Capítulo I: Aquí comienza nuestra historia.

EVITERNO — SOOBIN

—¡YeBin despierta de una vez! —me grita mi hermano mientras un dolor intenso se apodera de mi cuerpo.

—¡YoHan podrías ser más cuidadoso la próxima vez! —me quejo mientras me levanto del suelo adolorida y con sueño, no había dormida casi nada por quedarme hasta tarde leyendo.

Él solo sonríe burlón y desaparece por el marco de la puerta. Veo la hora en mi celular y son las 6:30 de la mañana, si no lo mata su profesor de lengua lo mato yo.

Con desgana me dirijo al baño para hacer mis necesidades y bañarme, el espejo empañado frente a mi me impide ver mi reflejo por lo que con mi mano trato de hacer desaparecer el vapor no consiguiéndolo muy exitosamente, el espejo ahora está mojado y me veo distorsionada, suspiro sacando el aire que aprisionaba mis pulmones y salgo del baño recibiendo una ola de frío que no recibo con mucha alegría.

Me dispongo a ponerme el uniforme de mi colegio y a peinarme para no parecer una loca, tengo una (no) reputación que cuidar. Bajo las escaleras y me encuentro a mi padre en la cocina con una taza de café en sus manos.

—Buenos días, YeBin. —me saludó con una sonrisa dejando la taza en el mesón acercándose a mi para abrazarme.

—Buenos días, papá. —correspondo el abrazo con una sonrisa.

Mientras mi madre trabaja en el hospital, mi padre que es escritor y pasa la mayoría del tiempo en casa, se encarga de cuidarnos.

Mi papá se separa de mi y me sirve el desayuno, miro a mi alrededor y no veo a YoHan por alrededor intentando molestar.

—¿Y YoHan? —pregunto untando la mantequilla en el pan tostado y llevármelo a la boca.

—Se está terminando de vestir. —me respondió papá sentándose frente a mi con su taza de café nuevamente en manos. Yo asiento y sigo desayunando hasta que escucho los zapatos de mi hermano mayor golpear la madera de las escaleras.

—¡Al fin!, hermanito, no importa cuánto te arregles siempre estarás feo. —bromeo sacándole la lengua a lo que él respondía con una cara de indignado.

—No es mi culpa que tengas que decirme feo para sentirte más bonita, fea. —me respondió sacándome también la lengua. Le iba a responder, sin embargo, nuestro papá nos interrumpió pidiéndole al chico que se sentara a tomar desayuno.

Eran las 7:30 y con mi hermano ya estamos en la entrada de nuestra casa colocándonos los zapatos rápidamente, afuera hacia frío por lo que también llevábamos puesto abrigos. Antes de salir nos despedimos de papá y a paso rápido fuimos hasta la parada del bus.

—¿A cuál club te vas a unir este año? —le pregunto mientras miraba a lo lejos por si venía el bus que nos sirve.

—No lo sé, supongo que seguiré en el de básquetbol. —me responde haciendo la misma acción que yo.- Y me imagino que tu no entrarás a ninguno porque no te llaman lo suficiente la atención.

—Ajá, a no ser que este año añadan uno más y ese me interese. —le doy la razón y paro el bus que ya estaba llegando a la parada.

Ambos subimos y el resto del camino fue silencioso hasta que llegamos a la entrada del colegio, había mucha gente buscando su clase, otros saludándose con alegría y otros simplemente recién llegando, como yo y YoHan.

—Te dejo hasta aquí hermanita, iré a buscar mi clase. —me dice dando un pequeño golpecito en mi frente antes de irse, a lo que yo le reclamo.

Yo suspiro y me adentro a la infraestructura, si afuera ya era un pequeño caos, aquí adentro era peor. Como puedo, intento pasar entre todos los estudiantes que se estaban saludando, por ahí vi al nuevo consejo estudiantil intentando ayudar a los nuevos estudiantes y otros estaban buscando su salón.

Mientras subía al tercer piso que es en donde se encuentra mi grado veo a una chica un poco perdida quién me ve y sonríe acercándose a mi. Vaya, es muy linda y parece un ángel, su piel se ve suave y su pelo castaño también.

—Ummh, disculpa. ¿Sabes cómo puedo saber mi salón? —pregunta amablemente a lo que yo sonrió. Diosito, hoy haré mi primera acción buena del día.

—Claro, si quieres te ayudo. —respondo alegremente

—Muchas gracias, err... —se queda a mitad de oración mientras me mira confusa.

—Kim... Kim YeBin. —le digo mi nombre asintiendo. Ella sonríe y se aferra a mí brazo.— ¿Cuál es tu nombre?

—Jo WooRi. —me responde. Yo asiento y me acerco al primer salón que tiene la lista de estudiantes, busco nuestros nombres pero nada.

Así fue hasta que llegamos al penúltimo salón, el 3-D y ahí estaban nuestros nombres. Yo la miró y ella a mi esperando a que le diera una respuesta positiva.

—Seremos compañeras de salón. —le comentó abriendo la puerta del salón, encontrando a algunos estudiantes ahí, algunos se me hacen conocidos y otros no.

—Eso es genial, ¿te parece sentarnos juntas? —sugiere a lo que yo asiento.

Buscamos un puesto cerca de la ventana y nos sentamos, yo al lado de la ventana y WooRi en el pasillo ya que según ella, le da náuseas estar al lado de la ventana y ver la altura en la que estamos.

Esperamos a que el salón se llenara y detrás del último que entró, llegó un profesor, lo que parecía ser nuestro profesor encargado.

—Bienvenidos alumnos, me presento soy el profesor Kim- —no logró terminar su nombre ya que la puerta del salón se abrió abruptamente, dos chicos altos estaban ahí.

Oh no.

—Oh, Choi mayor y Choi menor, pasen estábamos recién comenzando. —les pide el profesor amigablemente con una sonrisa, haciendo sacar el suspiro de varias.

Ambos chicos pasaron y se iban acercando a la fila en la que estaba, mi corazón se iba acelerando a medida que ambos chicos se acercaban, sin embargo, pasaron de largo y se sentaron en los últimos asientos de la fila.

—Ellos son muy lindos, ¿no crees? —me pregunta WooRi en susurro, a lo que yo asiento con una sonrisa un poco forzada. Sigo prestando atención al profesor y la clase termina con la indicación de que luego fuéramos al gimnasio para la bienvenida de la directora.

WooRi me dijo que tenía que ir a no sé qué parte por lo que me quedé sola. Tampoco me importaba mucho ya que desde el año pasado estoy sin alguien que me acompañe.

Me dirijo al kiosco del colegio para comprarme unas galletas de mantequilla y me siento en las bancas que dan a la cancha de fútbol, puedo ver ya a algunos estudiantes jugando. Vaya, sí que son rápidos para hacerse amigos, denme su habilidad social, se los ruego.

A lo lejos puedo ver a mis dos compañeros de clase, Choi SooBin y Choi BeomGyu, ambos riendo junto a su grupo de amigos. Yo suspiro y vuelvo a comer mis galletas de mantequilla, ¿qué hubiera pasado si nunca le hubiera dado esa carta a Choi SooBin?, probablemente no hubiera pasado vergüenza y no quedar como "la chica a la que SooBin rechazó".

El tiempo pasa volando cuando ves a los chicos jugar fútbol, el timbre sonó indicando que ya debíamos ir al gimnasio, yo me levanté y escucho un grito indicándome que tuviera cuidado, no alcancé a reaccionar cuando veo mis galletas en el suelo y un dolor en mi antebrazo, veo el suelo y está la pelota de fútbol.

—¿Estás bien? —escucho que preguntan, alzo mi vista y me encuentro con los de Hwang HyunJin, yo asiento y él sonríe aliviado.— Oh lo siento, tus galletas...

—No te preocupes, puedo comprarme otras. —le digo recogiendo el paquete y las galletas que se habían salido y las boto en el basurero que está cerca.

Adiós galletitas, les mentí no tengo dinero, ¡sean fuertes mis queridas!.

—De verdad lo siento mucho, juro pagártelo luego. —vuelve hablar y yo solo le quito importancia. Me despido de él y me dirijo al gimnasio, en el camino me encuentro a WooRi y juntas nos sentamos en las bancas del gigantesco y renovado gimnasio.

La directora da sus palabras de bienvenida y también anuncia a los nuevos profesores, todos aplaudimos y ella siguió con los avisos.

—También quiero avisar, que este año todos tendrán que entrar al menos a un club de los que hay, también se añadió el club de escritura y el de jardinería por si alguien está interesado. —se escucha los reclamos de los estudiantes y la directora pide silencio.— estos clubes los puede ayudar para su nota final de curso y también para la universidad para aquellos que están en último año.

Aún se escucharon algunos murmullos y puedo saber que mi hermano está aliviado al tener al club de básquetbol a su favor. La bienvenida termina y todos nos dirigimos a nuestros salones, sin embargo dos chicas se acercan a nosotras cuando nos íbamos a sentar.

—Lo siento mucho Kim, ¿pero podríamos sentarnos aquí?, es que queremos estar junto a EunBi y Yeri. —me pide amablemente Yuri, yo miro a WooRi y ella solo levanta sus hombros dejándome a mi la decisión.

Yo suspiro y asiento tomando mis cosas del puesto, WooRi hace lo mismo e intercambiamos los puesto con las otras dos chicas, nos sentamos en el penúltimo puesto y puedo jurar que hasta WooRi notó mi gran sonrojo al notar que SooBin estaba detrás mío.

Diosito, apóyame en esta, por favor.

------

OHHHHH primer capitulo publicado que nerviosssss. Espero que les guste, nos vemos en el próximo capitulo cuties.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet