Es lo único que te importa, ¿cierto?, todo es por ti, jamás puedes... Jamás puedes hacer algo bueno por alguien. Eres... Eres tan egoísta que no se porque sigo siendo tu amiga... 

 

"no se porque sigo siendo tu amiga"

"no se porque sigo siendo tu amiga"

 

Fue la frase que sonaba una y otra vez en la cabeza de Sulli, jamás pensó ver a Luna tan molesta y menos que le hablará de tal forma que le dolería.

 

—Y-yo... Lo siento. –Susurro Sulli bajando la mirada.

—Un lo siento no es suficiente ahora. –Dijo Luna en seco. —Volveré más tarde, Taemin no tarda en venir por mi. –Dio la media vuelta y se detuvo. —Por cierto, me dijo que no diría nada, al parecer él si es un buen amigo. –Suspiro y se dirigió a la entrada donde se encontraría con Taemin. Sulli sólo se dejo caer a su cama.

 

En Japón justo antes del concierto. 

 

—¿Cómo va todo enana?. –Pregunto Taemin al teléfono.

—Esta todo bien, ¿Y tu?. –Respondió JiEun.

—También, voy camino a recoger a Luna, iremos al cine esta noche. –Dijo mientras caminaba por los pasillos.

—¿Luna? ¿Cine? ¿Hay algo que aún no me has contado?. –Pregunto curiosa, él sólo río.

—Claro que no. Sólo quiero que se aleje un poco de la mala vibra de Sulli, por los viejos tiempos tú sabes.

—No digas esas cosas, algo bueno debe tener Sulli para tener a una persona tan buena a su lado.

—No lo creo. Me gustaría que Luna fuera la misma persona alegre que conocí. 

—Bien, creo que si tú estas a su lado eso puede suceder, estoy segura que tu compañía le agrada mucho.

—¿Tú crees? Eso espero.

—Veras que si, te dejo ahora, me están llamando a escena, suerte en tu cita.

—No es una cita.

—Sabes que si.

—No lo es, suerte con Wooyoung, y ¡que no te toque!. –Dijo mientras reía haciéndola reír a ella también.

—Nos vemos. –Dijo por último JiEun colgando el teléfono.

—Adiós... –Susurro Taemin separando el teléfono de su oído después de colgar. —Te amo, JiEun... –Susurro una vez más girandose al ver que estaba en la entrada justo donde vería a Luna, quien estaba justo frente a él. —Oh... Has escuchado lo que...

—¿Qué? No escuche nada, apenas llegue. –Mintió.

—¿si? Oh, bien... ¿Nos vamos?. –Sonrió extendiendo la mano frente a ella. Luna asintió y tomo su mano saliendo de ahí.

 

 

El taxi que Taemin había solicitado ya estaba ahí así que se acercaron, él abrió la puerta y Luna subió con una gran sonrisa. 

 

—Gracias. –Dijo deslizandose hasta el otro lado.

—Un placer. –Respondió Taemin entrando después de ella. Cerró la puerta y el taxi arranco.

—¿Qué película veremos?. –Pregunto Luna.

—Aparte entradas para el estreno de una película de terror. –La miro sonriente.

—¿De terror? Esas son mis favoritas.

—Lo se, aunque gritas como una pequeña.

—Oye, jamás he gritado.

—Claro que si, lo hiciste cuando vimos aquella de los zombies, ¿recuerdas?.

—¡No mientas!, me estaba riendo demasiado por los malos efectos que tenía. 

—Pero con esa risa cualquiera diría que te eran ahorcando. –Río haciéndola reír también.

—Eres un tonto. –Sonrió amplio.

—Tu tonto favorito.

—El único tonto.

—Me gustas así.

—¿Así como? –Dijo sonrojada.

—Sonriente, ya nadie te ve así.

—Bueno, considerate especial.

—Lo haré. Y también te haré reír todos los días, a ver si ya encuentras tu media naranja.

—¿Mi media naranja?, ja... Lo he encontrado, pero lamentablemente, él ya tiene a su media naranja. –Dijo bajando la mirada.

—¿De verdad? ¿Quien es él?. –Pregunto curioso mientras la veía.

—Es un secreto. –Lo miro y sonrió.

—Un secreto... Eso son los amores imposibles. –Suspiro mirando por la ventana. —Pero ánimo, para eso estamos los amigos, para que las penas se aligeren. –Dijo tomando su mano.

—Si, eso pienso... –Dijo Luna forzando una sonrisa, ella sabía que él hablaba de JiEun, pero él no sabía que ella hablaba de él.

 

En un hotel de Japón.

 

Recostados en la cama, Tiffany miro a Siwon recargando su barbilla en su pecho.

 

—¿Qué sucede?. –Pregunto Siwon.

—No puedo dormir.

—¿Te sientes mal?. 

—No, no es eso... Es sólo que pienso mucho.

—¿En qué piensa tanto la mujer más bella?

—En el futuro...

—¿El futuro?.

—Si, en lo que me gustaría hacer.

—¿Qué te gustaría hacer?. –Pregunto Siwon mientras la abrazaba contra su pecho. Ella sonrió.

—Viajar... Viajar por todo el mundo, pero... No en una gira, no... Algo sin cámaras, donde pueda ser sólo yo. –Respondió mientras miraba los ojos del chico.

—¿viajar? De a cuerdo... ¿A qué lugares te gustaría viajar?.

—Mmm... No lo se, empezaría por algo lejano, no se, tal vez... Canadá. –Río apenas.

—¿Canadá? Mmm... Si es lejano. Muy bien, ¿dónde más te gustaría?.

—Tal vez... Después de eso... Los ángeles, luego Nueva York, Texas, México, Argentina... Inglaterra, París, China, Australia... Y no se... Tal vez el polo norte. –Lo miro con una gran sonrisa mientras el reía.

—Vaya, muchos lugares. ¿Y sabes algo?.

—¿Qué?.

—Yo te llevare a todos y cada uno.

—¿De verdad?. –Lo miro con gran ilusión.

—Claro que si, todo por mi princesa. –Beso su frente y ella cerró sus ojos.

—Sólo deseó que seamos muy felices.

—Lo seremos.

—He hijos. –Dijo sonrojandoce por completo.

—¿H-hijos?... –Siwon trago saliva y la miro, ella asintió.

—Quiero formar una familia contigo. –Lo miro.

—Serán los niños más felices del mundo al tenerte como madre.

—¿Tú lo crees?...

—No. Yo lo se, tu eres la mejor mujer que Dios pudo elegir para mi. –Sonrió dándole un pequeño beso en los labios. —Pero habrá un problema.

—¿Cuál?. –Dijo preocupada.

—Si tenemos un niño Heechul querrá que lo llamemos como él. –Ella río.

—No tenemos escapatoria.

 

En el concierto.

 

JiEun bajaba del escenario, su dueto con Wooyoung había terminado.

 

—Muy bien, lo has hecho perfectamente.–Dijo su representante.

—Oh, gracias, estoy un poco agotada. –Mintio.

—¿Lo estas?, debe ser por el vuelo y el ensayo todo el día.

—Si, eso pienso.

—¡Muy bien, JiEun!. Lo has hecho perfecto como siempre, tu voz es realmente hermosa. –Dijo el manager de 2PM acercándose a ella.

—Muchas gracias sunbae. –Dijo haciendo reverencia.

—¿Qué les parece si después del show vamos a cenar algo?. –Pregunto el manager 2PM, sujetando el hombro del manager de JiEun.

—Oh, no creo que... –La interrumpió.

—Vamos, deben estar hambrientos.

—Yo, de verdad me encantaría pero me ha dado un fuerte dolor de cabeza y no creo ser buena compañía así.

—Oh, ¿es así? ¿Quieres que te llevemos al médico?.

—No no, estoy bien, sólo necesito descansar. 

—Entonces adelante, yo le diré a los chicos que será la próxima. –Dijo con una sonrisa.

—¿De verdad? Si creo que será lo mejor, muchas gracias sunbae. –Hizo de nuevo una reverencia y con su manager se dirigió a la salida tomando su bolso y su celular dándose cuenta de que tenía un mensaje de Heechul. "Mi contacto te vera a las 11:30 p.m. en el restaurante del hotel". Guardó el teléfono y junto con el manager subió a la camioneta dirigiéndose al hotel, sacó una vez más su teléfono mirando la hora "11:14 p.m.".  —¿Tardaremos en llegar?. 

—Unos 10 minutos, a esta hora no hay tanto tráfico.

—Esta bien.

—¿Pasa algo?.

—No, sólo quisiera recostarme lo antes posible, estoy muy agotada.

—Tranquila, llegaremos pronto. –Respondió dándole una botella de agua. —Toma un poco, te hará bien. 

—Gracias. –Abrió la botella y bebió un poco. Estaba un poco nerviosa por saber cual sería el favor que Heechul quería, debe tratarse de Siwon y Tiffany ya que pregunto por ellos primero. Se mordía los labios mirando por la ventana cuando la camioneta se detuvo, ya habían llegado al hotel.

 

JiEun bajó y junto con su manager se dirigió a su habitación la cual estaba en el piso 10, así que tomo el elevador, tendría que ingeniarcelas para volver a bajar sin que nadie de su equipo la viera, miro el reloj "11:24p.m." Decía su pantalla, justo los 10 minutos. Suspiro cuando la puerta se abrió, camino hasta la habitación.

 

—Que descanses, si necesitas algo sólo marcame, o quieres que Yoon...

—¡No! –Grito nerviosa abriendo la puerta. —Estaré bien si duermo, no hay de que preocuparse. —Él asintió y ella lo miro desde la puerta.

—Muy bien. Hasta mañana. –Sonrió caminando hacia su habitación.

—Hasta mañana. –JiEun cerro poco a poco viéndolo por la abertura hasta no verlo más, y de nuevo abrió poco a poco, se asomó lentamente mirando de un lado a otro y al no ver a nadie, salió rápidamente cerrando, camino rápido hasta el elevador, preciono el botón y al abrir vio a uno de sus bailarines frente a ella y logró ocultarse haciéndose a un lado al ver que el chico veía su celular. Respiro hondo y espero a que saliera, cuando vio que dando la vuelta venía su manager de nuevo, quien se detuvo a platicar con el chico, JiEun tuvo que deslizarse por la pared hasta ocultarse tras una planta. 

 

—Oh si, vayamos. –Dijo el chico al manager volviendo subir al ascensor el cual aún estaba abierto. JiEun golpeo su cabeza nerviosa y al ver que el elevador se cerraba comenzó a caminar de un lado a otro, tomo una vez más su teléfono abrió los ojos grande al ver la hora "11:31". Camino hasta el otro lado del pasillo buscando las escaleras y en cuanto las encontró bajo corriendo con rapidez.

—Sólo 10 pisos JiEun. –Se dijo así misma mientras bajaba lo más rápido que podía por las escaleras. —Eso te pasa por aceptar. –Se detuvo y respiro hondo, realmente estaba cansada, había sido un día pesado, tomo airé y volvió a correr, sólo faltaban 3 pisos, y cuando menos se dio cuenta ya había llegado, se recargó de la puerta del restaurante que además de un matrimonio cenando no había nadie más, se dejo caer al piso al ver que ese contacto del que Heechul hablo no había llegado aún.

 

—Señorita ¿esta bien?. –Pregunto uno de los meseros.

—Oh... –Se levanto lo más rápido que pudo. —Si, lo siento, yo... Sólo... Sólo quería ver el piso de cerca.–El mesero se limitó a sonreír y la miro. 

—¿Tiene reservación?.

—Mmm... No, bueno... Vine a verme con alguien, pero aún no llega.

—¿Señorita Lee JiEun?. –Pregunto.

—Oh si.

—Su compañero vendrá en un momento, venga por aquí. –Ella asintió y lo siguió hasta una mesa adornada con rosas y velas.

—¿Esto es para mi?. –Pregunto sorprendida al ver la hermosa mesa.

—Parece ser que si señorita. –El mesero jalo una de las sillas invitándola a sentarse, ella asintió y se sentó cómodamente sin dejar de mirar aquella mesa. —¿Algo de beber?.

—Oh, un poco de jugo de uva por favor.

—Esta bien, en un momento.

 

Asintió y sonrió amplio pensando en quien podía preparar algo tan bello para ella.

 

—Ninguna de esas rosas es tan bella como tú.