Final...

Two Souls

Era una calurosa noche de verano y estaba tirada en el suelo viendo la tele, no tenía otra cosa que hacer, ya que no tenía ningún amigo e incluso algunos chicos y chicas de mi clase se reían de mi por ser tan tímida y no tener amigos...

 - ¡Hija! ¡Ve a sacar la basura!
 - ¡Voy!
 
Me levanté rápidamente, pero me mareé un poco, así que esperé un poco hasta que el mareo desapareció y saqué la basura. Una vez tiré la basura miré a la casa de enfrente y vi a un chico en una de las ventanas del piso de arriba, me quedé petrificada observando cada uno de sus rasgos faciales, nunca había visto a un chico como él... En ese momento el chico se asomó por la ventana, me di la vuelta rápidamente pero topé con el cubo de basura y casi caí al suelo, pero supe mantener el equilibrio. Entré rápidamente en casa y fui hasta la cocina, donde estaba mi madre y me preguntó:

 - Hija, ¿por que no sales con alguna de tus amigas?
 - … - Me encogí de hombros -.
 - Llevas casi todo el verano encerrada en casa... ¿por que no llamas a alguna amiga y salís a pasear o algo?
 - No quiero.

Salí de la cocina, no quería seguir hablando sobre eso. Subí a mi habitación y me senté en mi cama, y miré en dirección a la ventana, podía ver la ventana por la que había visto al chico... ¿como no me había dado cuenta? Agaché la mirada y miré al suelo cerrándome en mis pensamientos durante un par de minutos. Levanté la cabeza y miré hacía la ventana y vi al chico sujetando un cartel, pero me asuste tanto que me tiré al suelo para que no me viera (Una tontería, ¿verdad? Como si no me hubiera visto ya... pues en ese momento era lo que mejor me pareció hacer...). Levanté un poco la cabeza para ver que había en ese cartel y decía: “¿Estas bien?”. Me sorprendí mucho al ver eso, ¿se... se preocupaba por mi?. Rápidamente cogí una hoja de papel y escribí: “Si, estoy bien, gracias...”. Le enseñe el cartel y el chico me sonrió, entonces noté como si miles de mariposas revolotearan por mi estómago. Miré al chico durante unos segundos pensando que tarde o temprano desaparecería de mi vida... como todos... por eso mismo intentaré no acercarme a él para no acabar sufriendo como siempre. 
Bajé a cenar con mi madre y fue una cena muy silenciosa. En casa solo estamos mamá y yo, desde que papá nos abandonó, y desde entonces mi madre se pasa la mayoría del tiempo trabajando. Al acabar de cenar subí a mi habitación y me tiré sobre la cama, pero no pude evitar mirar en dirección a la ventana, la habitación de enfrente estaba oscura... tal vez el chico ha salido.... Poco a poco mis ojos se cerraron...
 
Al día siguiente, nada mas despertar, miré por la ventana y vi un cartel pegado a la ventana de enfrente que ponía: “Buenos días, princesa”. “¿Princesa? ¿Quien se cree que es?”, dije en voz alta. Pasó la mañana y como de costumbre estaba sola, así que decidí ver la tele, me senté en el sofá y la encendí, entonces vi como mi móvil se iluminaba desde la mesa, miré y era un número desconocido, pero contesté:

 - ¿Hola?
 - Hola, vecina.
 - ¿Vecina? ¿Eres...?
 - Exacto.
 - ¡¿Como has conseguido mi número?!
 - Ahhh... magia.
 - Dime como lo has conseguido.
 - Un mago nunca revela sus secretos.
 - ¿Que quieres?
 - Oír tu preciosa voz.
 - Pues ya la has oído, adiós.
 - No, espera... hablemos un poquito mas. ¿Como estás?
 - No vas a dejarme tranquila, ¿verdad?
 - No, sabes de sobra que querrás huir de mi y no podrás, siempre estaré a tu lado.
 - Eso parece un poco acosador.
 - No lo veas así, míralo de una manera bonita.
 - ¿Cual?
 - Que nunca estarás sola, siempre me tendrás a mi.

Estuvimos hablando durante todo el día, pero no solo ese día sino todos los días durante dos semanas, sin embargo, en ningún momento nos dijimos nuestros nombres.

Una mañana, despues de ducharme, desayuné algo rápido y como mi madre ya no estaba en casa, decidí ver un poco la tele. Pasó una hora y ya estaba aburrida, así que cerré los ojos para dormir un poco, pero de repente alguien llamó al timbre, me levanté del sofá y abrí la puerta... era ese chico, el chico de la casa de enfrente:

 - Ho-hola, ¿que quieres? - Dije algo nerviosa -.
 - A ti.
 - ¿Eh?
 
El chico me agarró firmemente de la muñeca y me sacó de casa. ¿Que se creía que estaba haciendo? Intenté apartarme de él, pero no pude, El chico cerró la puerta y me miró directamente a los ojos, aparté la mirada:

 - ¿Que quieres?
 - Ya te lo he dicho, a ti.
 - Pero... ¿para que?
 - Quiero conocerte y que me conozcas, creo que seremos buenos amigos.
 - Yo no creo lo mismo, tarde o temprano acabarás dejándome atrás.
 - ¿Tú crees? - Acercó su cara a la mía -.
 - Si... - Evité mirarlo directamente a los ojos -.
 - Te demostraré que te equivocas, ¿estas preparada?
 - Nunca estoy preparada para nada...
 - Me da igual, te lo mostraré de todas formas. - Dijo con una enrome sonrisa -.
 
Tiró de mi para empezar a caminar, aún cogidos de la mano:
 
 - ¿A donde vamos? - Pregunté algo confusa -.
 - Es una sorpresa.
 - No me gustan las sorpresas... - Me encogí de hombros -.
 - Es una sorpresa agradable, no te preocupes, te va a gustar. - Dijo mientras pellizcaba suavemente mi mejilla -.
 
Los minutos pasaban mientras caminábamos cogidos de la mano, por alguna extraña razón me sentía feliz, pero sabía que eso acabaría pronto... todos me acaban abandonando.... No podía evitar mirar al chico de reojo, la verdad es que parecía bastante feliz. El tiempo pasaba, pero no llegábamos a ese sitio incógnito:

 - ¿Falta mucho? - Pregunté algo cansada -.
 - Ya falta poco, aguanta. - Dijo con una suave y dulce sonrisa -.
 
Continuamos caminando un rato más, hasta que lleguemos y vi un hermoso bosque. Entonces miré al chico, el cual dijo:

 - Es aquí. - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja -.
 - ¿Por que me has traído aquí?  -Pregunté mientras evitaba a un mosquito -.
 - Porque... aquí venía siempre de pequeño cuando me sentía mal.
 - Ohh...
 
Por alguna extraña razón este sitio me resultaba familiar, ¿había estado yo aquí antes?

 - Ven, quiero enseñarte algo. - Dijo el chico -.
 
Lo seguí y vi como se sentaba debajo de un árbol, entonces me miró esperando a que yo hiciera lo mismo, así que lo hice. Me senté a su lado y respiré profundamente, por fin estaba sentada y descansando, pero en ese momento mi móvil empezó a sonar, era mi madre:

 - ¿Mamá?
 - Hija, ¿donde estás?
 - Oh... perdona por no haberte avisado. He salido con un amigo.
 - ¡Vaya! ¡¿En serio?! Me alegro muchísimo, vuelve cuando quieras y... ¡DIVIERTETE!. - Colgó -.
 
Ya veo lo que se preocupa por mi.... Dejé le móvil de nuevo en el bolsillo, miré a mi alrededor y era precioso. Se respiraba gran paz ahí y un aire de nostalgia, pero no sabía de que...:

 - ¿Lo recuerdas?
 - ¿El que?
 - __________, ¿de verdad no te acuerdas?
 - ¡¿Como sabes mi nombre?! Aún no te lo he dicho.
 - Mírame a los ojos. - Se acercó a mi -.
 - ¡¿Que haces?! - Lo aparté y me levanté - ¿Quien eres y que quieres?
 - ¿No lo recuerdas? - Parecía sorprendido -.
 - Aléjate de mi, loco.
 
Comencé a caminar alejándome de él, pero el gritó:

 - ¡Soy Baro!
 - … - Dejé de caminar... ese nombre me sonaba... - No se quien eres.... - Dije sin darme la vuelta -.
 - De pequeños eramos vecinos y jugábamos todos los días juntos. Te prometí que volvería... pero pasaron cosas...
 - Yo no recuerdo nada de eso. - Dije fríamente -.
 - Hace 10 años... verano.... bajo ese mismo árbol... ¡Nos besamos! ¡¿Cómo puedes olvidarlo?! - Se puso delante de mi – Intenta recordar... por favor...
 - … - Lo miré – No lo recuerdo.
 
Me fui de allí, dejando a ese chico... Baro, solo. Llegué a mi casa mi mi madre comenzó a acosarme a preguntas:

 - ¿Como te ha ido? ¿Quien era ese amigo? ¿Desde cuando lo conoces? ¿Volveréis a veros? ¿Quieres cenar?
 - ¡Mamá! Para... por favor...
 - Vale... ¿Quieres cenar?
 - No tengo mucha hambre. Me voy a dormir.
 - _____________.....
 
Subí hasta mi habitación, me tiré sobre la cama y comencé a mirar el techo... “¿Quien era ese chico?”, esa pregunta resonaba en mi cabeza una y otra vez, no cesaba....:

 - Hija... - Entró mi madre en mi habitación -.
 - ¿Que? - Pregunté sin dejar de mirar el techo -.
 - ¿Estás bien? Normalmente no pareces alegre... pero hoy es mas de lo habitual.
 - Mamá... ¿tú recuerdas a Baro?
 - … - Parecía sorprendida -.
 - No, ¿verdad? Lo sabía...
 - Claro que lo recuerdo... -Agachó la mirada – Era tú mejor amigo de pequeña, jugabais todos los días juntos, incluso os ibais de excursión a un bosque y podíais pasar horas allí.
 - Mamá...
 - Entonces no quieres cenar, ¿no? - Me interrumpió -.
 - Pero...
 - Voy a preparar tu plato favorito, ya verás como cenas. - Sonrió de una manera muy extraña y se fue -.

¿Que estaba pasando? Mi madre me ocultaba algo, pero... ¿el que?Tenía que ver con Baro, eso estaba claro, pero... ¿que me ocultaba?. Me senté en mi cama y recordé que tenía una caja debajo de mi cama con algunas cosas de mi infancia. Rápidamente saqué la caja y empecé a mirar dentro... habían un par de pequeños peluches, una muñeca, pulseras, una piedra con mi nombre y un cuadro boca-abajo, lo cogí y era una foto de Baro y yo en esta misma calle, en ese momento algunos recuerdos comenzaron a inundar mi cerebro, empezaba a recordar cosas.
Pasó una hora y media, cuando mi madre me llamó para cenar. Bajé y mi madre me estaba esperando en la mesa con la cena servida. Me senté delante de ella y la miré fijamente, ella parecía algo nerviosa, pero comía sin decir una sola palabra:

 - Mamá.
 - ¿Sí, hija? - Intentaba aparentar estar tranquila -.
 - ¿Hay algo que no sepa?
 - ¿Como qué? - Hizo una risita fingida -.
 - No recuerdo mucho de Baro, arriba poco a poco me iba acordando de él, pero... ¿por que pareces tan nerviosa?
 - ¿Está rica la cena? - Intentó cambiar de tema -.
 - ¡No cambies de tema! ¡Mamá, dime que pasa!
 - Hija... no querrás saberlo.
 - Si, si que quiero y quiero que me lo digas ya.
 - Hija... - Su móvil empezó a sonar – Ahora hablamos.
 
Me dolía la cabeza, así que salí a la calle a dar un paseo para que me diera el aire. Empecé a caminar mirando al suelo recordando algunos, muy pocos, momentos que viví con Baro, entonces alguien me tocó el hombro sacándome de mis pensamientos. Me di la vuelta y vi a Baro:

 - ¿Estás bien? - Preguntó algo triste -.
 - Sí... siento lo de antes, es que... no recordaba nada, lo siento...
 - ¿Eso es que ahora si?
 - Si, recuerdo algo, no todo, pero algo si. Ha pasado mucho tiempo... - Iba a abrazarle, pero se apartó - ¿Que pasa?
 - Eh... eh... es que...
 - Tranquilo, no pasa nada.. - Dije volviendo a mirar el suelo -.
 - ¿Puedo pasear contigo?
 - Si, claro.
 
Baro comenzó a caminar a mi lado, había un gran silencio, un silencio algo incómodo, entonces Baro dijo:

 - ¿Que te ha pasado?
 - ¿Eh? 
 - Antes... eras una niña alegre, que sonreía todo el rato.
 - La gente cambia, ¿no?
 - Tienes razón... - Rió suavemente -.
 
Pasó un rato mientras caminábamos y volvimos hasta la puerta de mi casa, entonces Baro dijo:

 - ¿Sabes? Siempre he estado enamorado de ti...
 - ¿Siempre? - Pregunte confusa -.
 - Siempre... incluso ahora...
 - … - No sabía que decir -.
 - Se que estarás sorprendida... pero tenía que decírtelo... era ahora o nunca.
 - ¿Ahora o nunca?
 
Baro me miraba fijamente a los ojos, me estaba poniendo nerviosa y mis manos empezaban a temblar, ¿por que me miraba así?. Se acercó mas y mas a mí, hasta que apenas había un centímetro de distancia entre nosotros, sin embargo tenía frío, mucho frío, mas que antes. Baro cerró los ojos y acercó su cara a la mía, mi corazón latía rápidamente... mas rápido que nunca, pero entonces...:

 - ¡__________! ¡Ven! - Oí la voz de mi madre -.
 - Me tengo que ir... 
 - Vale... - Dijo Baro -.
 
Rápidamente volví a casa:

 - ¿Que pasa, mamá? ¿Estás bien?
 - Hija... - Estaba sentada en el sofá, con los ojos llorosos -.
 - ¿Que pasa?
 - Será mejor que te sientes...
 - No me asustes... - Me senté a su lado - ¿Que pasa?
 - … - No decía nada -.
 - ¡Mamá! ¡Dímelo!
 - A ver como te lo digo... es sobre Baro.
 - ¿Que pasa con él?
 - Ha tenido un accidente...
 - No puede ser... hace un momento estaba con él... antes de que me llamaras.
 - ¿Que? Eso es imposible. 
 - ¿Como que no? Claro que sí, mamá.
 - Cariño... cariño... es imposible. Hace años que se mudó con sus padres a otra ciudad.
 - Pero han vuelto hace unas semanas.
 - No... 
 - ¡Que si! Vamos, te lo demostraré.
 - __________...
 
Salí de casa y mi madre me seguía. Crucé la calle hasta llegar a la puerta de la casa de Baro:
 
 - Ya lo verás, mamá.
 
Llamé al timbre y nadie abría... llamé a la puerta y nadie abría...:

 - Que raro... - Dije -.
 
Me asomé a una ventana y me sorprendí tanto que me aparté rápidamente... la casa estaba vacía:

 - Pero... ¿como puede ser? Si hasta hace un rato estaba con él...
 - Cariño... me estás preocupando... ¿Quieres que te lleve al hospital donde está Baro?
 - Si...
 
Mi madre me abrazó y nos subimos a su coche:

 - No perdí el contacto con los padres de Baro, llamaba al menos una vez al mes.
 - ¿Como es que no me lo dijiste?
 - Si que te lo dije, y varias veces, cada vez que lavaban, te decía que te pusieras al teléfono, y te decía que era era un amigo tuyo, sin embargo siempre me decías que te dejara en paz.
 - Mamá... pensaba que era algún idiota de clase para reírse de mi...
 - ¿Reírse?
 - Mamá... - La miré con los ojos de llenos de lagrimas que querían salir, pero evité que estas escaparan – No tengo ningún amigo... incluso se ríen de mi... - Miré firmemente a la carretera y pude notar como mi madre posaba su mano sobre la mía -.
 
Pasaron horas hasta que por fin llegamos al hospital, seguía mi madre, ya que ella si sabía en que habitación estaba Baro. Cuando por fin encontramos la habitación mi cuerpo se quedó inmóvil delante de la puerta, tenía miedo... pero en ese momento mi madre me cogió de la mano y me sonrió. Mi madre abrió la puerta y pude ver a Baro acostado en la cama, lleno de cables y heridas. Su madre estaba a su lado llorando, junto a su padre. Mi madre y yo nos acercamos, y mi madre dijo:

 - Se pondrá bien...
 
La madre de Baro se abalanzó a abrazar a mi madre y cuando dejó de abrazar a mi madre me miró y me dijo:

 - Cuanto has crecido... estas preciosa... Baro estará muy contento cuando despierte... - Me abrazó, al igual que su padre. 
 
Mi madre empezó a hablar con los padres de Baro, mientras yo no dejaba de mirarle... ¿que estaba pasando? Todo era muy confuso para mi y muy difícil de entender, ¿como es posible que estuviera hablando con una persona... que nunca estuvo allí?

 - ¿Podéis dejarnos solos? - Dije sin dejar de mirar a Baro -.
 - Oh... vale – Dijo la madre de Baro -.
 
Cuando todos se fueron y me quedé a solas con Baro, me acerqué a él y le dije:

 - Baro... necesito que me lo expliques...necesito que me digas algo... por favor... - Me senté en una silla que había junto a la cama -.
 
En ese momento una lagrima rodó por mi mejilla, agarré su mano y puse mi cabeza sobre ella mientras lloraba desconsoladamente, pero en ese momento noté como la mano de Baro agarraba la mía. Levanté la miraba y tenía los ojos abiertos:

 - ________... -Sonrió -.
 
Rápidamente lo abracé mientras lloraba, entonces me aparté y dije:

 - Tengo que avisar a un medico.
 - No lo hagas... espera un momento...
 - ¿Que pasa?

Baro se levantó de la cama:
 
 - ¿Que estas haciendo? Acuéstate. - Intenté acosarlo, pero no me dejó -.
 - Quiero hacer una cosa antes de irme.
 - ¿Irte? ¿Que estas diciendo? No te vas a ir a ninguna parte.
 - ___________... te quiero y siempre te he querido. Te prometí que volvería y en cierta manera lo he hecho... y quiero que me perdones.
 - No tengo nada que perdonarte.
 - Si... te he dejado sola... y lo volveré a hacer...
 - No, porque en cuanto te pongas bien te prometo que haremos muchas cosas y...
 - Lo siento...
 
Baro se acercó a mi, como supuestamente se había acercado a mi anoche, pero esta vez no sentía frío... si no calor. Baro puso sus manos en mi cintura y me acercó aún mas a él, haciendo que nuestros cuerpos se rozasen. Baro puso una de sus manos en mi barbilla y levantó mi cabeza. Pasó la mano por mi pelo y puso sus labios sobre los míos, comenzó a besarme dulce y tiernamente. Ese era mi segundo beso, ya que mi primer beso fue con él, cuando eramos niños. Nuestros labios se separaron y miré a Baro y vi como perdía el equilibrio y casi cae, pero por suerte me dio tiempo a sujetarle antes de que cayera:

 - ¿Estás bien? - Pregunté preocupada -.
 - Si, es solo que... estoy algo mareado...
 - Vamos, siéntate. Llamaré a un medico.
 - No, espera... - Me agarró de la muñeca – Tengo que decirte algo.
 - ¿Que quieres?
 - Sonríe...
 - ¿Eh?
 - Quiero verte sonreír... hace tiempo que no te veo sonreír...
 - Pero...
 - Hazlo, por favor... 
 
Miré a Baro muy sorprendida, pero le sonreír:

 - Eres preciosa...
 - Deja de decir tonterías.... Vuelvo en seguida con un medico.
 
Abrí la puerta y salí al pasillo, entonces avisé a los padres de Baro y aun medico. Volvimos a la habitación de nuevo, pero nada mas abrir la puerta pude oír ese sonido... el sonido que me quitaba la vida poco a poco... el pitido del monitor cardíaco... No me podía creer lo que estaba pasando... hace un momento Baro estaba en pie y... ¿por que?:

 - ¡Rápido, salgan! - Dijo el medico mientras entraban algunos enfermeros -.

En el pasillo nos encontrábamos los padres de Baro, mi madre y yo... ya habían pasado como 5 minutos, los 5 minutos mas largos de mi vida.... No podía dejar de llorar, sentía que estaba perdiendo a Baro... en ese momento comencé a arrepentirme de todo lo que no hice con Baro... cuando mi madre me decía que me pusiera al teléfono... debería haberlo hecho.... Mis lagrimas se deslizaban por mi mejilla como un río buscando su cauce. En ese momento el medico salió de la habitación, se acercó a los padres de Baro y dijo:

 - Lo siento mucho... hemos hecho lo que hemos podido...
 
En ese momento mi corazón se paró y solo oía el llanto de la desconsolada madre de Baro. En ese momento solo pude correr, correr sin un rumbo fijo, solo quería huir, desaparecer y que no me encontraran jamás. Llegué hasta el bosque donde Baro y yo íbamos de pequeños. Los viejos recuerdos inundaron mi cabeza y las lagrimas cegaban mis ojos. Apoyé mi espalda en el árbol y me dejé caer deslizando mi espalda, y me quedé sentada llorando durante horas, hasta que finalmente me quedé dormida...

Abrí mis ojos y la luz me cegaba, podía oír a los pájaros cantar, pese a ser un día precioso, estaba siendo el peor día de mi vida, el chico con el que había compartido mi infancia, el que había sido mi mejor amigo, mi primer beso y mi primer amor... ya no estaba... se había ido... para siempre. Me levanté del suelo y comencé a caminar mirando el suelo. Llegué hasta un puente, debajo corría un gran río. Puse mis manos en la barandilla y miré al cielo. El río corría bajo mis pies, el aire agitaba mi cabello:

 - ¿Donde está mi sitio? Ya no me queda nada... la única persona que me hacía sonreír, la única persona que me hacía pensar en otra cosa que no sea mis desgracias... me la habían arrebatado de mi vida... ¿Que me queda? Ya no me queda nada... - Me senté en la barandilla y miré al agua - ¿Que pasaría si me fuera yo también? ¿Le importaría a alguien? - Me puse de pie sujetándome con las manos en la barandilla justo detrás de mi espalda – Ya no me queda nada porque luchar... ya no tengo fuerzas... ya no quiero vivir mas... 

Cerré mis ojos y solté mis manos... pude sentir como mi cuerpo se precipitaba contra el río...



Estaba caminando por el bosque junto a mi mejor amigo Baro, entonces él me miró y gritó:

 - ¡Ven! ¡Mira!
 
Era un árbol enorme y precioso. Baro se sentó en el suelo y yo a su lado:

 - Desde ahora este será nuestro escondite. - Dijo Baro con una gran sonrisa -.
 - Me parece genial. - Dije mientras le sonreía -.
 - _________...
 - ¿Si? - Miré a Baro -.
 
Baro acercó su cara poco a poco a la mía y dijo con una suave y dulce voz:

 - Te quiero...
 
Baro puso sus labios sobre los míos y me dio mi primer beso. Se que era demasiado joven, pero... era lo mejor que me había pasado en la vida. Ambos nos apartamos entonces nos reímos, entonces Baro me dijo:

 - Te prometo, que siempre estaremos juntos... siempre.

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Comments

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asiaticloverboy #1
this is craaazy <3 <3
Jaseon
#2
Chapter 1: Que bonito y que triste a la vez... Pero bueno, las historias de amor no tienen siempre un final feliz, pero no por eso son menos bonitas. Echaba de menos tus fics unnie, este oneshot me ha encantado ^^ Espero que sigas escribiendo así, se que te lo he dicho antes pero lo repito: tienes mucho talento ;)
0exotic0
#3
Chapter 1: Me ha gustado mucho, ha sido muy tierno y romántico. Lo que pasa es que también ha sido muy triste, una historia de amor infinita jejejee. Hacia tiempo que no leia un fanfic tuyo. Espero que escribas más seguido. Gracias por estos fics maravillosos. Sigue así, fighting!!!!