Se pasó las manos por el rostro, llevándoselas a las sienes, suspiró y dirigió su mirada a las enfermeras que continuaban paseándose de un lado al otro, observó su reloj y buscó con la mirada al médico encargado. “Señorita Kim” se giró al escuchar que le llamaban y de un salto, avanzó a zancadas hasta el hombre que venía acompañado de una enfermera la cual traía de vuelta a una muchacha en silla de ruedas, se aproximó hacia la muchacha con una sonrisa y acariciando sus cabellos, tras unos segundos de dedicarle tiernas miradas a la joven, observó al doctor “¿Cómo se encuentra?” pidió mirando de reojo a la chica que aún vestía las ropas del hospital, el hombre se quedó en completo silencio por unos segundos y miró a la enfermera que le acompañaba “¿Puedes llevarla a la habitación para que se cambie de ropa? Yo necesito conversar un segundo con la señorita Kim” la enfermera asintió y se llevó a la joven que miraba desde un costado a Kim.

Taeyeon y el médico caminaron hasta un lugar más tranquilo, la joven estaba desesperada por escuchar lo que quería decirle “Señorita Kim, las quimioterapias que le hemos estado haciendo a la paciente ya no son efectivas, su cuerpo se está deteriorando cada vez más y el cáncer sigue avanzando” Taeyeon asintió en silencio, con la mirada perdida en el suelo “¿Qué me quiere decir doctor? Ella… ¿se va a morir?” su corazón dolía con cada palabra que se arrancaba de sus labios, todavía no estaba lista para perder a aquella chica, el médico se detuvo a mirarla, se llevó las manos a los bolsillos de su bata y un suspiro desgarrador le acompañó “Solo le recomiendo que le haga disfrutar este último tiempo” declaró llevando una mano a su hombro, Taeyeon flaqueó y la primera lágrima se hizo presente por su níveo rostro “Lo lamento mucho” mencionó antes de alejarse de la joven.

La joven se quedó fuera de la habitación por unos segundos, no sabía cómo mirar a la joven sin sentir dolor, sabía que se estaba muriendo y el corazón de Taeyeon con ella. Abrió la puerta de la habitación y la joven le observó “¡Tae!” exclamó, una sonrisa cansada surgió en el rostro de la joven que aún permanecía sentada sobre la cama del hospital “¿Todo está bien?” pidió viéndole avanzar, Taeyeon se quedó frente a ella, mirándole detenidamente, detalló todas sus facciones antes de avanzar unos cortos pasos y estrecharla entre sus brazos “Eres tan frágil, mi Hyesoo” la aludida se quedó quieta en el cálido abrazo y sonrió sintiendo su corazón latir acelerado “Tae… estuviste llorando ¿no es así?” preguntó suavemente, Taeyeon deshizo el agarre y le miró “Claro que no, es solo que estoy un poco cansada” declaró agarrando las manos de la muchacha “¿Por qué no salimos de aquí? Puedo comprar lo que tú quieras y nos vamos a nuestro hogar” Hyesoo asintió con una pequeña sonrisa en los labios ocultando el dolor que sentía al ver a la joven. Observaba su espalda, sus cabellos castaños que bajaban por su espalda como cascada mientras arreglaba la silla de ruedas “Te llevaré hasta el auto aquí” se dio vuelta a mirar a la joven y ésta asintió sintiendo el nudo en la garganta tensarse cada vez más.

Aspiró profundamente el aroma que emanaba la muchacha mientras continuaba apresándola, arrugó su nariz, siempre que la traía de vuelta del hospital, el olor a antisépticos quedaba impregnado en su piel por días. Ambas estaban acostadas sobre la cama mientras observaban por el ventanal la lluvia que caía en la fría mañana de Yeosu “¿En qué piensas?” la suave y dulce voz de Hyesoo le hizo abrir sus ojos, apoyó su mejilla contra la de la joven y agarró una de sus manos desde su posición “En ti, en mí… en lo bonita que te ves cada mañana, en lo afortunada que soy de tenerte a mi lado” “¿Aún me amas?” aquella pregunta desconcertó a la castaña y sintió su corazón arrugarse “¿Me amas aun sabiendo que me voy a morir pronto?” Taeyeon se mordió los labios para evitar llorar al escucharle decir aquello “No digas tonterías, todo va a estar bien, saldremos adelante” Hyesoo intentó girarse entre los brazos de la joven y le tomó el rostro con ambas manos “Sé muy bien que me queda poco tiempo, no tienes que mentirme… no a mí” Taeyeon le miró por unos segundos antes de ponerse a llorar “No quiero dejarte ir, te amo tanto que no sé qué sería de mi vida sin ti” declaró entre lágrimas, Hyesoo besó sus mejillas, su nariz y sus ojos intentando secar sus lágrimas “No digas esas cosas,… nosotras… podemos recordar los tiempos maravillosos que pasamos juntas ¿bueno? Por ejemplo… ¿recuerdas cuando te decía unnie en la secundaria? Eras mayor y compartías las mismas clases que mi mejor amiga, tú fuiste quien me pidió que dejase de ser tan formal… y creo que fue en ese momento que me enamoré perdidamente de ti” intentaba hablar sin que se le quebrara la voz “Has llenado mi mundo de sonrisas, de amor… Y si mi vida inevitablemente no puede ser más larga que esto… al menos la disfruté porque tú estabas a mi lado” Taeyeon sintió su corazón romperse, las lágrimas no se detendrían.

Dos semanas después

Unos toquecitos en la puerta llamaron la atención de ambas jóvenes, Taeyeon se acercó hasta la puerta y al abrir saludó a las personas que acababan de ingresar al lugar “Señora Kim” los padres de Taeyeon se acercaron a saludar a la joven que se encontraba recostada sobre el sofá, Hyesoo intentó ponerse en pie y la madre de la mayor le agarró de los hombros suavemente “Tu salud está muy delicada como para que te esfuerces mi niña” le sonrió cálidamente y la menor asintió avergonzada, la mujer dirigió su mirada hacia su hija  “les trajimos algo para comer” “Gracias mamá” agradeció Taeyeon mientras caminaba a la cocina junto a su padre. “¿Ha tenido algún avance?” pidió el hombre en voz baja, Taeyeon dejó las bolsas sobre la mesa y le miró, sus ojos estaban inyectados debido a las lágrimas que cada día no tardaban en derramarse “Mi niña” el señor Kim se acercó a abrazarle y la castaña liberó todo el dolor que estaba cargando “El médico me dijo que le quedaba muy poco tiempo, que debía ayudarle a disfrutarlo” “Lo estás haciendo bien mi niña, eres un ejemplo para mí” Taeyeon no dejaba de llorar siendo acunada por el hombre “No estoy lista para perderla, la amo con el alma papá” lloró sintiendo que su mundo se estaba deshaciendo con cada día que pasaba.

La madre de Taeyeon miraba de vez en cuando a la muchacha que se encontraba recostada bajo unas mantas en el sofá, se acercó hasta ella con unos gajos de naranja “Querida, te traje esto para que lo comas, están muy dulces” indicó y la muchacha sonrió agradecida tomándolo, la mujer se sentó a su lado “¿Cómo te has sentido estos días?” dejó de comer y le miró “Señora Kim… si le soy sincera… cada vez me siento más débil, no quiero que Taeyeon lo sepa, la veo sufrir en silencio. Ella piensa que no me doy cuenta, pero no es así” la mujer le miró intranquila, conocía a su hija y sabía que si veía sufrir más a la chica, ella estaría mucho más enferma “Señora, sé que este es un favor que no debería pedirle, pero…” dejó la naranja a un costado y de entre las mantas sacó un sobre, lo observó detenidamente antes de extendérselo y la madre de Taeyeon lo tomó suavemente entre sus manos “- ¿puede entregárselo a Taeyeon después de que yo me muera?” suplicó con los ojos cargados de lágrimas, la mujer sintió que aquello le dolía también a ella y asintió acercándose a abrazar a la joven.

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“¿Tienes miedo?” preguntó Hyesoo, se acomodó entre los brazos de la castaña y ésta sonrió torpemente “¿Miedo? Estoy aterrada todo el tiempo” confesó acariciando los rubios cabellos de la menor, Hyesoo suspiró, apoyando su rostro contra el cuello de Taeyeon, se quedó unos segundos pensativa, su cuerpo se debilitaba cada día más, ella lo tenía claro, no le quedaba mucho tiempo de vida “Escucha Tae…, yo agradezco todo lo que has hecho por mí, el amor que me has dado todos estos años me hace sentir completa en medio de esta enfermedad” Taeyeon se mordió el labio escuchándole, acarició su espalda con ternura, la estaba volviendo loca el olor a antisépticos del hospital en el que ahora se estaba quedando cada noche “¿Por qué estás diciéndome todas estas cosas ahora?” la joven se distanció un poco para mirarle aún en su agarre “No quiero que nada quede pendiente… cambiaste mi mundo y el de todas las personas a nuestro alrededor, tus padres… agradezco que me aceptaran, para una chica huérfana como yo, todo el amor que ustedes me brindaron es suficiente” Taeyeon sintió una vez más que sus ojos se humedecían, acarició el rostro de Hyesoo mirándole detenidamente, sus mejillas pálidas, su cabello sin brillo y sus ojos que cada día estaban más apagados “¿Ya no necesitas más de mí? ¿Con todo lo que te he dado es suficiente?” la menor le miró confundida y Taeyeon se acomodó más cerca de ella “¿De qué estás hablando Tae?” “Digo que… si no podemos cumplir todos nuestros sueños a futuro, hagamos todo ahora” declaró mirándole esperanzada, Hyesoo se separó de la mayor sentándose sobre la cama, miró las máquinas a su alrededor, a pesar de estar en el hospital, dentro de esa habitación solo existía el ruido de sus respiraciones y la sensación de bienestar que le producía la mayor, se quedó mirando a las paredes color crema mientras pensaba en lo mencionado por Taeyeon “Amor… no entiendo lo que me quieres decir” la mayor se sentó de la misma forma y tomó una de sus manos, se la llevó a los labios y besó tiernamente su dorso “Sung Hyesoo, quiero que nos casemos” confesó.

Unos días después

Alcanzó su mano fría y blanca, y volvió a besar su dorso, suspiró intentando sonreírle y observó a sus padres y hermanos. Taeyeon había puesto una suave melodía en el estéreo con la cual hubiese deseado bailar con su amada Hyesoo “Eres la mujer más preciosa” la menor sonrió avergonzada de las declaraciones de la castaña, estaba alucinando con el hecho de que ahora estaban tomadas de la mano y compartían un anillo que simbolizaba su unión “Te amo y te voy a amar por el resto de mi vida” declaró Taeyeon acercándose a besar sus labios “Muy bien, ahora… señoras… esto es gracioso, vamos a comer” invitó el hermano mayor de la castaña, Hyesoo asintió con su corazón latiendo a mil. Ya nada más le importaba, estaba feliz con todo lo que había logrado en su corta vida, sabía que jamás sería olvidada por aquella maravillosa mujer que ahora intentaba levantarla entre sus brazos “No me pidas que deje de amarte aunque tengas que partir, mi corazón te pertenece en lo bueno y lo malo, la salud y la enfermedad… y ni siquiera la muerte nos va a separar” le susurró mientras caminaba con la joven en brazos, Hyesoo lloró escondiendo su rostro contra el cuello de la mayor “Eres demasiado buena para ser real Kim Taeyeon”

16 de octubre de 2010

Taeyeon acarició sus mejillas “¿Me sigo viendo bonita para ti?” pidió con una pequeña sonrisa en los labios, la mayor asintió intentando no llorar “Nadie se compara contigo, la mujer más hermosa en todo el universo” Hyesoo cerró sus ojos cansada y apretó suavemente la mano de Taeyeon “Gracias por amarme tanto, eres mi único amor” confesó volviendo a abrir sus ojos, derramó unas cuantas lágrimas “No te esfuerces mi amor, yo sé todo eso” “¿Podrías darme un beso?” la mayor tragó saliva y asintió acercándose, posó sus labios sobre los de ella sin saberlo, sin detenerse a pensar que ese sería el último beso que se iban a dar, cerró sus ojos con más fuerza al escuchar el sonido inminente de aquella máquina y al separarse lo supo “¿Hyesoo? Vamos, no me hagas esto… ¡No me dejes así!” gritó abrazando el cuerpo aún tibio de la joven, sus padres entraron a la habitación y observaron la escena “Se fue” declaró con la voz rota y volvió a llorar con más fuerza.

-

Tocó con la punta de sus dedos el vidrio de aquel pequeño cubículo en donde ahora permanecían los restos de su amada esposa, suspiró profundamente y se giró para mirar a sus padres “Quisiera estar sola con mi esposa” solicitó, su mirada opaca carecía de alguna emoción en aquel momento, ambos asintieron “Cariño antes de que nos vayamos con tu padre… debo entregarte esto” extrajo de su cartera un sobre y la mayor lo tomó entre sus manos, conocía perfectamente esa caligrafía y volvió a mirar a su madre “¿Qué es esto?” “Me pidió que te lo entregase después de haber partido de este mundo, debía respetar su decisión” Taeyeon asintió bajando la vista, se quedó en completo silencio mientras sus padres partían “No leeré una carta en la que me pides te olvide… mi corazón te a va a pertenecer eternamente” dobló la carta y la guardó en su chaqueta volviendo a detener su vista en el ánfora donde estaban los restos de su chica, volvió a llorar tapándose el rostro.

Nadie podría ser capaz de reparar la herida que ella se negaba a curar.

Damos inicio a una nueva historia. 

¡Hola! ¿Cómo están? Espero que ansiosos por este nuevo fanfic en el cual he estado trabajando durante un tiempo. Me tomé bastante tiempo de hiato ¿verdad? Pero es porque estaba preparando con muchas ganas esta nueva historia. 

Cuéntenme qué les ha parecido el prólogo y nos leemos el próximo jueves con la actualización del primer capítulo. Si llega a ser posible, intentaré subir los capítulos cada jueves. 

Nos leemos en comentarios y el próximo capítulo ~<3