tiffany?

Es la voz de taeyeon. Está diciendo mi nombre. Así que esto podría ser un sueño.

—¿Estás ahí?

Pero en mis sueños, nunca me pregunta si estoy allí. Son, después de todo, mis sueños.—¿Hay alguien ahí?

Aprieto el teléfono.

—Hola —ella intenta de nuevo.

taeyeon kim me llamó por teléfono.

Eso significa que ella se tomó el tiempo para buscar mi número. Me imagino la escena, la persistencia de la chica, como ella pasaba las páginas a través de … Tal vez escribe mi número cuando lo encuentra, el tacto del lápiz recordándole que me ha regalado su lápiz a mí. Tuvo que tocar cada número para marcar. ¿Estaba pensando en mí todo el tiempo?

—tiffany y… Oh, bueno. Qué extraño ¡Está colgando! ¡Se marcha!

—¡Espera! —grito en el teléfono.

—¿tiffany?

Sí. Quiero decir, hola.

—Soy taeyeon.

—taeyeon.

—taeyeon kim... de la buena Attila Ill

—Attila Ill. —Parece que lo único que puedo hacer es repetir sus palabras. No encuentro ninguna de las mías.

—Está bien. Así...

Sé que es mi turno para hablar. Las voces en mi cabeza están todas gritándome, pero sus palabras chocan entre sí, así que no puedo conseguir que salga ni una sola palabra.

—¿Sigues ahí? —pregunta taeyeon.

Lo estás echando a perder t.y grita. Dile que esperabas a que llamara.

Tiene que ser un número equivocado insiste Plain young. ¿O tal vez una broma? ¿Una ⁶⁸llamada en conferencia, con todo el equipo de fútbol escuchando? Pero por lo menos él llamó. Sé cortés. Dile que estás en la otra línea.

¡Estoy en la otra línea! Me había olvidado por completo de sooyoung.

—taeyeon, —le digo aclarando mi garganta porque mi voz suena rugosa—,

¿podrías... lo harías... esperar?

—Esperar —se ríe en voz baja, masculinamente—. ¿Esperar a quién?

No puedo respirar, pero me las arreglo para decir:

—¿Al teléfono?

—Oh, eso. —Suena decepcionada. He decepcionado a taeyeon kim—. Está bien.

Mis dedos tiemblan tanto que casi no puedo volver a la línea de nuevo con sooyoung. Cuando lo hago, ella está enojada.

—¡Hey! estás utilizando mis minutos. Ya estoy camino. Mis padres van a matarme.

—Lo siento, sooyoung.

—¿Quién era?

Por un terrible segundo, creo que esto es una trampa. Ella y jessica, de alguna manera han hecho que taeyeon me llame en este momento exacto.

Es una prueba. ¿Voy a confesarlo o no?

Pero no creo que Nicole sea tan inteligente.

—Nadie. Sólo cosas de la tarea. Lo siento.

—Entonces, ¿dónde estábamos, de todos modos? —pregunta.

Trato de recordar. Algo sobre jessica.

Me importa un bledo. Todo lo que quiero hacer es volver con taeyeon.

—Sólo dile a jessica que no hay nada por lo que deba enfadarse, ¿de acuerdo? Nos vemos el lunes.

—¡Espera! —Grita sooyoung—. Yo no esperé quince minutos sólo para que digas dos palabras, voy a necesitar más que eso para hablar con jessica. Sobrepasé mis minutos de todos modos. Un poco más no importará. jessica piensa...

Me desconecto de ella porque me estoy imaginando a taeyeon golpeteando el suelo con su pie, esperando a que yo vuelva a la línea.

—… más que justo, si me preguntas. Por lo tanto, ¿estás?

Hay una pausa y me doy cuenta de sooyoung ha estado hablando y ahora espera algún tipo de respuesta de mí parte. ¿Por qué no puede mi doble personalidad entrar en juego cuando la necesito? Podría dejar que Plain young se haga cargo de sooyoung y t.y. podría volver a taeyeon.

Aprovecho la puñalada.

—Tienes razón, sooyoung. Lo que tú digas.

—tiffany, ¿qué te pasa? Eres, como si no estuvieras aquí.

Alzo mi voz, fingiendo una justa indignación.

—Bueno, ¿qué esperas, sooyoung? ¡De repente, todo el mundo en toda la escuela se ha vuelto contra mí! Y sin ninguna razón. No me importa lo que piense jessica.

—No vas a culpar a jessica, ¿verdad? —acusa.

¿Por qué culpar a alguien? —exijo—. ¡Toda esta inquisición es tan fuera de lugar! ¡Nada de lo que sucedió! ¡Nada de lo que está pasando!

No puedo soportar ni un segundo más. taeyeon probablemente ha renunciado a mí y colgó.

Nunca va a llamar de nuevo. Ella nunca me hablará de nuevo.

—sooyoung, me tengo que ir.

—¡No me cuelgues! —amenaza sooyoung.

—No, no, no. Ya vuelvo. Espera.

Pongo en espera a sooyoung, más duro de lo necesario y vuelvo a taeyeon.

—taeyeon, ¿sigues ahí? —Aguanto la respiración. Voy a morir aquí, bajo mi techo negro, si se ha ido.

—¿Qué? Oh, disculpa. Me quedé dormida.

—Lo siento mucho. Estoy consumiendo los minutos de tu celular y todo lo demás.

—En realidad no. Yo estoy en el teléfono en mi habitación. t.y.: ¿Acaba de decir mi habitación?

Intento echar de mi cabeza la imagen no apta para menores que se forma en mi mente.

—¿Sigues ahí, tiffany?

—¡Sí! Estoy aquí, en mi dormitorio.

Plain young: ¡No digas dormitorio!

—¿Qué pasa contigo? —Se ríe—. Escucha, tiffany. Sólo quería llamar y asegurarme de que estás bien.

—¿Estoy bien? —estoy repitiendo de nuevo.

—Sí. Sé que hay algunas locuras dando vueltas en la escuela.

—¿Unas locuras? —Tengo que parar esto.

—Sobre ti. Y en realidad, acerca de mí.

Suspira por el teléfono. Creo que siento su aliento.

—Sí. Acerca de tú y yo —le digo tratando de no repetir exactamente lo que dijo.

—De todos modos, probablemente tú sabes que jessica y yo hemos estado teniendo problemas durante mucho tiempo.

Me resisto a la tentación de romper en canticos de Aleluya. ¡taeyeon y jessica han estado teniendo problemas! Y no es de extrañar, ya que ella está saliendo con otras chicas, chicos a su espalda.

—Sé que jessica y sus amigos pueden ser bastantes protectores —continúa, como si ella no pudiera oírme saltando en mi cama—. Y no quiero que te hagan daño ni nada.

—Gracias —le digo, colapsando de nuevo en mi cama. taeyeon kim no quiere que me lastimen. Ella es la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra.

—¿Estás bien, entonces? —pregunta.

Estoy que me parto por la mitad.

—Estoy bien —chillo. Unos pequeños destellos de luz en mi techo negro. Me doy

cuenta de que es la luz del teléfono parpadeando, recordándome que sooyoung todavía está en espera.

Tengo que deshacerme de ella.

—¿Podrías esperar tan solo un segundo? —No dejo que responda porque no podía soportar que ella diga que no. Aprieto botones.

—Hey. Lo siento mucho. Por lo tanto, ¿puedes hablar con jessica?

—¿Qué? —Es la voz de taeyeon—. ¿Qué quieres decir?

¡Todavía estoy con taeyeon!

—¡Nada! Lo siento. Yo ya vuelvo.

Aprieto los botones de nuevo.

—¿sooyoung?

—Esto se está poniendo realmente muy largo, tiffany. Y ahora mi malcriado hermanastro está conmigo. Sólo prométeme que tú y taeyeon no están hablando. ¿Qué? —¡Es una trampa! Ella sabe que estoy hablando con ella en la otra línea.

—O viéndose ni nada —añade.

Me repongo.

—Dame un respiro, sooyoung —declaro.

—Haré lo que pueda —promete.

Estoy ansiando volver a taeyeon.

—Gracias. ¡Nos vemos mañana en el instituto!

—Mañana es sábado, tiffany —explica.

—Okie doke. —Creo que jamás he dicho okie doke en toda mi vida, e incluso en mi estado de confusión, me prometo que nunca voy a decirlo una vez más—. Adiós. —Presiono el botón antes de que tenga la oportunidad de empezar con alguna otra cosa.

—Hola de nuevo —le digo sacando mi voz y de t.y—. Lo siento por eso. Tenía que deshacerme de alguien.

72

—¿Qué? —Es sooyoung. Yo lo he hecho otra vez, presioné el botón equivocado.

Alguien debería comerme.

Pienso rápido.

—Uh, tuve que deshacerme de mi madre. —Me aclaro la garganta como una posible explicación de la voz baja y y—. Así que ahora podemos decir adiós. Mamá se ha ido. Así que adiós, sooyoung.

—Lo que sea —dice sooyoung. Y cuelga.

Eso me deja a solas con taeyeon kim. No hay otro lugar en la tierra que preferiría estar.

—Está bien. Estoy aquí. Toda tuya. —Tan pronto como lo digo, Plain young me llama zorra. Pero no me importa—. Siento que esto me tomara tanto tiempo.

—Yo también —dice taeyeon—. Ahora me tengo que ir.

—Nuh-uh —le digo en tono de cinco años de edad.

Pero se siente como si estuviera dejándome para siempre, como si estuviera yéndose al extranjero para luchar en una guerra injusta y morir por el amor y el país.

—Me temo que sí —dice con valentía—. Me alegro de que no estés tomando en serio los rumores —hace una pausa—, sin embargo, nosotros la pasamos bien con yuri. Creo que nunca antes había visto ese lado de ti.

—¿Qué lado? —Quiero estar segura de que a partir de ahora estoy entendiendo bien. Últimamente, he tenido más lados que un octágono.

Se ríe, y me rindo ante ese sonido.

—No lo sé —comienza—. Es extraño que hayamos ido al mismo instituto y nunca hayamos llegado a conocernos hasta ahora.

 

—Sí. Extraño. —Pero las palabras que se repiten en mi cerebro... hasta ahora... hasta ahora—. Es cierto. Nos vemos.