Because I Love You
Por: Kirari Ai

https://www.youtube.com/watch?v=ihKZlGLT68o

Despiertas sorpresivamente a mitad de la noche y lo primero que escuchas es lo que parecen ser los golpes que recibe la puerta.
— ¡Sunny! —

Gritan tu nombre. Ya comprendes. Miras el reloj, 4:05 A.M Bajas al primer piso del apartamento y mientras lo haces los golpeteos siguen, junto con gritos a tu nombre. Te diriges a la entrada para abrirla. Abres y sientes el peso de un cuerpo que se apoya contra el tuyo.

—Miraaa, slo que te traje—. Seohyun te ofrece unas rosas que ocultaba detrás de su espalda. Tomas el ramo sin hacer objeción alguna.
—Dame un beso—. Te pide.
— ¡Agh, Apestas a alcohol!

Es la misma historia repitiéndose otra vez. Tu novia se va de fiesta, regresa sumamente tarde y completamente borracha; actúa despreocupadamente y te pide disculpas. Sólo que esta vez las flores remplazan esas disculpas.

—Uuummm... —Exclama en modo de disgusto.
— ¿Dónde había una florería abierta a esta hora?
—No había, las compré desde la mañana. ¡Ups! Tú no debías saber eso, Se suponía que no supe de la fiesta hasta una hora antes ¿Verdad?

Te mintió otra vez. Y te lo dice sonriendo. Sabía de la fiesta de antemano, pero te dijo que apenas la habían invitado, sólo para no hacerte enojar. Pero ya estás enojada. Ignoras tu enojo y notas que se encuentra descalza.
— ¿Dónde están tus zapatos?
—Los tiene Hyuna—.
Hyuna, la ahora “Mejor Amiga” de Seo, aunque únicamente puede contar con ella para borracheras.
— ¿Y por qué los tiene Hyuna? —Preguntas.
—Porque…— tu compañera empieza a reír de forma escandalosa. —La muy estúpida se subió a bailar a una mesa y…— Sigue riendo. — ¡Estaba tan ebria que se resbaló y rompió uno de sus tacones!
No dices nada, simplemente permaneces callada.
— ¿Y quién te trajo?
—Nadie—. Confiesa.
— ¿Ósea que condujiste hasta aquí descalza y ebria? ¿Seohyun, sabes lo estúpidamente peligroso que es eso?
— ¡Soy una loquilla! — Se ríe sin darle importancia alguna a lo que dijiste.
—Creí que habías dicho que no saldrías de fiesta en un buen tiempo—. Le recuerdas. Aunque sabías que rompería su promesa, como siempre.
— ¡Irían las 2EN1! Tenía que ir, ellas son geniales.
—Tan geniales que su disquera canceló su contrato…como el nuestro…Aún no entiendo por qué tú y todas esas estrellas olvidadas no aceptan que su tiempo ya acabó, que sería mejor si…
— ¡Oh, ya cállate! — Te mira con desprecio y te quedas muda. Te da la espalda. —Ellos saben divertirse y me entienden. No como todas esas hipócritas…malditas perras.
— ¡Seohyun! Es de nuestras hermanas de las que hablas.
Ella suelta una sarcástica carcajada.
— ¿Hermanas? Pero si hace mucho tiempo que ya no nos buscan.
—Porque se cansaron de soportar tu problema.
Se voltea bruscamente y se acerca a ti de forma desafiante.
— ¿Cuál problema? Yo no tengo ningún problema—. Te dice de manera amenazadora mientras corta la distancia entre tu cara y la suya. Tú únicamente le das la mejilla para evitar su aliento a fiesta desenfrenada.
—El alcoho…
— ¡Puedo dejarlo cuando quiera! — Te grita. Prefieres quedarte callada. —Sólo lo utilizo para olvidar…realmente me ayuda…así me distraigo de…—Notas que su voz comienza a quebrarse y lucha por contener las lágrimas.
—Seo…no, no llores. Si te pones a llorar tu maquillaje se…— Te abraza y oculta su cara en tu pecho.
Dejas que continúe.
— ¿Por qué…? ¿Por qué ellos…?—Llora.

Ellos. Su padre y su madre. Muertos. En un accidente automovilístico. Lo peor, era que Seohyun había perdido la comunicación con ellos tres meses antes del choque. No aceptaron su relación contigo, la habían negado como hija y no querían saber nada de ella. Seo se culpaba, decía que si los hubiera buscado al menos una vez, no sentiría tanto arrepentimiento. Por eso comenzó. Por eso empezaron las fiestas y la ausencia de ella, de lo que solía ser; de lo que te enamoró .Por eso empezó a beber y sus hermanas, que la habían apoyado con su relación a tu lado, cuando sus padres la rechazaron y cuando murieron; no pudieron soportarlo. Poco a poco se fueron alejando de ella, menos tú.

—Seo, por favor, cálmate. Sabes que no fue tu culpa—. Te abraza más fuerte. — ¿…Ya cenaste? — Sabes que es una pregunta tonta, pero haces lo que se te ocurra para lograr que deje de llorar.
—No quiero cenar…— Responde en un tono muy bajo.
—Vayamos a dormir entonces…ya es muy tarde.

Le tomas la mano y la guías escaleras arriba, a la par que ella sigue llorando desconsoladamente. Al llegar a su habitación se tira en la cama y sigue su llanto.

—Debes ponerte tu pijama—. Comentas. —No puedes dormir así.
— ¿Sunny…?
— ¿Sí…?
— ¿Podrías…abrazarme…?

Esa pregunta te derrite. Te metes a la cama con ella y la rodeas con tus brazos. Ella llora. Tiembla y llora.

—Te amo tanto, Sunny. Tú eres lo único que tengo…perdóname…lo siento tanto…
Acaricias su cabello y besas su frente.
—Te quiero Seohyun…te quiero…— Mientras dices esto el sollozo crece y se abraza a tu cuerpo con más fuerza. Y así continua unos minutos hasta que se queda dormida.

Ahora eres tú quien llora.
Siempre es en las noches cuando lloras; cuando ella no está o cuando se encuentra profundamente dormida por el cansancio. Tu vida se ha llenado de dolor y como no sabes manejar ese dolor has decidido “No sufrir”. No puedes permitir que te vea así. Por lo que entierras tus emociones y dejas de sentir. Tú eres su pilar, lo único que la mantiene en pie. Si notara que ya no soportas la situación, que ya no la apoyas, realmente se quedaría sin nadie. Así que aparentas que no pasa nada, que estás bien, que ya no te importa nada de lo que haga Seohyun. Pero hay momentos en los que todas esas emociones que entierras, de repente explotan; salen de ti y se convierten en una depresión profunda, en una neurosis.

Tu día a día se ha llenado se sufrimiento, de llantos, agresiones, enojos, resentimientos y frustración por tratar de cambiarla.
Sabes lo que te espera mañana, pasado mañana y la próxima semana.
Tendrás que atender a Seohyun con su resaca, que esté sobria un día y al siguiente vuelva a salir de fiesta. Es un círculo vicioso que no tiene fin. Sentir como la persona que más quieres muere lentamente entre tus manos y con ella, tú.
Quisieras dejar todo. Escapar y olvidar. Mas no puedes. No puedes dejarla sola con su dolor. No puedes abandonarla en este infierno. Prefieres quemarte tú con ella, a que lo haga completamente olvidada y a su suerte. Estás dispuesta a soportar lo que venga, pero siempre con ella. Porque la amas…la amas tanto… tú la amas…