—           Usted, es…  la señorita han ji min  cierto. Formulo en un tono malicioso aclarándose un poco la voz

—           Cla… claro, señor. Confesé un poco miedoso tratando de saludarlo, pero él solo me dio una media sonrisa fría, pero a la vez parecía i en él.

—           Uhm. Veo que usted tiene mucho trabajo, señorita han ji min. Trágame los planos de lo que hemos comercializado todo este año-. Exclamo de repente con  tono firme.

—           Pero sí yo no... -. Trate de articular lo que me había dicho, pero fui una vez más interrumpida  porque  en eso él  se acercó demasiado a mí, me estremecí por un rato, puesto que estábamos a dos centímetros de distancia, podía sentir su reparación  y sus ojos penetrantes en mí, esos ojos que  hacía  mi corazón estuviera a punto de estallar,  olvidándome por completo que mi mano estaba sangrando demasiado.

Previamente en después de la muerte…

Flash back.

—¡Padre,  padre! por favor no morid. Se veía un pequeño niño aproximadamente de  10 años corriendo hacia la calle, al ver como se llevaban a su padre al hospital, pero este fue detenido por un hombre alto de mayor edad que su padre. — romeo, tu padre está muerto y tenéis que aceptarlo-. Hablo con dureza el hombre sin ni siquiera mirarlo.

                                                                        Fin del  Flash back.

—Ya entrego el paquete, señor. Solo nos queda esperad-.dijo con tono serio, parado en el despacho de un hombre de aquel cuyo nombre es desconocido.

—perfecto. Exclamo aquel hombre de ojos ámbar y de espalda bien formada. y con una voz roncan pero lo hacía parecer muy varonil.

El teléfono había sonado.

—Hola-­­. Hablo  con un tono tranquilo recibiendo la llamada.

—Ya encontraste a alguien para suplantar a esa buena para nada, verdad Jung Suk Won -. Dijo con  un tono firme.

—Claro, señor presidente, ella va para allá-. Se escuchaba  en la otra línea.

˂˂ — ¿Ella?  ˃˃-. Dijo, deteniéndose un poco sorprendido. —Perfecto-. Por último pensó, dando así una media sonrisa, finalizó la llamada.

Por otro lado.

 Mire por un rato la tarjeta que me había dado Jung suk. Mire la dirección de esta, y  me quede pensando si realmente debería aceptar su propuesta de trabajo; de  renunciar a mi sueño de poder comprar mi propia cafetería. — Uhm… creo que mi sueño tendrá que esperar, un poco más; mientras consigo un dinero suficiente para pagarle al alquiler del local. Además, Jung suk sunbae fue muy bueno con migo,  al darme una cita de trabajo, y estoy muy agradecida por ello. Siento que no debería fallarle. Y sin más preámbulos, cogí un taxi y le di la dirección correcta al chofer.  ¿realmente estaré haciendo lo correcto?-.

 Ya me  encontraba enfrente a la entrada del edificio, dispuesta a entrar.

                                                                                                                                                                              —  ¡Whoa! Se me callo la quijada, al ver que realmente estaba grande la empresa. El edificio se  adornada de exorbitantes ventana alrededor, dándole una apariencia refinada. El vitro piso de este; no era del típico blanco, sino más bien de un color gris luminoso.

 Veía  tanto gentío, entrando y saliendo, que por un momento me sentí un poco incomoda. Aquí todos vestían muy elegantes; como para estar en un desfile de modas de París Fashion week. Vestían con marcas italianas de prestigio como; Prada, Gucci y D&G, francesas como Dior y Moncler; sin dejar de lado la inglesa Burberry, y las americanas Polo Ralph Lauren y Calvin Klein.

En realidad no sabía porque se sentía de esa manera, ella nunca le importo si vestía elegante o no, ella no le importaba lo que pensara la gente de su vestimenta o su personalidad, ¿pero? Porque se sentía de esa manera.

Sentía que una parte de su mente le decía que no entrara, que era mejor Regresar. Que si entraba no había vuelta atrás, que algo o alguien me esperaba. Y otra parte de mi mente, decía que tardé o temprano debía enfrentar, que esto solo era obra de un designio de mi vida. No importa, esto no afectara en mi trabajo, ¿o,  tal vez sí? ¡No!. Ten fuerza han ji min, pensé dentro de mí.  Sacudí mí cabeza para sosegarme de estas emociones.

Camine por la entrada principal, y ya que el edificio era realmente grande, y no podría encontrar la oficina de Jung suk, el hombre que estaba dispuesta a trabajar con ella.  Así que me dirigí a pedirle ayuda a la recepcionista-.

—Disculpe señorita. ¿Sabe dónde  está la oficina del señor Jung Suk Won? Vengo por la solicitud de trabajo que me dio el vicepresidente-. Musite con la cabeza mirando la tarjeta que le dio Jung suk, y al levantar mi cabeza para darle la tarjeta de presentación, casi se me vuelve a caer la mandíbula de lo sorprendida que estaba. Esa mujer no parecía recepcionista, mas bien, parecía  modelo de Revistas woman, y. yo creo que ella  quedo igual de impresionada que yo, ó talvez fué mi imaginación que ella me inspeccionaba de a riba hacia bajo. Cuchichee a mis adentros.

Esta dudo un poco si debía o no darle importancia a mi comentario, pero aún así asintió guíandome a la oficina del vicepresidente.

Entramos por un pasillo angosto y largo, donde  al fondo se podía visualizar un elevador, asi que seguimos; y la mujer presiono el botón  del elevador, no fue hasta hace un rato que me di cuenta a que piso nos dirigíamos. Con razón nos habíamos tardado tanto en subir. Me queje por dentro.

Al llegar a la oficina deseada, la mujer abrió el pórtico; no sin antes tocar, y al no recibir respuesta, ella entro seguido de mí, claro.

—Mire