Chapter 0 : Ahora

Sharing Forever

Seúl, Corea del Sur -- 26 de abril de 2015 – 20:00 pm

 

Algunas horas habían pasado desde que la imagen del suicidio del líder contrario se retrató en los pensamientos del desorientado hombre que yacía sentado en el suelo con las piernas cruzadas.

El deceso en el juego de dominó humano aún se encontraba latente. Y era de esperarse, el trauma vivido no es algo que se olvida rapidamente, mucho menos cuando el espasmo es más fuerte que la gloria.

Sus sentidos divergieron de la razón y temió que la locura se apoderara de él. De un momento a otro, sus oídos desconocieron su función y atinó a mirar el manto negro translucido que cubría el cielo y en las notables llamaradas anaranjadas producto de los últimos intentos de sobrevivencia del enemigo. 

La guerra había acabado y ; en teoría​, debería sentirse contento, pero los rezagos de la moral que alguna vez predicaba lo impedía. Solo quería salir de allí y recuperar el tiempo perdido.

 

La muerte, el cruel personaje voraz, había raptado a las personas a cambio del honor eterno. Él sabía que no era saludable formar lazos de amistad en pleno campo de batalla, pero era imposible hacer caso omiso a las muestras de cariño y respeto de aquellas personas que se convirtieron en sus amigos. Amigos en la flor de la juventud y con todos los sueños en la palma de sus manos, amigos que tenían una familia que los esperaban en casa al igual que él. La familia que tanto amaba y que no soportaba tenerla lejos.

 

Analizando a cada uno de los sobrevivientes que festejaban su pase al reconocimiento nacional. Eric Mun quería liberar toda la impotencia acumulada, pero no podía hacerlo frente a sus subordinados, ni mucho menos quería arruinar el agradable momento que ellos compartían por su propia confusión. Atinó a morderse el labio para evitar el escape de algún sonido que marcaría su vida entera.

 

Inmerso en su propio caos, maldijo el momento en donde el adversario principal y sus aliados escaparon de la manera más cobarde y sencilla del mundo: El suicidio. Que tan afortunados podrían ser para quedar exentos de todo castigo humano.

 

Decidió levantarse para sorpresa de los que estaban a su alrededor, respiró profundamente y cerró los ojos. Cierto rostro se posó en su mente y sonrió al sentir los latidos desenfrenados de su corazón, los años habían fortalecido su amor. Por fin, el momento de reencontrarse con su familia estaba a tan solo un paso.

 

 Buscó a su amigo con la mirada, pero no lo logró ubicarlo. Un sentimiento horrible lo aturdió.

 

-         Una bala alcanzó su brazo- dijo un soldado tocando su hombro- ahora está en la base contigua, descansando.

 

El alma regresó a su cuerpo y se puso en marcha. Vio tendido a su amigo con una venda que cubría la herida. Una sincera sonrisa de ojos vino a continuación, luego que el más pequeño se diera cuenta de su presencia.

 

-         ¿Has venido a burlarte de mí? – preguntó Minwoo con una jocosa expresión.

 

-         Posiblemente – respondió Eric con una media sonrisa, sentándose al lado de este.

 

Se miraron compartiendo su actividad favorita, preservar el silencio. Él más pequeño trató de levantarse, pero fue impedido por su visita inmediatamente.  Sus manos se unieron y ambos sintieron el temblor que emanaba cada uno.

 

-         Por fin acabó -  La mirada del menor cambió de dirección – No sabes como deseaba que este día llegara. Mi cuerpo ya no soportaba más.

 

El silencio volvió a reinar el lugar. Eric ya no podía ocultar más sus verdaderos sentimientos. Sus ojos se humedecieron y la presión del agarre de su mano aumentó.

 

-         Tenía miedo de perder a las dos razones de mi existencia -confesó.

 

Las lágrimas reflejaron el dolor de su corazón, no tenía por qué ocultar su verdadero yo en frente de la persona en la que más había confiado en los últimos años. Minwoo se levantó a pesar de ser impedido minutos atrás y abrazó a su destrozado amigo.

 

-         ¿Debería contarle a tu pequeño Pil Kyo que estas llorando como niño en mi pecho? – Preguntó burlonamente minutos después.

 

-         Siéntete en la libertad de hacerlo, supongo que no te molestará que Hana lea cada una de las cartas que le escribías – Las lágrimas de Eric habían cesado y sonrió avergonzado.

 

-         Veo que no tienes sentido del humor- El pequeño hizo un puchero y volvió a recostarse.

 

El más alto dio una sonora carcajada y se levantó.

 

-         Nos iremos mañana a primera hora, vendré por ti. Descansa.

 

Minwoo asintió con la cabeza y sonrió modestamente hasta que la espalda de su compañero desapareció detrás de una cortina que simulaba la puerta de su base. Era normal las charlas cortas con Eric, y Minwoo agradecía que fuera de esa manera, no le agradaba la idea que el mayor presenciara los quejidos de dolor que inevitablemente sentía por las fuertes contracciones que se originaban en el interior de su estómago.

 

2am.

 

El sueño decidió no visitar a Eric, posiblemente la euforia tomó su lugar. Salió silenciosamente de su morada y se tendió sobre la tierra. Miró fijamente las estrellas que brillaban en el cielo oscuro. Recordó el día en donde Pil Kyo se escapó de su casa y se presentó ante la suya bañado por la lluvia de esa noche ¿La razón? Quería ver el amanecer junto a él. Unas estrellas parecidas a estas los habían acompañado en el largo y peligroso camino hacía la playa. Eric podía desvivirse por cumplir los caprichos de su pequeño, solo por la sencilla razón de ser él el afortunado de cumplírselos. Se preguntaba si aún mantenía el espíritu aventurero o si su humor inestable había cambiado. Una sonrisa aún más reluciente apareció y se imaginó lo grande que podría ser su hijo o hija. Quería que llegara la mañana para tomar el avión que lo dirija hacia la estabilidad y felicidad.

 

-         ¿No puedes dormir? – Reconoció inmediatamente la voz y se despreocupó.

 

-         Veo que tú tampoco.

 

Minwoo, que lo había observado desde hace algunos minutos, decidió finalmente acompañar la solitaria discusión mental de su amigo. Lo conocía tan bien que podía suponer las razones de su estado y raramente se equivocaba. Guiado por sus instintos y las ganas de hablar antes de la separación, se acercó sin preocupación alguna.  

 

-         Supongo que estás pensando en la expresión que mostraras esta mañana ante los medios – preguntó el hombre de no tan alta estatura, tratando de que este olvidara parte de sus problemas.

 

-         Ni lo menciones. Sabes que las cámaras y portadas no van conmigo. – Eric ocultó su rostro vergonzosamente con sus manos.

 

-         Hablas como celebridad en épocas de crisis. – rio - No hay nadie quien te pueda salvar, por fin tu identidad será expuesta a nivel mundial, querido amigo.

 

Por seguridad nacional, la identidad de Eric fue un dato secretamente guardado. Habían cambiado su nombre de Mun Jung Hyuk a Eric Mun por razones obvias. Luego del asesinato del General Jang a los 2 años después del inicio, todo el mundo se preguntaba quien había quedado a la cabeza de la operación. Era difícil predecir y el plan resultó un éxito. Nadie sospechaba que un hombre tan joven podría estar a cargo de las 75 cuadrillas de más de 2500 hombres en cada una. La estrategia, agilidad y juventud habían sido los puntos clave para la victoria.

 

En un descuido, Minwoo comenzó a poner pequeñas piedras encima del abdomen del hombre que estaba echado.

 

-         ¿Cuándo se supone que vas a madurar? ¿Ni siquiera todo esto hizo efecto en ti? – comenzó a reírse haciendo que la torre improvisada se cayera lentamente.

 

-         ¿Prefieres que este llorando por algún rincón?  No soy tu.

 

-         Idiota – susurró.

 

-         Un idiota que tiene que soportar tus lloriqueos

 

-         ¿Ya vas a comenzar? – Eric miró fijamente la cara de su compañero tratando de guardar la compostura, pero falló al ver el tierno puchero que el otro había hecho. – Sigues siendo un niño.

 

El menor golpeteó el pecho de su camarada y comenzó a apreciar el paisaje noctívago junto a él. La madrugada anunciaba que iba a ser muy larga.

 

 

Los Ángeles, Estados Unidos – 26 de abril del 2015 --4 am

 

Las insistentes llamadas que había recibido Hyesung preocupó al hombre que se encontraba sentado en el lado extremo derecho de la cama, veía como su esposo, en medio del nerviosismo y efervescencia, no decidía que traje ponerse.

 

-         ¿Con cuál me veo mejor? ¿Con el negro o con el gris? – Preguntó Hyesung, mirando al pequeño sujeto por el espejo del armario.

 

-         Te verías hermoso hasta con el trapeador de la cocina. – Respondió con una sonrisa cautelosa.

 

-         Estoy hablando enserio Dongwan. Dime ¿Con cuál me veo mejor?

 

-         El negro te queda precioso, amor.

 

Hyesung sonrió complacido y le agradeció con un ligero movimiento de cabeza antes que desapareciera detrás de la puerta del baño. Aún sentado en la cama, encendió su celular y navegó entre las noticias de última hora tratando de buscar la razón del apuro. El regocijo lo llenó al leer los artículos que salían. ¡La guerra de Corea había finalizado luego de años de lucha! A pesar de que Dongwan vivió casi toda su vida en el extranjero, el nacionalismo hacia su país natal jamás disminuyó. Se alegró por la paz y la tranquilidad que el futuro aguardaba para la población coreana. Se echó a la cama e imaginó el alegre rostro de su madre cuando vea las noticias matutinas.

 

-         ¿De qué te ríes? – Preguntó el más alto debidamente vestido. Los ojos del doctor se abrieron en un instante y quedó maravillado por la escultural belleza que tenía ante sus ojos.

 

-         El día nos ha recibido con gratas noticias. – respondió sinceramente buscando la mirada del otro – Ahora entiendo la maratón-

 

El periodista asintió con la cabeza y recogió los papeles que estaban desordenados en una pequeña mesa para guardarlas en su bolso. El timbre de su celular interrumpió su accionar y contestó de inmediato.

 

La mirada desencajada de Hyesung y el ligero golpeteo de los dedos de su mano libre contra su pierna, volvió a preocupar a Dongwan quien trataba de encontrarse con vista del otro, sin éxito por 2da vez. Así que decidió escuchar la conversación de su esposo a escondidas.

 

-         Mi horario está saturado desde mañana.

 

Hyesung se acercó hacia la mesa anteriormente mencionada y comenzó a buscar dentro de su bolso.

 

-         Claro que me apasiona, pero tengo prioridades.

 

Sonrió agudamente segundos después. Apoyó su mano contra la mesa y bajó la cabeza.

 

-         Hablemos en el canal, no trates de estresarme antes de lo debido. Nos vemos

 

Cortó la llamada y tiró su celular hacia la cama. Acto seguido cerró los ojos y comenzó a respirar profundamente. La sorpresa del doctor fue evidente, algo malo había pasado.

 

 

-         ¿Pasó algo que quisieras contarme? – preguntó con cuidado. Él sabía perfectamente que lo mejor era alejarse en momentos como este, si quería estar exento de algún tipo de regaño.

 

-         Me han pedido llevar liderar el caso de la guerra de Corea…

 

-         ¡Eso es fantástico! – Dongwan se levantó de la cama y comenzó a dar pequeños saltos de emoción- ¡Me imaginó como te debes sentir!

 

La expresión poco amistosa de Hyesung no había cambiado para nada. Era incomprensible.

 

-         Es el caso del siglo ¿Qué es lo que está mal?

 

El menor lo miró y suspiró - He tenido una reunión con mis colegas hace algunas semanas y acordamos quien sería el encargado de esto. Y no es que la situación me desagrade, al contrario, me llena de felicidad, solo que me molesta que no cumplan con lo que quedamos. Yo estoy en proceso de otro tema y eres consciente de lo dedicado que estaba.

 

-         Pero esta es la noticia más importante e impactante del momento, es tu oportunidad.

 

-         El caso requiere de un personal a tiempo completo, 24 x 24 , incluso con viajes al extranjero. Tengo un hijo que aún está en el colegio y …

.

-      No estas solo, yo estoy y estaré siempre contigo - interrumpió.

 

El mayor caminó hacia la ubicación ajena y lo abrazó por la cintura. La agitada respiración del hombre rubio se sentía por el pecho del otro.

 

-         Todo va a estar bien, te lo aseguro.

 

-         Siento que me consumirá más de lo planeado y eso… ¡me aturde! – dijo con énfasis- 

 

Dongwan se separó y sujeto sus manos con fuerza. Hyesung lo miró directamente a los ojos en un acto de clemencia.

 

-         Es todo gracias a tu esfuerzo, si la gente y el equipo de prensa general te reclama es porque eres bueno. Mira hacia dónde has llegado. Acaso … ¿No era lo que querías?

 

-         No me recuerdes los motivos que me trajeron a esto… ya han pasado muchos años. No soy el mismo chiquillo de antes !Ya tengo 30 años!

 

-         Lo siento. – respondió Dongwan odiando su dificultad para buscar las palabras correctas.

 

-         No vale la pena pensar en eso.

 

Hyesung se acercó lentamente hacia su esposo y depositó un casto beso sobre los labios ajenos.

 

-         Tal parece que tendré días ocupados. Espero tu comprensión en cuanto a…

 

-         Mirame a mí, el doctor que tiene guardia en noche buena. Trabajo es trabajo, podemos aplazar la celebración de nuestro aniversario si eso es lo que te preocupa.

 

-         Gracias, procuraré que esto no vuelva a ocurrir. -Sonrió ampliamente.

 

-         Un aniversario reprogramado no es gran cosa. No es como si no te volviera a ver jamás. Ahora ve, que se te hace tarde.

 

-         Tienes razón, aunque, de todas maneras, me verás en dos horas en la televisión.

 

Dongwan asintió con la cabeza ante las palabras escuchadas. Hyesung trabajaba como periodista en la Edición Matutina de las noticias diarias en el canal más sintonizado del país. Él era toda una celebridad y este, no podía estar más orgulloso de tener a alguien como él como su flamante esposo.

 

-         No te olvides de llevar puntual a Andy al colegio. -  lanzó una atenta mirada hacia el médico.

 

-         ¿Por quién me tomas? Mi hijo nunca ha llegado tarde a sus clases. – respondió ofendido.

 

-         Más te vale – dijo mirándose por última vez en el espejo- Es hora de irme.

 

-         Sungie…

 

-         ¿Ummh?

 

-         Te amo

 

El menor, avergonzado, envió un beso volado y cerró la puerta detrás de él.

 

~~~~~~~~~~~~~~

 

Cuando Andy cumplió 3 años, la pareja se casó simbólicamente en una ceremonia cerca a una capilla. No tenían una solvencia económica estable y una boda de lujo y real no estaba entre sus posibilidades. A pesar que el muchacho de nívea piel no se había casado por amor en ese tiempo, en su matrimonio real, que se había festejado hace tan solo 2 años atrás, si había sentimientos de por medio.

Hyesung le pidió tiempo y Dongwan no dudó en otorgárselo. Poco a poco fue demostrando que él era la persona correcta para su vida y el perfecto modelo de padre para el hijo del periodista que había concebido por causas inexplicables según la ciencia moderna. Las heridas del pasado fueron curadas por el amor sincero que, su ahora esposo e hijo le regalaban diariamente. Era feliz. Ya había aprendido a vivir de esa manera. El dolor era un rayo tenebroso que se aparecía muy pocas veces ante sus ojos y no planeaba dar espacio hacia algún tipo de sentimiento hiriente. Ya no.

Había conservado la foto del supuesto padre de su hijo durante 1095 días, mencionó su nombre otras 1095 veces y 1095 lagrimas bañaron el único retrato que tenía de aquella persona. Lo buscó por todas las formas conocidas, pero su nombre no aparecía ni en los registros más privados. 

En su capricho por buscar respuestas, estudió periodismo por esa razón, quería encontrarlo a como dé lugar y reclamar el abandono. Los años pasaban y finalmente comprendió que no valía la pena seguir sufriendo por alguien que no se acordaba de su existencia y la de su hijo. Para eso ya contaba con el apoyo incondicional y la pedida de matrimonio de una persona que se enamoró de él desde el primer día que se lo cruzó en los pasillos del hospital., Kim Dongwan, estudiante de medicina que aspiraba ser cirujano oncólogo. Decidió aceptarlo a cambio de tranquilidad personal. Desde aquel momento, su vida cambió rotundamente. Dejó de dañarse y se preocupó en el bienestar de su pequeño y en su futuro. Construyó la familia que siempre deseo tener al lado de una persona que lo amaba. No podía pedir más.  Era feliz y no había nada que pudiera cambiarlo.

Nada.

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Posiblemente no entiendan muy bien la trama, pero no se preocupen, este no es ni el primer capítulo. XD

 

 

 

 

 

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Comments

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turyka #1
Chapter 1: Espero q continues la historia esta interesante.^^