Toma 4

Entre Líneas

El haber despertado antes de que la ciudad se iluminara le ayudaría a tomarse el tiempo necesario para domar su cabello que, entre la humedad y la repentina baja de temperatura, parecía que estaba a punto de explotar. Había anticipado su vestimenta, respecto a su maquillaje había optado por el ligero y cotidiano. Había prevenido también dejar un paraguas y un saco colgado cerca de la puerta, esto en caso de que por azares del destino se le hiciera tarde y tuviera que salir de prisa, olvidando así aquellos que la protegerían del frío y la lluvia.

El grueso libreto llevaba empacado en su bolso desde la noche en que recibió el mensaje de Joohyun. Seulgi había procurado anticipar cualquier imprevisto. Incluso sintió la necesidad de dar un último repaso al libreto como si se tratara de una estudiante minutos antes de presentar su examen.

Se echó un último vistazo frente al espejo y al encontrar todo en orden en su reflejo fue en busca de lo que llevaba repitiéndose desde minutos atrás. El recordatorio “bolso, celular, llaves” que coreaba en su mente le impedía el paso a cualquier otra idea intrusiva que pudiera desencadenar el sentimiento de ansiedad por el futuro encuentro con la veterana actriz. Miró su reloj de pulso y dedujo que llegaría al lugar mucho antes de los diez minutos de etiqueta, pensó que era mejor así.

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Wendy, quien llevaba ropa deportiva y una gorra que con suerte le cubriría el rostro, consiguió esbozar con esfuerzo una sonrisa que se había dibujado como respuesta a la presencia de su vecina. Su conjunto de color negro y la pinta de su semblante daban la sensación de que la locutora asistiría a su propio funeral.

- ¿Tan temprano y a correr? – la voz burlona de Seulgi viajó por el desolado pasillo del edificio.

- A correr a la tienda que necesito comprarme algo que me reviva – respondió Wendy con voz ronca recargando medio cuerpo contra la pared.

La noche había sido ruda con ella y el mal trato que le había dado era evidente, Seulgi negó con la cabeza y sonrió al ver como su vecina encontraba fuerzas desde la profundidad de su ser para mantenerse de pie y seguir la conversación con ella. Beber dos noches consecutivas había sido demasiado para la pequeña locutora y la actriz podía apostar que el día sería uno especialmente difícil pues su presencia era requerida en la estación de radio al caer la tarde.

- Esta juventud…

- No empieces, que eres mayor sólo por once días…

Seulgi se acercó a Wendy aún negando con la cabeza y con una mueca que demostraba desapruebo por las tendencias de las nuevas generaciones, palmeó la cabeza de su vecina para repetir la misma línea.

- Esta juventud… dijo con decepción en la voz.

Wendy se dio por vencida y apretó sus hinchados ojos para suprimir la riña, el humor de Seulgi hacía que le palpitara más la cabeza, el desvelo hacía que la lengua le pesara al hablar y que los engranes de su mente rechinaran al tratar de formular una respuesta. Quedó plantada como un árbol seco, inmóvil, frente a la joven actriz, no tenía energía para rematar o continuar con la pequeña plática y debido a esto, la actriz frente a ella llegó a pensar por un momento que su vecina había dominado el arte de dormir de pie; pero era todo lo contrario, al transformarse en un ser inmóvil que bien podía pasar sin vida, los ojos de la locutora se movieron con la rapidez, de arriba hacia abajo, escondidos bajo la gorra negra. La elección de ropas de Seulgi no pasó por desapercibida ante el escáner de su vecina.

- ¿Y tú a dónde vas tan vestida y tan temprano?

La pregunta cayó como una bomba para la actriz y al sentir el peligro que se aproximaba, se echó un paso hacia atrás alejándose de inmediato de su vecina. Agarró el bolso que colgaba de su hombro y lo apretó contra ella con fuerza. La extraña reacción de la actriz hizo creer a Wendy que el problema no había sido la pregunta, si no su aliento. La respuesta de su vecina, sin embargo, le hizo creer lo contrario.

- A una cita… de trabajo – hizo una pausa entre palabras que no estaba planeada.

- ¿A una cita? – Wendy hizo énfasis ¿… de trabajo? – imitó burlonamente la torpe pausa de la actriz. - ¿Te llamaron para algo importante?

- No es nada urgente, solo tengo que presentarme – respondió con nerviosismo.

- Ah… bueno, pues bajemos juntas entonces.

Independientemente de la amenaza y del poder de las preguntas de Wendy, Seulgi sabía que su condición no era la adecuada para combatir, sabía también muy bien que dejar morir a un amigo en el campo de batalla era la peor bajeza de todas. Así que antes de encaminarse por el pasillo con su moribunda vecina, la actriz revisó por última vez, como era de costumbre, que su puerta estuviera bien cerrada y antes de dar el primer paso hacia el elevador se dio la media vuelta para verse a un lado de la locutora. Extendió entonces su brazo cortésmente para que lo tomara. Wendy, un tanto sorprendida por la acción, alzó la cabeza para encontrarse con la gentil y cautivadora sonrisa de su vecina quien continuaba con el brazo extendido. Regresó su mirada vacía hacia el final del pasillo devolviendo, sin intención alguna, la misma sonrisa que Seulgi le había regalado.

- ¿Cómo puedes ser tan encantadora tan temprano, Kang Seulgi? – Wendy dijo como un susurro.

La joven actriz sonrió para sí misma y al comenzar su marcha, tiró de su brazo para adherir el pequeño cuerpo de su vecina a su lado. Caminaron así por el pasillo, la una sin nada más que decir a la otra.

El movimiento del elevador al descender hizo que el estómago de la locutora diera vueltas y no dudó en engancharse con más fuerzas del firme brazo que la sostenía y que le aseguraba no desplomarse en el suelo, Seulgi se mantuvo a su lado como un roble. Al salir del elevador caminaron acompañadas del mismo silencio con el que descendieron a la planta baja. Atravesaron la puerta, y al encontrase frente al edificio donde partirían caminos, se sonrieron, la locutora soltó por fin el agarre del brazo de su vecina.

- Suerte con la resaca – la actriz fue la primera en desenfundar.

Wendy acomodó la víscera de su gorra y se dio media vuelta, derrotada, sin ganas de luchar. Espalda contra espalda marcharon hacia direcciones diferentes, el duelo había terminado, o al menos así parecía.

- ¡Seulgi, suerte con tu cita!

La locutora se había vuelto a sus espaldas para lanzar un contrataque con el que había tenido que sacrificar su última barra de estamina, pero que le había dado la victoria. Alzó su puño al cielo en plena acera. Más de un transeúnte se había encogido de hombros al escuchar el grito estruendoso de la locutora y más de un par de ojos la juzgaban y maldecían por haberles sacado de sus cabales tan temprano por la mañana. Pero nada de eso era importante para la locutora, pues sabía que el remate había alcanzado a su víctima y se trataba de un golpe crítico. Victoria para Wendy.

- Es una cita de trabajo – dijo Seulgi entre dientes y con un tono de voz que solo ella escucharía, negó darle la cara a quien acababa de avergonzarla.

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Los pasos de Seulgi iban al compás de su corazón y tardó en llegar a la cafetería lo que tarda un colibrí en aletear. Las mejillas coloradas, el cabello un tanto desalineado y el bolso colgando con la correa torcida, sí, la mesera reconoció a la desalineada joven que acaba de entrar apresurada al local; le sonrió como si de alguien familiar se tratara. Seulgi devolvió la sonrisa y decidió escoger una mesa junto a la ventana para poder avistar con facilidad a su compañera de trabajo en cuanto llegara al punto de encuentro.

Esa mañana el lugar parecía uno concurrido, se veían más personas que el día anterior pero a pesar de esto, la mayoría de las mesas seguían desocupadas. A Seulgi le resultaba cómoda la barrera que los grandes cristales formaban entre ella y el mundo exterior, le daba una sensación de invisibilidad que le agradaba. Ordenó una taza de café con un estómago refunfuñante, sabía que tendría que esperar para que lo preparan y le pareció adecuado no ordenar nada más hasta que Joohyun hiciera acto de presencia.

Sacó de su bolso el libreto y lo dejó sobre la mesa para recordarse que se trataba de una cita de trabajo, miró de nuevo su reloj y supo que aún faltaban algunos minutos para que la actriz se apareciera. Pensó que la falta de clientes era idónea para sus propósitos y llegó a preguntarse si desde ese día comenzaría a frecuentar el lugar. Miró su muñeca, pero el minutero parecía estar paralizado. Esperar por alguien le causaba ansiedad, pero la idea de que alguien esperara por ella aún más. Tal vez haber llegado tan temprano no había sido buena idea. Las manecillas apenas y se habían movido. La mañana era calmada cuando los oficinistas ocupaban sus cubículos y los estudiantes sus pupitres. Echó un vistazo al lugar con detenimiento y le pareció gracioso nunca haberse percatado de que la cafetería existía en primer lugar, a pesar de su cercanía y de encontrarse en la ruta que con frecuencia tomaba, el lugar apenas había cobrado vida desde el día anterior. Se preguntó de qué tantas cosas se había perdido por haberlas pasado de largo. Sus ojos casualmente se posaron en el reloj de pared del local, su diseño no era nada remarcable, lo único sobresaliente del reloj era que apuntaba una hora diferente a la de hace un momento. Tomó su celular y sin ganas de revisar sus redes sociales, navegó por la sección de noticias, tal vez enterarse sobre los acontecimientos del día le daría una ventaja para iniciar conversación con su compañera de trabajo. Contrario a lo que alguna vez creyó, no fue capaz de concentrarse en la lectura, se dio por vencida y antes de bloquear el celular se dio cuenta que habían pasado apenas unos minutos. Sus dedos golpeaban sobre la mesa al ritmo de la canción que había decidido tocar en su cabeza, quien la mirara de lejos pensaría que la solitaria actriz hablaba con un fantasma. El bajo en sus pies y la batería en sus dedos, si terminaba la canción como la recordaba habrían pasado al menos dos minutos. Las tazas chocaban y Seulgi volteaba, la gente reía y Seulgi volteaba, las sillas rechinaban y Seulgi volteaba. Tal vez escuchar música de verdad le ayudaría a que el tiempo pasara más de prisa y tendría algo en que posar su atención. Tomó su celular y al desbloquearlo, un ruido que no había escuchado desde que entró al local hizo que su cabeza girara y que sus ojos encontraran lo que buscaba.

La alarma que daba aviso de la llegada de un nuevo cliente se había disparado y le dio justo en el estómago dejándola sin aire, se le atoró la saliva en la garganta y sus ojos se engrandecieron. De la puerta provenía una silueta que vestía los colores del otoño, el cabello suelto que deslumbrara a Seulgi cada vez que ondeaba frente a sus ojos estaba atado en una coleta baja y de su amarre se desprendían mechones largos que caían en ambos lados del rostro, definiendo sus facciones. Sus labios rojos y carnosos hacían juego con el color del esmalte de sus uñas, sus pequeñas manos se veían semicubiertas dentro de las mangas de una camiseta ligera de cuello alto que había decidido por estilizar metiéndola dentro de un pantalón sastre que se entallaba a la perfección en su cintura y apretaba sus caderas para soltar su ajuste por debajo de la pierna. Llevaba el brazo izquierdo flexionado y en él cargaba con su bolso que se veía cubierto por un saco. La formalidad, simplicidad y finura de su atuendo materializaba la esencia de Bae Joohyun.

Tras poner un pie dentro del local, la profunda y serena mirada de la veterana actriz conectó con la mirada atenta y encandilada de quien anticipaba su acercamiento, a partir de ese momento ambas partes se negaron a romper el contacto y el hechizo que Joohyun puso sobre Seulgi al entrar en la cafetería las cubrió en un manto bajo el cual solo la una existía para la otra. Se encaminó hacia la mesa junto a la gran ventana.

El lento vaivén de su caminar contagió a Seulgi, quien se levantó de la silla en cámara lenta y con los ojos aún pegados a los de la veterana. Una vez abordada, hizo una cordial reverencia para saludarla. Joohyun respondió del mismo modo, con una sútil sonrisa que bien podría pasar por desapercibida si la atención de la joven actriz no le perteneciera. Acomodó su bolso de mano y los mechones de su cabello y tomó el lugar frente a su compañera. Puso su celular sobre la mesa y de su bolso sacó el pesado libreto, ordenó la misma bebida que Seulgi y la joven actriz sólo era capaz de darle la bienvenida a los sentimientos que se despertaban en ella al observar aquella escultura renacentista hacer del más mínimo movimiento una exposición de magnificencia y divinidad.

- ¿Cómo has estado, Seulgi?

La dueña de la melodiosa voz que derramaba almíbar en los oídos de la joven actriz tomó los lentes recién sacados de su bolso y los acomodó sobre el puente de su perfilada nariz, miró a través de ellos a su compañera con una amable sonrisa. Seulgi atendió al dulce llamado y el poder de la voz de la sirena despertó en ella la urgencia de acomodar su silla para acercarla hacia la mesa, para acercarse a Joohyun; el pecho de Seulgi terminó a un dedo de distancia de la barrera de madera. La sonrisa de la mayor le generó el deseo de lanzarse un clavado en ella incluso sin saber nadar.   

- Mucho mejor, gracias, ¿y usted? – vocalizó sorpresivamente a la perfección cada palabra.

- ¿Has podido descansar estos días?

Joohyun sacó entonces un bolígrafo que parecía ser más costoso de los que se encuentran en las comunes tiendas de artículos de oficina y papelería. Era de resina negra, con un ligero detalle en color púrpura vibrante que hacía que el artículo pareciera más un adorno de escritorio, en el extremo contrario de la punta una pequeña estrella blanca estaba grabada, la joven actriz dedujo que era un símbolo característico de la marca. Con la otra mano colocó una bolsita de papel sobre la mesa y ajustó sus anteojos de nueva cuenta, comenzó a escribir una nota.

- Hay una infusión de manzanilla y sauce que ayuda a aliviar el dolor de cabeza. El sauce tiene propiedades analgésicas y antirreumáticas y además potencia el efecto relajante de la manzanilla. Si tienes dolor de cabeza por estrés puedes tomarlo y también si llegas a tener dolor muscular debido a algún golpe.

Joohyun hizo una pausa y dejó descansar el bolígrafo sobre la mesa, tomó la bolsita que contenía la medicina con sus dos manos y la extendió hacia Seulgi, la joven actriz vio en el rostro de la veterana una sonrisa que nunca le había mostrar, parecía tener impregnada un sentimiento de satisfacción.

- También hay un bálsamo de lavanda que puedes aplicar en tus sienes y masajearlas como lo hice contigo. De igual manera es un analgésico y calmante.

La sonrisa de Joohyun no desapareció mientras miraba con atención el rostro de Seulgi. El aire frío que había entrado con ella por la puerta de pronto se volvió cálido y Seulgi se preguntó con cuantos disfraces se presentaba Joohyun ante la gente y cuantas capas se tendrían que arrancar para llegar al núcleo de la enigmática actriz. La desenvoltura de una ponderada actriz a una centellante la tomó desprevenida, pero de nueva cuenta, la sonrisa de Joohyun la invitaba a acercarse. La confusión no duró mucho y estiró los brazos para tomar la pócima que la bruja blanca le ofrecía. Liturgia mágica, blanca o negra, Seulgi tomaría lo que viniera de las manos de Joohyun.

- Señorita Joohyun, no tenía que tomarse la molestia, ¿usted lo preparó? – preguntó con una sonrisa.

Joohyun asintió con la cabeza y a Seulgi le resultaba halagador que los luceros de Joohyun alumbraran solo a ella.

- Muchas gracias, estoy segura de que me sentiré mejor con esto.

Seulgi tomó la bolsita con delicadeza de las pequeñas manos de la actriz y la puso frente a ella para curiosear el contenido, la sonrisa en su rostro hizo que sus ojos tomaran la forma de una media luna. Las bebidas llegaron, pero a ambas mujeres les habían robado la atención diferentes objetos como para notar a la persona que había colocado los vasos sobre la mesa.

- ¿Ya lo tienes memorizado? – Joohyun hojeó el libreto apartando la mirada de Seulgi.

- Lo tengo memorizado y antes de que comencemos quiero agradecerle por regalarme su tiempo y apoyarme con el trabajo, es más de lo que podría pedir de usted.

La mirada que una vez le perteneció a Seulgi se negaba a regresar a ella y ante el miedo de perderla, desparramó palabras con la esperanza de atraerla de vuelta.

- Nunca había tenido la oportunidad de mencionarlo, pero siempre he seguido su trabajo y admiro todo lo que ha hecho hasta el momento, trabajar juntas es un placer y un gran orgullo para mí. Así que estoy a su disposición y bajo su tutela, tengo oídos abiertos para cualquier crítica que venga de usted.

Seulgi descubrió el poder de las palabras cuando la mirada de Joohyun volvió a descansar sobre la suya, desde ese momento se prometió recitar más para ella.

- Gracias, Seulgi la sonrisa de Joohyun era una persistente y su voz aún suave y melódica – quiero proponer que antes de comenzar dejemos las formalidades atrás, que sea un comienzo fresco.

- Me parece bien – un comienzo fresco era justo lo que necesitaban.

- Y como tú, también quiero aprovechar para agradecerte por haber intervenido en la riña de aquella noche, la forma en que reaccionaste quedó marcada en mí.

- No hay nada que agradecer… el aire se le estancó en los pulmones y la voz de Seulgi salió mullida.

- Muchas gracias, Seulgi.

Joohyun inclinó la cabeza sobre la mesa haciendo que el calor que Seulgi sentía correr continuamente desde la nuca hacia su espalda se concentrara en sus mejillas. El gesto de la veterana la hizo enmudecer.

- Ahora… entrecerró los ojos y hundió la cabeza en el pasar de las hojas del libreto y Seulgi pudo ver los múltiples garabatos de Joohyun en ellas – noté durante la lectura que la calidad de tu interpretación se vio afectada, pero no parecía que fuera porque estuvieras al pendiente de las líneas, me parece que fue debido a tus emociones.

Seulgi continuaba muda.

- ¿Me equivoco? – Joohyun alzó la mirada y esta pasó por apenas encima de sus anteojos, Seulgi continuaba congelada. Al no recibir respuesta, reformuló.

- Hablo de las emociones de Gill. No estabas en contacto con las emociones de tu personaje y me dio la sensación de que parte de tu cerebro seguía enganchado en el libreto.

Seulgi recordó el bloqueo mental que experimentó durante la lectura del guion y que significó una desconexión total con su personaje, todo esto por la simpleza de no saber como aquietar el placer en su corazón al compartir la sala con quien ahora compartía la mesa en la cafetería. No tuvo más remedio que ser honesta y aceptar la realidad, no obstante, parte de esa honestidad se quedó con ella y no viajó en su respuesta, aún no era tiempo.

 - Es cierto, no pude interpretar como se sentía Gill al estar con YunBae…

- Me parece que la desconexión comenzó aquí.

Joohyun marcó entre líneas el bloque de texto que pertenecía a la interacción entre los personajes mientras que Seulgi hojeaba con rapidez su libreto para alcanzar a su mentora.

- ¿El texto tiene sentido para ti, Seulgi?

- ¿Que si tiene sentido? Pues… si, claro.

- Claro que tiene sentido – sonrió Joohyun – Sooyoung es una excelente escritora.

- ¿Era una pregunta capciosa? – preguntó Seulgi con un tono de seriedad que se quebrantó al escapársele una risita. Joohyun seguía sonriendo para sí misma.

- ¿Cuál es la intención del personaje, a qué obstáculos se enfrenta, qué medios utilizará para conseguir lo que se propone? Esas fueron las preguntas que me hice al interactuar con YunBae.

Seulgi tomaba apuntes y se tomaba en serio el papel de aprendiz en la nueva relación que se habían construido, se sentía como una practicante a lo que se le había dado la oportunidad de merodear y saber más acerca las técnicas y costumbres de la veterana con respecto a su profesión. Las palabras de Joohyun alimentaban el cerebro de Seulgi y la menor sentía que podría escucharla todo el día y toda la noche.

En una parte de su interior, una chispa de picardía se encendía al pensar que Joohyun le enseñara y asistiera con sus errores siendo ignorante del trasfondo de la situación, sin saber que Seulgi conocía bien la razón de su fallo aquel día, que la razón del fallo fuera quien le aconsejara y que solo ella supiera este secreto. Por otro lado, confirmó que aún no era capaz de entender ni una pequeña fracción de los misterios del destino pues otra parte de su ser aún no podía procesar el hecho de que una serie de decisiones y acontecimientos que envolvían sus veinticuatro años de vida la hubieran puesto en la mesa de una cafetería en donde recibía los sabios consejos de quien había admirado por años. Y por último, descubrió que la apasionada y sabia instrucción de Joohyun hacía que su corazón sonriera. Seulgi había entendido que de lo que hablaba Joohyun era pura pasión que lastimosamente quedaba reducida a ser definida como “trabajo” por aquellos ajenos a la veterana actriz. Se sintió feliz por ella misma, por haber sido capaz de alcanzar su sueño y por que el polvo estelar que se desprendía de Joohyun cayera sobre ella esa mañana.

- Creo que entender eso es lo más importante antes de avanzar con el estudio del libreto. Después de eso, se pueden analizar el estilo y las palabras, personalmente es lo que más disfruto.

Joohyun pasó las hojas del libreto como un abanico y se detuvo en algunas al azar para acariciar las páginas con la yema de sus dedos. Sin parpadear para engullir por completo cada acción de la veterana, Seulgi pudo observar como Joohyun se impregnaba con las palabras que pasaban bajo el roce de sus manos. La veterana actriz continuó con un brillo en la voz, y expresó lo siguiente más como un comentario que como un consejo.

- Mira el estilo con el que están construidas las frases. Para YunBae las palabras son cortas y para Gill son largas, si pasas página puedes notar que el intercambio entre ellas rima. Me refiero a la interacción entre Gill y Yun-Bae, no entre las palabras. Las palabras no riman, el estilo de Sooyoung no es poético en ese sentido.

Joohyun cerró entonces el libreto de un golpe seco y Seulgi parpadeó rápidamente varias veces antes de volver del templo de adoración que le había construido a la veterana. Colocó su pequeña palma sobre el libreto, como si estuviera a punto de hacer un juramento y volvió la mirada a Seulgi.

- Con libretos como este, así de largos, dividirlos es más fácil. YunBae es un personaje lógico, por eso al dividirlo para memorizarlo lo hice siguiendo un orden lógico, como el antes y después de que un personaje entra en escena. Si me permites decirlo, en el caso de Gill yo lo dividiría siguiendo sus emociones, puesto que Gill se ve gobernada por ellas. Podría ser sutil, pero me parece que Sooyoung ha marcado claramente esa gran diferencia entre ambas.

- Bien, bien – Seulgi asintió con la cabeza mientras tomaba notas.

- ¿Qué hacías antes de tomar este papel? – los lentes de Joohyun descansaron junto al bolígrafo.

Al parecer la clase había terminado y a Seulgi le tomó un momento regresar del viaje por el que la veterana la había llevado. Imitando a su compañera, cerró su pequeño cuaderno y descansó su bolígrafo sobre éste.

- Obras escolares, teatro comunitario… cuando llegué a Seúl comencé con comerciales y escenas como extra en algunos proyectos, hasta que esta oportunidad tocó la puerta.

- ¿Naciste el mismo año que Sooyoung?

- No, soy mayor por dos años.

- Vaya, son tan jóvenes, tan jóvenes y han trabajado duro – sonrió para Seulgi.

- Tú también eres joven, Joohyun. Y también has trabajado duro.

Otra sonrisa que la joven actriz nunca había visto en su compañera. Esta vez elevó la comisura de sus labios y su sonrisa se transformó perlada, un tanto cohibida y un tanto chispeante. Al ritmo que llevaban Seulgi había perdido cuenta de las veces que habían intercambiado sonrisas, las de la joven siempre malas imitaciones de las de la veterana. Decir las cosas sin tapujos y sin titubear aquella mañana había sido una de las mejores decisiones de su vida.

- Te ves diferente – dijo Joohyun después de un momento de silencio, después de recomponerse y dar un sorbo a su bebida.

- Tú también te ves diferente – la voz de Seulgi era serena.

- Debe ser porque nunca habíamos interactuado propiamente.

Sus sonrisas se sincronizaron nuevamente. Sobre la mesa había una calma que la menor no podía describir, su corazón se mantenía acelerado pero su respiración era lenta, sus manos frías pero sus mejillas cálidas, era un estado de emergencia del que Seulgi se negaba escapar.  

- ¿Fue un inconveniente que te citara tan repentinamente?

- ¡No, para nada! No tenía planes para hoy, además vivo cerca de aquí.

- ¿Vives por aquí? – Joohyun parecía intrigada.

- Tal vez no lo recuerdes porque estaba oscuro, pero aquella noche me trajeron a una zona residencial no muy lejos de aquí – Seulgi apuntó hacia la ventana para ayudar a ubicar a la veterana – soy vecina de mi amiga, Wendy, vivimos en el mismo edificio. Aquel era su departamento.

Los ojos de Joohyun se engrandecieron durante un segundo, como si estuviera frente a un nuevo descubrimiento. Dado a que la clase había terminado y estaban en su tiempo libre, Seulgi se atrevió a preguntar.

- Por cierto, Joohyun, ¿cómo conseguiste mi número?

- ¿De verdad no lo sabes?

No tomó mucho para que la joven actriz cayera en cuenta del previo descubrimiento de la veterana. Tras pronunciar palabra, la actriz tomó el libreto, su bolígrafo y sus lentes y los metió de vuelta en su bolso. Sin explicaciones y sin aviso, la joven actriz podía ser sólo un espectador.

- Tengo que irme, Seulgi – dijo a media sonrisa.

Joohyun se levantó de su asiento sin esperar respuesta de su compañera, se levantó con el aspecto, el aura y el humor cambiado. Seulgi siempre había pensado de sí misma como una rápida aprendiz, pero aprender a leer a su compañera al parecer le tomaría un largo tiempo.  Tragó duro apretando el asiento con las manos hasta que sus nudillos se tornaron rojos, deseaba atar de la muñeca de la veterana un ancla y echarla a su lado para que no escapara. En lugar de un ancla, optó por palabras y a pesar de que salieron con una voz ahogada, fueron lo suficiente resonantes para que la veterana se sacudiera a media acción y quedara congelada en una posición encogida, sus grandes faros apuntaron hacia Seulgi.

- Joohyun, si es posible, me gustaría ensayar mis líneas contigo. Lo de hoy fue de gran ayuda y me gustaría repetirlo.

Seulgi terminó por levantarse del asiento e hizo una reverencia para la veterana. Para cuando se enderezó, el cuerpo de Joohyun se había relajado y su rostro alarmado se había suavizado. La veterana cerró el trato con una sonrisa.

- Haré tiempo para que podamos volver a vernos, Seulgi.

En las veredas del reino de hielo una brisa cálida proveniente de las alturas del castillo de la reina lograba colarse por las mechas de pelo de la joven forastera, tiraban de ellas y le acariciaban la nuca, llamándole para avanzar y aproximarse. La brisa envolvía su rostro y le calentaba las mejillas al punto de tinturarlas de un rojo carmesí, las puntas de los dedos de sus manos y sus pies hormigueaban después de despertar de un largo letargo invernal. La invitación no podía ser rechazada, el recibimiento que la forastera había esperado encontrar desde que su travesía había comenzado se presentaba ante ella por obra de un hado, casi como un espejismo que la seducía a penetrar la fortaleza de la gélida emperatriz.

Una hechicera, una sirena, una obra de arte, una reina, una actriz, una mentora; Seulgi estaba dispuesta a emprender el camino, fuese espinoso o laberíntico, para desenmascarar estas y otras fachadas que se interpusieran entre ella y la revelación del verdadero ser de la veterana actriz.

Sin más que decir, la alarma de la puerta de la cafetería fue la última en despedir a Joohyun.

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Jossosan
Para todos los que siguen está historia; no la he dejado en el olvido.
Me mudé lejos de casa, me encuentro comenzando desde cero y me ha sido difícil continuar escribiendo dadas las circunstancias.a Sin aembargo, la historia sigue en pie. Gracias a los que continúan esperando

Comments

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irnbaebae21 #1
Chapter 9: Esperare con respeto tu regreso uwu
Itaenylove
#2
Chapter 9: tengo esperanzas de q pronto vas a actualizar (^^)
de todas formas voy a esperar xd
AChriad #3
Chapter 9: te sigo esperando:(
ItaNyanG #4
Te sigo esperando.
Munusuo #5
Chapter 9: La historia va muy bien, eres muy buena escribiendo, gracias por actualizar, estaré esperando por más ?
Skyth06
#6
Chapter 9: OMG me encanta!!
Skyth06
#7
Chapter 8: Felicidades por lo de tu tesis!! Y excelente cap
A_readerg #8
Chapter 7: No suelo comentar pero de verdad me gusta la historia y tu forma de escribir...Esperando tu proximo update.
Skyth06
#9
Chapter 7: Quedó muy bueno
Kimdubu02
#10
Cant wait for the english version!