Irene 1/3

 

-"¡Miss!"

 

Tiffany le sonrió a Irene y le acarició la cabeza, cambiando su expresión a una de ligero enfado cuando se halló frente a frente con la dichosa madre.

 

-"¿Qué? No es mi culpa, ella me oyó diciéndote así" –Taeyeon se excusó y alzó los hombros; su voz escuchándose para nada arrepentida.

 

-"Tienes tanta suerte de que sólo tenga cinco años, o no estarías en una sola pieza, Kim Taeyeon."

 

-"¿Por qué estás molesta de todos modos? –movió el brazo para indicarle que avanzara-. Vamos, yo invito los helados."

 

-"¿Cómo que por qué? –Tiffany infló los cachetes-. Me hace sentir muy vieja…"

 

-"Pero no lo eres –Taeyeon rió-. Todavía eres muy linda y joven para preocuparte por eso."

 

Tiffany se detuvo por dos o tres segundos, volteando a ver a la rubia que había seguido caminando sin darse cuenta que la había dejado atrás. Era sábado por la tarde y habían quedado, como primer paso para mejorar la relación entre Taeyeon y Irene, de ir al parque.

Ahora la pelirroja se preguntaba si acaso había sido una mala idea salir en un día tan caluroso… ¿Porque era el sol lo que hacía arder sus mejillas, cierto?

 

-"¡Tiffany, no te quedes ahí!"

 

-"¡C-Claro! ¡Ya voy!"

 

La instructora no pudo evitar reír tontamente. Para cuando alcanzó el carrito de helados y a la madre e hija, un cono de helado le fue ofrecido.

 

-"Umm, gracias" –le dijo amablemente a Taeyeon.

 

La oficinista le sonrió con simpatía y la invitó a sentarse en una de las bancas allí cerca. Para comenzar a romper el hielo, Tiffany optó por una táctica muy simple: Preguntas.

 

Así inició entonces, preguntando cosas sobre la vida de ambas Kim. De esta manera, Tiffany y Irene supieron que Taeyeon trabajaba como analista en uno de los cuarteles principales de la TSAB; que su compañera de oficio se llamaba Kim Hyoyeon, quien usualmente solía la cubría cuando alguna emergencia se suscitaba (por ejemplo, olvidarse de que la escuela había cerrado clases una o dos horas atrás… Claro que este detallito fue sabiamente omitido).

Allí mismo laboraba Choi Sooyoung –aquí Tiffany la interrumpió para contarle que ya la había conocido en ocasiones anteriores- y sus guardianes; aunque tenía una más estrecha relación con alguien de nombre Yuri.

Taeyeon igual les contó que había ganado muchas medallas, e inclusive se sintió animada cuando su hija le pidió que le relatase alguna de sus fantásticas batallas.

La profesora sonrió cuando eso ocurrió, anotando mentalmente que la rubia era muy apasionada en cuanto de búsquedas y batallas se trataba.

 

Finalmente, luego de algunas cosas menos relevantes, le tocó el turno a Irene. Durante su plática, Taeyeon aprendió que detestaba los vegetales, que su materia favorita eran las matemáticas y la historia, que le gustaba mucho jugar con Ginger y que la pasaba increíble cuando Sunny se quedaba a cuidar de ella.

 

Y viendo que su mamá tenía una afición parecida a la suya, la niña se animó a decirle que le había enseñado algunos movimientos.

 

La rubia rió ligeramente al imaginárselo, sintiéndose aliviada de que al menos compartían algo en común (y de que tal vez, ella misma podría enseñarle algunas técnicas).

 

-"Quieta, quieta –dijo Tiffany entre risas, al ver a la chiquilla colmada de energías-, no tenemos tanta pila como tú, Irene."

 

-"¿Qué?, ¿Miss Tiffany?"

 

-"Esto te va a salir caro, Kim Taeyeon –la pelirroja la miró con ojos entrecerrados al escuchar el mote-. Dime, Irene" –dirigió la vista hacia abajo.

 

-"Tú no nos has dicho nada."

 

-"Tiene razón" –Taeyeon acordó.

 

Tiffany comió el último pedazo de su cono de helado antes de ver a las otras dos. Su alumna se mantenía sentada en medio de ella y Taeyeon, siempre con la cabeza hacia arriba para poder hacer contacto visual con ellas.

 

-"Soy maestra en la Escuela Jung-Gu, nivel elemental. Hace dos años que abandoné la casa de mi familia y ahora vivo sola; mi color favorito es el rosa, me encanta mi trabajo y… Em… No sé, ¿qué más puedo decir?"

 

-"¿Y está casada?" –Irene preguntó.

 

Cuando Taeyeon abrió la boca inmediatamente después, Tiffany pensó que la regañaría por su imprude…

 

-"¿O anda en unión libre?"

 

"Pero de verdad que no tienen vergüenza para preguntar."

 

-"No estoy casada –respondió Tiffany con una gota tras la cabeza-, ni tampoco estoy saliendo con alguien –agregó al mirar a Taeyeon-. ¿Eso último era necesario, Taeyeon-Ssi?"

 

-"Bueno, es que una nunca sabe –quiso defenderse-. Además esto de las preguntas fue tu idea."

 

-"Vale, vale. Ahora haremos algo diferente –los otros dos pares de ojos la observaron con curiosidad-. Cada una de nosotras le pedirá un favor a otra, y dicho favor deberá ser hecho, ¿va? Para que vayan calando el hilo, yo empiezo. Mmm… ¿Irene?"

 

-"¿Uhn?"

 

-"¿Podrías darme un abrazo?"

 

La niña ladeó la cabeza al ver que su profesora abría los brazos; al cabo de unos segundos, asintió y se lanzó a ella. Tiffany rió en respuesta, revolviendo los mechones rubios juguetonamente.

 

-"Buena niña. Ahora es tu turno, Irene, pide algo" –la animó la maestra.

 

La nombrada se separó de su maestra despacio. Después, llevó un dedo a sus labios mientras se ponía a pensar; al echarle una ojeada a Tiffany, ésta le hizo señas con la mirada para que voltease a ver a la persona detrás suyo.

Entendiendo el mensaje, la pequeña dijo:

 

 

-"¿Puedo…? -se detuvo, nerviosa; miró de vuelta a la pelirroja, que le asintió, y luego regresó la vista al frente-. ¿Irene puede… tener un abrazo… también…?"

 

 

Taeyeon vio con sorpresa a su propia hija; no obstante, aunque ninguna palabra salió de sus labios, para Irene fue más que suficiente ver a su madre sonreír, justo antes de que ésta se reclinase para envolverla entre sus brazos.

 

-"Eso es –felicitó Tiffany con dulzura-. ¿Verdad que no es tan difícil?"

 

-"De acuerdo –añadió la rubia al enderezarse y soltarse de la niña-, admito que tenías algo de razón."

 

-"¿Algo? –alzó la ceja divertida-. ¿Por qué no me dices que estabas equivocada?"

 

-"¿Por qué? –Taeyeon la imitó-. Si quieres oírlo, te la vas a tener que obligarme a ello."

 

-"Puedo pedírtelo –sonrió traviesa-, que no se te olvide que seguimos jugando, Kim."

 

-"Ohh, ¿pero es que me estás amenazando?"

 

-"Puede que…"

 

-"¡Mal! ¡Las peleas son malas!"

 

Tanto Tiffany como Taeyeon se callaron, observando desconcertadas el puchero en el rostro de Irene, junto con la supuesta mirada enfadada que se suponía iba dirigida hacia ambas.

 

-"Irene –quiso calmarla su maestra-, Taeyeon-Omma y yo no estábamos peleando."

 

-"Claro que no –vino a apoyarla su compañera-, sólo era un juego, ¿vale? Quita esa cara."

 

-"Beso."

 

-"¿Ah?" –corearon las dos.

 

-"Beso –repitió con los labios y el ceño fruncido-. Cuando te peleas con alguien, siempre, siempre, sieeeempreee –y aquí se encargó de remarcar la palabra- ¡se debe disculpar con un beso!"

 

-"¿Quién te enseñó eso?" –la más alta inquirió.

 

-"Mi profesora, por supuesto" –Irene sonrió inocentemente y señaló a Tiffany.

 

La pelirroja, por su parte, se echó a reír nerviosa cuando Taeyeon fijó la vista en ella. ¿Realmente ella había dicho eso? Quizás debería empezar a dejar de pensar que a los niños todo se les resbala…

 

-"Jajaja, anda, en serio, de verás que no est…"

 

-"Vale" –Taeyeon alzó los hombros.

 

-"¿Qué…?"

 

-"Sí, digo, ¿por qué no? Es sólo un beso, Tiffany –agregó entre risas-. Además, tú eres la que dijiste que tenía que acercarme más a mi hija, ¿cómo voy a hacerlo si ahora que vamos avanzando bien le digo que no? Venga, ni que fuéramos novias o algo así" –terminó divertida.

 

La pelirroja sonrió apenada y asintió. Es decir, Taeyeon tenía toda la razón, eran amigas, buenas amigas, no esa clase de buenas amigas, obvio. El asunto es…

 

 

 

"¡¿Por qué me estoy haciendo líos?! ¡Es sólo un beso y Taeyeon-Ssi y yo no somos nada! Mírala, Tiffany, no es más que una mujer terca, terca, terca, terca, terca, linda… ¡demonios!"

 

 

Los párpados de la instructora se cerraron al mismo tiempo en que unas manos se apoyaron encima de sus hombros y una serie de cosquillas cálidas aterrizaba sobre su mejilla izquierda. Cuando abrió los ojos, vio a Tiffany separarse de ella para esbozarle una sonrisa.

 

-"¿Amigas?" –preguntó con diversión.

 

-"S-Sí, nyahaha…" (equis dé, no puedo evitarlo, me estoy riendo).

 

El sonrojo en los pómulos de la pelirroja no duró mucho, puesto que el sonido del celular de Taeyeon captó la atención de las tres. La rubia atendió la llamada y luego de un par de asentimientos y cortas palabras, colgó; se dirigió entonces hacia Tiffany, ofreciéndole una sonrisa avergonzada.

 

-"Parece que me ha salido un imprevisto, tengo que marcharme."

 

La noticia no sólo entristeció a la madre, sino a la hija que de inmediato bajó un poco la cabeza. Sin esperar más, Taeyeon se puso de pie, acto que Tiffany imitó.

 

Lo siguiente fue algo inesperado para la última, quien repentinamente se vio atrapada en un abrazo.

 

-"Muchas gracias, Tiffany –escuchó la suave voz susurrarle-. Hablo honestamente cuando te digo que esto me ha servido bastante, ya lo necesitaba. Gracias por preocuparte por una extraña como yo, especialmente cuando te traté mal al principio."

 

-"Está bien, ¿somos amigas, no? –sintió a la otra asentir, por lo que llevó una mano a su espalda para frotarla-. Llámame, ¿sí? Quisiera verlas pronto."

 

-"Así será."

 

Se despidieron la una de la otra. Apenas Taeyeon se alejó unos pasos, llamó suavemente a Irene, quien al fin atendió a bajarse de la banca. Sin embargo, cuando sus pies tocaron el suelo, Tiffany se agachó a su lado y le susurró algo al oído.

 

(Niña, tengo dulces. Jgdjsafalsf, okno).

 

La rubia vio esto con curiosidad, la cual creció al ver a su hija mirar a la profesora para mover la cabeza y sonreír.

 

En el momento en que la niña salió corriendo, la mano de Taeyeon se estiró a un lado, la cual fue tomada de inmediato. Tiffany no pudo evitar sonreír, notando que ahora el gesto no parecía tan extraño o descuadrado como hacía unos días; y con una parte de la misión cumplida, la pelirroja se dio la vuelta para retirarse de allí.

 

-"¿Taeyeon… –la aludida miró hacia abajo-, Taeyeon-Omma va al trabajo?"

 

Taeyeon parpadeó dos veces. Luego, sus ojos adoptaron un matiz de cariño al escuchar cómo su hija la llamaba mamá por primera vez; apretó ligeramente entonces la manita entre la suya y desvió la vista al frente.

 

-"Sí, a Sooyoung le ha surgido un problema con unos papeles y quiere que la ayude. No te preocupes, le diré a Suny que te… -hizo una pausa para cortar sus palabras, a pesar de que continuó caminando como si nada-. ¿Irene?"

 

-"¿Uhn?" –alzó el rostro para verla.

 

Irene bajó la mirada y le sonrió.

 

-"¿Quieres venir a la oficina conmigo?"

 

-"¡¿En serio?!"

 

-"Sí –rió bajito-, no está de más que me ayudes a molestar a tu Tía."

 

-"¡Uhn! ¡Lo haré lo mejor que pueda, Taeyeon-Omma!"

 

-"Algo me dice que no debí dejarte tanto tiempo con Sooyoung…"