Capítulo 1: Freen y Rebecca

Sandarac
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—Escoge muy bien. —La pequeña niña levanta la vista asintiéndole al corpulento hombre de ojos grises, ella sigue cada movimiento suyo, es innegable que lo admira, su mirada no lo abandona en ningún momento, incluso le causa gracia cuando desliza sus gruesos dedos por la prominente barba, respira hondo deseando no tener que estar en esa situación incómoda, ella sabe que su padre solo espera que por fin escoja a alguien, todavía no entiende bien que está ante una de las decisiones que trascenderá su historia, de las pocas que tomará por su cuenta a decir verdad, las mujeres del siglo XIV son solo algo a poseer, y ella a pesar de su linaje no se salva de ese destino... la pequeña baja la vista mientras aprieta las manos sintiendo como sus uñas se hunden impasibles en su piel nívea, marcas rojas aparecen delineando a la perfección su autoinfligido castigo, vuelve a respirar exigiendo sus pulmones al tope, decide empezar, camina con la cabeza erguida como digna hija del gran rey Billy Patchanon Chankimha.

Todas las niñas presentes bajan su cabeza cuando ella se acerca, eso le aburre sobremanera, es tan conocido los gestos, todos le guardan la mejor sonrisa fingiendo amabilidad, ¿Cómo confiar en alguien así? Resopla mientras camina entre las pequeñas de su edad, pensar que solo tiene diez años. —¿Y bien? —Su padre camina a su lado, él no le da espacio a que siga posponiendo la decisión de escoger la persona que la acompañará la mayor parte de su vida como su sirvienta personal, la persona a la cual le fiará sus secretos, una confidente y por consiguiente una posible amiga, ella niega con la cabeza y sigue su camino entre las niñas que ya sienten nervios de estar en esta posición, y no es para menos, la escogida saldrá de la pobreza, tendrá una vida asegurada en el castillo y si su trabajo es del agrado de su señora la acompañará incluso después de casarse, su padre la sigue impaciente, esto debió pensarlo mejor y haberle asignado la tarea de acompañarla a otra persona, él debería estar al frente de su reino y no en estas labores que le corresponderían a su esposa, lástima que ella falleciera en el parto de su segunda hija... la pequeña niña de larga cabellera castaña y de ojos grises como su progenitor ve todo con desdén, puedo identificarme con el desinterés.

—¿No puede ser en otra oportunidad? —Ella duda que hoy sea el día para escoger a alguien, ya han pasado por lo mismo dos días seguidos, nada ha logrado llamar su atención, su padre se impacienta con la pregunta tomando su brazo para que se detenga, los dos se ven un leve momento antes de que él se arrodille con sus ojos fijos en ella.

—Freen, la vida como el manejo de un reino no da espera para divagar, aprende a apoderarte de tus decisiones y nunca mirar atrás, eres una Chankimha y como tal no puede pedirte menos, así que decide de una buena vez. —Aunque el tono de su voz en ningún momento se eleva la firmeza de sus palabras crea tensión en el ambiente, la pequeña Freen no está acostumbrada a los llamados de atención de su padre.

—Está bien... prometo escoger a alguien hoy. —La niña baja la cabeza analizando las palabras de su padre, no es de su agrado que él le recuerde su linaje, eso jamás había sido necesario, Billy se levanta con el convencimiento de que su pedido ha calado profundo en su hija, necesita que escoja a alguien para que su viaje de guerra sea más tranquilo, una figura vigorosa decide acercarse rápidamente, solo su general de confianza puede tener ese privilegio.

—Mi señor... ¿me permite un momento? —El hombre habla suavemente siempre con la cabeza gacha, Billy asiente viendo por última vez a su hija, tendrá que dejarla sola en su decisión, los dos hombres se alejan para hablar en privado, su conversación no pude ser oída por nadie que no sea de absoluta confianza, la seguridad del reino podría verse comprometida con cualquier indiscreción de su parte, los enemigos del reino podrían estar donde menos se imaginan...

Freen camina sin fijarse en alguien en especial, sabe que no puede salir de ese sitio sin haber escogido a su criada, ¿Cómo hacerlo si todas son iguales? ¿Por qué no simplemente escoge a alguien al azar?

La pequeña Freen no tiene otra opción, su mano se levanta y todas las niñas detienen hasta su respiración, todo es silencio hasta que escucha un suave sollozo que la hace bajar su mano, se desconcierta con el hecho de que alguien se atreva hacerlo en su presencia, ve a su alrededor y no da con la fuente de ese lamento, camina presurosa con la necesidad de saciar su curiosidad, su recorrido acaba llegando finalmente a la niña que está en el último rincón del gran salón, sus piernas son fuertemente aprisionadas por sus brazos, su cab

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Comments

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marianee #1
Chapter 1: Deberías publicar en AO3👀👀👀 allí has más variedad y creo más personas que leen en dicha plataforma 🙊🙊 ya te leí en la app de la W naranja