rostro calmando ligeramente mi corazón. Me ayudaba a sentarme en la cama, ablandó la almohada y la colocaba detrás de mi espalda. Acercó un vaso con agua y se sentaba junto a mí rodeando mi cuerpo con su brazo.

-Mañana es la boda - Dije
-¿Quieres posponerla? - Un cálido tono salió de sus labios

Moví la cabeza de forma negativa.

-¿Estás segura? - Preguntó
-¿Ya no quieres casarte conmigo? - Lo miré con ternura
-Tch - Provino de sus labios - Te amo mi pequeño panda - Besó largamente mi mejilla

Nuestros rostros permanecieron cerca por un momento. Miré a detalle sus preciosos ojos cafés que siempre me embelesaban, enseguida su nariz rozó con suavidad la mía y su mano siguió acariciando mi mejilla con tranquilidad. Su delicioso aliento circulaba cerca de mis labios. Lentamente fui cerrando los ojos y esperé ansiosa un exquisito beso de mi amado Chunji. Poco después abrí lentamente los ojos, recibía un tierno beso en la frente. Volví a mirar sus brillantes ojos que sonrieron al verme, sus labios se curvearon y enseguida se posaban sobre los míos. Atrapaba mi labio superior en un exquisito rose al que no me pude resistir y correspondí. Era un beso lento que me dejaba saborear el dulce sabor de sus labios.
Después de un rato nos quedábamos sin aliento. Nos alejamos ligeramente, a pesar de que habíamos hecho esto muchas veces, nuestras mejillas se inundaban de un tierno color escarlata.

-¿Cómo puedes hacer eso? - Susurraba cerca de mí
-¿Hm? - No entendía a qué se refería
-Hacerme sonrojar después de un hermoso beso

Mis mejillas se ruborizaron más ante el cumplido.

-Lo mismo debería preguntarte - Contesté tímidamente

Nos sonreímos bobamente y volvíamos a besarnos.

Por la noche me daban de alta del hospital. Mi padre había ido a recogerme, y ya que no había sido nada grave no se pospuso la boda. Papá me llevó a casa y ahí pasaba la noche. No lograba dormir en toda la noche, aún no podía creer que me iba a casar con él, con la persona que para mis ojos era perfecto, con un hombre tierno y amable que me regalado la felicidad más grande, ser madre. Eran alrededor de las 4 am y por fin el sueño se dignaba a llegar a mí. Después de algunas horas sonaba el despertador. A pesar de que solo había dormido algunas horas, estaba bien, hoy estaba muy emocionada y contenta. Me levanté de la cama y fui a la habitación donde estaba Angy, ella aún seguía durmiendo, sigilosamente entré a su cama. La miré dormir por un rato, parecía tener un sueño tranquilo. Ella sintió mis movimientos y empezó a despertar.

-Minzy - Dijo en un tono somnoliento

Enseguida frotó sus ojos y me miró.

-¿Por qué me despiertas?

Sonreí ampliamente y la abrazaba con fuerza provocando que ambas cayéramos sobre la cama.

-¿Estas muy feliz, verdad? - Preguntaba ingenuamente
-Más que eso - Contesté
-Aún no lo puedo creer - Dijo - Tú, mi pequeña Minzy, estás a punto de unir tu vida  junto a la de otra persona - Hablaba como si fuese mi madre.

Todos los recuerdos vinieron a mi mente, cuando éramos pequeñas y hablábamos y nos imaginábamos ese día, aquel glorioso día en el que nos desposaríamos.  Acordarme de aquellos días era nostálgico, me provocaba llorar. Angy notaba mi rostro y me impedía derramar alguna lágrima.

-No te pongas así - Alborotaba un poco mi cabello - Sonríe, hoy es un día de felicidad para todos - Sonreí con ternura
-Angy - Susurré - Estoy muy feliz, aún no lo puedo creer. Es como un sueño, no quiero despertar

Seguimos hablando por largo rato hasta que mi padre entraba a la habitación, sin darnos cuenta ya eran las 9 am y yo debía prepararme. Corrí a la ducha y me bañé velozmente. Mi padre me llevó a la estética en donde las personas me arreglarían esperaron pacientemente mi llegada. Después de largo rato terminaron con el maquillaje y mi peinado miré mi reflejo sobre el espejo. Era perfecto, el vestido blanco y largo, el maquillaje ligero y sutil, junto a un peinado delicado y bonito, quizás suene vanidad pero ese día estaba muy hermosa. La puerta se abrió y lentamente giré. Mis ojos se abrieron por completo al verla frente a mí sosteniendo el velo.

-Estas realmente linda - Decía al acercarse

Me quedaba sin palabras. No sabía que ella vendría.

-Acércate - Dijo - Necesito ponerte esto

La bella sonrisa que tanto la caracterizaba se asomaba en su rostro.

-¿J-Jun? - Titubee - J-Jun Hee - Aún la miraba con desconcierto - Viniste…
-¡Claro! - Expresó ella - Cuando Emma - Se refería a la tía - recibió la invitación tomamos el primer vuelo para venir a Corea

Impulsivamente me abalancé sobre ella y la abracé con fuerza. No quería hacerlo pero mis ojos empezaron a aguarse. Lentamente me alejó de su cuerpo y miró mi rostro.

-¡Yah! Tan malo es que viniera - Bromeaba - Arruinarás tu precioso maquillaje - Me regaló una tierna sonrisa

Me ayudaba a ponerme el velo.

-Eres la mujer perfecta - Decía mientras terminaba de acomodar la fina tela en mi rostro - Eres la mujer que Chunji oppa eligió para pasar el resto de su vida. Estoy muy feliz por ustedes, les deseo salud y prosperidad en sus vidas…

Con un cálido abrazo se despidió y enseguida mi padre entró a mi habitación.
Papá me acompañó y me ayudó a subir al auto. Había llegado la hora de que me llevara al templo en donde se llevaría a cabo la ceremonia.
Al principio mi papá estaba un poco distante por la noticia de mi repentina boda con Chunji, pero después de un tiempo se le pasó. Cuando llegamos al lugar me ayudó a bajar y nos encaminamos hacia la entrada.

-¿Estás nerviosa? - Preguntaba mi padre

Moví la cabeza negando.

-Estoy muy feliz por ti - Miró con detenimiento mis ojos - Aún no puedo creer que este día ha llegado, tu vida estará unida a la de Chan Hee-sshi no solo por su matrimonio, sino por su hijo, el hijo de ambos. Cuida bien de toda tu nueva familia ¿de acuerdo? - Decía tratando de ocultar sus ojos llorosos

Solo pude abrazar con fuerza a mi padre. No quise agregar más ya que sabía que si lo hacía mis ojos también se llenarían de lágrimas.
La puerta se abrió frente a nosotros y la marcha nupcial comenzó a sonar. Podía ver a Chunji al final del pasillo, vestido con un elegante atuendo blanco. Caminé del brazo de mi padre hasta el fin del pasillo, entregó formalmente mi mano a Chunji quien me miraba con ternura. Junto mi brazo al suyo y escuchamos atentamente al ministro.

Después de pronunciar nuestros votos continuamos con la ceremonia hasta que el famoso “Puede besar a la novia”. Chunji levantó la fina tela de mi rostro y me miró, sus ojos brillaban más de lo normal haciéndolo ver demasiado lindo. Se acercó a mi rostro y con un inocente beso tocó mis labios.

A nuestra salida del templo fuimos felicitados por nuestros amigos y familiares. Después de largo rato de felicitaciones y fotografías nos dirigimos al lugar donde se llevaría a cabo la recepción.
Estaba pérdida en mis pensamientos mientras miraba a mí ahora marido hablar con los invitados cuando sentí a alguien aproximándose hacia mí.

-Entonces, supongo que ahora ya no podremos seguir siendo tan cercanos ¿cierto?
-¿Huh? ¿Por qué dices eso? - Pregunté
-¿Quieres fugarte conmigo? - Bromeó - Aún tenemos tiempo

Reí ante la propuesta.

-¿Quién se fugará con quién? - Chunji llegaba con nosotros

Chunji rodeo mi cintura en un cálido abrazo.

-Supongo que ya no podremos hacerlo - Decía Young Min - Entiendo - Miró a Chunji - Espero que seas cuidadoso con ella, no es tan adorable como aparenta, a veces es realmente odiosa - Reía discretamente
-Lo tendré en cuenta - Decía Chunji

Young Min sonrió por última vez y se alejó.
La tarde se hacía presente y llegaba la hora de despedirnos. Lanzaba el ramo hacia al conjunto de jóvenes chicas que estaba detrás de mí esperando atraparlo. Voltee para ver quien lo había alcanzado, era mi hermana quien no se veía en total confusión, aun así ella me sonrió. Subimos al auto y después de cambiarnos por algo más cómodo, nos dirigimos al aeropuerto. Pasaríamos algunos días en Jeju Island. Después de unas horas de vuelo por fin llegábamos a nuestro destino, aún era de noche, a Chunji se le ocurría ir a caminar en la playa, me parecía buena idea. Dejamos nuestro equipaje en la habitación y juntos salimos a la cálida playa nocturna. Algunas luces la alumbraban dando una vista sobria y al mismo tiempo romántica. Caminábamos tomados de la mano con los pies descalzos. El sonido de la marea llenaba nuestros oídos mientras que la débil luz de la luna iluminaba nuestros pasos.

-Aún no puedo creer que estemos aquí - Chunji se detuvo frente a mí - Que por fin seas mi esposa y que pronto seamos padres… Todo está sucediendo tan rápido que tengo miedo que sólo sea un hermoso sueño
-No es un sueño - Dije mirando sus ojos que brillaban a la luz de la luna - Estamos juntos y formaremos una familia…

Me abrazo rodeando mi cintura. Su respiración estaba cerca de mi cuello estremeciéndome por completo.

-Te amo Minzy - Decía con una suave voz - Eres la única mujer para mí, no puedo pensar en nadie más que no seas tu

Sus manos subieron por mi espalda hasta llegar a mi cabello el cual acarició con sutileza.

-Chunji, yo también te amo, mucho, mucho - Susurré - Nunca pensé que el amor doliera tanto y que al mismo tiempo te llenará de alegría olvidando todo ese dolor, contigo he conocido las distintas caras del amor. Quiero estar contigo toda mi vida…

Nos abrazamos con más fuerza el uno del otro y permanecimos juntos por largo rato.
Después de jugar un rato en la playa, regresamos a nuestra habitación. Tomábamos juntos un cálido baño en la tina. El delicioso aroma a jazmín inundaba nuestras narices mientras yacíamos abrazados en la tina. Las piernas de Chunji rodeaban mis caderas, lentamente acomodó mi cabello en uno de mis hombros y con una suave esponja frotaba mi espalda y mi hombro descubierto. Iba dejando pequeños besos hasta llegar a mi cuello. Ahí se detuvo y acercó aún más su cuerpo para abrazarme, continuó besando mi cuello mientras que una de sus manos me giró, sus ojos me miraban apasionadamente, inclinaba ligeramente y posaba suavemente sus labios sobre los míos. Eran movimientos sutiles pero con gran habilidad que me enajenaron. Su mano se acomodó en mi mejilla y continuó besando con más intensidad. Lentamente su lengua acarició mis labios hasta que finalmente entró en mí boca. Nuestras respiraciones iban a una misma acelerada velocidad. Pronto empezamos a quedarnos sin aliento y nos alejamos ligeramente. Nos miramos algo sonrojados y sonreímos tímidamente. Chunji acarició mi mejilla y después lentamente recorrió mi nariz, continuó rosando con sus dedos las fisuras de mis labios.

-Eres hermosa - Susurró

Aún no lograba entender como me hacía enloquecer con tan solo decir dos palabras. Nos acercamos nuevamente y volvíamos a besarnos.
Después del baño nos pusimos unas lindas pijamas de pareja y nos recostamos en la amplia cama. Yo reposaba plácidamente sobre el brazo de Chunji mientras permanecíamos unidos en un cálido abrazo.

-¿Alguna vez besaste a Hana como lo haces conmigo? - Tenía curiosidad por saber

Chunji me miró con sorpresa pero rio después de apartar la mirada.

-¿Por qué quieres saber eso?
-No lo sé, tengo curiosidad - Conteste haciendo puchero
-¿En serio quieres saber? - Preguntó al unir sus ojos a los míos

Moví la cabeza diciendo sí.

-Hana me gustaba pero aun así nunca sentí la misma pasión que siento al besar tus labios. Aquella vez en el bosque tus labios tenían un fascinante tono rosado - Hablaba de la primera vez que me besó - No pude contenerme, realmente deseaba probar tus labios y cuando lo hice encendiste algo dentro de mí. Poco a poco te convertiste en mi adicción, una dulce y hermosa adicción

Chunji lograba enrojecer mis mejillas después de su confesión. Lentamente nos acercamos y nos besamos. Aprisionaba mis labios contra los de él mientras que posaba delicadamente su cuerpo sobre el mío. Sus labios se movían hábilmente a través de los míos en un exquisito beso. Sus manos recorrieron mi cuerpo desde mis piernas descubiertas, pasando por mis caderas y mi pecho hasta llegar a mis hombros. Lentamente empezó a besar mi cuello y con gran destreza lograba descubrirlos para seguir besando la sensible piel de aquella zona. Comenzó a desabotonar uno a uno los botones de mi blusa dejando un camino de pequeños besos a través de mi pecho y abdomen. Pronto me despojó de mi blusa y con un y movimiento se deshizo de su playera. Miré con deseo la tersa piel de su torso descubierto que no dude en acariciar con mis dedos. Parecía gustarle el contacto de mis manos sobre su piel, su mirada se volvía sugestiva al sentir mis caricias. En un movimiento en que se había vuelto experto, invertía nuestras posiciones. Su mirada recorrió mi cuerpo, desde mis piernas hasta mis ojos. Sus manos acariciaron mi espalda provocándome un enloquecedor escalofrío. Sus ojos brillaban con la poca luz que había en la habitación y sus labios tenían ese atractivo tono que me invitaban a besarlos. Me acerque a su rostro y rocé mi nariz con la suya, lentamente mis labios llegaron a los de él besándolo dulcemente. Sus manos bajaron por mi espalda y recorrieron mis caderas llegando a mis piernas las cuales sujeto para poder cargarme y volver a cambiar nuestras posiciones. Nos detuvimos momentáneamente para mirar nuestros ojos y nuestras mejillas bañadas de ese tierno color rojizo. Mis piernas estaban temblorosas al tenerlo en medio de ellas. Se acercó nuevamente a mi rostro, su aliento recorrió mis labios deseando un beso. Con delicadeza mordía mis labios rosando sutilmente su lengua en ellos. Me sorprendía la hábil y juguetona manera de besar de Chunji. Comencé a sentir su emoción entre mis piernas. Sus labios siguieron besando hasta llegar a mi cuello. Daba suaves mordiscos en él provocando débiles gemidos provenientes de mis labios. Mi cuerpo enloquecía, se estremecía por completo. Deseaba estar con él pero repentinamente se detenía dejándome con esta excitante sensación en mi cuerpo. Chunji se alejaba y se sentaba a un lado de la cama. ¿Qué estuvo mal? Me preguntaba a penada en mi mente.

-Lo siento - Decía con una suave voz - No puedo
-¿Huh? - Me levanté de la cama y me acerqué un poco a él
-No puedo hacerlo. Me preocupa nuestro hijo

Sonreí para mis adentros y me acerqué más para abrazarlo por la espalda.

-Está bien - Susurré en su cuello 
-No te sientas mal - Dijo él - No eres tú, estás bellísima esta noche solo estoy algo nervioso…
-No te preocupes - Tiernamente besaba su mejilla

Caímos sobre la cama y nos abrazamos. Mi cabeza reposaba tranquilamente sobre su pecho escuchando sus latidos.

-Eres irresistible - Decía mientras acariciaba mi cabello - Eres la mujer que me enloquece con tan solo una sonrisa. Me siento indefenso cuando me miras y cuando me besas. Me gusta todo de ti, tus ojos, tus manos y tu cuerpo, son perfectos para mí. Me contagias tu alegría haciéndome ver el mundo de una manera distinta. Estar contigo me hace más fuerte. Quiero permanecer a tu lado por siempre.

En un suspiro terminaba la frase. Con los tranquilos latidos de su corazón y tibios brazos rodeándome pronto me quede dormida.
A la mañana siguiente desperté. Parpadee un par de veces para aclarar mi vista. Aún estábamos abrazados, no quise moverme para no despertarlo y admirarlo un poco más mientras dormía. Era realmente guapo, sus labios rosados y sus largas pestañas me cautivaban. Mi dedo índice delineó sus labios provocando que se despertara. Sus ojos se abrieron lentamente y me miraron. Sus labios se curvearon causando lo mismo en mí.

-¿Dormiste bien? - Preguntó

Asentí con un ligero movimiento de cabeza. Empezaba a levantarme de la cama cuando era atrapada por sus brazos regresándome a mi posición.

-Quedémonos un rato mas así - Susurró

Sus manos peinaban mi cabello. Podía escuchar su tranquila respiración en mi cabeza.
Después de largo rato de permanecer en la cama, nos arreglamos para ir a desayunar en el restaurant del hotel. Pasábamos una divertida tarde recorriendo la ciudad.

Así transcurrieron los días hasta el fin de nuestra hermosa luna de miel. Tomamos nuestro vuelo de regreso a Seúl. Llegamos por la tarde al aeropuerto. Mis cosas ya se encontraban en el lugar que se convertiría en nuestro hogar. Para ser honesta, no había mucho cambio, seguiría viviendo en el mismo edificio solo que en el departamento contiguo al de Teen Top.
Al llegar a casa éramos recibidos por todos los integrantes del grupo, Angy, Clau y Haru, que habían preparado una pequeña fiesta de bienvenida.

Miré  con alegría el rostro de Chunji. Me bastaba solo ver su sonrisa para hacerme sentir tan contenta. Ahora estábamos juntos, superando las dificultades del pasado, mi destino estaba unido a él.