todo o nada

todo o nada — winrina

¿Se podía odiar algo y amarlo al mismo tiempo? 

Ese era el pensamiento que pasaba continuamente por la mente de Minjeong. Ella no hablaba de una persona, sino concretamente de un tema. Winrina. 

Minjeong odiaba que la gente estuviera tan pendiente de ellas, odiaba que analizaran cada mirada, cada palabra que intercambiaban, no lo soportaba. Pero al mismo tiempo le gustaba ya que sentía que aún quedaba algo entre ambas jóvenes, que no todo se había ido a la mierda. Ningning y Giselle le decían que ignorase el tema y que intentara rehacer su vida, pero Minjeong vivía encerrada en un dilema... ¿Cómo puedo rehacer mi vida sin la persona a la que amo? No puedo.

Minjeong y Jimin, también conocidas como Winter y Karina, estuvieron saliendo durante tres años, los tres años más maravillosos de la vida de Minjeong, y probablemente de la vida de Karina. Después la cosa se complicó tras debutar y rompieron. No fue por terceros, ni porque dejaran de quererse, fue por la presión de las personas de su alrededor, y sobretodo, de su compañía. Los comentarios ajenos, tanto de fans como de gente que las rodeaba la estaban consumiendo, y por culpa de aquello todo acabó. Su historia de amor estaba rodeada de basura y poco a poco esa basura acabó ahogándolas, haciendo que esa preciosa y sana relación estuviera destinada al fracaso. 

Yo la amo, lo sigo haciendo, y espero que ella a mi también. No sé que haría si no lo hiciera. Más pensamientos que rondaban por la mente de la pelinegra.

Minjeong no era una persona celosa. O sí. No lo sabía con certeza, solo sabía que cuando cuando Jimin tenía citas con otras personas le entraban ganas de llorar, de meterse bajo el edredón y no salir en semanas, porque era ahí cuando Minjeong se daba cuenta de que sí, puede que sus amigas tuvieran razón y la estuviera perdiendo de verdad. 

En esos momentos su relación se basaba en tensión manifestada en todo tipo de formas. No podían estar una al lado de la otra sin estar tranquilas, por lo menos Minjeong. La veía ahí, tan preciosa como siempre, con esa hermosa sonrisa y su perfecto cuerpo y no podía evitar volver a sentir aquellas mariposas dentro. Había pasado cinco meses desde que ambas chicas rompieron, la pelinegra había conocido a gente pero nadie se acercaba lo más mínimo a ella. La echaba tanto de menos que dolía y se estaba dando cuenta de que la necesitaba. Quizá un pelín tarde.

¿Sabéis que es gracioso? Que la gente creía que a Minjeong no le importaba el tema ''winrina'', es más, creían que la pelinegra le repugnaba ese tabú o incluso que no soportaba a Karina ya que durante estas últimas semanas Minjeong se ha distanciado muchísimo de su compañera, pero no era así como habéis podido comprobar. Para nada era así. Aquel distanciamiento era el miedo en carne viva de Kim Minjeong manifestandose de una manera u otra.

***

''Winrina es real'' 

''BREAKING NEWS: Karina and Winter from Aespa are officially dating''

''El maravilloso beso entre las dos integrantes de la girlband de kpop Aespa''

Minjeong se encontraba temblando aun sin poderse creer lo que había hecho, intentó calmarse y tomar una bocanada de aire. Mandó todo a tomar por culo.

*flashback: Minjeong POV*

Acababamos de salir de nuestra primera entrevista en USA y creo que fue la entrevista con más tensión acumulada de la historia de Aespa desde nuestro debut. El entrevistador nos preguntó si teníamos pareja, una pregunta muy típica viniendo de este sector de la industria. La respuesta de todas fue un no rotundo menos la mía. No sé porqué lo hice si realmente no estaba saliendo con nadie. Supongo que fue para calmar rumores Winrina aunque eso conllevara empezar otros, fue un impulso ya que al segundo de haberlo hecho me arrepentí completamente. Pude notar la mirada llena de furia de nuestro manager tras la cámara que nos grababa.

 E: Vaya Winter, ¿y quién es el afortunado?

W: No puedo decir nada —reí intentando salvar la situación como pude.

Toda la sala se fundió en un gran aplauso de... ¿emoción? Supongo que ser la primera idol coreana que se atrevía a mostrar un indicio de relación sentimental frente a las cámaras tenía que causar algún tipo de revuelo. Todos los invitados estaban bastante exaltados, excepto algunas fans, probablemente winrina shippers. Las chicas se encontraban descolocadas por la locura que acababa de hacer. Todas buscaron con la mirada a nuestro manager para intentar ver su rostro en esos instantes, debió ser un caos. De hecho lo era, yo sí me fijé.

Fue en ese momento cuando me sentí como una mierda, cuando miré a Karina y tenía los ojos fijos en sus manos, las cuales no dejaba de mover con signo de nerviosismo. Lentamente levantó el rostro y vi sus ojos, estaban cubiertos de una capa de brillo. Tuve la sensación de que estaba apunto de llorar y oh, espera, eso significaba que quizá aun le importaba. Quizá era una imbécil.

En ese instante lo primero en lo que pensé fue que nada más acabar la entrevista hablaría con ella. Esta vez no sería una estúpida cobarde, esta vez no. Es gracioso, era valiente para soltar semejante bomba en televisión pero me daba miedo enfrentarme a una relación pública con en amor de mi vida. Curioso.

La entrevista terminó poco después y, tras varios intentos de esquivar a nuestro manager, me dirigí a buscar a Karina. Le pregunté a uno de los entrevistadores si la había visto porque, de pronto, desapareció en la nada. Me dijo que no, pero que echara un vistazo en la sala del fondo que probablemente estaría allí y así fue.

Antes de abrir la puerta del todo oí como Jihyun, nuestra coreógrafa, hablaba con Karina. Era un tema un poco tenso, sé que estaba mal hacer esto pero no sé porqué me quedé a escuchar sin que pudieran verme.

J: Entonces... ¿Aun sientes algo?

K: No sé —frotó su cabeza—, tal vez sí.

J: ¿Pero no estás con ella?

K: No.

J: No lo entiendo... ¿Si os queréis por qué no volvéis? No tiene sentido.

K: No es tan fácil... Nuestras circunstancias son complicadas.

J: Lo difícil siempre está para enfrentarlo...

K: Lo sé y estoy —corrigió—, estaba dispuesta a hacerlo. Pero si encima le sumamos que le da miedo el qué dirán...

J: ¿El qué dirán? ¿sobre vosotras?

K: Digamos que sí —respondió Karina un tanto nerviosa.

Me había quedado claro que esta conversación iba sobre mi y comenzaba a notar cómo me costaba tragar saliva.

J: Ya, bueno... Entonces quizá esa persona no te merece —Karina seguía en silencio—. El amor es amor, y si antepone el qué dirán personas que no saben de vuestra relación a tus propios sentimientos y felicidad es que no te quiere lo suficiente. Quiere menos y quiere mejor, así es como la gente juega con las personas.

K: ¿Cómo...? ¿qué quieres decir con jugar?

J: Mira, primero te dice que te ama pero no quiere mostrar nada a la luz. Quiere estar contigo pero que nadie lo sepa, prefiere hacerte sufrir a que otras personas comenten sobre ella. Sólo quiero decir que, si le importa más las habladurías de gente que no conoce a tus propias emociones, es que no merece la pena y solo quiere jugar contigo.

Ya está, se acabó. Me estaba tocando mucho la moral.

M: Perdona Jihyun pero, ¿podrías no meterte en asuntos en los que no tienes ni idea? —entré en la conversación tan espontáneamente que ambas saltaron del susto—. Jimin me importa más de lo que piensas, estoy enamorada hasta la médula de cada detalle de ella, y si no estamos juntas no es por el qué dirán, ni porque esté jugando con ella, es porque soy una puta cobarde que se echa para atrás nada más darse cuenta de que hay alguien que la quiere de verdad. Ni se te ocurra volver a decir que no la amo o que no me importa porque te juro por dios que no soy consciente de mis actos —terminé de decir sin apenas respiración, con la vena del cuello totalmente hinchada y una mala hostia de aquí a Perú.

Observaba como ambas chicas estaban con la boca abierta.

Poco a poco fui dándome cuenta de lo que acababa de hacer y eso que aún seguía con el shock en el cuerpo. Fue todo tan rápido que escuchar esas cosas tan feas hizo que mi corazón se rompiera un poquito y sobrepasara mis limites. Fue tanto que yo, con toda mi cobardía que creía haber perdido, salí corriendo de allí.

Corrí para que Karina no me alcanzara. Irónico, ¿verdad? Fui con la intenciones de confesarle que la amaba y he acabado huyendo de ella, volviendo a acobardarme. No tenía sentido. Yo no tengo sentido.

Entré a la primera salita que vi y me fijé que estaba llena de personas trajeadas, no sabía ni dónde me había metido pero sentí que allí podría esconderme ya que Karina no se atrevería a entrar aquí y montar un escándalo para que la acribillaran a preguntas. Pero me equivocaba.

Karina me había seguido y nada más sentarme en una silla de aquella habitación apareció por la puerta muy agitada. Se la veía segura de sí misma pero al mismo tiempo enfadada, muy enfadada. Tenía una chispa peculiar que encendía sus ojos marrones, esos que tanto me vuelven loca. Al principio me dio miedo, pero luego recuperé la postura y me puse sería sin que se notara mi nerviosismo, aunque no funcionara lo suficiente.

Ella giró la cabeza y me vio en la silla, automáticamente se acercó hacia mi a paso rápido.

K: ¿Se puede ser qué ha sido todo eso? ¿Por qué mierda te fuiste corriendo, Minjeong? ¿quién te crees para escuchar conversaciones ajenas, eh? 

M: Habla más flojo, Karina, nos están mirando los señores. Cálmate.

K: Cálmate una mierda. Estoy harta Minjeong. 

M: Podemos hablar esto en otro lugar... Ven, acompa- —me cortó.

K: No, no te voy a acompañar a ningún lado. ¿Sabes? Sí, hablaba de ti con Jihyun. Y sí, en parte tenía razón. Puede que sí seas una cobarde a la que le asusta más el que dirán que cualquier otra cosa, puede que estés jugando conmigo como quieres y puede que no te importe tanto como dices. Es lo que me demuestras. Si realmente me quisieras no te importaría una puta mierda toda esta gente de tu alrededor, te importaría más saber que me estás matando con cada cosa que haces. Me estás consumiendo de una manera mala, y Minjeong, yo no puedo más. Deja de jugar conmigo, si te importo un poco te pido por favor que me dej-

M: ¡¿Qué no me importas?! —subí demasiado el tono. Karina se exalto junto a el resto de señores de aquella habitación, y movió los brazos para que me calmara.

K: Vale Minjeong, ahora la que se tiene que tranquilizar eres tú.

M: No, no lo voy a hacer y me vas a escuchar. Me importas más de lo que imaginas, y sí, soy una estúpida y completa cobarde pero tengo miedo. Antes me daba miedo el que dirán, sí, tienes razón, y me sigue dando pánico aun el hecho de enfrentarme ante la gente. ¿Pero sabes qué? Me he dado cuenta de que si sigo teniendo miedo voy a perderte. Tengo delante a lo que realmente amo, a lo único que puede hacerme feliz. Soy una cobarde, pero una cobarde que te quiere.

Karina me miraba fijamente a los ojos sin decir una palabra para no interrumpir.

M: Ahora mismo, en estos momentos, sólo temo una cosa: me da miedo perderte, me da miedo hacerte daño aunque ni siquiera me diera cuenta de que ya te lo estaba haciendo. Yo solo quiero empezar de cero contigo... Quiero que volvamos al principio, que creemos nuestra propia fantasía. Quiero que seas sólo mía y que nos volvamos a conocer. Te quiero a ti, no te haces una idea de cuánto —acerqué la palma de mi mano hacia su mejilla para acariciarle el rostro muy despacio, como si se tratara de la figura más frágil del universo.

Karina entrecerró los ojos y suspiró mientras negaba con la cabeza.

K: Minjeong basta... Es siempre lo mismo —me apartó la mano—. Te quiero tanto que duele, pero me haces daño. Sabes que eso no puede ser así, digas lo que digas seguirás estando más pendiente de los medios sociales que de mí. Siempre será así, porque nunca tendrías los ovarios suficientes de besarme con cámaras delante.

Sí, puede que tenga razón. Pero estoy harta y creo que es hora de que mi vida de un cambio. Merezco ser feliz, que no me controlen, que me entiendan, que me amen. Y sólo una persona puede hacerlo verdaderamente bien.

M: Gracias.

K: ¿Gracias? ¿Por qué?

M: Por darme el impulso.

K: ¿Qué imp-

Y la besé, la besé y no me arrepentía ni un poco. Sentía los flases de las cámaras sobre nosotras, al mismo tiempo que volvía a sentir aquellos cálidos labios de nuevo sobre los míos. Tan suaves como siempre, igual de dulces que la última vez. Dios, como la había extrañado. Una persona coherente se daría cuenta de lo que acababa de hacer, que probablemente le costaría la carrera y haría parar el beso, pero ahí estaba yo, agarrándola de la cintura y acercándola más a mi, ella mientras rodeaba mi cuello con sus brazos. 

Los murmullos no cesaban, los flashes de las cámaras, los gritos de sorpresa, la gente rodeandonos. Todo seguía ahí. 

Poco a poco nos fuimos separando y la mire a los ojos muy profundamente.

K: Wow...

M: ¿Te ha gustado?

K: No me refería a eso... Dios Minjeong, qué has hecho —Karina observó toda la gente que las estaba mirando y fotografiando.

M: Lo sé. Siempre te dije que no me retaras porque lo acabo cumpliendo, y tú lo hiciste. Ya ves, soy una mujer con un par de ovarios —aquel comentario hizo a Karina reír y tapar su rostro con ambas manos.

K: ¿Sabes que vamos a tener que lidiar con esto durante mucho tiempo, verdad?

M: ¿Sabes que a mí eso ya no me importa si tu estas a mi lado, verdad?

K: Eres idiota.

M: Me lo suelen decir —respondí sonriendo, mientras Karina me acercaba a ella y nos fundíamos en otro beso.

Nos esperaba un largo día.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
lovingstarsRV
#1
Chapter 1: ¡Uy! ¡La que va a armar en la SM! Aunque es lo que menos importa que viva el winrina y que ovarios de Minjeong, jeje.
Este es otro de tus trabajos que me ha encantado. Muchas gracias por compartirlo.