Hoy, 15 de octubre, es mi cumpleaños.

Desde la última vez ha pasado un año y con ello muchas cosas. Es un año completo después de todo ¿no?

Como dije, pasaron muchas cosas y me encantaría, no sabes cuánto, poder decir que todas ellas fueron buenas, pero no es así. De hecho, este ha sido un año bastante difícil. No tanto como el año en que Kyu, Teukie-hyung, Hyukjae y Shindong-hyung tuvieron ese accidente; o como el año en que Heechul-hyung chocó y…

Bueno, no importa, pero lo cierto es que ha sido un año duro, empezando por lo de Kangin-hyung.

Debido a aquel problema de la pelea y lo otro, no pudo aparecer en varias presentaciones y no era lo mismo sin él. Al principio pensé que sería algo temporal y que más temprano que tarde lo volveríamos a tener sobre el escenario con nosotros, pero lamentablemente no fue así.

Además, como si eso fuera poco, Hangeng-hyung inició una demanda contra la compañía y nos dejó.

Cuando lo escuché por primera vez no lo podía creer. ¿Hangeng-hyung? ¿El que nos hacía arroz frito y se hacía el que no entendía? ¿Ese que era gentil, de voz suave y uno de los mejores bailarines del grupo?

Fue un golpe duro en mi corazón y mentiría si dijera que al principio no me sentí un poco resentido.

Entendía sus razones, de verdad que sí, pero las personas somos egoístas por naturaleza y yo quería tenerlo siempre a mi lado sin importar qué; siempre como parte de Super Junior; siempre como un integrante de nuestra ruidosa familia.

Incluso ahora no pierdo la esperanza de que se pueda llegar a un acuerdo y que podamos tenerlo de vuelta entre nosotros.

Y mientras el conflicto por lo de Hangeng-hyung estaba aún fresco, recibimos la noticia de que Kangin-hyung había tomado la decisión de incorporarse al ejército.

Si bien sé que en algún momento todos debemos ir, es como uno de esos eventos que están siempre latentes y que no tomas realmente en cuenta hasta que llegan. Ese fue el caso con Kangin-hyung. Él creyó que era el momento adecuado para ir y yo respeto su decisión, pero me hace ver que mi ilusión de volver a ser trece en el escenario está cada vez más lejana.

Kibummie está concentrándose en su carrera como actor y no puede realizar actividades con nosotros. Apenas lo veo y de verdad extraño su presencia. Hangeng-hyung está en China y no sé qué resultará de aquella situación ni si volverá con nosotros, aunque lo deseo con todo el corazón. Kangin-hyung se fue al ejército y no lo tendremos de vuelta sino hasta dentro de dos años. Muchas de las personas que quiero se están alejando.

Teukie-hyung también ha expresado su intención de enlistarse en el ejército. En ese momento sí que entré en pánico.

Creo firmemente que, como Super Junior, hemos llegado hasta estas instancias gracias a él. Es el que siempre está presente en todo y quien siempre tiene una solución para todo.

A pesar de que siempre bromeamos con que él es la madre del grupo, creo que no hay cosa más cierta. Él es el que nos mantiene de pie y nos impulsa a seguir andando, siempre mirando al frente. Es él que llora por nosotros cuando no podemos hacerlo. Es el pilar de Super Junior, entonces… ¿cómo se supone que atravesaremos dos años sin él?

No me malentiendas, Kangin-hyung también es una parte importante y lo extraño como no tienes idea. La imagen que muestra al mundo es de alguien fuerte, pero también es amable y cariñoso. Siempre puedes contar con él y ahora que no está extraño poder llamarlo para invitarlo a comer, aunque muchas veces no haya podido aceptar debido a nuestro intenso itinerario.

Por suerte aún tengo a los demás miembros a mi lado, a mis hermanos: Hyukjae, mi mejor amigo, quien siempre sabe cómo levantarme el ánimo y como hacerme reír; Siwonnie, el dongsaeng amable y maduro con el que siempre puedes hablar; Sungmin-hyung, quien siempre tiene un abrazo alentador para darte; Ryeowookie, quien siempre que puede nos cocina para que podamos reponer energías; Kyuhyun, quien te saca del aburrimiento invitándote a jugar a algo –aunque siempre sea él el ganador–; Shindong-hyung, quien siempre tiene un comentario cómico para aliviar los corazones; Yesung-hyung, quien con sus momentos raros logra amenizar cualquier situación; Heechul-hyung, quien, a pesar de su extravagancia, es alguien con quien puedes contar y quien siempre tiene un buen consejo para darte; y por supuesto Teukie-hyung, sin el cual no estaríamos acá el día de hoy ni seríamos lo que somos.

Somos realmente una gran familia y estoy orgulloso y feliz de que la vida nos haya reunido. Son 
personas excepcionales, cantantes sobresalientes y grandes profesionales. Juntos hemos pasado momentos de extrema felicidad. 

Hemos tenido mucho éxito, producto de nuestro sudor y esfuerzo, pero sobre todo gracias a nuestras fans. Ellas son los que hacen posible que podamos cumplir nuestros sueños. Sin su apoyo incondicional, nada hubiese sido posible.

Gracias a ellas, el Super Show III ha empezado con toda su fuerza, así como el SM Town. También me he dado cuenta de que tenemos muchas fanáticas en todo el mundo, lo cual me llena de gratitud.

Es por ellos, las fans y los miembros, que yo puedo seguir adelante sin importar cuan difíciles se pongan las cosas, sin importar cuan doloroso sea a veces el camino. Lo soportaré por ellos.
 

Donghae cerró los ojos y respiró profundo. La brisa del lugar le mecía los cabellos y el aire que comenzaba a enfriar a causa del cambio de estación le refrescaba la piel.

Inspiró una vez más, como tratando de que aquel aire se quedara en sus pulmones, haciendo que ese efecto tranquilizador y relajante se quedara por un poco mas de tiempo dentro de él.

El castaño abrió los ojos y observo a su alrededor. Todo allí era verde y natural. La sensación de paz lo inundaba todo. 

Donghae bajo la vista hacia la lapida en el suelo. La de su padre.

—Bueno, ese ha sido mi año y hoy, en el día de mi cumpleaños, sentí la necesidad de contártelo y sacármelo del pecho —dijo en voz alta, palabras al viento—. Realmente te extraño… —dijo casi en un susurro y sin poder evitar que una lágrima rodara por su mejilla, no tanto de tristeza, sino de anhelo y nostalgia— pero sé que puedo seguir adelante, a pesar de que ya no estés más a mi lado, y dar más de mí. Lo mejor de mí.

—Y nosotros lo cuidaremos en el trayecto —escuchó decir a alguien a sus espaldas y sintió una mano tomar la suya.

Donghae de volteó y no pudo creer lo que veía. El que había hablado había sido Leeteuk y quien lo había tomado de la mano había sido Hyukjae; ambos lo miraban con cariño.

Estaban todos allí. Las doce personas que se habían robado un pedazo de su corazón. Leeteuk, Heechul, Yesung, Shingdong, Sungmin, Hyukjae, Siwon, Ryeowook, Kyuhyun… y también Hangeng, Kangin y Kibum. Estaban todos allí reunidos.

—Feliz cumpleaños Hae —dijeron a coro y con una hermosa sonrisa en sus rostros mientras se acercaban y sumían al castaño en un abrazo grupal.

En ese momento, y entre los cálidos brazos de sus hermanos, Donghae por fin comprendió; que ellos siempre estarían a su lado y que siempre serían trece… en el escenario de su vida.