A/N: Cortito para que entiendan la historia. trataré de actualizar pronto.

-fuera de mi casa, no regreses nunca más…. – fueron las últimas palabras del patriarca de la familia Mun a su hijo Mun JaeHyuk, quien acababa de decirle a su padre que no importa lo que pase, nada lo haría abandonar a su humilde novia que estaba esperando un bebé de él.

El joven heredero de la familia Mun abandonó la mansión donde vivió desde pequeño para ir a formar una familia al lado de su novia de tan sólo tres meses de embarazo.

JaeHyuk y su novia se conocieron en el último año de escuela cuando la muchacha entró a trabajar en la cafetería de la escuela. El enamoramiento fue instantáneo y luego de dos años de secreta relación la muchacha quedó embarazada y como era de esperarse del siempre correcto JaeHyuk, la pareja decidió formalizar y hacer de conocimiento del padre del joven Mun que estaban dispuestos a casarse y formar una familia junto con el bebé que estaba por venir.

Pero el patriarca de la familia Mun era una persona fría y déspota y no aceptó que su único hijo se involucrara con una muchacha de humilde origen, él siempre deseo para su hijo una muchacha de sociedad. La noticia le cayó como un baldazo de agua fría y finalmente optó por amenazar a su hijo dándole a elegir entre su familia y su joven novia. JaeHyuk eligió la familia que estaba por venir y abandonó la mansión en silencio deseando que algún día su padre pudiera entenderlo.

Seis meses transcurrieron rápidamente y el joven JaeHyuk se encontraba sentado en una silla esperando porque el doctor saliera y le dijera que su bebé nació con buena salud. Los últimos meses fueron muy difíciles para la pareja, el padre de JaeHyuk había hecho hasta la imposible para presionar a su hijo para que volviera a casa arreglándoselas para que éste no consiguiera empleo en ningún lado.

JaeHyuk con la ayuda de unos amigos logró obtener un empleo en América dónde viajaría con su ahora esposa y su hijo dentro de un mes.

-felicidades, tiene dos niños saludables – salió el doctor de la sala de partos felicitando al joven que se encontraba nervioso y en estado de shock al oír la palabra “dos niños”

-dos niños doctor? – preguntó el joven estupefacto

-son gemelos – respondió el doctor con una sonrisa

El joven Mun ingresó a la sala de partos donde se encontraba su esposa recostada en la camilla sosteniendo en cada brazo a uno de los bebés. JaeHyuk no podía sentirse más feliz al ver a su nueva familia.

La nueva y feliz mamá fue llevada a una de las habitaciones del hospital donde fue recibida con un hermoso y exquisito ramo de flores

-cariño, gracias!  - miró la muchacha a su esposo

-no fui yo, quién envió las flores? – el joven Mun se acercó y leyó la tarjeta

“felicidades por el nacimiento del bebé, estaré feliz de conocer a mi nieto pronto”

Era claro que las flores provenían del padre de JaeHyuk y el muchacho se preguntó cómo es que su padre sabía que su esposa acababa de dar a luz. El muchacho sintió un repentino escalofrío al pensar en su padre y releer la tarjeta en sus manos.

-sólo quiero conocer a mis nietos – insistía el Sr. Mun en medio de una acalorada discusión con su hijo en los corredores del hospital

-me dijiste que me olvidara de ti, por qué ese repentino interés en mis hijos

-eres mi único hijo y esos niños son ahora los herederos de mi fortuna! No dejaré que los críen en la miseria

-son mis hijos! No te los vas a llevar!

-tengo todos los derechos como el abuelo de los niños!

-no tienes ningún derecho! Sólo vas a hacer con ellos lo que hiciste conmigo y no lo permitiré!

-cómo quieras, siempre hay una manera y sabes que tengo el poder para llevarme a esos niños – el Sr. Mun abandonó el hospital no sin antes lanzar una mirada desafiante a su hijo.

Al día siguiente el joven Mun tomó a su esposa y a sus hijos y los sacó del hospital llevándolos a otra cuidad huyendo de su padre hasta que llegara el día en que la pareja parta rumbo a América, pero el Sr. Mun era una persona calculadora y no demoró mucho para dar con el paradero de su hijo irrumpiendo en la habitación del hotel donde se hospedaban y robando a los niños con ayuda de sus guardaespaldas.

-no te puedes llevar a mis hijos! Padre! Noo!! – rogaba el joven Mun corriendo desesperado detrás del auto de su padre

El auto iba a gran velocidad en medio de la carretera empapada por la incesante lluvia que no había dejado de caer en todo el día.

La visión del chofer del auto se hizo nublosa haciendo que éste perdiera el control del auto terminando estrellándose contra un árbol y posteriormente cayendo a un barranco.

-mis hijos dónde están mis hijos! – entró el joven Mun corriendo dentro del hospital en compañía de su abogado

Una de las enfermeras salía de la habitación del Sr. Mun con un bebé en brazos en ese instante y el joven padre corrió y arrancó el bebé de brazos de la muchacha

-dónde está mi otro bebé! Entréguenme a mi otro bebé! – exigió el joven y desesperado padre

-el niño murió en el accidente – oyó la voz grave y fría de su padre

-no, eso no es posible! Nooo!!

-quedó muy herido por el accidente, lo siento hijo – continuaba hablando el Sr. Mun sin mirar a su hijo de frente

-tú lo mataste! Tu asesinaste a mi bebé!! – el joven padre enloqueció y tuvo que ser dopado por las enfermeras

Mientras que por otro lado el Sr. Mun salía del hospital en compañía de sus guardaespaldas silenciosamente escoltando a una enfermera que llevaba un bebé en brazos.

-Sr. Mun está seguro de esto? – habló el asistente personal del patriarca de los Mun

-ya no puedo hacer nada para quitarle al otro bebé, al menos criaré a este y me aseguraré que sea mejor que su padre – dijo firmemente el Sr. Mun tomando al bebé de brazos de la enfermera.

Los días pasaron pero el dolor por la pérdida del bebé estaba aún latente en los corazones de los jóvenes padres. JaeHyuk y su esposa viajarían en unos minutos a América llevándose al bebé que pudieron salvar.

Para JaeHyuk sería un nuevo comienzo sin la sombra de su padre rondándolo.

El Sr. Mun no permitió a la joven pareja reclamar el cuerpo de su bebé para enterrarlo, los dolidos padres simplemente se rindieron queriendo enterrar esa terrible memoria de sus cabezas.

-empezaremos de nuevo y criaremos a este bebé con todo el amor que podamos – hablaba JaeHyuk a su esposa desde su asiento en clase económica del vuelo con destino a Los Angeles

-le daremos todo el amor que no le pudimos dar al otro bebé – respondió su joven esposa sosteniendo en brazos a su bebé – aún no le hemos puesto nombre – susurró la muchacha a su esposo

-ya que viajamos a América que tal Eric – propuso JaeHyuk y la muchacha asintió sonriendo al bebé que llevaba en brazos

-los trámites se resolvieron sin problemas señor – informó el abogado del Sr. Mun

-muy bien, el niño ya está registrado entonces. Mun JungHyuk serás un gran hombre como tu abuelo, exitoso y poderoso, el futuro de las empresas Mun estarán a tu cargo – habló el Sr. Mun al bebé que dormía apaciblemente en la cuna dentro de la habitación que alguna vez fue de su padre quien ahora lo creía muerto.