Heridas (Himchan~Jongup)

B.A.P Oneshots ♥

 

Dio la enésima vuelta en la cama, siempre con mucho cuidado, ya que con cada movimiento un fuerte pinchazo acompañado de un dolor agudo le recordaba que no hacía mucho había salido de una operación en su mano derecha. Nunca iba a olvidar aquel momento, en el suelo, las voces alarmadas de todos, sobretodo de los chicos, sus chicos, de lo que pasó después no recordaba gran cosa, tan sólo escenas puntuales en el hospital. Lo que si tenía grabado en la piel eran los tediosos días de aburrimiento que se le venían encima. Pese a que los demás no les importaba ayudar a Himchan en todo lo que necesitara él, por dentro, se sentía un inútil, no podía moverse con libertad, ni podía hacer lo que quisiera, siempre tenía a alguien tras él con las palabras “¿Dónde vas? ¿Te ayudo? Ten cuidado, no deberías hacer eso, es por tu bien”

Por tu bien, por tu bien, por tu bien, siempre se repetía lo mismo y estaba cansado, no podía tocar el violín, ni podía cocinar como solía hacer cada día y lo que más le dolía era que no podía subirse a un escenario, ni aparecer, por el momento, en actos sociales, eso le hacía sentirse levemente apartado pese a que dentro de la casa tenía exactamente la misma autoridad junto a Yongguk. Lo que más le dolía era que toda esta frustración había empezado a pagarla con el pobre Jongup. Él era el que más le insistía en que hiciera reposo, sabía que no lo hacía con mala intención, y en el fondo sentía un agradecimiento enorme de que se preocupara tanto por su persona, para Kim Himchan todos los miembros del grupo eran absolutamente imprescindibles, eran su familia, pero Jongup era algo distinto, algo que no era capaz de demostrar con palabras, sino con gestos.

Se incorporó lentamente sobre la cama para acabar sentado, lo más lentamente posible para no despertar a nadie, pese a que no les tocaba madrugar demasiado les esperaba un día bastante ajetreado, tenían que descansar bien. Se deshizo de las sábanas y se levantó con una mueca de dolor, el efecto de los calmantes había pasado pero aún no era hora de tomarselos de nuevo, eso le hizo fruncir el ceño con frustración. Caminó descalzo y observó a los demás miembros, en la cama de al lado estaba Yongguk, profundamente dormido, lo sabía porque su respiración era lenta y acompasada, estaba boca abajo y una de sus manos colgaba hasta casi tocar el suelo, los labios del segundo mayor se curvaron en una sonrisa, le gustaba verlo dormir así de tranquilo. Se aseguró de que Daehyun y Youngjae estuvieran bien, ambos en las camas de arriba, también dormían. Dio un respingo cuando, de repente, escuchó los murmullos de alguien demasiado conocido, volvió a sonreír acercándose a la cama de Junhong, había empezado a hablar. Acarició su cabello lentamente y los murmullos cesaron, “Se esfuerza para que le tratemos como un igual, pero es imposible, es como un bebé” pensó mientras lo observaba. Después se posicionó al lado de la cama de Jongup, de su pequeño. Tomó especial interés en contemplar sus gestos, estaba de lado, abrazando uno de los cojines y el ceño levemente fruncido ¿Estaba soñando? ¿Estaría preocupado por algo? Sus labios se fruncieron en una línea fina en desaprobación, incluso estando la habitación en penumbra podía observarlo perfectamente, conocía sus rasgos a la perfección. La mano sana acarició levemente el rostro del pequeño y automáticamente los ojos del pequeño se abrieron, sin decir nada.

-¿Hyung? -Preguntó en un susurro con la voz ronca -¿Estás bien? -Trató de incorporarse, pero Himchan le detuvo ejerciendo una leve presión con la mano en el pecho.

-Vuelve a dormir, sólo es pasado medianoche -Seguidamente, apartó la mano de su rostro y se dirigió a la puerta, abriéndola con sumo cuidado y cerrando tras de él de la misma manera, nadie había movido un dedo, suspiró aliviado.

Arrastró los pies hasta la cocina y encendió la lamparita que había en una de las encimeras, en un rincón. Habían decidido que iban a usar esa luz débil para cuando se levantaran a medianoche, así evitarían encender la grande y arriesgarse a despertar a los demás, ninguno puso ninguna objeción. El chico puso agua a calentar y con lentitud, y no sin chasquear la lengua en varias ocasiones, cogió un bote que contenía algún tipo de infusión,vertió el agua en una taza pasado unos minutos en el fuego y echó unas cucharadas de aquellas hierbas enun pequeño colador incorporado en la taza, se sentó en la mesa de la cocina con pesadez mientras miraba fijamente el líquido humeante, Himchan nunca lloraba, Yongguk era más propenso a hacerlo, pero reconoció que sentía ganas de hacerlo en aquel momento. Se pasó la mano por el pelo, un cúmulo de sensaciones se estaba empezando a mezclar y tenía miedo de sacarlas al exterior, no quería preocupar más a los demás, no quería ser una carga.

Estaba tan absorto en si mismo que no se dio cuenta que ya no estaba solo en la cocina, Jongup lo estaba observando desde el marco de la puerta en silencio, aún con aquella luz tan débil era capaz de observar el cansado rostro de su hyung, Himchan estaba demasiado pálido y tenía unas ojeras muy pronunciadas bajo los ojos, sabía que no estaba descansando bien aunque el se empeñara en hacer creer lo contrario, se preguntaba qué pensarían sus fans si lo viesen con esa pinta, caminó en silencio quedando tras él y lo abrazó por detrás, pasando las manos por su cuello, arqueando su cuerpo para apoyar la cabeza en su hombro, el mayor no hizo ningún tipo de movimiento, sólo sonrió cerrando los ojos, el contacto era sumamente agradable.

-¿Necesitas algo? ¿Estás bien Jonguppie? -Preguntó con suavidad echando la cabeza ligeramente hacia atrás, mirándolo directamente a los ojos, el pequeño frunció levemente el ceño -¿Qué ocurre? -El mayor arqueó las cejas sorprendido.

-Tiene gracia que seas tu quién me pregunte si estoy bien -Se separó de Himchan y éste se mordió el labio inferior, sabía lo que le iba a decir ahora -Cuando eres tú el que no puedes dormir por las noches, estás rabiando de dolor.

-No seas exagerado -El mayor respondió rápidamente, intentando construir algún tipo de defensa -Es cierto que tengo molestias, pero eso es normal -Jongup había cogido mientras tanto la jarra de agua acompañada de un vaso y lo colocó en la mesa, al lado de dónde estaba su hyung, sin responder, Himchan bufó -Jongup escúchame -El aludido seguía haciendo caso omiso, finalmente el mayor agarró el rostro del otro con algo más de fuerza -Jongup- Volvió a pronunciar -Estoy bien, de verdad, no me estoy muriendo ni nada -Intentó bromear, sin obtener éxito – Voy a recuperarme, tarde más o tarde menos, pero voy a volver a estar bien -Su mano deshizo el agarre y lo cambió por una suave caricia.

-Pero si no te cuidas... -Intervino el otro, que evitaba el contacto con la mirada -Si pasa algo que haga que no puedas recuperarte... Himchan no quiero que te vayas... -Había empezado a mover la pierna de manera nerviosa -Si no puedes bailar como antes y te reemplazan yo... yo...

El mayor abrió los ojos con sorpresa y reconoció que nunca se había planteado esa posibilidad, no era descabellada, si no conseguía recuperarse al cien por cien le iba a resultar imposible volver a bailar con la misma intensidad y por consiguiente, la compañía podría plantearse su reemplazo, eso sí que no iba a permitirlo, Jongup había empezado a llorar inevitablemente, había apoyado los codos en la mesa y se cubría el rostro con las manos, escuchaba sus débiles gemidos cargados de tristeza. Himchan se levantó sin saber qué hacer, tenía el rostro turbado, verlo llorar le producía mucho más dolor que cien mil heridas abiertas, tomó una bocanada de aire para relajarse un poco.

-Eh Jongup -Apretó su hombro -Ven Jongup levántate -Pidió con la voz medio quebrada, el menor de los dos obedeció con docilidad -Ven, abrázame – Jongup lo miró sin saber qué decir ni que hacer, avanzó un par de pasos inseguro -Ven anda... -Finalmente el pequeño bailarín pasó los brazos por el cuerpo de su hermano mayor, apoyándolos en la parte inferior de su espalda, apoyó la barbilla en su hombro. Himchan por su parte movió lentamente sus manos, acariciando la espalda de Jongup -No llores por favor... te lo pido... -Murmuró besando su cabello, ocultando sus propias lágrimas -No va a pasar nada, voy a recuperarme completamente y todo será como antes -El segundo maknae seguía sin poder parar de llorar -Jamás permitiría que me separasen de vosotros -El pequeño supo enseguida que esa declaración tenía un doble sentido. Himchan alzó el rostro durante un momento y se dio cuenta de que Yongguk los estaba mirando desde la puerta con el rostro ligeramente alarmado, hizo un gesto con la cabeza indicando que no pasaba nada así que el líder giró sobre sus pasos y volvió al cuarto. Los dos se quedaron en la misma posición durante unos minutos, Jongup disfrutando del cariño que el mayor le proporcionaba y el mayor absorbiendo la calidez del cuerpo del pequeño, algún día reconocería que el sentimiento que ambos compartían por el otro no sólo se quedaba en algo simplemente fraternal. -Será mejor que volvamos a dormir ¿Si? -Himchan se había separado de él ligeramente -Es muy tarde -Jongup asintió con la cabeza y ambos se dirigieron hacia el dormitorio haciendo el menor ruido posible, cada uno se acostó en su respectiva cama, el pequeño optó por darle la espalda al mayor así que se recostó de lado mirando a la pared. Pronto notó que el peso de su cama aumentaba considerablemente, pero no hizo falta que se girara para saber quién era, su torso fue rodeado por los brazos del segundo mayor del grupo y notó como recostaba la cabeza en su hombro -Seguro que se duerme mejor aquí – Susurró en su oído, sintió como si le dieran una leve descarga eléctrica -Te quiero, te quiero muchísimo mi pequeño Jongup... nunca dejaría que nada malo pasara, duerme tranquilo.

A los cinco minutos ya no se escuchaba ninguna voz dentro del piso.

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