-"Date prisa Hyoyeon." - Yuri llevaba una maleta de ruedas, gafas negras y una chaqueta de cuero que hacia resaltar su figura.

Las cinco chicas caminaban rumbo a las entradas del enorme aeropuerto que para su suerte aun estaban a tiempo, Kwon quería evitar el inconveniente de esperar otro vuelo, atrás de ella venían sus amigas prácticamente arrastrando los pies. Yuri era una especie de niñera que debía cuidar de cuatro tontas con mente de niñas.

-"Pero Yul... tenemos mucho sueño." -Soo contesto mientras intentaba no caer con Hyoyeon encima de ella.

-"¿Puedo dormir sobre la maleta?" -Dijo Yoona.

-"No... chicas dejen de quejarse, miren a Tae, ella no se quej..... ¿Tae? ¿T-Tae...? ¡TAEYEON, DESPIERTA! -Yuri sacudió al pequeño cuerpo de la chica quien dormía justo sobre su maleta, algunas que otras personas quedaron mirando la escena con caras raras.

Luego de una batalla para despertar a la chica de baja estatura y otra batalla para hacer fila, mas otra batalla para entrar al avión, todas lograron llegar a su destino.

-"No puedo creer que estemos de nuevo en casa." -Yoona dejo caer su maleta observando los alrededores. Las cinco estaban impresionadas.

-"Han cambiado muchas cosas..." -Taeyeon recordó los hermosos momentos vividos en su infancia junto a sus amigas.

-"Bueno, cierren sus bocas, el taxi ya llego por nosotras."

La morena les indico que debían dejar sus maletas en la parte trasera del taxi y así lo hicieron. El recorrido fue placentero, cada una de ellas se divertía en el interior contando chistes, algunas que otras bromas por parte de Soo y Hyo. Yuri solo guardaba silencio; no quería parecer una cosa rara delante del chófer. Al terminar el recorrido llegaron al hogar de Taeyeon, todo era como lo recordaban; nada había cambiado.

-"Estoy muy cansada, pero feliz." -Tae dejo caer su cuerpo al sofá.

-Comparto tu idea... Aunque me dio un poco de hambre.

-"Tu siempre tienes hambre Soo..." -Dijo Yuri mientras dejaba las maletas junto a la entrada y fue a reunirse con las demás en la sala.

-"¡Queremos comida!" -Yoona se unió a la idea.

"¡Hagamos una huelga de hambre!" -Hyoyeon se levanto de su asiento.

Taeyeon reía mientras miraba la escena, amaba mucho cuando pasaban ese tipo de cosas, ver la desesperación de Yuri era lo que mas le gustaba.

-"La mía con queso extra por favor." -Dijo estando aun en el sofá. A lo lejos cuatro chicas peleando en el teléfono.

*El gran día*

6:30 am.

El sonido del despertador se escucho por toda la habitación, Tae estiro la mano para estirarlo, soltó un gran bostezo y se estiro lo mas que pudo. Sus ojos se adaptaron a la oscuridad de la habitacion, solo unos pequeños rayos de sol se colaron entre las cortinas, eso le daba un poco de luz , "Hoy es el día", fue su primero pensamiento antes de levantarse e ir al baño.

8:30 am.

-"¿Segura que podrás con esto?" -Dijo Yuri.

-"Por supuesto que si, ¿que tan difícil puede ser? -Respondió sin mas, ambas se encontraban a las afueras del enorme edificio. Tae sabia que era la nueva presidenta pero aun los nervios la comían por dentro.

-"Si necesitas ayuda solo llámame..." -Se despidió la morena dejando a su amiga sola.

-"Muy bien... es mi momento... respira Tae, respira..." -Se daba ánimos a si misma. Finalmente logro entrar.

-"Disculpe, ¿necesita algo?" -Pregunto una de las secretarias.

-"Ah... Soy Kim Taeyeon, ¿donde esta la oficina del presidente?." -Fue directo al grano, la joven la reconoció rápidamente y le indico que debía subir cinco pisos mas, Tae agradeció y se dirigió al ascensor. Al llegar a dicha oficina se encontró con alguien quien ocupaba el asiento, ¿quien podría tener el descaro de sentarse en su lugar de trabajo?. -"¿quien es usted y que hace en mi asiento?".

El cuerpo de la persona intrusa se tenso notoriamente y se levanto casi de golpe del asiento, era una chica.

-"L-Lo siento mucho, yo pensé que..." -Se giro mirando a la chica baja de estatura quien tenia los brazos cruzados y una ceja levantada. "Que chica tan hermosa" dijo entre sus pensamientos.

-"¿Y bien? ¿Me va a explicar que hacia en mi asiento?" -Tae esperaba una respuesta razonable.

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