-3

—No.

 Sehun está convencida que es mala idea, no, ni siquiera tiene que ver su subjetividad; es que es mala idea. Ni siquiera es que ella piense que es mala idea, es mala idea y ya.

 ¿Dijo ya que esa idea era mala?

 Porque es una mala idea.

—¿Por qué no?

—Porque es mala idea.

 El resoplido de Zitao llena la habitación entera en un segundo y Sehun sabe que ha hecho enfadar a su novia.

—No te enojes…

—No estoy enojada.

—Zitao… bueno, hagámoslo, lo que sea.

La menor se rinde con un suspiro agotado, pero qué más da. Que se haga lo que Zitao quiera, no importa que, en serio, sea una pésima idea.

 Porque nadie le puede decir que no a los ojos negros y traviesos de Zitao.

—Sehun-ah, juro que valdrá la pena.

 La chica del teñido cabello celeste sonríe al mismo tiempo que busca con sus dedos los de Sehun para entrelazarlos.

—Más te vale.

—Claro que sí, hay que experimentar ¿no?, además tú juegas vóley, tienes fuerza en los brazo, o algo así.

 El trayecto se reduce a Zitao intentando cambiar la opinión de la otra, dando saltitos de pura emoción, pegándose al brazo de su novia y susurrándole al oído “después querrás intentarlo de nuevo”.

 Así que cuando Sehun se despide con un beso en la comisura de los labios de la peli-azul, cree que tal vez un beso a lo somersault no es tan, tan mala idea.

1

 Son tres días después que Zitao trae el tema a colación de nuevo, esta vez Sehun ni siquiera intenta negarse, ¿para qué? Simplemente entierra los dedos en su cabello rosado y asiente con los ojos cerrados (¿es necesario aclarar que fue Zitao la que le llevó hasta una peluquería anónima solo para teñirse los cabellos de colores que combinasen?).

—Pero… Sehun-ah, ¿realmente quieres?

 Una pregunta capciosa, piensa la aludida apretando los ojos antes de abrirlos y contestar.

—¿Sí?

—¿Sí quieres?

 Sehun asiente, como si en realidad quisiera y sabe que es lo correcto cuando Zitao planta la mano en la mesa y cierra la distancia que existía con una sentada frente a la otra, solo para besarla. Solo para inclinarse un poco más y mordisquearle el labio superior, solo para que Sehun abra los labios y la lengua de su novia traspase la puerta directamente a acariciar todo lo que puede. Oh por dios, sí, es una buena idea, piensa Sehun cuando el calor comienza a expandirse desde su cintura hacia el resto del cuerpo con fuerza y rapidez, porque la otra mano de Zitao va a caer a su nuca y le obliga a moverse un poco, lo suficiente para que el beso se profundice, para que Zitao se pueda separar lentamente.

 Y sonríe.

 Traviesa…

—Tenemos que practicar entonces

…y tal vez ya no es tan buena idea de nuevo.

2

 Ayer practicaron, pero ¿fueron menos de veinte minutos? Sehun dice que no es su culpa, es culpa de su novia por haberle hecho calentar sin moverse y por volver a besarla tan pronto salieron del comedor y entraron a la habitación de la coreana. Sin embargo hoy Zitao está más enfocada en practicar.

 No pasan más de media hora antes que Sehun se dé cuenta de porqué los novios no deben hacer cosas juntos; es tan fácil desconcentrarse.

—Yah, ¡Sehun-ah! Atención.

—Estaba poniendo atención…

—No.

 Zitao tiene el cejo fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho. Sehun quiere esos brazos en su cintura y…

—No te enojes, Taozi.

 Ella hace un sonido, como de asentimiento mientras extiende los brazos para que Sehun los tome otra vez, pero todavía tiene la frente apretada, así que Sehun no espera a que su novia se doble por la mitad para tomarla de las manos, la empuja contra su cuerpo y la besa en los labios, solo un toque, antes de volver a enfocarse en el beso que deberán darse después de una extraña voltereta.

8

 No es sorpresa que avancen rápido, más que nada porque Taozi hace artes marciales y yoga, así que es flexible y liviana, además es cierto; Sehun tiene fuerza en los brazos.

 Así que es el octavo día desde que Zitao inició las practicas (aunque en realdad han practicado solo tres) cuando ya puede dar la vuelta. Debe ser que la peli-azul está más relajada ahora que ya hizo lo que quería, pero esta vez no le reclama a Sehun cuando la deja caer sobre la cama por estar pensando otras cosas, en cambio busca los ojos de la menor y le sonríe.

—Perdón —Dice Sehun soltándose el tomate que se había hecho en el cabello, porque ya le duele un poco.

—Está bien, ya lo hacemos bien, ¿cierto?

 Sehun tiene las piernas separadas y mira hacia abajo, donde su novia calló en el espacio entre sus pies. La peli-azul estira los brazos hacia arriba, como destensándose un poco y sonríe de nuevo, esta vez más amplio. Sehun la queda mirado un rato antes de sonreír también y solo entonces Taozi mueve los labios hasta formas un “ven” mudo que envía un escalofrío por toda la columna de la otra chica.

 Zitao tiene ese talento, esa coquetería innata que hace que uno obedezca aunque ella te diga que debes comer una galleta que se cayó al piso (y no, no es que eso pasara hace unos años). Así que Sehun obedece, con las mejillas coloradas, desciende hasta arrodillarse en la cama, con una pierna en cada costado de la otra y deja que los dedos de ella se enreden en el cabello detrás de su nuca.

—Te has portado bien, Sehun-ah, ¿no crees que mereces una recompensa?

 La risa de Zitao es fuerte y explota tan pronto Sehun asiente sin otras palabras.

—¿Es esto suficiente? —Inquiere la mayor atrapando con sus manos los hombros de Sehun y usando fuerza en el abdomen para levantarse y dejar un pequeño beso en una de sus mejillas.

 Sehun niega y la risa de Zitao aparece otra vez, un poco más despacio que antes, más lenta, y no se extingue hasta que Sehun deja de mantenerse a distancia porque no es suficiente con un beso en la mejilla. Desaparece en el mismo momento que la menor se sumerge en el cuello de Taozi, porque la remplaza una respiración agitada.

—No, no es suficiente —Le reclama Sehun comenzando a besar desde el inicio de ese cuello moreno hasta el mentón, besa con la boca abierta dejando que sus labios se arrastren un poco por cada centímetro posible y  solo se detiene en un punto que sabe le dejará a una chica retorciéndose bajo su cuerpo. Con el tiempo uno llega a conocer bastante bien a las personas, así que, cuando Sehun llega a la boca de Zitao, que ella ya está moviendo las caderas no le sorprende para nada, porque cada caricia ha sido planeada.

 El “Sehun-ah” que Zitao quiere decir como reprimenda por la actitud tan rápida de la otra termina escapando como un jadeo.

—Taozi —Dice Sehun sobre la boca de su novia, al hablar sus labios rozando los otros —¿Por qué quieres hacer esto?

 La china arruga la frente, no entendiendo si Sehun se refiere al beso o a esto. Quiere preguntar, pero hoy parece que la menor no tiene planeado dejarla terminar una idea.

 Sehun quita una mano del colchón y la deja en la cadera de Taozi, la besa de nuevo y sus dedos comienzan a subir, delineando una curva con el pulgar que va desde las caderas anchas hasta llegar al pecho. Zitao tiene que despegar su boca de la de Sehun cuando los dedos de la última encuentran uno de sus pezones, porque le cuesta respirar si la estimulan así. La peli-azul se lleva una mano a la boca, para no permitirse los gemidos, pero a Sehun no le gusta la idea y solo comienza a tocar más, con más ganas, la piel que ya está expuesta y a Zitao le cuesta seguir callada si además una de las piernas de la otra se mete entre las suyas para provocar fricción.

—Taozi… —Dice Sehun sobre el oído de su novia, su voz y aliento calientes —Háblame en chino.

Ding dong.

11

 El fin de semana no pudieron salir juntas y Sehun cree que va a explotar porque no le interesa terminar de practicar el Somersault Kiss, le interesa terminar lo que dejaron inconcluso porque a su hermano mayor no se le ocurrió otra mejor idea que llegar cuando ambas estaban a punto de tener o. Oh Seon no entiende porque su hermana le lanza miradas de odio durante toda la cena.

 Pero al menos es lunes, y ambas van en el mismo instituto, diferente grado, pero da igual. Se verán, así que Sehun está contenta de nuevo.

 Es en el primer receso que Sehun entiende porqué Zitao quiere hacer esto: Jongin, el novio de Kyungsoo.

 Sehun llega a la mesa un poco después que el resto porque a la profesora de química le encanta hacer un infierno de la vida de sus alumnos, pero al menos llega a tiempo para escuchar a Jongin diciendo “¿Ya lo hiciste? Es la última vez que apuesto contra ti Huang”.

—¿Apuesta?

 Zitao da vuelta el rostro y lo arruga, como reprendiendo a Sehun por llegar en ese momento.

—¡Ah, Kim Jongin!

 Y resulta que Jongin apostó contra su novia a que Zitao y Sehun podrían hacer el Somersault Kiss en dos semanas y Zitao jamás ha dejado que un desafío pase sin superarlo. Pero Sehun no se pude quejar sobre haber sido utilizado, porque resulta que el premio además de dinero también incluye entradas al zoológico y Taozi tiene planeado ocuparlas con a Sehun. La peli-rosa suspira entonces, porque Zitao está cobrando su dinero golpeando con el puño la mesa en la que ya solo quedan restos de comida, pero Kyungsoo le reprocha que antes de dejar a su novio entregar el dinero con el que hoy irán al cine hay que corroborar que ya pueden hacer el Somersault Kiss.

—Pero claro.

 La voz de Taozi le llega a los oídos a Sehun más clara que nunca y…

—Taozi.

—En gimnasia.

 La peli-azul toma la mano de su novia y se la lleva sin importar que todavía le falte comerse el postre, Sehun protesta en el camino porque realmente, el flan se veía delicioso, sin embargo los labios de Taozi son deliciosos también, así que tan pronto la mayor le besa a Sehun se le olvidan todos los reproches.

—Escucha, vamos a hacer ese beso y Jongin se va a arrepentir toda su vida de haberme desafiado, ah, e iremos al cine.

 Sehun asiente, porque su novio se está quitando la camisa de cuello piqué para reemplazarla por el uniforme de gimnasia.

 ¿Y si mejor se saltan la clase?

—Deja de espiar y cámbiate de ropa, no creo que puedas darme la vuelta con una falda.

 Idea desechada.

16

 En el móvil de Sehun el nombre de “Taozi” le anuncia que su novia ya llegó, pero la chica mira por la ventana primero. Efectivamente, allí está, con una coleta y su mano, saludando. Sehun grita “bajo” y desaparece a su habitación de nuevo. Le extraña verla con buzo cuando se supone irán al cine.

—¿No íbamos a ir al centro?

—Claro, claro… sobre eso —Zitao mueve las manos y esquiva los ojos de Sehun, así que no, no irán al centro —Estaba pensando, y si quieres me dices que no, pero pensé que podríamos usar el dinero de Jong-idiota para comprar dulces y podríamos ver una película aquí.

 Sehun asiente, porque “película aquí” significa un preludio a o allá-en-tu-cama y, sinceramente, Sehun cree que se lo merece.

—Mnh… convénceme —Comienza Sehun a pesar de que ya está entrando de vuelta a su casa.

—Podría besarte… a lo somersault.

 No puedo creer que lo terminé, me siento tan realizada por la chuchis. La mala noticia es quee stoy atrapada en otra región a la mía porque viajé a ver a una amiga y perdí mis documentos... ah, todos. Así que... me siento feo >: quiero apapachos(?), y como no los tengo, hago que las caricaturas de mi mente se apapachen entre ellas uhuuh.