Sosteniendo tus manos
baile anoche

Tu hermosa y ultima sonrisa
brillaba intensamente
Rojo, Naranja, Amarillo, Verde,

no conozco el éxtasis
No es para el mundo
Que veo y siento

Big Bang "Last Dance"

"Adiós."

Recuerdo que ese día en particular amaneció muy nublado. Había sido una primavera muy calurosa, por lo que un amanecer tan gris me sorprendió. Supongo que si hubiera puesto más atención, habría notado las señales de que sería un oscuro día en mi vida y un día que jamás olvidaría.

Es extraño como siempre damos cosas por sentado. Como si jamás se fueran a desvanecer o las personas jamás se fueran a marchar. Por desgracia fue algo que aprendí muy tarde. 

Nuestra relación terminó hace ya más de un año. Y Después de casi 5 años, me di cuenta, o al menos eso quise creer, de que necesitaba algo más. Habíamos estado juntas tanto tiempo, que ya no sabía si era amor o solo costumbre. Por lo que tome la estupida decisión de dejarte.

Por supuesto no lo tomaste bien al principio. Pensaste que sólo era una etapa y que pronto volveríamos. Pero no fue así. Yo comencé a salir con alguien que llamó mi atención. Él era totalmente diferente a ti y más parecido a mi. Mismos gustos, música, ropa, cine. Era como haber encontrado una parte de mí que jamás tendría contigo y me enamoré. 

Te conté todo antes de que lo supieras por otros. Y eso te devastó. Pude ver en tus ojos como el dolor se apoderó de ti. 
Jamás quise hacerte daño. Pero era algo que tenía que pasar, no es que ya no te amara. Pero necesitaba este nuevo mundo que él me ofrecía. 
Si hubiera sabido que tendríamos este final, te hubiera dicho cuánto te amaba, cuan importante eras en mi vida... 

Durante los primeros meses sé que aún tenias la esperanza de que fuera algo pasajero. Porque siempre seguimos en contacto, no te quería fuera de mi vida y tú aún me protegías. Aún necesitaba escuchar tu voz y sentir tu mirada llena de amor. Era egoísta, lo sé. Pero por alguna razón no podía dejarte ir.

A Casi un año de mi nueva relación, comenzamos a distanciarnos. Entre mis recurrentes viajes al extranjero y tus filmaciones, perdimos contacto. Aunque con el tiempo me enteré de que me evitabas. Nuestros amigos me contaban que no estabas bien. Ya no los veías y casi no salías de casa. 
Intenté buscarte, te llamaba pero jamás contestabas, apenas contestabas mis mensajes con monosílabos. Y mi relación, debido a mis constantes viajes tampoco estaba muy bien. Así que lo deje Cuánto me arrepiento. Si solo te hubiera escrito una frase más. Si solo te hubiera llamado una vez más...

Ese día me llamaste. Fuiste tú quien me busco y me invitó a salir. Te dije que estaba con mi agenda llena toda la semana, así que acordamos juntarnos el fin de semana. 
Después de lo que extrañamente pareció ser una eternidad, pasaste por mi. Cuando te vi en el umbral me di cuenta de cuánto te extrañaba. De cuanto extrañaba tus ojos que aún seguían llenos de amor, tú dulce voz al decir mi nombre y tu sonrisa, que ahora se veía forzada. Si  hubiera sabido lo que pasaba por tu mente esa noche...

Fuimos a comer a mi lugar favorito, ese lugar que jamás puede compartir con él. Porque siempre fue solo nuestro. Jamás te lo dije. Cuánto me arrepiento. 
Hablamos de todo. Te conté lo mal que estaba mi relación y tú al contrario de lo que creí que dirías, me aconsejaste. Me dijiste que debía dedicarle más tiempo y que a veces debía ceder. Creo que en ese momento me enamoré más de ti. De pronto te vi cómo alguien noble y demasiado pura para mí. Te ame más que nunca... Debí decírtelo... Debí...

Después de cenar fuimos a caminar a ese hermoso lugar cerca de las rocas. A orillas del mar. Nuestro lugar secreto. Donde todo comenzó y todo terminó. Por supuesto no lo dejaste pasar. Este fue el lugar donde dos adolescentes que recién comenzaban a aprender sobre la vida, sintieron por primera vez la necesidad de decir te quiero. Nuestro primer beso, nuestra primera cita, nuestra primera vez y Nuestra última vez...
Recuerdo perfectamente tus palabras...

"Déjame pedirte solo una cosa más antes de dejarte ir. Solo un último baile."

Nuestro último baile. Si lo hubiera sabido jamás te hubiera dejado ir. 
Esa noche bailamos sobre la arena mojada, descalzos y con música que solo estaba en nuestra imaginación. Siempre quise preguntarte si pensaste en la misma canción que yo. Debí habértelo preguntado esa noche...

Pasada la media noche la temperatura bajó y se puso muy helado, así que decidimos volver. Recuerdo que el camino  a casa fue muy silencioso. Pero no un silencio incómodo, si no ese silencio en que solo necesitas sentir la presencia de la otra persona para estar en paz. Nos miramos unas cuantas veces a los ojos y tuve esa terrible necesidad de besarte. Pero no lo hice por qué sé que me hubieras rechazado y no soy de la clase que engaña. Jamás me lo hubieras permitido. 
Cuando llegamos a mi casa me dejaste en la puerta. Sinceramente esperaba que me besarás. Esperaba que me abrazaras y jamás me dejaras ir otra vez...  
Y lo hiciste, pero no como yo esperaba.
Me abrazaste tan de repente que no supe cómo reaccionar, así que solo me quede ahí intentando saber qué hacer. Me abrazaste tan fuerte, que por un momento pensé que me querías lastimar. Pero luego de unos instantes te abracé con la misma intensidad. Luego te separaste un poco, por lo cual quise reclamar, pero me miraste a los ojos con tanta intensidad que no pude hablar. Te inclinaste sutilmente, tanteando si deberías o no. No pude evitarlo, lo quería tanto como tú, y nuestros labios se encontraron. Fue sutil, suave, temeroso. Como nuestro primer beso y de pronto todos nuestros recuerdos vinieron a mi mente. Todos los viajes, los planes de tener una agencia de cantantes y modelos, en donde serias tú quien los entrenaría. La idea de estudiar diseño de interiores y así poder viajar por el mundo aprendiendo nuevos diseños. Esos planes de casarnos y tener un par de bebes. Nuestras tontas peleas por no poder elegir si tendríamos un estudio o un sótano. Todo esos detalles volvieron a mi. Y lo entendí. Finalmente lo entendí... Te estabas despidiendo. Me estabas dejando ir...

Cuando nos separamos ambos estábamos llorando. Limpiaste mis lagrimas con tus pulgares tan sutilmente, como si me fuera a quebrar. Besaste mi frente y dijiste que todo estaría bien. Te miré a los ojos y no pude descifrar lo que vi. Me abrazaste otra vez y tu voz se quebró. 

"Gracias Soojung. Gracias por todos estos años. Gracias por dejarme amarte y muchas gracias por hacerme sentir amada."

Intenté hablar y decirte algo con todas mis fuerzas. Pero no pude dejar de llorar. Tú solo me abrazaste más fuerte y seguiste con tu discurso 

"Sé que estarás bien. Realmente espero que seas feliz y que jamás dejes de sonreír. Dile a ese tonto que si te hace llorar volveré desde el infierno si es necesario para protegerte."

Ambos reímos. Sé que intentabas alegrar el ambiente. Nos volveríamos a ver. Eso era obvio. Pero por alguna razón sentía que te irías para siempre. Ojalá me hubiera equivocado. 
Al final me soltaste. Limpiaste mis lagrimas una vez más. Pero esta vez yo también limpie las tuyas. Tomaste mis manos y las besaste.

"Te ame. Te amo y sé que siempre te amaré. Lamento haberte fallado. Sé que rompí mi promesa..."

"No te disculpes más. Está bien. Ahora estamos bien."

"Te amo Soojung. Jamás lo olvides por favor"

"Jamás. También te amo Amber. Lo sabes. Verdad." 

Ella me miró y sonrió. Pero fue la sonrisa más triste que vi en mi vida. Sus ojos... Sus ojos jamás alcanzaron esa sonrisa. 
Ella volvió a besar mis manos y se despidió. 

"Adiós." 

Dijo adiós. No hasta pronto, o nos vemos. Solo dijo adiós. Debí haberlo notado. Debí haberle puesto más atención al vacío que sentí en el estómago cuando se volteó y caminó hacia la salida. Debí notar como mi corazón dio un brinco y mi pecho se apretó cuando la vista de su espalda desapareció. 
Esa noche ella se despidió con un "adiós".

Un par de días después de esa extraña despedida intenté  llamarla de nuevo. Necesitaba háblarle, saber que estaba bien. Ahora estaba más confundida que nunca. Lo que siento por él es lindo. Me hace sentir segura, cómoda, amada. Pero no podía quitarme de la cabeza o del corazón lo que sentía por Amber. 
Tras el cuarto intento y el cuarto fracaso de intentar comunicarme con ella. Me rendí y prendí el televisor. Solo por tener algo de ruido en la habitación. 

"Y ahora vamos con nuestra periodista Kim EunSoon, que nos informa de este trágico accidente que se registró está madrugada en el Puente Seongsu."

"Así es GeonSuk. Esta madruga un vehículo particular chocó y se precipitó, cayendo al río. Se informa que desgraciadamente el único pasajero no sobrevivió. Se presume que la niebla matutina pudo haber influido en la mala visibilidad y haber provocado el accidente..."

"La víctima se trataría de una mujer joven. De nacionalidad estadounidense. Su nombre es Amber Liu. Quien habría sido identificada por..."

Mi atención se quedó en ese nombre. No podía ser. Tenía que ser una coincidencia. Solo un alcance de nombre. No podía ser ella...

"Reiteramos. La víctima es una joven mujer. Amber Liu. De nacionalidad Estadounidense habría fallecido tras el volcamiento y caída de su vehículo desde el Puente Seongsu..."

Por favor no... Mi celular sonó y mis peores miedos se volvieron realidad. Recuerdo que ese día, cuando la policía llamó y me pidieron identificar el cuerpo el cielo era gris. Era como si de alguna manera pudiera mostrar el dolor que sentía en ese momento.