Pov Taeyeon

—Joder, venga, Taeyeon. Una más —me susurra Sunny al oído.

Aún no he decidido si quiero emborracharme o no. Ya me he tomado tres chupitos y sé que, si me tomo el cuarto, estaré borracha. Por otro lado, agarrar una buena peda y olvidarme de todo suena genial. Pero quiero poder pensar con claridad.

—¿Y si nos vamos? —me pregunta entonces arrastrando las palabras.

Sunny huele a whisky y a marihuana. Una parte de mí quiere llevarla al baño y follársela, sólo porque puedo. Sólo porque Tiffany está en Incheon con la puta Dara y yo estoy a tres horas de allí, sentada en un sofá y media borracha.

—Vamos, Taeyeon. Sabes que puedo hacer que la olvides —dice sentándose en mi regazo.

—¿Qué? —le pregunto cuando me echa las manos al cuello.

—Tiffany. Haré que te olvides de ella. Puedes follarme hasta que no te acuerdes ni de su nombre.

Su aliento tibio me roza el cuello, y la aparto.

—Levantate —le digo.

—¿Qué coño te pasa, Taeyeon? —salta. He herido su orgullo.

—Contigo no quiero nada —le espeto con brusquedad.

—¿Desde cuándo? No te he oído quejarte nunca, y mira que hemos follado la tira de veces.

—No desde... —empiezo a decir.

—¿No desde qué? —Salta del sofá y empieza a manotear en el aire—. ¿Desde que conociste a esa zorra estirada?

Tengo que hacer un esfuerzo por recordar que Sunny es una chica a la cual aprecio , no el demonio que parece ser, antes de hacer una estupidez.

—No hables así de ella —replico poniéndome en pie.