-Capítulo 1- 

 

Hoy era uno de esos típicos días de la vida, donde lo único que haces es seguir tu rutina... levantarte... ir al baño... mirarte en el espejo... desyunar... ir a clase... uno de esos tantos días iguales... pero para mi sorpresa, el día de hoy no fue igual, fue algo diferente, algo inesperado...

 

.... Una típica mañana de Marzo....

 

-Empieza a sonar un ruido algo desagradabley fuerte para mis oídos, a los pocos segundos lo paro y lo único que oigo es mi gran suspiro- Otra vez... otro día más... en fin -me levanto rápido de la cama y me dirijo al baño como todas la mañanas- Buenos días mamá -miro a mi madre y le sonrío levemente- Siempre igual... -pienso mientras elevo algo las cejas y pongo los ojos en blanco. Entro al baño dando pasos cansados, me paro en frente del espejo y miro mis depelujados pelos mientras asiento, sigo dando pasos hasta llegar a la taza, en la cual me siento dejando escapar otro suspiro. Cuando termino, me levanto y vuelvo a mi habitación, cogo la ropa que tengo preparada para hoy en mi armario, después de estar varios segundos en estado pasivo me empiezo a vestir sin ganas y con una cara larga. Salgo de la habitación y me dirigo a la cocina en la cual me vuelvo a encontrar a mi madre, le vuelvo a sonreir y me siento en la mesa preparada para comerme las habituales tostadas con mermalada- 

 

-Hoy tengo que exponer el trabajo de historia en clase... -le digo a mi madre para sacar algún tema de conversación.

 

-¿Te lo sabes bien, cariño? -me sonríe mientras levanta una ceja.

 

-Sí, yo siempre me lo sé todo muy bien, ya sabes mamá -me río mientras me como un trozo de las deliciosas aunque repetitivas tostadas.

 

-Así me gusta, que buena hija tengo... -me bromea divertida.

 

-Asiento varias veces aún riendo. Me acabo el desayuno y miro la hora en mi reloj. Me apriso ya que es algo tarde. Voy al baño y rápidamente me peino dejando mi melena castaña caer por mi espalda, seguidamente cogo el cepillo de dientes y me los labo Salgo del baño y cogo la maleta que está preparada en mi habitación-

 

-Bueno mamá, ya me voy, nos vemos luego... -le grito rápidamente mientras cierro la puerta y empiezo a correr.

 

Mierda... otra vez tarde... esto sí que es una rutina... -pienso mientras corro hasta la entrada del colegio. Llego al instituto y como todos los días el encargado Fredd me está esperando para cerrar la puerta, le sonrío y entro rápido. Me dirijo hacia la puerta de mi clase, la 012. Abro la puerta y hago varias reverencias de disculpa al profesor mientras solo me pasan malas palabras por mi mente, entro rápidamente. Le sonrío a Nana, mi mejor amiga y ella me devuelve la sonrisa. Me siento en mi sitio y otra vez... a la rutina...-