capitulo 3

MIA

Taeyeon daba vueltas en la sala de informática como un tigre enjaulado.

Sabía que seguramente era un poco exagerado pensar que tiffany la iba a abandonar, pero en ese momento no estaba siendo racional precisamente.

Durante un rato se había encontrado mejor, ya que su hermana jessica le había hecho entrar en razón, pero después había recibido un mensaje de tiffany diciéndole que llegaría a casa más tarde de lo normal, y eso había vuelto a disparar las alarmas y a ponerla de los nervios.

La forma en la que tiffany había contestado a sus mensajes —con respuestas de lo más evasivas— no la había tranquilizado en absoluto.

Lo único que la consolaba un poco era que le había enviado un mensaje para decirle que la quería: «Te quiero muchísimo. No tardaré en volver a casa».

Taeyeon se detuvo para leer de nuevo el mensaje con la esperanza de que la animara un poco y le quitara los malos rollos de la cabeza.

Quizá lo habría logrado si en ese momento no hubiera visto por el rabillo del ojo el maldito acuerdo prenupcial.

«Si esto es lo que quiere, quizá debería firmarlo y santas pascuas. ¿Qué más da? ¿Qué importancia tiene un estúpido trozo de papel?».

Siempre cuidaría de tiffany, hubiera contrato de por medio o no.

Taeyeon cogió el acuerdo de la mesa y lo hojeó. Apretó los dientes, cogió un bolígrafo y firmó utilizando más fuerza de la necesaria. Tiró el boli sobre los papeles y masculló:

— ¡Hala! Ya está. El mundo no se termina por que haya firmado esa gilipollez.

No pensaba dejarla en la vida y removería cielo y tierra para que la rubia no la abandonara.

Esos asquerosos papeles cogerían polvo en el despacho de algún picapleitos mientras taeyeon pasaba la vida junto a la mujer que amaba.

—Lo único que quiero es que sea feliz—susurró con rabia, esperando que esa firma aliviara la tristeza de tiffany.

La forma en que se estaba comportando últimamente la estaba volviendo loca.

A pesar de lo dura que había sido la vida con ella su chica era una persona serena, optimista y positiva, por lo que siempre estaba sonriendo y las pocas veces que no lo hacía taeyeon lo pasaba fatal.

Si lo que necesitaba para quedarse tranquila era un acuerdo prenupcial, firmaría todos los que quisiera.

Obviamente no le hacía gracia que tiffany tuviera dudas sobre su relación y que se planteara una separación en el futuro, pero haría todo lo que estuviera en su mano para convencerla de que estaba equivocada.

Quizá lo único que necesitaba era tiempo.

Tiffany le había dado muchísimas cosas ese último año, pero las más importantes eran su apoyo y su amor incondicional.

Si la rubia era capaz de aguantarla cuando se ponía gruñona e irascible —y casi siempre sin quejarse—, ella podía firmar un absurdo papel.

—Debería haberlo hecho antes—comentó en voz baja, enfadada consigo misma por haber discutido tanto por un tema tan trivial.

Sabía lo mucho que afectaba a tiffany la diferencia económica que existía entre ellas. Esperaba que lo superara y que empezara a hacerse a la idea de que todo lo que era suyo también le pertenecía a ella, pero suponía que aún no había llegado ese momento.

— ¿El qué?

La aterciopelada voz le rozó con suavidad la espalda como una tela de seda fina.

Taeyeon se dio media vuelta y se quedó embelesada contemplando a la mujer que amaba mientras el corazón se le aceleraba.

—Debería haber firmado el documento cuando me lo pediste en lugar de haberte echado la bronca—le explicó con voz ronca mientras sentía la apremiante necesidad de rodear con los brazos aquel uniforme de enfermera color rosa bebé para sentir junto a su piel la cálida suavidad de tiffany.

Como llevaba zapatillas de deporte, rodeó la mesa sin hacer ruido y, al coger los papeles, el bolígrafo con el que taeyeon había firmado los documentos rodó por el escritorio.

— ¿Lo has firmado?—parecía sorprendida, atónita.

—Sí. Siento lo que te dije.

Y taeyeon lo sentía de verdad; más de lo que era capaz de expresar, ya que nunca se le habían dado bien los discursos elocuentes ni elegir las palabras adecuadas para tiffany.

La verdad era que se pasaba la mayor parte del tiempo obsesionada con poseerla o con protegerla.

La ternura y las palabras dulces no eran precisamente su punto fuerte.

La mirada de tiffany se dirigió a su rostro para examinarla con detenimiento como quien busca algo.

— ¿Por qué? Pensé que no querías.

—Y no quiero—se encogió de hombros—Pero deseo que seas feliz y sé que el tema del dinero te molesta—la fulminó con una oscura mirada—Lo he firmado por ti. Pero no me vas a dejar aunque lo haya hecho. En la vida.

Jamás usarían esos papeles ni tendrían importancia alguna.

Para taeyeon aquellos documentos no eran más que una triste forma de malgastar árboles.

Tiffany esbozó una sonrisa y, sin dejar de mirarla a los ojos, cogió el acuerdo y lo rompió en dos.

Y después otra vez.

Y otra vez.

—Tienes razón. No te voy a dejar. Al menos no mientras me ames.

A taeyeon se le aceleró el pulso y repuso:

—Te amaré mientras me lata el corazón. ¿Por qué lo has hecho?—preguntó contemplando los trocitos de papel desperdigados por la mesa.

—Porque jamás debí permitir que el dinero se interpusiera entre nosotras. Lo siento, tae. Lo siento de veras—se le quebró la voz mientras rodeaba el escritorio para lanzarse a sus brazos.

Taeyeon la abrazó con fuerza y cerró los ojos con alivio, extasiada por tenerla tan cerca. La besó en la sien y en la mejilla, apretándola contra su piel, pero sin llegar a aplastarla.

—No debí decir lo que dije.

—No, soy yo la que te he hecho daño por culpa de mis inseguridades. Nunca has dejado que el dinero sea un problema entre nosotras y yo tampoco debí hacerlo. Tenías razón y yo me he equivocado—masculló apoyada en su pecho.

Taeyeon posó con delicadeza la cabeza de tiffany en su hombro para que se apoyara con comodidad.

«Este es su sitio. Siempre lo será».

—Te quiero. Lo único que deseo es que vuelvas a ser feliz. Estás triste y no me gusta.

Tiffany se retiró lo justo para poder mirarle a los ojos.

—No estoy triste. Estoy sensible.

—Bueno prefiero verte sensible en plan feliz que en plan triste—bramó antes de besarle con cariño la punta de la nariz.

La americana la cogió de la barbilla con dulzura y respondió:

—Eres una mujer increíble, taeyeon Kim. Siempre te estás preocupando por que esté feliz y a salvo. Siempre dispuesto a sacrificarte por mí. Te quiero tanto que a veces me da miedo.

Taeyeon le cogió la mano y se la llevó a los labios para besarle la palma:

—Nunca he sacrificado nada por ti. Te quiero y tú puedes quererme todo lo que quieras. Te aseguro que no me quejaré—no pudo reprimir una sonrisa al pensar que jamás se cansaría de que le dijera lo mucho que la amaba aunque lo repitiera cien veces al día.

Tiffany también esbozó una tímida sonrisa:

—Hoy he gastado dinero. Tu dinero. Esto..., o sea, nuestro dinero. He decidido que necesito un coche. O quizá un monovolumen. Y quiero una luna de miel larga. ¿Podemos coger el avión?

—Por supuesto. A donde tú quieras—«Gracias a Dios». Sonrió de oreja a oreja mientras preguntaba con picardía— ¿Te ha dolido?

Tiffany no tuvo que preguntar a qué se refería. Taeyeon la entendía a la perfección.

—Muchísimo. Empecé buscando en las ofertas, pero no encontraba nada que me gustara, así que fui a los artículos de temporada.

— ¡Au, eso duele!—« ¡Adoro a esta mujer!»— ¿Y qué tal fue?

—Bien. La mano solo me tembló un poquito al pasar la tarjeta de débito—admitió con desazón—Y luego me fui a hacerme la manicura y la pedicura. ¡Nunca me las había hecho! Fue... raro..., pero quería probarlo.

Taeyeon rio mientras abrazaba a tiffany con fuerza. La pobre había tenido poquísimos caprichos en la vida y no había disfrutado de muchas de las cosas que ella misma como mujer hacían a diario sin darle la menor importancia.

— ¿Qué has comprado?

—Alguna cosilla..., eh..., ropa. De talla grande—comentó en voz baja con nerviosismo.

— ¿Te propones engordar?

A ella no le importaba.

Podía tener la talla que quisiera, lo único que ocurriría si metiera más carne a ese cuerpo serrano es que sus curvas serían aún más exuberantes.

—Temporalmente. Es que... ¡No lo soporto más! Será mejor que te lo diga de una vez—se retiró para colocarle una mano a cada lado de la cabeza y posó sus ojos pensativos en la mirada aún traviesa de taeyeon—Te quería dar un regalo y una sorpresa por todo lo que hemos vivido... y me sometí a un tratamiento para quedar embazara con tu óvulos...y funciono. Estoy embarazada. Vamos a tener un bebé. Por eso estoy tan sensible. Las hormonas se están apoderando de mi cerebro.

Taeyeon se quedó boquiabierta, con cara de asombro y, con la mirada clavada en los ojos de tiffany, empezó a mover la boca sin pronunciar sonido alguno.

« ¿Embarazada? ¿Va a tener un bebé?».

Las emociones se le empezaron a agolpar en su interior una tras otra.

Miedo.

Felicidad.

Ansiedad.

Y una sana dosis de necesidad de poseerla.

— ¿Cómo? ¿Por qué?

Eran preguntas estúpidas, pero aun así le salieron de la boca, ya que en ese momento su cerebro iba más despacio que su corazón.

Tiffany se echó a llorar, le caían lagrimones por las mejillas mientras se le retorcía la cara de remordimiento.

—Lo siento. Debí pensar mejor las cosas o pensar en otra cosa. Pero un día me acorde que me contaste que tenías guardado tus óvulos para cuando quisieras ser mamá... y bueno, solo lo hice. Tendría que haber pensado mejor las cosas. Tengo los papeles que explican todo para que los veas...sé que ahora mismo no quieres ser mamá, pero es que ya adoro a nuestro bebé...

«Nuestro bebé. Nuestro. Un bebé».

Sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho, la abrazó con todas sus fuerzas mientras la mecía con delicadeza.

—Chsss... No necesito ver nada, confió en ti. Todo saldrá bien. Yo..., madre mía! ¡Voy a ser mamá!—sintió un torbellino de júbilo en su interior y se le hinchó el corazón de tal modo que tuvo la sensación de que le iba a estallar.

—Lo siento—se lamentó apoyada en su hombro.

—No lo sientas, cariño. No es por tu culpa. ¿Estás preparada para ser mamá?—tartamudeó al final de la frase, ya que todavía no se creía que estuviera embarazada de su hijo; un bebé que fuera como fuera había sido concebido con tanto amor que iba a explotar de orgullo.

Porque para que tiffany hubiera hecho para demostrar cuanto la quería era un gran acto de amor.

—Sí. Estoy loca por tenerlo, pero sé que tú no porque nunca has querido hablar del tema y lo único que has dicho al respecto es que quieres esperar—se sorbió la nariz y se acurrucó junto a la coreana.

—No es que no quiera tener un hijo contigo. Es que no quiero que sufras tanto dolor ni que te ocurra nada. Es peligroso. Hay mujeres que mueren en el parto. Es más, pensaba ser yo la que se sometiera al tratamiento.

No soportaba la idea de que su rubia sufriera, fuera por la razón que fuera.

No se había dado cuenta hasta entonces de que con esa actitud había cortado las alas a Tiffany, pero es que era incapaz de aceptar que tuviera que aguantar todo ese dolor para tener a su hijo.

Se estremeció solo con volver a pensarlo.

Las emociones libraron una batalla en su interior, ya que, aunque deseaba que fuera la mamá de sus hijos con un anhelo tan intenso que la estaba matando por dentro, la idea de que pudiera ocurrirle algo malo le hacía perder los estribos y volverse completamente loca.

Taeyeon quería tenerla siempre protegida y no perderla de vista ni por un instante.

Quizá lo lograra.

Al menos la mayor parte del tiempo.

—No es peligroso, tae. Nosotras damos a luz todos los días. La mayoría de dice que el dolor se te olvida en cuanto estrechas al bebé entre los brazos—dijo esperanzada y con la voz vacilante— ¿No te importa?

—Sí que me importa, pero en el buen sentido.

Estaba molesta porque no lograba quitarse de la cabeza el dolor que sufriría Tiffany.

Pensaba triplicarle la escolta, le gustara o no.

Su rubia estaba embarazada y eso la hacía más vulnerable.

—Quiero que sea niña rubia y de ojos cafés—una bonita réplica de su rubia mamá—Tenemos que mudarnos a una casa en las afueras para que pueda jugar en el jardín. Y tener un perro. Bueno, lo que sea que la haga feliz. Tenemos que vivir en un barrio en el que haya buenos colegios. Será tan guapa como tú. No dejaré que salga con chicos o chicas hasta que tenga por lo menos treinta años—frunció el ceño al pensar en una persona poniendo la mano encima a su hija. Levantó la cabeza al oír la risa de Tiffany, que se había apartado un poco para dedicarle una sonrisa.

—Yo quiero una morenita de ojitos oscuros. Una morenita dulce como su mami.

—Rubiecita de ojos cafés.

—blanca de ojos oscuros.

—Rubiecita de ojos café—bufó.

Tiffany suspiró.

—Que esté sano. Saltaré de alegría si nuestro bebé está sano y es feliz. Lo demás me da igual. Lo querremos mucho, sea niño o niña. Rubia o morena, blanca. De ojos cafés u oscuros.

Taeyeon sintió tal júbilo en su interior que pensó que no lo podría soportar y, aunque seguía obsesionada con que Tiffany no sufriera dolor alguno, notó que se le humedecían los ojos.

—Yo también, mi vida. Me encantará tener un niño o una niña cualquier sea su color de pelo, piel u ojos. Solo espero que se parezca a ti. Amaré a ese bebé con locura y le daré todo lo que yo nunca tuve—«Una infancia estable y feliz. Equilibrio y amor»— ¿Te encuentras bien? Has dicho que estabas sensible. ¿Estás enferma? Deberíamos ir a ver al médico. ¿Qué más tenemos que hacer? ¿Qué necesitas? Dímelo y te lo traeré—exigió con ansiedad y desesperación mientras un instinto visceral de protegerla le reconcomía por dentro.

Taeyeon necesitaba entender cuanto antes los entresijos del embarazo y así descubrir lo que tenía que hacer Tiffany para estar como un roble durante ese periodo.

¿No necesitábamos cosas cuando estábamos encinta?

¿Cosas especiales?

Madre mía, no tenía ni puñetera idea de lo que suponía un embarazo, pero necesitaba cambiar eso de inmediato.

¿Cómo iba a proteger a Tiffany si no tenía ni idea de qué debía hacer para defenderla?

—Necesito tu cuerpazo y un helado gigante—respondió con voz seductora—Pero antes tengo que pegarme una ducha.

— ¿A mí? ¿Me necesitas a mí? ¿Podemos hacerlo?

Cuando estábamos embarazadas podríamos tener o, ¿verdad?

Ay, madre, tenía que investigar todo eso cuanto antes.

—Claro que sí. Deberíamos hacerlo sin parar. Estoy cachonda a todas horas. Es por las hormonas—susurró mientras le mordisqueaba el lóbulo de la oreja.

«Ay, Dios».

Con Tiffany era incapaz de controlar sus instintos y la necesidad de unirse a ella hizo palpitar todo su ser.

—Deberíamos tener cuidado—respondió con la mente llena de pensamientos eróticos.

La cavernícola que llevaba dentro parecía querer ponerse al mando.

«Mi mujer. Embarazada. Mi bebé. Mía. Completamente mía».

—Necesito o apasionado. Hacerlo sin parar. o sudoroso y desbocado—comentó Tiffany con entusiasmo—Y, como tú serás la mamá también, espero que satisfagas mis necesidades.

Era cierto.

— ¿Cómo de desbocado, exactamente? ¿Qué podemos hacer?

—Todo lo que se me antoje. Tan solo estoy de cinco semanas. Hay mujeres que durante el primer trimestre están cansadas, tienen náuseas o pierden el apetito ual, pero yo no. Quiero que nos acostemos por lo menos cinco veces al día—se rozó con sensualidad contra su cuerpo mientras gemía—Que no te dé miedo hacer el amor conmigo. No es peligroso. Y te necesito. En todos los sentidos.

En ese momento a taeyeon le entraron ganas de saciar todas las necesidades de Tiffany, de ponerle en bandeja todo lo que deseara.

—Yo cuidaré de ti, cariño. Toda la vida. Y tú siempre me contarás todo lo que sientas, ¿vale?

Si lo que deseaba era que la abrazara, que la idolatrara y que estuviera a su lado, lo haría encantada.

Puede que su bestia interior estuviera echando fuego por la manera en que Tiffany seguía frotándose contra su cuerpo, pero las necesidades de su rubia siempre serían su prioridad.

—Ahora lo que quiero es una ducha. Y un o. Y helado—respondió zafándose de su abrazo y dirigiéndose hacia la puerta balanceando con sensualidad las caderas.

¿Cómo no iba a actuar como una maniaca posesiva si iba a casarse con la embarazada más y del planeta?

—Me apunto.

«Yo y mi cuerpo entero»[/i].

Fue tras Tiffany y, cuando la alcanzó en el rellano, la abrazó por la espalda acariciándole la tripa, que todavía estaba como una tabla, y susurró:

—Te quiero. Pídeme lo que quieras y lo tendrás sin que te haga preguntas, sin negarme a nada.

El cuerpo de Tiffany se relajó y se apoyó contra el de ella.

— ¡Ya te lo he pedido!—se echó a reír y entrelazó los dedos con los de ella, que seguían protegiéndole el vientre—Lo único que deseo... es a ti. Estoy muy caprichosa. Ahora mismo soy otra persona. No te tomes nada de lo que digo o hago como algo personal. No es por ti. Es por las hormonas. Se están comiendo mi cerebro.

—Ponte caprichosa. Ponte gruñona. Ni siquiera te pediré que no llores.

Bueno..., al menos lo intentaría.

Esperaba que no le diera por llorar, porque, en tal caso, para cuando naciera el bebé Santana estaría hecha un asco.

—Pero no me pidas que no me preocupe, que no trate de protegerte ni que no me raye con tu felicidad o tu seguridad. No puedo evitarlo—refunfuñó apretándole los dedos.

— ¿No te pondrás mandona?

Taeyeon tragó saliva.

—No.

Bueno..., quizá con menos frecuencia.

— ¿Ni exigente?

Eh..., podría contenerse, ¿no?

—No.

— ¿Dominante? ¿Controladora?

¡Le estaba dando en todos sus puntos débiles!

—Lo intentaré—afirmó con sinceridad.

Tiffany se echó a reír a mandíbula batiente.

Taeyeon llevaba más de dos semanas sin oír semejante carcajada y el cautivador sonido le animó el corazón.

Se rio tan fuerte que acabó resoplando.

—Te doy veinticuatro horas. Esa forma de ser la llevas en el ADN. No podrías reprimirla ni un día—siguió riéndose mientras avanzaba hacia el dormitorio.

A taeyeon se le quedó la boca seca al ver que Tiffany se quitaba la parte de arriba del uniforme revelando su suave y fina piel.

También se rio porque sabía que seguramente tenía razón, pero aun así lo intentaría por todos los medios.

— ¡Una semana por lo menos!—gritó con arrogancia.

La risa de Tiffany cobró fuerza y sonoridad y retumbó por el pasillo hasta llegar en forma de eco a los oídos de taeyeon, que sonrió de oreja a oreja.

La conocía demasiado bien.

Moviendo la cabeza, se dirigió a la cocina para servir un helado a su chica.

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 31: Ahhhh que hermoso por fin están cómodas la una con la otra!!! *-* <3
Gracias por traernos estos fix TaeNy *-* <3
Skyth06
#2
Chapter 31: Amé el capítulo!!!
LlamaAmerica #3
Chapter 24: Alguien más está encantado con este cap? *-* <3 <3
Skyth06
#4
Chapter 24: Son tan awwwwwwww *-*
LlamaAmerica #5
Chapter 23: Haaaaay es que me llenan de amor estas dos!!! Ya que se casen mejor *-* <3
mv007842 #6
Chapter 23: Tan lindas y calientes que ya formen su familia siiiiii Tae es muy dulce me gusta esa personalidad fria pero por dentro con un corazon de dulce
Skyth06
#7
Chapter 23: Love. Love
LlamaAmerica #8
Chapter 22: Haaaaay pobrecita mi Tae :(
Me encanta esta historia *-* <3
Skyth06
#9
Chapter 22: Encantador *-*.
mv007842 #10
Siiiiii bolviste que bien sige porfa me gusta esta historia es super linda continua porfa no desaparescas