Final
Efímero AtardecerAcá me encuentro de nuevo recorriendo el pequeño prado al que suelo venir siempre que necesito aclarar mi mente o simplemente desconectarme de todo. Sacudo levemente mi cabeza mientras saco las manos de los bolsillos del pantalón y procedo a abrazarme a mí misma en busca de un poco de calor, me maldigo mentalmente por no haber traído una chamarra conmigo.
Después de unos minutos más de caminata llego frente a una gran roca, mi lugar preferido, tomo asiento y levanto mi vista al cielo, sonrío al observar como el azul poco a poco se está transformando naranja, cada segundo que pasa la majestuosidad del paisaje me consume e inevitablemente pienso en ti.
Aún me cuesta creer nuestra historia, sólo éramos dos chicas con amigos en común que compartieron una asignación, jamás cruzó por mi mente que había una chica agradable de fuerte risa bajo esa coraza gélida que presentabas al mundo. De un incómodo saludo surgió una charla amena que terminaría con un intercambio de números telefónicos.
EunBi, fuiste exactamente como el atardecer, una vez que la primera pizca de naranja aparece, sabes que es cuestión de tiempo para que se adueñe de todo el paisaje. Tu presencia se fue apoderando poco a poco de mi corazón, cada pequeña acción que hacías me derretía, los pucheros que usabas cuando querías que hiciera algo por ti, cada ceño fruncido que me dabas cuando según tú “no te prestaba atención”, poco sabías que seguía hasta el más leve de tus movimientos.
Estaba asustada, muy asustada, es decir, me había pasado la vida pensando en encontrar a mi caballero de armadura blanca y vivir el “felices
Comments