"Querido diario:

Han pasado exactamente dos años desde que nos separaron. Pasan los meses, los días y las horas y me sigo preguntando cómo es que algo tan hermoso pudiera acabar de una manera tan injusta, ¿qué fue lo que habíamos hecho? Según yo, no estábamos haciendo nada malo... solamente... nos estábamos amando, pero a la vez teníamos mucho miedo de lo que dirían los demás y al final esa pesadilla se cumplió.

Atte: K.J.Y."

*Toc Toc*

Una chica pelinegra cerró su diario cuando escuchó a la puerta tocar.

— Adelante.— dijo limpiándose las lágrimas rápidamente, apenas le salieron unas cuantas.

La puerta se abrió y entró una chica de cabello castaño.

— Jiyoung, es hora de que salgas.

— Enseguida voy, Hara unnie.— contestó Jiyoung mirándose al espejo para ver si no se le había corrido el maquillaje.

— Mucha gente está esperando allá afuera como todas las noches.— aseguró la chica sonriente.

— Ajá...— dijo con la voz apagada, cosa que Hara no notó.

— Recuerda, tienes dos minutos para salir.— se lo comunicó antes de retirarse.

Jiyoung suspiró y se puso de pie. Se miró al espejo por última vez mientras se daba algunas inhalaciones y exhaladas, esta noche iba a desahogarse como nunca porque sacaría a esa mujer que llevaba dentro. Tomó su chaqueta de cuero y su guitarra para después salir de su camerino.

 

"Con ustedes, Kang Jiyoung.~"

Una ronda de aplausos se hizo presente mientras la gran Kang Jiyoung apareció en el escenario. La chica tomó asiento en el banquito mientras ajustaba algunas cuerdas de su guitarra y acomodaba el micrófono que estaba en función al 100%.

— Gracias por venir. Esta canción se la quiero dedicar a alguien muy especial.— fue lo único que dijo Jiyoung antes de comenzar a tocar su guitarra.

Kang Jiyoung era cantante de un cabaret nocturno, se ganaba la vida para cantar a la gente todas las noches. Hace años había tomado su rumbo de manera independiente para convertirse en cantante y compositora, no se quejaba por el trabajo que tenía porque con lo que ganaba era lo suficiente para poder salir adelante. Jiyoung no tenía ningún interés amoroso por alguien, ni por un hombre... ni por mucho menos por una mujer. Hasta que esa noche cambió por completo su vida.

Siempre, como ya es costumbre día a día es igual.
No hay nada que decir ante la gente es así.
Amigos simplemente amigos y nada más.
Pero quien sabe en realidad lo que sucede entre los dos,
si cada quien al llegando la noche finge un adiós.

La gente miraba con mucha atención a Jiyoung mientras ésta cantaba mirando hacia un punto fijo, para ellos la notaban un poco perdida, pero no era así. La mirada de Jiyoung estaba enfocado en una mesa que estaba completamente vacía. Un par de recuerdos llegaron a la mente de la chica.

Todo había ocurrido hace 3 años cuando Jiyoung estaba dando una presentación como todas las noches lo hacía y en ese momento una mujer y unas amigas se habían sentado en una mesa, justamente delante de Jiyoung.

En ese momento la mujer había quedado enganchada con la melodiosa voz de Jiyoung olvidándose por completo la conversación que tenía con sus amigas. La presentación había terminado y Jiyoung estaba por retirarse del escenario cuando había cometido el primer error de su vida, sus ojos quedaron clavados en los ojos marrones de la mujer quien le dedicó una sonrisa cálida.

Jiyoung simplemente le devolvió la sonrisa e hizo una leve reverencia como agradecimiento mientras desaparecía del escenario. Ella pensó que no la volvería a ver ahí y que iba a ser algo pasajero, pero no fue así. 

...

"Tienes una hermosa voz."

"Gracias, me lo dicen muy a menudo."

"Soy Park Gyuri."

"Kang Jiyoung."

...

Park Gyuri venía con mucha frecuencia al cabaret solamente para ver las presentaciones de Jiyoung hasta que un día tomó el valor para pedir permiso al gerente del lugar de poder visitar a su camerino y conocerla. A Jiyoung no le quedó de otra que aceptar, simplemente le pediría un autógrafo como sus fans lo han hecho y se retiraban, pero en el caso de Gyuri no fue así.

Cuando Jiyoung la vio frente a frente, se veía que era una mujer madura y su belleza lo decía todo, parecía una diosa salida de la nada y cualquier hombre podría enamorarse de ella. Un ligero cosquilleo apareció por su pecho y se preguntaba si era normal el sentimiento. Ambas comenzaron a conversar para conocerse, Gyuri era 6 años mayor que Jiyoung y trabajaba como pintora en un museo de artes.

Cuanto daría por gritarles nuestro amor.
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control.
Que despertamos abrazados con ganas de seguir amándonos.
Pero es que en realidad no acepten nuestro amor.

Poco a poco ambas chicas comenzaron a tener una hermosa amistad, Gyuri visitaba bastante seguido a Jiyoung a su camerino después de cada presentación y se quedaban a platicar todas las noches mientras bebían alcohol juntas. Era la primera vez que Jiyoung se sentía muy cómoda estando a su lado. Pero lo que Jiyoung jamás se imaginó era que poco a poco esa amistad se iba a convertir en algo más.

Se había ganado el corazón de Park Gyuri.

Los abrazos, las miradas y las caricias estaban siendo cada vez más notorio para ambas, pero Jiyoung siempre creía que era por amistad y que las mujeres lo hacían por cariño. Un día en su presentación #100, Gyuri le había mandado un ramo de flores y un osito de peluche que tanto le costó conseguir, cosa que comenzó a levantar sospechas en su mejor amiga Goo Hara.

...

"Le gustas a esa mujer, Jiyoung."

"Claro que no, unnie. Estás diciendo tonterías que no vienen al caso."

"¿Es que no te das cuenta cómo te mira cuando cantas, cuando haces un movimiento, cuando haces un gesto?"

"Gyuri unnie y yo simplemente somos amigas, nada más. Solamente lo hizo porque siente una gran admiración por mí."

"Jiyoung, respóndeme a esto. ¿Tú sientes algo por esa mujer?"

"¿Qué?"

"No estoy en contra de las relaciones del mismo género, pero debes tener mucho cuidado y más con tu carrera porque esta sociedad es homofóbica porque si se enteran de lo que sucede entre ustedes dos..."

"¡Ya te dije que Gyuri unnie no siente nada por mí y te lo voy a demostrar!"

...

Jiyoung recordaba una platica que tuvo con sus padres sobre las parejas del mismo o, le decían que una cosa del diablo y que era pecado. ¿Por qué? Simplement