Dernière Danse

Description

Foreword

Alza su copa un poco más, humedeciendo sus labios con aquel licor. Pasea su mirada por todo el salón. Observa cada detalle desde aquel rincón, donde sabe que todo mundo puede verla.

Donde está, sin embargo, a salvo de toda aquella gente con sonrisas falsas.

Nadie se acerca. Hay quien dice que posee poderes como los de medusa, que petrificaba a todo aquel que le mirase. Su mirada es totalmente gélida, solo eso. No sabe de dónde sacan tantas ideas absurdas.

Detesta ese tipo de reuniones. Odia las conversaciones superfluas. O aquellas que son interesadas. Aborrece esa vida. Y sin embargo, es la única que conoce. ¿Puede escapar ella de esa situación?

Probablemente no.

-Señorita Jung, que hace tan apartada del resto?- y ella mira al muchacho que se le ha acercado. No recuerda su nombre ¿Stephen? ¿Nigel? Da igual. Da otro sorbo a su bebida, mientras le ignora olímpicamente. El muchacho, siente su orgullo herido, así que no se rendirá tan fácil. Es tan hartante-¿Le gustaría bailar conmigo?

-No, gracias. Por allí está mi hermana, quizás ella si quiera.- Responde de manera fría, sin perder la clase. Y con eso, se aleja hasta el otro extremo, sentándose delante de una mesa vacía. Sabe perfectamente que Krystal tampoco gusta de ese tipo de reuniones, pero, al menos, la menor de las Jung, se muestra un poco más accesible.

Todo mundo sabe eso. Entonces… ¿Por qué siguen humillándose de esa forma? ¿Por qué no la dejan tranquila? ¿Acaso es una especie de juego? ¿Aquel o aquella que logre la atención de la Gran Jessica Jung, tendrá fama y gloria?

De verdad, era estresante.

Las miradas sobre ella. Muchos de esos hombres y mujeres, lo habían intentado. Y no dejaban de hacerlo. Como esa rubia alta de grandes atributos que ya se acercaba con paso grácil y se sentaba junto a ella.

-Que velada! ¿Verdad? La comida fue tan…

-Insípida.- Le cortó la joven Jung, se giró para mirarle “Como tú” Pensó, pero no lo dijo, solo le dedicó media sonrisa burlona. – Como siempre… -Dejó ir un suspiro ligeramente irritado- Perdona, debo buscar a mi hermana…- mintió. Volvió a ponerse de pie, dispuesta a volver a cruzar la sala, y quizás hacerse con otra copa.

 

Pero apenas dio tres pasos, su mirada topó con la de….

¿Quién era ella?

 

Con paso resuelto, fue avanzando. Ella sonreía, sujetaba igualmente una copa. No se movía. Era como si…

Jessica se detuvo. ¿Qué estaba haciendo? Sonrió de medio lado, y dejó de cruzar la estancia en dirección a la desconocida, para su suerte, su hermana estaba a unos cuantos pasos, llevándose un bocadillo a la boca en ese momento.

-¿Qué tal la noche?- le pregunto a la menor, quien le miró con la ceja arqueada. Miró despistadamente a su costado, fingiendo acomodar su cabello, para constatar que la chica seguía allí. Pero no fue asi. Frunció ligeramente el ceño.

-Lo normal. Gente que viene a mi gracias a ti. –le reclamo la menor, escogiendo otro pequeño bocadillo. – Deberías intentar congeniar con alguna persona. Algunos han resultado buenos tipos…

-Esos son los peores, Krys –le respondió, acercándose hasta llegar a su oído- recuerda que muchos nos ven solo como las herederas del imperio Jung. Recuerda, querida, que cuando se nace Jung, debes cuidarte hasta de tu sombra.

 

Y dejó a su hermana allí, con la mirada en el suelo.

-No deberías ser tan dura con ella.- Jessica se giró al momento. Era la misma chica que le llamara la atención momentos atrás. Cosa que no admitiría, claro está. Se limitó a inspeccionarle de pies a cabeza.

-No te metas donde no te llaman. –le dijo en tono cortante. Lo cierto era que no recordaba haberle visto antes. Pero se le hacia vagamente familiar.

-No has cambiado en nada, Jung SooYeon.

-Te conozco? –le pregunto arqueando su ceja. La otra chica dejó ir con aire resignado un pequeño suspiro.

-¿Ya te olvidaste, quien bailaba contigo, cuando nadie más quería hacerlo?

-siempre hay alguien que quiere bailar conmigo…- le corto la joven, pero la otra chica seguía mirándole con intensidad, instándole a pensar un poco más.

 

Entonces, dio en la cuenta. Hay veces, que no recordamos, no por mala memoria. No. Es solo que nuestra propia mente, nos juega de esa manera, bloqueando hechos, haciéndolos pasar por meros fantasmas. Como si no hubieran sucedido jamás.

Cuando, fueron en realidad; lo más real de nuestro pasado.

 

 

 

18 de abril de 1996

Como era habitual, se despertó temprano aquel día. Con una enorme sonrisa en el rostro, bajó de su cama a toda prisa, se puso sus pantunflas rosadas y corrió hasta la habitación de sus padres. Aquel, era día era su cumpleaños número siete. Y tenía muchas ganas de ir al zoo… o donde fuese. No había visto a su padre en toda la semana y su mamá también había estado fuera por las mañanas, llegando por las tardes, tan cansada que se encerraba en su cuarto apenas llegaba.

Le hacía mucha ilusión salir todos juntos, y claro, no podía olvidarse de su pequeña hermana, Soo Jung. Y quizás también su nana Irene podía ir. Domingo. No había trabajo. ¿Verdad?

Pero apenas llegó delante de la puerta, esta se abrió de golpe y su madre asomó.

-Soo Yeon, que haces tan temprano fuera de la cama? –la niña solo sonrío. Su madre estaba de broma seguramente.

-Mejor asi, entre más pronto salgamos, mejor. –La voz de su padre llegaba desde el interior del cuarto de baño.

Su madre entonces presionó un pequeño interruptor. La niña entró dejándose caer sobre la cama. Estaba segura de haber descubierto su plan. Fingían no saber qué día era. Que gracioso. A los pocos minutos, llegó Irene.

-Llévate a SooYeon, alístala, saldremos en una hora. –los ojos de la niña se abrieron de emoción. ¿Dónde irían? –También prepara todo para Soo Jung.

Tomó la mano de su nana y salió de la habitación de sus padres.

 

Irene se esmeró mucho, aunque su sonrisa no era tan brillante como siempre. Le puso un vestido nuevo en color añil con zapatitos a juego, mientras la bebé llevaba un trajecito del mismo tono. Peinó su cabello en dos coletas y le colocó un abrigo blanco.

Media hora después, ya se hallaba sentada al lado de Irene, su hermana en un auto, mientras sus padres iban en otro.

El camino fue largo. Se durmió. Para cuando despertó se hallaban delante de un enorme edificio con un montón de banderas. Fue entonces, que la niña de escasos siete años, se percató, al mirar lo frío y elegante de aquel edificio, que no irían al Zoo.

Fue entonces, que comenzó a comprender, lo que era ser hija de los Jung, mientras entraba, de la mano de su madre, con su padre al lado de ella e Irene justo detrás llevando a su hermana.

 

Escapó del amplio salón, harta de todo aquello. Algo dentro de ella, comenzaba a endurecerse. Algo se quebró. Y solo corrió lejos, perdiéndose en los jardines. Corrió hasta llegar a un área llena de pequeños arbustos y flores de diversos colores. Se escondió detrás de ellos. Junto sus piernas a su pecho y miró el césped como si no hubiera nada más interesante en el mundo.

-¿Estás jugando al escondite?- la hija mayor de los Jung, alzó la mirada solo para encontrarse con las pupilas brillantes de una niña que parecía tener su edad. Llevaba un hermoso vestido de color rojo y el cabello suelto. Tenía un rostro bastante simpático.

-No.

-¿Cómo te llamas? Yo me llamo…

-¿No puedes solo irte?- le corto de manera hostil. Pero la niña solo sonrío, encogiéndose de hombros.

-Te veré más tarde.- y se fue, dejándole allí.

 

Quince minutos después, Irene consiguió encontrarle, y le devolvió a la reunión aquella. La gente bailaba al ritmo de la orquesta. Quizás no era tan malo… Quizás…. Y miró a su padre. ¿Bailaría él con ella, como en los cuentos? ¿El Rey orgulloso con su pequeña princesa?

Después de todo, aún era una niña. Aún, tenía esos sueños.

Y separándose otra vez de su pobre nana, fue en busca de su padre.

 

Pero el baile de padre e hija, no se concretó, dejando a una pequeña con el corazón nuevamente herido. Y al borde de las lágrimas, mientras veía a su progenitor seguir charlando con aquellos hombres de igual aspecto distinguido.

 

-¿Quieres bailar conmigo?- Y de nuevo se encontró con la niña del vestido carmesí.

-No…

-¿Estás segura? Yo si quiero bailar. Me aburro siempre en esas “fiestas”-La niña puso un pucherito, que hizo sonreír a la pequeña Jung.

-¿Te traen a estas cosas?

-Si, es horriiiiible, casi no hay con quien jugar. Ves esas niñas de allá?- se acercó a su oído y le susurro- la del moño ridículo nunca se separa de su madre. Y esa, la del vestido amarillo pato, siempre llora. Los chicos nunca quieren jugar tampoco conmigo, dicen que mis gérmenes de niña les hacen daño.-Y su ceño se frunce un momento, antes de sonreírle. –Entonces… ¿bailas conmigo?

-Yo…

-Vamos, será divertido- dice tomando su mano.

Un paso a la derecha. Y dos más a la izquierda. Poco a poco, y sin darse cuenta, comenzó a sentirse más cómoda al lado de aquella niña.

-¿Cuántos años tienes?- preguntó de pronto la hiperactiva chiquilla

-Siete… hoy… los cumplí- contesto con timidez

-¡Hoy!? Rayos… - la pequeña no hizo algún comentario más, como si comprendiera algo más. –Feliz cumpleaños… -y le dio un rápido abrazo. En ese momento, Irene le llamo.

-¿Crees que vuelva a verte?- le preguntó

-Quizás. Espero que si. ¿Entonces, me dirás tu nombre?

-Jung SooYeon- y estiró su pequeña mano, que la otra no tardo en estrechar

-Park Sun Young.

 

Efectivamente, volvieron a encontrarse en varias reuniones más ese año. Las chicas se volvieron cada vez más cercanas. Hasta que, tres años más tarde, sus caminos se vieron separados.

-¿Prometes que no te olvidarás de mí, Jessica?

-No, Hyomin, no te olvidaré. Has sido mi mejor amiga.

-¿Cuándo volverás Minnie? ¿Vendrás a tomar el té con Jessie, el señor Teddy y yo?- Park entonces despeino con cariño la cabeza de la pequeña Jung

-Si, claro que tomaré el té… pronto con ustedes, Krystal-

 

Miradas acuosas. Promesas de meñiques. Y una infancia que quedó atrás.

 

Jessica se volvió una chica algo más dura, menos cariñosa. Krystal notaba los cambios en su hermana. Y deseaba de verdad, que la promesa de aquella taza de té se cumpliera. Pero pasaron los meses, pronto transformándose en años. Y Jessica, era cada vez más una Jung como su padre. Sonrisas amplias, pero carentes de brillo. Miradas calculadoras.

Su circulo social, era sumamente plástico. Nadie merecía confianza. Dejó entrar a una o dos personas. Nada más. Todos los demás solo buscaban sacar provecho. ¿Era esa de verdad la vida que sus padres habían vivido siempre? ¿Cómo lograban soportarlo?

¿Tanta a veces, puede ser la ambición de tener más y más…?

 

 

-Parece que has perdido tu esencia, Sica- Y la voz de Park le traía al momento presente, con fuerza. No supo que decir. No sabía como reaccionar.

-¿Quién… te…?- le costaba entonces respirar. Ella, la gran Jessica Jung, se sentía vulnerable. Hyomin solo sonrió, tomándole del brazo, arrastrándole lejos de la gente que comenzaba a reparar en el desconcierto de la Princesa de Hielo. Le llevó fuera, una pequeña terraza.

-Sueltame.- y se soltó del agarre de la menor.

-En serio, no cambias nada, Sica. –soltó una risilla, quitándose las costosas zapatillas, para trepar a la barda.- Ven, sígueme- con agilidad gatuna, Jessica pudo ver como la otra desaparecía. Dudó. Pero algo dentro de ella era más fuerte. Algo comenzaba lentamente a derretirse. Y le siguió.

Una vez abajo, resguardadas por las sombras de las plantas, se tomaron nuevamente de las manos y sin dudarlo, se enlazaron en un fuerte abrazo.

-Al fin… has regresado. Krystal… no volvió a tomar el té desde que te fuiste- susurró. Entre las sombras, el hielo no existía. No hay rostros que ver y no hay antifaces que usar.

-Te he extrañado muchísimo… Has cambiado tanto, Jessica… Algunas veces, me pregunto si es verdad todo lo que dicen las revistas.

-¿Te crees todos esos chismes?

-No.- Le dijo riendo. Llegaban a sus oídos voces que no distinguían, conversaciones que no comprendían. Y los acordes de una canción suave y ligeramente melancólica. Digna banda sonora para ese reencuentro, pensó la mayor de las Jung.- Yo conocí a la Jung SooYeon que aún creía en cuentos de princesas, antes de convertirse en una. Yo conocí, la pureza de tu alma, en el momento en que te ataban…

-A una jaula dorada y una vida que no deseo…- susurro. Sus cuerpos se mantenían entrelazados, mientras el pasto hacía cosquillas en sus pies y la fragancia de las flores cercanas les daban cobijo. Un pequeño balance. Uno, dos, tres.

Suspiros y silencio. No había más que decir.

 

-¿Volverás a dejarme?

 

Park no respondió. No de manera inmediata.

 

-Concédeme solo un último baile…

 

Un agarre que no cede. Una respiración que se corta. Cuerpos que no dejan de mecerse.

 

Vidas que pesan mucho más que nuestras fuerzas. Deseos que solo pueden quedar al aire. Anhelos que palpitan fuerte.

 

-…al menos por esta noche, Jessica….- un susurro cálido y tierno que estremece; que vuelve a poner en marcha los latidos de su corazón- ¿La taza de té, con el señor Teddy y Krystal sigue en pie?

 

Miradas que se reflejan, y una sonrisa sincera en el rostro de quien ha pasado varios años solo fingiendo hacerlo. 

 

 

 

*~*~*~*~*~*

Bueno, yo debía este One - Shot, espero les halla gustado, especialmente a la personita que lo pidio.

Tenía otra idea cuando decidí el titulo y cuando comencé a escribirlo, pero por alguna razón muto un poco en el transcurso.

El siguiente One - Shot, será un Sunbyung, que también ya me pidieron. 

Gracias por leer.

Comments

You must be logged in to comment
Mihyon #1
Jamás había leído ningún fanfic de esta couple pero fue tan lindo, Jessica apesar de ser fría, con Hyomin se veía tan indefensa hasta tierna, Hyomin es un amor aunque me dejaste con la intriga, porque entendí que Hyomin se iría de nuevo :( ó entendí mal.

Estuvo muy lindo, espero leer el próximo
Ingravida
#2
Lo leí ayer... pero tenia tanto sueño que me quede dormida al ratito de leerlo XD y luego, olvide comentar u-u

Ahora, Hyomin y Jessica,yo queria leer algo de esas dos!!!! es que se me hace tan curioso XD con el parecido fisico que tienen y las personalidades tan diferentes que poseen, me parecen una combinacion interesante -w- y tu supiste marcar esa diferencia entre ambas.

Hyomin me pareció tan linda, me hizo sonreir tanto, con sus cositas de niña y tambien ya de grande XD siempre me encanta la forma en la que la describes, porque le queda u-u

Jessica, oh Jessica, tan gelida como siempre u-u igual, ese es su encanto XD ah y eso de mandar a todos los que la molestban hacia Krystal hahahaha que mala -w- por un momento pense en Frozen XP

El final oh Dios me las imaginé todas romanticonas, bailando apapachadamente asi todo dulzon y grité!! con uno de esos dichosos grititos de delfin que tanto odio- que tu adoras- y que pocas veces me salen XD a lo que me llevas, mujer u-u

Te quedó recuchi,babe *0* y lo adoré mas por ser T-Generation!!!!
TaeSeoSica
#3
Owwww~ ME ENCANTO! LO AME! No tengo palabras para explicar lo que me hiciste sentir al leer este beautiful OS *Q*

Juro que cuando lo vi comencé a gritar como loca! *Y lo peor de todo fue que estaba en el auto dirigiéndome a my school xP, imagínate como se puso el chófer al escucharme gritar como una... xP* Hice el mayor ridículo de my life pero... ñahhh XDD

Enserio que al leerlo comencé a suspirar y suspirar, necesitaba leer un OS de esta couple, del hermoso T-Generation *-* Amo el JeMin y el JiSeo *-* y aunque no comenté en el OS JiSeo... voy comentando aquí de paso xP Tanto como en este y en el otro Shot... has hecho que vomite arco iris *normalmente haces que vomite arco iris cuando leo tus OS xP* Pero no importa! Estoy feliz al haber leído un OS con mis bias de ambas agrupaciones :3333

Estaré esperando el OS SunByung *no soy tan fanática de esta couple pero por ser tú quien lo hace... lo leeré xP*

Te leo luego ;) bye!
desfachatados
#4
*o*
Me encantó, me encantó, me encantó!
Por lo general no leo T Generation, simplemente por el hecho que no me gusta (solo SunByung), pero tú haces que los disfrute de igual manera!*uuu*
Gracias, gracias por subirlo*-* Amo la manera en la que escribes^^

Voy a esperar por el SunByung, que de seguro será genial, como todos tus demás One-shot's.


Gracias^^