Tomo bastante tiempo construirlo, más de lo que había imaginado. Tenía grandes expectativas, quería un lugar acogedor, un lugar en donde refugiarse y al mismo tiempo le permitiera desconectarse casi por completo del mundo. Donde pudiera sentirse en paz y disfrutar de los placeres más abstractos de la vida.

Jiyong estaba entusiasmado, el próximo fin de semana podría ir a conocer su pensión de descanso en Poncheon, a la mitad de un bosque, aprovechando las merecidas vacaciones que se había tomado, el problema era quien lo acompañaría.

"¿Estas segura que no puedes venir conmigo, Dami?"

"Sí Jiyong, ese día llega un pedido importante a la Boutique, no puedo dejar a las chicas solas, son capaces de arruinar los trajes."

"¿Mamá y Papá aún siguen de viaje?"

"Te comente que tomarían otro tour antes de regresar. No cuentes con ellos, déjalos disfrutar su viaje de aniversario."

"¡Maldición!, no quiero ir solo."

Realmente Jiyong no quería ir solo, le agrada la paz de la soledad, pero la odiaba cuando no era su elección.

"¿Por qué no te acompaña Seunghyun?"

"Ahora... No es un buen momento."

"Mejor aún, aprovecha esta circunstancia para aclarar lo que sea que esté pasando."

Se suponía que esta pensión en medio de la naturaleza era un medio para relajarse, no para llevar sus problemas.

***

Seunghyun no sabía exactamente cómo llegaron a este punto, pero entre tantas actividades por cumplir, se fueron distanciando poco a poco y las eternas dudas e inseguridades de ambos empezaron a surgir nuevamente cuando ya las habían apagado con tanta determinación.

Entre conciertos y rodajes, el tiempo en privado con Jiyong iba disminuyendo, y el cansancio no ayudaba mucho. Seunghyun no era de las personas que estaba al pendiente del celular, así que sus mensajes cada día mermaban y sus respuestas se volvían monótonas. Sin decirse una palabra, ambos siguieron sus actividades y su relación se quedó en un limbo del que solo ellos la podían sacar.

"Confrontación" Pensó en voz alta Seunghyun.

"¿Confrontación?. A quién piensas enfrentar niño Choi." Bromeo Daesung, quien andaba de visita en su villa, disfrutando de la variedad de vinos que poseía su hyung. Después de todo estaban de vacaciones.

"Solo pensaba que era momen...." Se vio interrumpido por el sonido del teléfono. Su rostro molesto por la interrupción, se convirtió en uno de asombro cuando vio que la llamada era de Jiyong.

"Es Jiyong..." susurró, atónito. Definitivamente no esperaba su llamada.

"Jiyong-hyung? Jajaja. ¿¡Qué esperas que no le contestas!?"

"Aló" Contestó temeroso, mientras se levantaba del sillón con dirección al balcón.

"Hyung... ¿Cómo estás?"

"Bien... podría decir, pero, ¿sucedió algo?"

"Yo... solo... ¿Recuerdas el regalo para mis padres?"

"¿La pensión a las afueras de Seúl?"

"¡Sí!... esa... el próximo fin de semana me la entregaran con todos los acabados, quiero ir a supervisarla personalmente... pensaba ir con Dami, pero me abandono en último momento... pensaba... eh... si tendrías tiempo de acompañarme, pero si no puedes no hay problema yo me las pue..."

"¡Sí!" Seunghyun respondo efusivamente, no sabía que había hecho para merecer esta oportunidad, pero no la iba a desaprovechar por ningún motivo. "Sí... estoy libre, puedo acompañarte, solo avísame donde nos encontramos"

"¡Bien! ...eh... te aviso por el chat... hasta la próxima semana"

"Si, bien, nos vemos"

Seunghyun regreso del balcón y comenzó a sonreír mientras tomaba asiento nuevamente y bebía un sorbo de su vino favorito.

"Al parecer fue productiva la llamada." Dijo Daesung, complacido por el cambio de humor de su amigo. "Siempre lo digo, mi presencia trae suerte". Ambos se miraron y rieron.

Esa llamada e invitación le dieron esperanzas. Extrañaba a Jiyong más de lo que quería reconocer, pero sabía que ambos eran complejos. Seunghyun tenía que intentarlo, al menos una vez más.

***

Pasaron la semana lo más normal que pudieron, pero la expectativa siempre estaba ahí al terminar el día. ¿Cómo será verse después de tiempo?, ¿será distante?, ¿habrá tiempo para conversar?, ¿alcanzará con un día o tendrán que pasar la noche ahí?

Sábado 8:00 am, Gangnam.

Jiyong esperaba en su larborghini blanco en un estacionamiento privado a que Seunghyun llegara. "Se está demorando" pensó, "Seunghyun nunca ha sido muy puntual" se repetía.

Seunghyun llego a las ocho y diez de la mañana y se disculpó por la demora. Basto una sonrisa para que Jiyong olvidara que pasó frío más de diez minutos. Entraron al auto con dirección a Poncheon-Geongji, no sin antes pasar por provisiones para no morirse de hambre. El trayecto les tomo una hora de viaje.

Seunghyun, traía una maleta de mano, lo suficientemente grande para un par de mudas. Jiyong respiro aliviado, no fue el único que pensó que podrían pasar la noche allá.

El arquitecto los estaba esperando en la puerta principal de la pensión. Era un conjunto de pequeños edificios de dos y tres pisos a lo mucho, una gran vista al lago, rodeado de grandes árboles que semi rodeaban la propiedad. Seunghyun pensó que el casi millón de dólares invertido en la propiedad valía la pena, este era un lujoso escape de ensueño. El arquitecto los dejos con las llaves de la propiedad, disculpándose ya que tenía otros asuntos que atender antes del mediodía.

"Y bien, ¿por dónde quieres empezar?" dijo Seunghyun, tomando la iniciativa.

"¿Q-qué cosa?" Jiyong se puso nervioso, no creía que discutirían tan pronto como llegaran.

"A ver los diferentes ambientes. ¿No viniste para inspeccionarlos personalmente?. Tu propiedad no es tan pequeña que digamos, así que comencemos."

Jiyong respiro aliviado. Lo que parecía que iba a ser incomodo, fluyo mejor de lo que esperaba, su hyung siempre habría sido ingenioso en lo que decía, bromas tontas iban y venían, Jiyong solo reía, se sentía liviano y animado junto a él, se preguntaba si era por ello que comenzó a tener sentimientos por él cuando era más joven.

Seunghyun por su parte, se sentía confiado, aun podía hacerlo reír, eso le gustaba. Ambos visitaron la propiedad, varias de las habitaciones estaban decoradas con mucho color y estilo, un reflejo de los gustos de Jiyong, quien inicialmente había comprado esta propiedad para uso personal pero que a largo plazo obsequio a sus padres en su aniversario, convirtiéndose en una pensión de lujo. Ambos bromearon sobre ponerles nombre a las diferentes habitaciones.

"Esta amarilla me transmite alegría, dulzura."

"Que se llame ...mmm... ¡Butterfly!... Fuiste muy dulce en ese MV". Jiyong sonrió tímidamente, no quería recordar como esa canción la escribió con Seunghyun en su corazón, pero lo hizo. Recordó cuanto anhelaba su amor.

"Esta me transmite sensualidad, anhelo" Dijo Jiyong con los recuerdos a flote.

"Café sería un buen nombre."

"Sí...que tal si vamos a la cafetería... ¿no tienes hambre?" Era obvio que quería cambiar de tema.

Jiyong no es tan bueno en la cocina como lo es componiendo canciones, así que dejo esa tarea a Seunghyun. Las provisiones que compraron en el camino fueron muy útiles. Mientras su hyung movía las ollas de aquí para allá, Jiyong se resignaba a esperar y contemplar lo cotidiana de la situación, imaginando lo hermoso que sería si vivieran juntos.

Después de saciar el hambre, continuaron con las demás habitaciones, dándoles nombres juguetones, hasta la última habitación que sería de uso exclusivo de Jiyong. Dos pisos, un balcón, detalles en cueros, decoración al estilo pop aunque los patrones en negro predominaban.

"Esto grita Gdragon."

"Si es así, ¿por qué no luces convencido?"

"Le falta algo..."

"Quizás es porque tuve que elegir todo yo solo, ni novio no estaba ahí para darme su opinión."

Round 1, Jiyong gana. Seunghyun quería decir muchas cosas, la mayoría de ellas excusas, pero decidió pensar bien en lo que diría.

"¿Estás seguro que le pediste a tu novio que te acompañara?"

"¿Cómo decírselo?, si todo lo que tenía en su cabeza era su película."

"Eso no te da derecho a decidir por él."

Round 2. Seunghyun gana. Jiyong no lo había visto de esa forma, él no quiso molestarlo. En realidad, tenía miedo, miedo de que la respuesta hubiera sido negativa.

Hubo un silencio incomodo, sus ojos se encontraron y mantuvieron la mirada firmemente, como si fuera un duelo. Seunghyun cedió.

"ah... Jiyong, ¿sabes lo que siento por ti, verdad?"

"Yo no lo sé", dijo Jiyong con una expresión de niño al cual no le habían estado poniendo atención.

"Yo te necesito. Eres parte importante de mi vida... es imposible negarlo."

"¿Has estado negándolo? No lo hagas."

"Ya no... solo me sumergí en el trabajo, llegue a pensar que estar sin ti sería más fácil, pero me equivoqué. Ya estás muy dentro de mi como para olvidarte."

"Yo no quiero ser olvidado... yo desde un principio solo quería expresar mi amor, yo no buscaba siquiera que me correspondieras, yo solo estaba cansado de esconderlo. No sé como pero... sentiste lo que yo sentía, y cuando probé de tus labios yo solo quería más. ¡Maldición!, las ganas de monopolizarte eran inmensas pero trate de darte tiempo... y tu después te alejaste... solo llegaba a pensar ¿si todo fue idea mía?... me negué a enfrentarte...yo..."

Seunghyun lo interrumpió. No permitiría que continuará porque no era su culpa, no quería verlo llorar, su corazón no resistiría verlo en ese estado. Tomo su pequeño rostro entre sus manos acercando sus frentes. Lo miró a los ojos por un momento, tratando de mostrar que lo que iba a decir a continuación era verdad, la única verdad que Jiyong necesitaba entender de una buena vez.

"Yo... te amo. Si no quieres escuchar, lee mis labios. Te amo. No por tu perseverancia, no por gratitud, Te amo porque encuentro en ti a un ser fascinante, distinto a los que alguna vez conocí, capaz de dar amor hasta quedarse vacío. No lo olvides."

Jiyong solo cerró los ojos y lloro un poco, sabía muy dentro de él que todo eso era verdad, pero cuanto necesitaba escucharlo de la boca del propio Seunghyun.

***

A pesar de ser invierno, la habitación estaba cálida, Seunghyun no sabía si era por la chimenea o por tener en su regazo a la persona que ama y que amara siempre. La habitación tenía una gran vista, la luna los acompañaba y él agradecía que pudieran estar solos en este lugar, apartados de todos.

"¿Has pensado en un nombre para la Pensión?" Dijo Seunghyun acomodándose en el espacio entre el cuello y hombro de Jiyong.

"Dolce Vita"

"Dulce vida..."

"Cuando me hice el tatuaje de Vita Dolce, originalmente iba a ser Dolce Vita... pero cambie de opinión a último momento. Vita Dolce significa una vida feliz, en ese momento lo único que quería era ser feliz... pero ahora..." Volteó y se puso sobre sus rodillas frente a Seunghyun.

"Pero ahora..."

"Ahora he comprendido que la felicidad está hasta en los pequeños momentos. Dolce Vita significa donde sea y cuando sea, tengo que llevar una vida feliz, y eso es lo que quiero que sientan en este lugar, sea quien sea. Quiero que no importe si están lejos de su hogar, si son jóvenes o ancianos, si es lunes o sábado, quiero que sean felices aquí y ahora... como nosotros."

Seunghyun sentía una fascinación extrema por Jiyong, como ese ser que parecía frágil entre sus brazos hace solo unos instantes podría dar un gran significado a todo lo que hacía, su pasión era su encanto. Lo único que quería era besarlo, y lo hizo. Suave y profundo, con añoranza. No recordaba que sus labios fueran tan dulces y su propia respiración, tan pesada.

Cuando se separaron, Jiyong tenía un tono fresa carmesí exquisito en sus mejillas, su manos cremosas envolvieron su rostro.

"Tu aroma me trae recuerdos"

"¿Aroma?, ¿Cuál?"

"Coco... Al igual que el día en que me confesé ante ti, ¿Lo recuerdas? Te susurré al oído Acércate. Estabas tan hermoso" Dijo con confianza.

"En ese momento sabias cuanto te adoraba...en la oscuridad no había nada que no pudieras hacerme."

"Pero no hice nada."

"Claro que no. Preferiste hacerme suplicar."

"Jajaja. Fue divertido"

"¡Jah!. No importa, ya tendré tiempo suficiente para tomar venganza."

Entre recuerdos y risas la noche paso, el fuego de la chimenea bailaba, y los besos ya no eran suficientes. Seunghyun no quería hacer nada que Jiyong no quisiera, pero deseaba tenerlo entre sus brazos, susurrando su nombre, pidiendo atención.

"Ahhh! ¿Cómo pudiste soportar todo este tiempo sin mí, ¿ eh?", pensó en voz alta.

"Cuando no estaba contigo, soñaba contigo."

"¿Crees que soñar conmigo te bastara esta noche?"

"¿Que me estas proponiendo, Choi Seunghyun?"

"Nada que tú no quieras."

"¿Y qué es lo que quiero?"

"A mí. A mí amándote con cada célula de mi cuerpo."

Jiyong se estaba divirtiendo, sabía que después de todas esas palabras dulces y sinceras, esto no se acabaría con un simple Buenas noches, pero le encantaba ver a Seunghyun así, deseándolo.

No lo iba a hacer esperar más, él mismo no podía. Sus labios comenzaron a moverse suavemente como un vals, pero pronto la necesidad de más contacto dio paso a movimientos más apasionados y desordenados. Las manos no eran perezosas, recorrían el cuerpo del otro, como si estuvieran recordando el terreno, serpientes moviéndose y dejando un rastro sensible por donde pasaban. Jiyong no había hecho esto en un buen tiempo, por lo que no estaba preparado para este ritual de amor, y comenzó a hacer la labor él solo, mientras besaba la superficie de su amor. Seunghyun notó rápidamente sus movimientos.

"Déjame hacerlo", le susurro.

"No tienes que hacerlo, yo puedo s..."

"Quiero hacerlo"

Seunghyun lo miró con esos bellos y profundos ojos, y él no pudo hacer más que ceder. Estaba avergonzado, pero eso se reemplazaría fácilmente con el placer que sentiría en breve.

Ellos encajaban a la perfección, sus cuerpos se movían como piezas de un reloj, con movimientos estables, conocían parte de sus gustos, los lugares dulces. No tenían prisa, sabían que habrían muchas más oportunidades de amarse, en adelante, vivirían su amor con el presente en mente.

***

Seunghyun se levantó temprano por el sonido de las aves, después de todo la naturaleza los rodeaba. Tenía una gran vista del amanecer por el balcón, pero todo lo que quería ver estaba al lado de él, acostado, aun durmiendo, envuelto en sabanas, esperando ser despertado para vivir su amor como en una película.

*FIN*