Finalmente desperté...

No sabía cuánto tiempo habia pasado en aquel rincón, solo recordaba el dolor.

El eco de mis desgarradores gritos mientras me retorcia como gusano en un anzuelo. El aire que entraba por mi boca quemaba todo a su paso y la sangre era cemento fresco que corria por mis venas, cada vez mas espesa. 

Volví al suelo de inmediato:

Mi tobillo... Dolía.

No grité puesto que mi garganta estaba tan seca que no producía ningun sonido. 

Me senté para observar mi pie. Estaba descalzo, embarrado en tierra y alguna sustancia que se había secado. 

Vi la herida. Era una mordida de una rata gigante, sin duda. Dejé caer mi pie como si la rata siguiera adherida a él. 

El cuarto en el que me encontraba parecía haber crecido en los últimos segundos y después todo se detuvo. El polvo se quedó suspendido en el aire, cada pizca brillaba con un  tono ligeramente distinto. ¿Con qué demonios me drogaron?. Agite el polvo con la mano, la galaxia brillosa desapareció.

Deje escapar un gemido. "Alguien" Pensé "¿No hay alguien que pueda ayudarme?"

Cerré los ojos. Cuando los abra estaré en mi casa, gritaré y omma vendrá a ver qué pasa. Llamaré a Phany y en un segundo estará en mis brazos. "Así será", recé en voz baja, "así será". 

Mis rezos fueron inutiles y mi pecho empezó a temblar, mis ojos se humedecieron. 

-¿Dónde estoy?- Prgunté, mi voz se quebró. Sonaba como la de una niña pequeña que había perdido a sus padres en el supermercado. Respiré profundamente para seguir llorando. Me sobresalté al percibir el olor que me rodeaba. Olía a Taeyeon, a MI sangre. 

Empezé a tocar todo mi cuerpo, a buscar por dónde me estaba desangrando. 

-Me voy a morir, ¡Me voy a morir!- Lloriqueé.

Las yemas de mis dedos sentían cada piedra diminuta, cada gota de sangre coagulada. 

"Me violaron" Pensé y disfruté de un breve ataque de autocompasión. ¿Por qué yo?

Tuve una visión de mi misma, de una Taeyeon más adulta, con sabiduria en la mirada y enflaquecida por el sufrimiento. Esa Taeyeon cargaría su historia con dignidad. Las circunstancias obligarían a Tiffany a madurar, al escuchar mi historia llorariamos juntas, y ella renovaría su decision de amarme por siempre. Nos casariamos jovenes. Nuestra boda seria conmovedora, todos llorarían. "Solo tu amor puede curar mis heridas", le diría yo al intercambiar los votos. Me quedé suspendida en esa dulce historia.

Volví a la realidad con un suspiro. Gateé hasta la puerta del cuarto. Omma debía estar buscandome. Tiffany también.  Solo tenía que quedarme y esperar por ello.  

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-Nadie va a venir- Dije - Tengo que levantarme, salir de este cuarto, volver a casa. Suena sencillo, despues de todo, soy la gran Kim Taeyeon.

Abrí la puerta del cuarto. ¡Era una calle horrible! Coches viejos estacionados, grafiti en las paredes, olor a drenaje, basura por todos lados. 

Cerré la puerta, ¿Cómo demonios llegué aquí?

"No tengo opción, es ahora o nunca" Pensé. Volví a abrir la puerta. Crucé los brazos sobre el pecho para cubrir mi sostén negro. Di un paso afuera y cerré la puerta tras de mi. 

Era difícil enfocar las fachadas de las casas, el sol me molestaba más de lo normal.

Mis pies se dirigían a alguna parte y como de cualquier forma no sabía donde estaba les hice caso.

Noté que las personas se apartaban a mi paso, me sentí indignada. Ellos me temían a mi o al menos les desagradaba. "No soy de aquí" quería gritarles "Uno de ustedes me trajo aquí, ahora mismo estaría en mi deliciosa cama"

Nada parecía estar de mi lado, así que decidí hacer algo que pensé que en mi vida tendría que hacer, pedir limosna. 

Me estaba comenzando a desesperar, y un ardor intenso comenzó a hacerse presente en mis brazos. 

"¿Cuánto tiempo abrá pasado?, ¿Horas?, ¿Días?, ¿Semanas?

-Meses- Susurré, y volioó la angustia. "¿Cómo llegué aquí? ¿Qué me pasó? ¿Dónde están Omma y Tiffany y por que no me encuentran?

Entonces parpadeo en mi mente una sencuencia de imagenes: Tiffany y yo entrando a aun bar, Tiffany y yo gritándonos, yo caminando hacia una mesa. Pero no supe que bar era, ni qué nos decíamos, ni de quién era la mesa hacia la que yo caminaba. Creí recordar algo más, cuando el flash de una cámara gigantesca me deslumbró.

"Ahora me voy a quedar ciega" Pensé con ironia. El ardor volvió se arrastraba por mis piernas y se metía por entre la tela de mi ropa. Algo muy malo me está pasando. La luz se hacía mas intensa, entonces comprendí que era el flash del sol, la nube que filtraba su brillo había sifo arrastrada por el viento. Percibí un olor a pappel quemado desprendiendose de mi piel. Tenía que llegar a la sombra y rápido, estuve tanto tiempo en la sombra que el sol me está quemando. 

Estaba bajo el toldo de un puesto de comida. Debían ser alrededor de las 7 de la mañana, empezé a observar todo a mi alrededor. 

Algo se me hizó conocido, un letrero con un pincel hundido en pintura verde que decía "Entrada a la vuelta".

Me dispuse a cruzar la calle...

Fue un grave error... 

Un vehiculo que venía a toda velocidad iba a inevitablemente mandarme por los cielos...

Cerré los ojos y esperé el impacto...

"Este es el fin" Pensé...