“¿Por qué lloras? Dímelo, no me gusta verte así.”

 

Su sonrisa parecía cada vez más falsa, pero nadie lo notaba. La única persona capaz de notarlo era Sanghyuk y aunque Jaehwan dijera que todo estaba bien, claramente no lo estaba.

Sanghyuk podía llevar el secreto a la tumba porque sus labios estaban sellados pero su interior gritaba por ayuda. Necesitaba ayudar a su hyung pero ¿Cómo? Si ni siquiera él quiere ayudarse a si mismo.

Durante las noches aquella conversación de hace cuatro meses perturbaba sus sueños y aun seguía tan clara como la primera vez.

 

 

“podrías guardar un secreto por mi” dijo Jaehwan secando sus lagrimas.

 

 

Los días pasaban y lo único que podía hacer era aceptar la decisión del otro. Sin darse cuenta Hyuk sufría también y era víctima de esas extrañas sensaciones irreconocibles.

 

 

“Claro hyung, lo que sea. Confía en mí.” Dijo Hyuk tragando saliva porque de alguna forma sabia que estaba a punto de escuchar algo que le cambiaria la vida.

 

 

Jaehwan se sentía como un animal, sucio e incorrecto encerrado en una jaula. Los miles de ojos frente a él lo hacían sentirse vulnerable, nadie lo veía como en realidad es y tenía que fingir una sonrisa que no le pertenecía.  El mayor enemigo de Jaehwan son sus miedos irracionales en apariencia. Se siente deprimido al ver la basura que la sociedad le arrojaría al exponer sus verdaderas preferencias, sus manos se sienten equivocadas al recordar todas las veces que toco a su compañero pero deseo que hubiese sido más que un simple abrazo o pelea de cosquillas; y peor aún no puede creer que había confiado en esa persona especial pero prohibida para contarle su más intimo secreto.  Jaehwan en serio se sentía como la persona más estúpida del mundo.

 

“Hyuk, soy gay.” Arrojó sin rodeos. La cara de Sanghyuk se endureció y por un momento no supo en que pensar o que decir. Simplemente se sentó junto a él y lo abrazo con fuerza.

 

 

 

Y en efecto era la persona más estúpida del mundo porque mientras Jaehwan se ahogaba en sus inseguridades, Sanghyuk lo miraba desde lejos con algo cálido en sus ojos.

 

 

“Está bien, no le diré a nadie. Tu secreto está a salvo conmigo.”

 

 

 

No se pueden mandar los sentimientos de un corazón pero muchas veces la mente los atrofia con pensamientos complicados. Y así es como Jaehwan ama en secreto tratando de secar ese sentimiento mientras que en el interior de Hyuk florece ese rechazado sentimiento. Solo que Hyuk parece no haber terminado de comprender porque se siente tan bien abrazar a Jaehwan mientras duermen o porque cada vez que el mayor ríe auténticamente quiere capturar ese momento y nunca olvidarlo.

 

 

 

“Debí de haber detenido a Ravi hyung, perdón por bromear de esa manera sin saber la verdad.” Susurró Hyuk.

“No importa, estoy acostumbrado a sentirme así.” Animo Jaehwan.

“¿Hay algo que pueda hacer por ti hyung?” pregunto el menor con ojos triste.

 

Verme de la manera en la que yo  te miro a ti Hyukie….

 

“Nada” respondió Jaehwan y tras sus palabras algo se sentía amargo y doloroso.

 

Y al final tal vez los dos son los estúpidos por quererse en secreto y lastimarse mutuamente, porque el silencio sentencia algo que ni siquiera está sentenciado en sus corazones.