Premonición, Maldición o Don.

One Shots

Se fue

¿A dónde?

Si lo supiera. . . si yo lo supiera.


Desde cierto incidente las personas comenzaron a alejarse de mí, no tenía por qué haber dicho aquello, no tenía por qué revelar mi don, como mi hermana mayor lo llama, aun así, lo hice, lo dije y cuando ocurrió, el miedo se apodero de ellos, desde entonces nadie se acercó a mí.

Jessica es mi hermana, ambas somos huérfanas y sufrimos un infierno en el orfanato, desde entonces ya tenía ese “don” al cual prefiero llamar premonición, sueño la muerte de las personas. Predije la muerte del dirigente del orfanato, desde entonces me comenzaron a llamar la chica maldita, arrastre a Jessica con ello, nadie volvió a ser amigo de las hermanas Jung. Por suerte escapamos y aunque las cosas no salieron del todo bien, ahora están más que perfectas, por lo menos para ella.

Con el tiempo aprendí que vivir de forma solitaria, era lo mejor. De todas maneras tenia a Jessica y a su familia.

 

-KRYSTAL. KRYS. –Me llamaba mi cuñada, seguramente desde el marco de la puerta. –Soojung.

-Estoy despierta.

-Baja a desayunar, no te saltes el desayuno otra vez. –La voz se fue alejando.

 

Tiffany es su nombre, comenzó siendo una amiga de Jessica, para pasar a ser su mejor amiga, luego su esposa y ahora la madre de sus hijos.

Justo cuando llegue al comedor estaban esos pequeños, Eunbi de diez años, Wendy de ocho y Yunho de cinco, a y el que venía en camino, mi cuñada está embarazada, fue su turno.

Era linda la escena, como siempre.  Yunho siendo el más pequeño era tan apegado a Tiffany, se mantenía agarrando su mano y siguiéndola por todo el comedor. Las niñas por su parte estaban junto a Jessica esperando que esta las peinara. Me pregunto si algún día podre tener algo así. . . bueno sin tantos hijos claro está.

-¿Cuántas veces debo decirles que el comedor no es para arreglarse? –Hablo Tiffany fingiendo tono fuerte.

-Lo sentimos. –Dijeron al unísono las tres.

-Mamá. –Yunho había alzado sus brazos a Tiffany.

-Sabes que no puedo alzarte, ve con mami Jessi.

Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.

-Ven aquí. –Lo llamo Jessica siendo ignorada.

-Llorón. –Se burló Wendy provocando que el llorara.

-Pero cuanta maldad.

-Tía.

-Bebe, no le hagas caso. –Apenas lo levante y dejo de llorar al tiempo que me abrazaba.

-¿Por qué te hace caso? –Se quejó Jessica.

-Porque soy la mejor. –Escuche  la risa de Tiffany y posterior a eso hubieron más quejas de mi hermana.

-Mami es la mejor. –Salió en defensa Eunbi mirando casi tan fríamente como su mami, me provoco escalofríos.

-Obvio, solo por eso te has ganado

-Jessica. –Llamo Tiffany sentándose a su lado.

-Un beso. Eso iba a decir.

-No lo quiero.

-Oye.

-Dámelo a mí. –Pidió Tiffany y se besaron de forma tierna causando asco en sus dos hijas, cosa graciosa. -Desayunen o se les hará tarde.

 

Las mañanas con las Jung Hwang, siempre son alegres, ambas aman a sus hijos, nadie lo pensaría puesto que nunca se les dieron los niños, una vez que tienes los propios es distinto. Ellas son lo único bueno que tengo.

 

Cursaba mi último año de universidad, solo veía el momento de terminar de una vez por todas, ya que es otro lugar donde soy la chica maldita.

-¡Cuidado! –Cuando quise apartarme fue tarde, el idiota había chocado contra mí enviándome al suelo.

-Diablos amigo, eres el siguiente en morir. –Hablo un tercero.

-Cállate y ayúdame a levantar.

-Ya no quiero ser tu amigo, no hasta que te exorcicen.

 

Si, también había ocasiones donde se burlaban. Los dos idiotas se largaron sin siquiera molestarse en ayudarme.

-Perdónalos. –Choi Jinri, compañera de clase y vecina mía a partir de este año. Era una buena persona en lo que cabe e igual se mantenía alejada de mi aunque a veces me observase de lejos. Siempre me pregunto el porqué, la respuesta es fácil.

-No los voy a maldecir.

-No lo decía por eso. –Tenía mi libreta en sus manos, la había recogido por mí. –Era por

-SULLI. –La que la llamo era una rubia, la verdad no me sabía su nombre. -Sabes que no debes hablarle, suelta eso.

Ese momento fue crucial, me miraba esperando que yo le dijese algo, su amiga seguía diciéndole que soltara mi libreta, ella estaba entrando en una especie de bloqueo mental.

Asentí dándole permiso y dejo mi libreta en el suelo, por su expresión facial podía decirse que se arrepentía, lo hacía, como dije era una chica buena. Después de eso fue arrastrada por su amiga lejos de mí.

Esas eran las interacciones con mis compañeros de clase, debo decir que ha sido la primera vez que alguien intenta perderme el miedo. ¿Eso hacia verdad?

-Señorita llega tarde. –Hablo el maestro antes de mirar que era yo.

-Lo va a maldecir. –Murmuraron.

El reacciono rápidamente y el miedo se apodero de su persona.

-No es un regaño. Solo un comentario, tome asiento por favor o puede ausentarse si gusta.

Suspire pesadamente y llegue al final de una fila, a mi asiento. Los rumores se esparcen rápido. Toda la maldita escuela me temía, era peor que ser una plaga.

La primera vez que entre pensé que podría hacer amigos, que todo cambiaria, solo debía esconder mi “Don”. Las cosas iban bien, hasta que también ocurrió aquí, soñé la muerte de la que fuera mi primer amiga, me reusaba a que sucediera y se lo rebele para salvarla, fui ignorada, le conto al resto, comenzaron a mirarme como si fuese una completa loca y cuando ella murió. . . Heme aquí siendo la chica maldita nuevamente.

Nunca debí hablar, de todas maneras el destino es inevitable, mi vecina, la que antes vivía en casa de Sulli, ella moriría electrocutada por una falla en su casa, antes de que pudiera suceder se lo conté a Jessica y esta reporto la falla, la mujer quedo agradecida con nosotras, se disculpó por las ocasiones que miro con desagrado a mi hermana y su esposa, poco le duro esa felicidad, la casa se quemó con ella dentro.

Era la segunda vez que pasaba, si detenía la muerte que veía en mis sueños, solo les llegaba de una manera peor.

Pensándolo bien, esto en verdad es una maldición. No entiendo de qué me sirve soñar lo que va a suceder si no puedo hacer nada.

 

Un día más, no muy diferente a los anteriores, volver a casa es mi único consuelo. Cuando pensé que podía ver a mis sobrinas reír o molestando al más pequeño, me encontré con una casa vacía, hasta que escuche ruidos provenientes de la habitación que me dieron respuesta. Tuve que esperar afuera como una hora, fue que llegaron los responsables de que mi hermana y cuñada estuvieran dándose amor por no tener niños presentes.

-Krys. –Me saludo el moreno que llevaba a Yunho en sus brazos el cual dormía.

-Llámenlas antes. –Les aconseje.

-Oh. . . ¿Hace cuánto? –Me pregunto el otro hombre.

-Llegue hace como una hora.

Mis sobrinas se acercaban bajando del auto de estos, tenían una pequeña discusión de hermanas.

-Niñas. ¿Qué tal si vamos a otro lado? Su tía Krys nos acompañara.

-SI.

Nadie me pregunto y me vi obligada a subir al auto de ese par. Nichkhun y Taecyeon, ambos eran novios, mejores amigos de Tiffany y Jessica, al punto de que en ocasiones se ofrecían y las convencían para que les prestaran a sus hijos, eran unos tíos muy buenos, las niñas los adoraban y Yunho no se diga, siendo niño necesitaba más que sus hermanas, figuras paternas.

 

Para cuando regresamos, por la noche, la cena estaba lista.

-¿La pasaron bien?

-Más que bien. –Mi cuñada sonrió espléndidamente.

-Tiffany.

-Sabe lo que hacemos, no es tonta.

Mi hermana se sonrojo un tanto y prefirió acercarse a sus hijas, quienes seguían discutiendo.

-¿La pasaron bien con los tíos?

-Eunbi.

-Wendy.

El par se acusaba hasta que una tercera voz hizo a todas reír, el pequeño se nombró así mismo. Después de eso Tiffany les dio un pequeño regaño para que no pelearan más, la cena paso y cada quien fue a su cama.

Ojala nunca lo hubiera hecho, jamás hubiera cerrado mis ojos, de haber sabido que una premonición así me llegaría nunca habría cerrado mis ojos esa noche. . . Mi peor pesadilla hasta entonces comenzó. . . los días que pasaban era una tortura, las escenas vistas ante mis ojos me destruían poco a poco, tener que fingir no saber nada, intentar no pensar en ello, me estaba acabando.

Ahora si no conciliaba el sueño, por las noches lloraba en silencio mientras pensaba en soluciones inexistentes, las mañanas eran más duras aun, ni si quiera sé cómo le hacía para llegar a la escuela y luego para volver.

Todavía recuerdo perfectamente la mañana que termino mi martirio, donde solo comenzó otro. Me encontraba peor, llegaba a mi límite, no había alcanzado a llegar a clase y me quede en unas bancas cerca de la escuela.

-Hola. –Alguien se había sentado a mi lado, aun no notaba quien era. -¿Te encuentras bien?

Por supuesto que no, permanecí en silencio.

-¿Te sientes mal? ¿Quieres que te acompañe a la enfermería?

Para ese entonces conocí su voz, alce mi vista y probablemente la mire con odio, pues ella se disculpó por molestar y luego se marchó.

Tome las siguientes clases de las cuales preste poca o nula atención y al volver a casa, no podía ser peor, me encontré con el auto mal aparcado de Nichkhun y la puerta entre abierta. El  me dio la noticia que deje de escuchar apenas hablo, ya lo sabía, aunque algo llamo mi atención y me volvió a torturar. . .

Se encargaría de todo y solo me envió por mi sobrino, pidió que lo entretuviera y lo trajera por la noche, no le diera la noticia. Ni siquiera pensé en hacerlo no hubiese podido, Taecyeon se encargaría más tarde de hacerlo, él también había ido por mis sobrinas y se los diría, solo imaginar sus caras me rompía el corazón.

Tampoco recuerdo con exactitud como llegue a recoger a mi sobrino, simplemente que con mucho esfuerzo me contenía.

-¿Y mami?

-¿Acaso no te alegra verme?

-¿Iremos a algún lado?

-Así es, tú eliges el lugar.

-Al parque. ¿Puedo invitar a un amigo?

-No lo creo

-Por favor tía.

Dadas las circunstancias no podía negárselo, se alegró cuando asentí y me tomo la mano para guiarme hasta su amigo. No escuchaba ni percibía mí alrededor, como hacerlo cuando un ser tan querido a ti muere?  Entre en cuenta porque el amigo de mi sobrino era recogido por Sulli, así que repentinamente estaba en un parque junto a ella mirando a nuestros sobrinos jugar.

-Nos volvemos a encontrar, el mundo es pequeño ¿verdad? –Asentí una vez. –Y nuestros sobrinos son amigos.

Volví a asentir, la escuchaba pero no estaba del todo.

-Es hijo de una prima, no podía recogerlo y me llamo. Casi me rehusó, algo me dijo que no lo hiciera, ahora me alegro de estar aquí.

-¿Qué? –La verdad ya no había prestado atención.

-Siento lo de esta mañana, no era mi intención molestarte y lo del otro día. –La mire a los ojos. -La libreta.

-Ni siquiera deberías estar aquí, puedo maldecirte.

-No creo esas cosas.

-Son reales. –Sus ojos se abrieron más de lo normal. -Mis sueños se vuelven realidad.

-Pueden ser coincidencias.

-Vaya putas coincidencias. –Me aleje unos cuantos pasos siendo seguida por ella. -¿Por qué yo? Debería soñar mi propia muerte y que esto acabe de una vez por todas.

-Tranquila. –Intento poner su mano en mi hombro.

-No me toques.

-Es que estas llorando.

Tenía razón, las lágrimas corrían por mis mejillas, le di la espalda y continúe llorando mientras ella sobaba mi espalda.

Escuchaba a Yunho reír y no podía evitar pensar en cuanto tiempo esas risas serian remplazadas por lágrimas. Su madre, mi hermana había muerto, alguien que se ocupaba únicamente de su familia, amaba a sus hijos y esposa, murió en un maldito accidente ¿Es eso justo? Claro que no.

Los días perfectos y vida maravillosa de esos pequeños cambiaria. ¿Cómo iban a soportarlo? Y aún faltaba, aún faltaba.

-Si puedo ayudarte en algo, solo pídelo.

Negué, limpie mis lágrimas y llame a Yunho, salí casi huyendo, decidí no pensar en nada, fuimos a varios lugares hasta que oscureció y regresamos a casa, sorpresivamente estaban los padres de Tiffany, hasta sus hermanos que se hallaban con las niñas. Yunho fue a saludar a sus abuelos y yo decidí salir de ahí.

-¿Dónde está Tiffany? –Le pregunte a Nichkhun.

-En su habitación, no ha dejado de llorar, Taecyeon se está encargando.

Gran ayuda que el fuera psicólogo.

-Pensamos que es mejor no decirle nada a Yunho hoy. Se ira a mi casa junto con los padres de Tiffany.

-Deben de estar muy felices. –Mis lágrimas amenazaban con salir nuevamente.

-Krystal. –El me dio un abrazo. –No es así, no les alegra la muerte de tu hermana en absoluto, están muy preocupados por todo.

 

Mi concepto sobre ellos había caído desde que les dieron la espalda. Los señores Hwang al principio fueron amigables con Jessica y conmigo, nos apreciaban y les encantaba la amistad de mi hermana y su hija, pero cuando esa amistad fue más allá se opusieron, acusaron a mi hermana de contaminar a Tiffany y la relación se rompió por completo. Apenas cuando nació Wendy decidieron conocer a sus nietos, solo eso, puesto que venía de Tiffany. Con los hermanos de Tiffany fue la misma historia.

 

Los días que vinieron fueron terribles para todos, quien más sufrió por su puesto fue Tiffany y sumándole su estado no era nada bueno que estuviera así, Nichkhun y Taecyeon ayudaron bastante, sobre todo con los pequeños a quienes ayudaron a comprender, de igual manera estaban bastante tristes.

 

Por mi parte, apenas y asistía a la universidad y a todos  les daba igual, creo que les agradaba. Y como los rumores corren rápido, se enteraron que mi hermana había muerto.

-Lamento lo que estás pasando. –De nuevo ella. Aun no entendía su insistencia.

-Deberías de alejarte. No hables conmigo.

-Necesito hacerlo. Aquel día estabas así porque había fallecido tu hermana. Debiste contarme.

-¿Para qué?

-No me gusto verte mal y no supe cómo ayudarte.

-¿Cómo me hubieras ayudado?

-Quedándome a tu lado, tal vez con un abrazo.

-¿Te estas burlando de mí? –De verdad no la entendía, nunca nos habíamos hablado y ahora se mostraba muy insistente.

-¿Por qué piensas eso? te prometo que no es así.

-Perdiste una apuesta y te ha tocado hacerme platica, por cuánto tiempo? –Negó. -¿O deseas que acabe con alguien por ti? así no funciona, ni siquiera sé cómo funciona.

-A lo mejor hay más personas como tú, busquemos ayuda.

-¿Busquemos?

-Te ayudaría, si tú quisieras.

-Quiero que te alejes.

-Quiero ser tu amiga.

-Yo no tengo.

-Podría ser la primera.

-Mira Sulli.

-Puedes llamarme Jinri, eres mi amiga. . . Me gusta más.

Mientras observaba lo necia que era esta chica logre escuchar un murmullo.

-Mato a su hermana. –Fue la gota que derramo el vaso.

 

 

. . .

-Le rompió la nariz a uno de sus compañeros sin razón alguna.

-SI LAS TENIA.

-¿La va a expulsar?

-Tendrá una semana de suspensión, lamento hacerla venir por algo así, viendo su estado no la hubiera molestado.

-Ni debió llamarla, soy mayor de edad.

-Deja de empeorarlo. –Tiffany me regaño por primera vez en la vida, desde que perdió Jessica una parte de ella también se había ido, no sonreía, hablaba muy poco y su voz era cruda.

Luego de salir de la oficina del director nos fuimos a su auto para volver a casa.

-¿Ya comiste? –Tenías que recordárselo y cerciorarte que lo hiciera o podía omitirlo.

-No lo recuerdo.

-Deberíamos ir.

-Deberías no causar problemas.

-Ha sido la primera vez.

-Y yo me pregunto por qué.

-Nada en especial.

-¡No se hace cosas por nada! –También era la primera vez que me gritaba.

Me mantuve en silencio hasta que llegamos a casa.

-Jessica estaría decepcionada de ti.

Sus palabras me lastimaban como ella no podía imaginar, no la culpo, era su mujer, perderla fue un golpe muy duro, obviamente no se iba a resignar tan pronto. Y nombrarla quizás la hacía sentir bien.

-Te hare un desayuno rápido. –Opte por cambiar de tema.

-La quiero de vuelta. –Comenzó a derramar lágrimas. –Quiero estar con ella, quiero ir con ella.

-NO PIDAS ESO.

-Tu. . .  TU LO SABIAS. –Me miro a los ojos esperando la respuesta obvia, me mantuve callada. -¿Lo sabias? –Pregunto con un tono calmado. -¿Krystal?

Permanecí en silencio, siempre fue buena descubriendo cosas, Jessica nunca podía ocultarle cosas, ni las sorpresas.

-SI LO SABIAS. –Las lágrimas continuaron. -¿Por qué no me lo dijiste?

-Me hizo prometer que si soñaba su muerte o la tuya no lo dijera, solo dejara que pasara.

-TENÍA DERECHO A SABERLO. –Me empujo y continuo gritándome y reprochándome. –Me habría despedido de ella, le habría mostrado cuanto la amo, la hubiera aprovechado al máximo pero tú te lo callaste.

Pronto se quedó en silencio al tiempo que me miraba de manera molesta.

-¿Por qué? –Volvió a preguntar y me di cuenta que llevaba razón, era su derecho saber.

Derrame un par de lágrimas antes de hablar. -También estabas en mi sueño.

Pronto comprendió el significado y me vio aun peor. –Vete de esta casa.

Su petición me tomo por sorpresa.

-Toma tus cosas y márchate. –Ya no me miraba.

En ese instante probablemente tenía miedo, enojo y dolor combinados.

 

Si hubiera estado en su lugar tal vez habría hecho lo mismo. Tome unas cuantas cosas, las puse en mi maleta y salí, apenas avance unas cuantas casas para detenerme, sentarme en el suelo y llorar. No era porque fui echada de casa, era el no saber que seguía. En mi sueño Jessica y Tiffany tenían un accidente, en lo real Tiffany no fue con Jessica ese día y solo falleció mi hermana. ¿Cuál era el destino de Tiffany? ¿Su forma de morir? ¿Qué iba a ser de mis sobrinos?

 

Había oscurecido, me di cuenta que me encontraba justo por la casa de Sulli y antes de que pudiera irme apareció ella, vio mi maleta y se sorprendió bastante.

-¿Te iras de casa? –Percibí tristeza en ella, quizás lo imagine.

-Algo así. –Le respondí, si la evadía ella menos se iba a rendir.

-Tu familia te necesita.

-Tal vez tengo que desaparecer.

-No digas eso. ¿A dónde iras? –Agache mi mirada, la verdad no lo sabía. –Puedes quedarte en casa, nos sobra una habitación.

 

Sulli vivía con un grupo de estudiantes, rentaban la casa, me sorprendió la invitación sin embargo no la tome, de nada sirvió, ella me arrastro dentro.

-Cuando tengas un lugar a donde ir te dejare libre, por el momento eres mi prisionera.

-Tus chistes son muy malos.

-Un día te hare reír.

Un chico salió de una habitación y quedo impactado al verme, en el vecindario los rumores también corrían rápido y todos sabían de mis sueños malditos, además siempre miraban raro a mi familia y a mí, casi nadie acepta que dos mujeres tengan una familia.

-Se quedara unos días.

-¿En dónde?

-En la habitación libre.

-Se la vamos a rentar a alguien.

-Momento en que me voy.

-NO. Se queda en mi habitación. –Hablo molesta y miro retadora al chico.

Intente reusarme y volví a fallar, Sulli era mucho más alta que yo, por ende más fuerte.

-Puedes quedarte con la cama yo

-Está bien compartirla. –Para ese momento ya me había resignado.

-Si. –Hablo entre murmuro.

 

Los primeros días no acudí a la escuela y la pasaba en la habitación, mis planes eran ir a buscar trabajo en días posteriores, cuando intente hacerlo me lo impidió, dijo que lo primordial era terminar la escuela, yo no podía vivir de su dinero y encontró una respuesta rápida, le pagaría después, tenía un poder de convencimiento increíble en mí. Sus compañeros de casa, acudían a otras universidades, me temían y supongo que más de una vez hablaron con ella para que me echara.

En nuestra universidad, a sus amigos les conto que vivía en su casa sin darles más detalles y que éramos amigas, ellos se alejaron asustados. No entendía porque prefería pasarla conmigo, no solía hablar mucho, ni hacer cosas divertidas. Su compasión era enorme aunque cuando me entere de las verdaderas razones me moleste un poco.

-¿Podemos ir al cine?

-¿Puedes ir sola? –Negó fingiendo molestia.

-Tenemos que hablar. –Se acercó la rubia que fuese su amiga. –Gracias. –Se la llevo lejos sin que ella aceptara o negara, lo cual me molesto.

Quede mirando desde ahí, al principio hablaban normal y poco a poco se fue poniendo agresivo el asunto, veía sus expresiones de enojo y esa chica la tomo bruscamente de la mano, sin pensarlo me aproxime.

-La lastimas. –Le aparte la mano y le di mi mirada fría. -Como vuelvas a tocarla me encargare de que seas la siguiente.

Vi su expresión de terror antes de que se marchara, Sulli me miro confusa antes de ponerse a reír, su risa me contagio y también lo hice.

-Lo logre, te hice reír.

Ya no dije nada y tomamos camino al cine.

-¿Te decía que morirás por mi culpa?

-Algo así. Que me aleje de ti, obviamente nunca lo voy a hacer.

-¿Por qué?

-Somos amigas.

-¿Solo por eso? –Sonrió sin responder. –Gracias por toda la compasión y lástima que me tienes, yo te lo pagare.

-Pero no es necesario, y no tienes dinero ya habíamos quedado que no vas a trabajar.

-Hace poco vi a los amigos de mi hermana, Tiffany ha estado peor.

-¿Volverás a casa?

-Me ofrecieron ir a casa de ellos y me darán dinero para pagarte.

-NO.

-Quiero dejar de aprovecharme de tu amabilidad, además se siente terrible causar lastima.

-Nunca te tuve lastima ni compasión.

-¿Entonces? Me vas a decir que es porque querías ser mi amiga.

-Es increíble que aún no te des cuenta de la razón.

-Adivina no soy.

-Demasiado lenta. –Me cruce de brazos ofendida. -Me gustas.

 

Claro que otra razón podía existir? me marche, pero a final de cuentas tenía que verla en casa, ahí estaban mis cosas.

Hubo tensión al principio, me veía hacer mi maleta pero no se atrevía a decir nada, entonces yo pregunte.

-¿Desde cuándo?

-Tal vez desde la primera vez que te vi. Saber que íbamos a la misma escuela me alegro y luego me contaron sobre ti, no tuve miedo pero como los demás te temían yo no podía acercarme a ti.

-Hiciste lo que la multitud.

-Con el tiempo entendí que no podía seguir así, por eso hice de todo para por lo menos ser tu amiga, lo logre pero ahora lo arruine. –Sonrió de medio lado con tristeza.

-Así es.

-Hay cosas que no tienen sentido.

-Dímelo a mí.

-Se supone que lo correcto es ser honesto con tus sentimientos y cuando lo haces, cuando los rebelas las personas solo se alejan como si fueses a hacerles daño, cuando es lo último que quieres hacerles.

Tenía razón, que me molestara no tenía sentido, ella solo había sido buena conmigo, deje de empacar y tome asiento en la cama.

-No tienes que irte, no te he pedido que me correspondas.

-Si lo hiciera. . . –Hasta ese momento no me plantee si lo quería o no. -Todo se volvería malo para ti, podría soñar con la muerte de alguno de tus amigos o familiar.

-Las personas tiene un destino, no es tu culpa. –Tomo asiento a mi lado.

-Nunca he podido tener una vida normal, todavía pienso que lo de Jessica es mi culpa.

-Fue culpa de la persona que causo el accidente y Tiffany sigue viva y seguirá. –Le había contado todo. -Nada es tu culpa.

-Podríamos intentar algo.

-¿Qué?

-Intentémoslo.

-Pero ni siquiera sientes algo por mí.

-Nunca he pensado en ello, me la he pasado hundida por la muerte de mi hermana que he olvidado muchas cosas.

-¿Estas segura?

-Solo tienes que aceptar un par de condiciones, primero buscare un trabajo de medio tiempo y no puedes oponerte, segundo en la universidad te olvidaras de pasarla conmigo todo el tiempo porque debes regresar con tus amigos.

-Eso

-Ser la que te aleje de tus amistades no se siente bien. ¿Lo tomas o lo dejas?

-Es trampa.

-¿Por qué?

-Aceptare de cualquier manera porque me gustas mucho.

-¿Enserio? ¿Qué tanto? –La hice sonrojar y dejar de mirarme, me causo gracia.

-Te hice reír de nuevo. –Y también me hizo sonrojar.

 

Lo que parecía ser la mejor decisión de mi vida con el tiempo iba a tener que llegar a su fin.

Jinri era maravillosa, a su lado cambie para bien, sonreía y me importaba nada lo que el resto de personas dijera, conseguí el empleo de medio tiempo ahí pude hacer amistades que no temían de mi por no conocerme aun, no había más sueños premonitorios, todo empezaba a ser perfecto que daba miedo.

Llegue a toparme con Tiffany, siempre quería hablarme pero no podía hacerlo, seguro se sentía culpable por echarme de casa, yo no le guardaba rencor, fue lo mejor que pudo hacer, de otra forma no estaría con Jinri ahora y ella seguía viva, empezaba a creer que en verdad yo era una maldición, solo pedía no soñar con la muerte de Jinri nunca.

-Te amo. -Dejo de besar mi mejilla para besar mis labios.

-Y yo a ti. –Abrace su cintura para apretarla contra mi cuerpo, no me era suficiente aun después de haberlo hecho.

-¿No es tiempo de que vayas al trabajo?

-Aún falta. ¿Tienes algo que hacer?

-Ir por mi sobrino. ¿Quieres venir?

-Sabes que no.

-Podrías ver a Yunho.

-Y qué tal si sucede lo que ya sabes.

-Tú no eres una maldición. Ya había quedado claro.

-Un día iré a casa a visitarlos, también extraño a Wendy y Eunbi y de seguro Tiffany ya va a dar a luz.

-Sí, probablemente. –Me beso nuevamente por un tiempo bastante largo. Luego salió de la cama y se vistió para ir por su sobrino.

 

Dormí un poco, estoy segura que solo fueron minutos antes de despertar de la pesadilla, otra vez estaba ahí uno de esos sueños, esta vez fallecía uno de los compañeros de la casa. Cuando se lo conté a Sulli me tranquilizo y ánimo, esperamos que no sucediera tal como lo de Tiffany y ocurrió, el chico murió.

De nuevo tenía la maldición. ¿De qué se trataba esto? ¿Para que la tenía? Preguntas sin fin que me torturaron los siguientes meses, hasta que otro sueño me hizo buscar un verdadero sentido y ponerle fin a esa maldito “don”.

 

-Soojung. –Se impresiono al verme llevar mi maleta.

-No preguntes.

-¿Puedo hablar contigo?

Acepte siendo la última vez que la vería, entre a la que fuese mi casa alguna vez, Tiffany ya no estaba embarazada, así que le pregunte por su bebé, fue un niño, justo lo que Jessica quería, me llevo a verlo, simplemente hermoso.

-Aún no sé cómo llamarlo.

-Cualquier nombre que elijas será perfecto.

-Es lo que Jessica diría.

-Te vez feliz, me alegro.

-Entendí que aún tengo hijos de los que preocuparme y por quien debo salir adelante.

-¿Siguen dormidos? –Asintió. -¿Puedo verlos? –Volvió a asentir.

Fui a las habitaciones y los mire, luego regresamos al cuarto del bebé.

-Lamento lo que te hice, Jessica jamás me lo perdonaría. Regresa por favor.

Le di la mejor de mis sonrisas, la que me hubiera gustado darle a Jinri.


Para cuando Sulli despertó se encontró sola, luego de buscar en la casa volvió a la habitación y al no encontrar las pertenencias de Krystal comenzó a llorar. ¿Qué había soñado para irse así? ¿La muerte de quién? Le tomo días entenderlo y meses saberlo, se trataba de ella.

-¿Y tu novia?

-Se fue.

-¿A dónde?

-Si lo supiera. . . si yo lo supiera.

-Tal vez regreso con su cuñada, ve a preguntar.

-Ya no está en este vecindario, tal vez ni en el país.

-Ella debe saber algo no?

 

Lo hizo fue a casa de Tiffany a buscar respuestas. La mayor no sabía cómo decirle, se encontraba en la puerta buscando las palabras, pero el llanto de Jesse interrumpió.

-Espero.

-Pasa.

 Al entrar a casa vio esa foto, la de Krystal junto a la de su hermana, en el altar de ofrenda.

-Ella. . .

-Murió. –Completo Tiffany sintiendo pena por la chica que derramaba lágrimas.

 

La respuesta era simple, Krystal no iba a soportar otra muerte, menos de alguien a quien amaba. ¿Era verdaderamente una maldición? ¿O se trataba de una obra del destino?

Quien sabe, pero ni Tiffany ni Jinri murieron cuando se alejó.

  

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Comments

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gbrujndl #1
Chapter 3: No me jodas mi amorcito fue muy mala con Krystal
Yoon_Yul
#2
Chapter 3: Esto fue...oh por dios, siempre logras sorprenderme. Es la primera vez que leo algo de este tipo. Me gustó mucho...aunque el final me dejó media emo, igual estuvo genial. Gracias por el oneshot :')
TaeSeoSica
#3
Chapter 2: Tenia la esperanza de que haya algo de JeTi. [?]
Pero, recordé que esta colección son de distintas parejas y mis ilusiones se fueron. :'vv
ALDHDKDHSKDHSKSHSKSHSKSHSKSHSKSJSKS. Jessica y MinYoung son tan akdhsldhskdhdkd<3.

¿Habrá un Shot SeoRi?;-;
gbrujndl #4
Chapter 2: NOZOMI ES LA MEJOR!!!
rawruke #5
Chapter 2: Jeti ;--; <\3
gbrujndl #6
Chapter 1: Nozomi y Tiffany *-*
Me gusto estuvo gracioso
Taetzel
#7
Chapter 1: Jajaja reí y disfrute muchísimo :3
winspiritbeauty
#8
This seems very cool!
ileyte_xD
#9
Nami no puedo cree que te vayas, pero bueno es tu decisión, te apoyare hasta el final :')
Wapaniie
#10
Nami, rompes mi sencible corazón </3