"Felicitaciones por convertirse en una oficial correccional aquí en nuestra prisión, Tiffany. Nos quedamos tan impresionados con la determinación y fuerza de voluntad que logro demostrar continuamente durante todo el proceso de formación y también su puntuación casi perfecta en los exámenes que presentamos... Estamos seguros de que usted será de gran ayuda para nosotros aquí”

Después de sangre, sudor y  lágrimas estaba finalmente aquí, mirando el alrededor de las paredes encaladas de la oficina perteneciente a mi jefe. Mientras esperaba a que terminara de pasar mi contrato, observe los muchos carteles que mostraban todo tipo de reglas y reglamentos que cada preso debe atenerse, una lista de casi todo lo que es considerado como contrabando. Entrecerré los ojos para leer el final de la lista pero no encontré nada que no supiera, así que volví mi atención al elegantemente tipo de aspecto más joven delante de mí.

"Gracias" Le sonreí e incliné mi cabeza, una acción clasificada como una señal de respeto aquí en Corea. Creciendo en América, las reglas eran, por supuesto, diferentes y las cosas que se consideran relativamente normales no están bien vistas en este país. Mudarme aquí fue y sigue siendo un enorme choque cultural, yo sabía que iba a tomarme mucho tiempo instalarme y acostumbrarme a él funcionamiento de las cosas.

Me enteré del trabajo a través de un amigo coreano-americano que viene a Seúl a menudo debido a su trabajo de periodista. Visitó y escribió acerca de los muchos lugares hermosos a disposición del público en todos los países de Asia y también había hecho un reportaje sobre los peores lugares para terminar, esta prisión es uno de ellos. De todos modos es una historia larga. Sabiendo de mi ocupación en Estados Unidos, me dijo acerca de la oferta de trabajo aquí, yo sabía que iba a ser una decisión difícil y un proceso de miedo, pero me gusta desafiarme. La barrera del idioma no fue un problema porque crecí con una madre totalmente coreana que me enseñó dicho idioma mientras yo también estaba aprendiendo inglés, haciéndome bilingüe.

Yo había estado en este país antes de completar mi entrevista y asumir el proceso de entrenamiento, para esto mismo trabaje antes de eventualmente mudarme aquí. Por suerte yo ya sabía que esperar. Era, por supuesto, difícil, sin embargo, hacer la carrera 1/4 de milla, la subida de escaleras, arrastrar maniquís, carrera de obstáculos... etc etc. Todo tenía que ser completado dentro de un plazo fijo,  me las arreglé para hacerlo muy bien a pesar de que era más bien triste ver a algunos de los aspirantes fallar. Habían trabajado duro para llegar tan lejos y luego caer en el último obstáculo.

Después de que parte de la capacitación había terminado, era hora de que las interminables charlas sobre, cómo prevenir accidentes con el prisionero, la competencia en el uso de las armas, la búsqueda de contrabando... Como he dicho antes, yo ya sabía qué esperar, pero algo relacionado con los diferentes sistemas me obligó a hacerlo todo de nuevo.


"Bien, entonces..." Vi cómo se acercó al armario de almacenamiento en el extremo más alejado de su oficina y tomó un uniforme de mi medida después de ver la forma que había rellenado hace un tiempo, dando a todas mis medidas. Colocó una camisa de manga larga y pantalón negro sobre la mesa, delante de mí antes de ir a otro casillero. Lo abrío y sacó un cinturón que cargaba lo esencial... esposas, spray de pimienta, llavero, linterna y una radio. Luego se sentó frente a mí una vez más y sacó un pase de COP y mi propia etiqueta de nombre de su cajón.

T. Hwang


"Esto es todo lo que necesita, Tiffany." Él sonrió y me los entregó, una vez más me devolví la sonrisa e incliné la cabeza en señal de gratitud.

"Gracias"

"Está bien, quería personalmente estar seguro de que usted se establezca bien, así que voy a tener que programar a otro oficial para que este a su alrededor y pueda ponerla al día con los acontecimientos y con cada prisionero de aquí. Espero que usted obtenga mucho de nosotros y supongo... usted esté lista para ir."

Miré el uniforme en mi regazo y luego volví mi mirada a él, dándole una ligera idea de lo que quería.

"Oh!" Exclamó, al salir de lo que parecía un sueño y  hizo señas hacia un baño en la esquina de la oficina. Me levanté, y luego procedí a despojarme de mi elegante ropa, una vez encerrada en el gran cuarto de baño. Sosteniendo cada prenda de ropa que acababa de recibir, la estudié antes de dar una sonrisa.

 Tan pronto como mi cinturón fue abrochado, el ruido que hizo significó el comienzo de una gran aventura. Con una exhalación temblorosa, até mis largos mechones negros y tomé un último vistazo en el espejo para asegurarse de que mi imagen era adecuada antes de salir de la habitación. Alcance a notar como mi nuevo jefe escaneaba mi cuerpo, descaradamente.

"Estoy lista", le dije, tratando de no parecer incómoda, pero era difícil con la mirada ertida de.... ¿Cuál era su nombre? Un rápido vistazo a la placa en su escritorio me lo dijo ... Nichkhun. Él parecía estar bien, razonablemente atento y servicial, aunque no estaba segura acerca de su comportamiento y las expresiones faciales que hizo al observarme de arriba abajo.

Afortunadamente otro oficial se unió, pero también vi cómo le dedico una mirada coqueta, hasta que logro salir de su ‘trance’ . "Ah ella es la oficial Kwon. Yuri  ella es Tiffany, Tiffany, Yuri."

"Hola encantada de conocerte" Me sonrió y se inclinó, yo hice lo mismo.

"Bueno, Yuri por favor muéstrale los alrededores a Tiffany. Es la hora del almuerzo, lo que podría ser  para un novato muy difícil de manejar" le guiñó un ojo. Ya comenzaba a sentir disgusto por este hombre, a regañadientes me  incliné hacia él y sali con Yuri.


Los nervios eran evidentes cuando di mis primeros pasos en mi nuevo trabajo, un nuevo lugar. No era el trabajo en la prisión el que me daba nerviosismo porque estaba acostumbrada a ello, lo que me dio temor fue el lugar –es la primera vez que trabajo en un lugar tan enorme- con completamente prisioneras mujeres.

Me habían advertido que a pesar de que nos encontráramos  en Corea, un país que  no ve con buenos ojos cualquier cosa remotamente homoual, había un montón de lesbianas reclusas  aquí, no es algo cómodo para mí. Crecer siendo cristiana me volvió en contra a todo lo que Dios dijo que era pecado en la Biblia. Yo no soy de ese tipo de personas que van contra la comunidad LGBT para forzar sus puntos de vista sobre ellos, sin embargo, yo soy una de esas que guarda sus pensamientos para sí mismos, pero no está de acuerdo con las decisiones que toman.

Caminamos en silencio lejos de la oficina y una vez lejos, se rió. "Él es el chico grosero y más repugnante que haya podido conocer. Y ... parece que ya te hecho el ojo… ", bromeó.

Puse los ojos mientras caminábamos una al lado de la otra, siguiendo nuestro camino quién sabe  a dónde. "Yo no lo veo demasiado petulante, sin embargo también muestra interés en ti" Sonreí mientras ella gemía, me encantaba sentirme cómoda con la nueva gente con tanta facilidad, es la mejor manera de hacer buenos amigos.

"No me lo recuerdes, me ha pedido una vez y me negué, pero aun me ojo-viola”

"Está permitido hacer eso? Coquetear con trabajadores, quiero decir"

"No lo creo, pero lo hace de todos modos"  puso una expresión  de 'mátame ahora" y le di una pequeña sonrisa a cambio. Entonces puse  atención a donde nos dirigíamos, necesitaba empezar a acostumbrarme con mi entorno para saber que hacer al estar sola.

En la última prisión que trabaje habían algunas mujeres, pero la mayoría eran hombres. No tuve sorpresas allí, nada que me haya dejado en shock. Cuando veía a aquellos hombres  que habían asesinado a gente inocente, con sus rostros cubiertos de tatuajes, toda su forma de ser desprendía.... 'asesino'. Mientras que  estas mujeres, eran mucho más difíciles de descifrar. Debajo de esos ojos dulces y pequeñas figura, podrían ser animales a la espera de salir. Debía tener cuidado al tratarlas.

No puedo imaginarme haciendole daño a un ser humano, con el ceño fruncido, aparté la vista de los prisioneros. Yuri y yo continuamos  caminando dejando a las mujeres detrás hasta que llegamos a nuestro destino. Ella abrió las puertas dobles y yo estaba casi abrumada por lo que vi, era una sobrecarga de euforia.
Imagínese abrir la puerta de su casa y encontrarse con el televisor y  la radio a todo volumen, mientras que tu familia trata de hablar contigo todos a la misma vez... tu perro ladra y el teléfono no deja de sonar. Eso es lo que se sentí al escuchar a estas mujeres riendo, gritando,  incluso llorando. Fue suficiente para querer volver por donde llegue y quedar sorda por el resto de mis días.

Sí todo ese ruido resultaba abrumador, imagínense todas esas personas delante de mí. Tenía que haber al menos trescientas y que probablemente había más. Este lugar es tan grande... lo que estaba viendo equivale a una cuarta parte de todas las mujeres en esta prisión. Era terriblemente desconcertante, pero en un intento de mostrar mi profesionalidad, tomé una respiración profunda y entré con Yuri.


Una vez que me acercaba, escuché y vi algunas personas extranjeras escondidas entre la enorme cantidad de asiáticos. Algunos eran de América, creo que he oído algo de ruso también... Algunos de los presos habían sido trasladados a aquí, ya que aparentemente prisiones coreanas dan un trato mucho más duro y con un lapso de tiempo mucho más alargado. El sonido todavía seguía en mis oídos, después de haber entrado por suerte comenzó a disminuir, pero aun así, debido a la conmoción inicial me pareció difícil hablar, pero aun así lo intente. 

"Creo que este lugar se explica en sí, se trata de la cafetería. Como me han dicho, ya sabes lo que debes hacer con respecto a si surge algún tipo problema ¿no?.

"Sí", le contesté, para después escanear a todas las presas allí, verificando que todo esté en orden.

"Bueno, estas chicas tienen sólo treinta minutos para comer, ya que tenemos un gran número de mujeres aquí, la hora del almuerzo se divide en tres partes por lo que todo el mundo tiene que comer. Una vez que el tiempo de este lote se haya terminado, vamos a escoltarlas de vuelta a sus habitaciones y luego permitir que el segundo montón  de reclusas vengan por su comida”. Wow, sólo había un almuerzo, quería correr de nuevo a mi prisión en Estados Unidos. Era tan pequeña en comparación con ésta, el contraste era bastante increíble. "Otro oficial obtendrá el último lote después".

"Lo tengo" respondí y seguí observando mientras terminaban su... lo que parecía ser una especie de pescado con arroz o algo, no se sabe muy bien. Ciertamente no parecía muy apetecible pero ellas no parecían pensar lo contrario por la forma en que lo devoraron a penas lo dejaron en su plato.

A medida que continuaba observando, me di cuenta de los diferentes tipos de mujeres. Había pequeñas y delicadas, y luego grandes y brutas. También había mujeres más jóvenes que contrastan con las mucho más antiguas. Me di cuenta de lo estereotipada que soy, me rete mentalmente y me dije que debía dejar hacer ciertas cosas  que en última instancia podrían interferir con mi trabajo. Esto podría distraerme y ser sorprendida de algo nuevo, que potencialmente me podría poner en peligro.

Por el rabillo de mi ojo, vi el movimiento de mi compañera, así que hice lo mismo sólo unos pasos detrás de ella mientras se  adentraba por las mesas.

De repente oí una splat y luego sentí una mano firme en mi hombro. Me detuve en seco y vi que Yuri ahora estaba frente a mí, pero mirando a un grupo de reclusos que estaban tratando de contener sus risitas. Yuri no dijo nada, pero lo que hizo fue sacar una pequeña libreta del bolsillo de su camisa junto con un pequeño lápiz y escribió algo. Una de las mujeres se volvió para mirarla antes de mirarme a mí y sonrío de nuevo. Fruncí el ceño y adelantándome un paso solo para que Yuri me detuviera de nuevo.

"Te voy a dar una advertencia por escrito Lee, tirar comida es inaceptable", dijo en un tono firme. Fue entonces cuando miré hacia abajo y vi algo de la bazofia de arroz simplemente a meros centímetros de mi pie. Agradable.

Partimos de nuevo después de ordenar y ver a la reclusa limpiar su lío, Yuri  se volvió hacia mí y me dio un consejo que yo ya sabía, pero fingí que no saberlo para que ella no se sintiera como una tonta.

"Te pondrán a prueba. Ellos van a tratar de conseguir que se pierdas la calma y la paciencia. Ignoralas y no dejes que te molesten. Lo principal es recordar ser firme, justa, y consistente en todo lo que haces"

Le sonreí y asentí. "Lo haré"

Fue entonces cuando salimos de la cafetería y nos abrimos paso por los pasillos, las botas resonaban en el camino, advirtiendo a las reclusas que íbamos por ellos. Ella me permitió dar un paso atrás y ver cómo realizaba su trabajo, tengo que admitir que era impresionante. A medida que se amontonaban fuera de sus habitaciones, empecé a estar incomoda. Sentí ojos pequeños y brillantes en mí y silbidos poco después.

 

"Eres una chica bonita", afirmó. Miré hacia arriba mientras ella era un poco más alta que yo "Vas a tener que acostumbrarse a eso" Sugirió Yuri que se encontraba a pocos metros de mí.

"Tendré que acostumbrarme a ellas desde la reclusa más masculina, que me va a tomar un poco más de tiempo , hasta la más femenina", le contesté con un ligero toque de disgusto en mi tono, Yuri lo notó.

"Homofóbica?"

"Cristiana" Respondí: Fruncí el ceño al que su sonrisa había desaparecido. Tal vez la había insultado, mierda. Ella asintió con la cabeza y luego continuó golpeando y pateando,  mientras yo seguía sintiéndome un poco culpable. Tal vez ella tenía una hermana que era lesbiana... pero, de nuevo, como he dicho antes, yo no iba a ocultar mis creencias, si me lo preguntaban directamente.


Mis piernas comenzaban a cansarse mientras seguíamos a caminando y esto no eran todas las reclusas que quedaban! Sólo estuvimos cubriendo la mitad de las prisioneras, mientras que otros oficiales estaban haciendo lo  mismo pero en lados diferentes de la prisión. Yuri se rio cuando Resoplé.

"Lo más ciertamente, más en forma en este trabajo"

"Supuse tanto", le contesté

Finalmente, después de llegar a la última habitación, Yuri se detuvo y me sonrió. " Nichkhun quiere que le enseñe algunas cosas sobre las reclusas, vamos a empezar con esto. Ella es ciertamente misteriosa" sonrió y bajó la voz como si estuviera contando una historia de miedo. Contuve mis  ganas de reír y la observé mientras abría la puerta de metal frío con facilidad y entró como fuera la dueña del lugar. Yo hice lo mismo.


Al igual que todas las otras habitaciones, vi un acabado de hormigón gris arenosa en las paredes y el suelo, pero luego me di cuenta que esta habitación sólo tenía una cama dentro, encajada en la esquina. La mayor parte de las prisioneras  que habíamos echado hoy, habían llegado en parejas pero esta parecía estar sola. Yo escaneada mis ojos por la habitación de aspecto aburrido y también a diferencia de las otras, esta mujer no tenía ningún tipo de desorden. Nada en el suelo ni en la mesa... todo era perfectamente limpio (así es como tendría que ser).

Mis ojos se quedaron en la figura de aquella mujer sentada de lado, yo sólo podía ver su perfil. Estaba leyendo un libro, bastante tranquila. Admiré lo tranquila que era, las otras mujeres estaban locas de emoción por ir a comer  la bazofia  de comida. Si yo estaría en su lugar, seguro intentaría mi mejor esfuerzo para mantener la calma, pero seamos sinceros, estar atrapado en un lugar donde no se pueda salir cuando quieras, es aterrador. Es como una esclavitud, pero mucho más cruel, sus miembros son libres de caminar y correr, pero están restringidos por los muros de hormigón que ahora llaman su hogar.

"Tú." La voz de Yuri me saco de mí mundo. "Vamos, fuera" Ella ordenó. La chica no levantó la vista de su libro, pero esperó unos segundos antes de salir por debajo de las sábanas, de levantarse y de pie delante de nosotras con su uniforme arrugado.

Miré a Yuri expectante pero parecía que estaba esperando que algo sucediera.


Vimos como la chica terminó de leer la página en la que estaba y luego dobló la esquina en la parte superior del libro, dejándola como un marcador antes de cerrarla. Fue entonces cuando ella nos miró a ambas. Yo estaba un poco preparada, ver a una chica tan joven y de aspecto inocente frente a mí me decía que había algo que no está bien. Podía sentirlo, pero no podía explicarlo. Ella me miró a mí y luego a Yuri, hasta que  lanzó su libro sobre la cama y luego caminó a través del pequeño espacio entre nosotras, después de haberme hecho a un lado para que pasara. Con el ceño fruncido y la confusión en mi cara, la seguí con la mirada hasta que se volvió hacia la derecha, después de haber pasado el  umbral y luego desapareció de mi vista.

Todos los reclusos  tienen algo extraño en ellos ,me di cuenta. De tics extraños a crispar nervioso, ojos locos y apariciones espeluznantes. Esta, sin embargo, tenía una especie de peligro, el aura misteriosa, la frialdad llenando el aire siempre que sea, sin embargo, ella tenía una cara de niña con un cuerpo diminuto y corto para completar su aspecto general. Esto es lo que había querido decir de estereotipos... Su mirada era la de un ser totalmente inocente y eso me hace preguntar por qué esta aquí.

Yuri me llevó fuera y caminamos por el largo pasillo  de regreso a la cafetería, mirando el interior de cada una de las puertas, ahora abiertas, a nuestro paso para comprobar que nadie había vuelto a entrar. Fuimos  mirando como el segundo lote de reclusas iba  alineado, recibiendo su comida y luego tomando asiento..

Vi a una mujer con aspecto peligroso sentarse frente a una espeluznante  reclusa que tenía  los ojos abiertos como  loca. Eran compañeras... lo que las convertía en un  par perfecto, acababan de tomar la combinación  más freak, Juntas en una habitación las hacía hacer el doble de espeluznantes. Ahora me podía  imaginar a todas esas mujeres haciendo algo psicótico y violento, mientras que con la muchacha con el libro que ahora estaba sentada  junto a ellas y encorvada sobre su bandeja.... no pude. Una falsa tos me hizo voltear para observar a Yuri con una sonrisa en su rostro.

"Qué?" Le pregunté con curiosidad.

"Cada. Individual. Persona", dijo en un susurro. "Todo el que viene a través de ese recluso en particular tiene la misma reacción"

"Y qué es eso?" Le respondí con una ceja levantada. Ahora estaba mirando o incluso escaneando a la chica de lejos, así que también miré.

Tenía el  pelo rubio oro,  terminaba justo debajo de sus hombros y era aproximadamente del mismo tamaño que yo, tal vez sólo un poco más baja. Tenía una expresión recta, sin  emoción alguna,  que era un poco preocupante. No era capaz de juzgarla  o incluso adivinar lo que pasaba en por su cabeza.

"Todo el mundo muestra incredulidad al ver a una chica  tan bonita en un lugar como este." Asentí con la cabeza ligeramente de acuerdo. Estirando el cuello un poco para mirarla un poco mejor, de verdad no podía olvidar lo joven que lucía.

"Cuántos años tiene ella?"

"No sabemos. Ella nunca habla con nosotras, escucha y obedece instrucciones pero no habla. Ella tiende a hablar con sus ojos .... Nunca he visto nada igual. Si tienes curiosidad ahora tendrás que verla a los ojos- son muy expresivos”.

No podía dejar mi curiosidad. "Que hizo ella?"

Yuri sonrió y negó con la cabeza. "Una vez más, no sabemos. No se nos dice. Los tratamos por igual, nadie obtiene un tratamiento especial porque cometieron un pequeño crimen y nadie consigue el trato que se puede considerada peor que de costumbre si han violado o asesinado. Es mejor que funcione de esa manera, usted no quiere un asesino en serie enojado.”

"Eso es comprensible" estuve de acuerdo.


Debido a las reglas aquí, a los nuevos oficiales  se le dan breves turnos de cuatro horas durante los primeros dos o tres días, con el fin que puedan adaptarse hasta que sepan  cómo funcionan las cosas. Potencialmente podría ser un poco abrumador mostrarme todo a la vez porque sería más fácil de olvidar dónde están las cosas de esa manera, sobre todo por el tamaño del lugar.

 "Su turno por hoy está a punto de terminar. Usted tiene una media hora  más, que será dedicado a ver más de estos chicos conmigo y después para comprobar el perímetro en busca de cualquier comportamiento sospechoso".

Asentí con la cabeza y volví mi atención hacia la reclusa. Yo estaba deseando que mañana pudiera estar con la responsabilidad de pasar a verificar a los reclusos y sus habitaciones. Me gusta estar a cargo y tenía curiosidad por ver cómo cada persona reacciona al ver a la "nueva chica '.